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Isaac Newton nació en el año 1642, año en el que

también muere Galileo. Casi todos sus años de


creatividad los consumió en la Universidad de
Cambridge, Inglaterra, primero como estudiante,
posteriormente como profesor altamente distinguido.
Reservado, a veces críptico, enredado en riñas
personales con los eruditos, concedió su atención no
solo a la física y las matemáticas, sino también a la
religión y la alquimia.
Lo único en lo que está todo el mundo de acuerdo es en su brillante talento. Tres
problemas intrigaban a los científicos en los tiempos de Newton: las leyes del
movimiento, las leyes de las órbitas planetarias y la matemática de la variación
continua de cantidades, un campo que se conoce actualmente como: cálculo
diferencial e integral. Puede afirmarse con justicia que Newton fue el primero en
resolver los tres problemas.
A partir de los planteamientos de Johannes Kepler pudo postular su ley de la
Gravitación Universal.

Primera Ley de Newton: Ley de Inercia


La primera ley de Newton, conocida también como Ley de inercia, plantea que si un
cuerpo no recibe influencia externa, mantendrá su movimiento rectilíneo sin alterar su
velocidad incluyendo el caso en que esa velocidad sea cero (estado de reposo).
Se debe entender que el movimiento es relativo, esto es que depende del sistema de
referencia según el cual se describe. Así por ejemplo, para un objeto que se encuentra
a bordo de un vehículo en movimiento, su velocidad puede ser descrita como alta por
un observador al exterior de él y como velocidad cero o mínima para un observador
que se encuentra a bordo del mismo vehículo. Se necesita, por tanto, un “sistema de
referencia” al cual relacionar el movimiento. La primera ley de Newton sirve para
definir un tipo especial de sistemas de referencia conocidos como “Sistemas de
referencia inerciales”, que son aquellos sistemas de referencia desde los que se
observa que un cuerpo sobre el que no actúa ninguna fuerza neta y por lo tanto se
mueve con velocidad constante.
No ha sido posible encontrar un sistema de referencia inercial, puesto que siempre hay
algún tipo de fuerzas actuando sobre los cuerpos, pero se puede contar con un
sistema de referencia en el cual el problema que estemos estudiando se pueda tratar
como si estuviésemos en un sistema inercial. En muchos casos, suponer a un
observador fijo en la Tierra es una buena aproximación de sistema inercial.

Segunda Ley de Newton: Ley o Principio Fundamental de la Dinámica


La Primera ley de Newton explica que para que un cuerpo altere su movimiento es
necesario que exista una influencia que provoque dicho cambio. Esa influencia es lo
que conocemos como “fuerzas”. Estas son el resultado de la acción de unos cuerpos
sobre otros.
La Segunda ley de Newton cuantifica el concepto de fuerza. Establece que la fuerza
neta aplicada sobre un cuerpo es proporcional a la aceleración que adquiere dicho
cuerpo. La constante de proporcionalidad es la masa del cuerpo, de manera que
podemos expresar la relación de la siguiente manera:

Tanto la fuerza como la aceleración son magnitudes vectoriales, es decir, tienen,


además de un valor, una dirección y un sentido. De esta manera, la Segunda ley de
Newton debe expresarse como:
La expresión de la Segunda ley de Newton entregada aquí, es válida para cuerpos
cuya masa es constante. Si la masa varia, como por ejemplo un cohete que va
quemando combustible, la expresión se debe generalizar, para lo que es necesaria
una nueva magnitud física. Esta es la “cantidad de movimiento” que se representa por
la letra ”p” y que se define como el producto de la “masa de un cuerpo por su
velocidad”,
La cantidad de movimiento conocida también como “momento lineal”, es una magnitud
vectorial y, en términos de esta nueva magnitud física, la Segunda ley de Newton se
expresa de la siguiente manera:
La Fuerza que actúa sobre un cuerpo es igual a la variación temporal de la cantidad de
movimiento de dicho cuerpo, es decir,
dp
F=
dt

Tercera Ley de Newton: Ley o Principio de Acción y Reacción


Esta ley, plantea que si un cuerpo ejerce una acción sobre otro cuerpo, recibe de éste
otra acción igual y de sentido contrario.
Esto es algo que podemos comprobar a diario en numerosas ocasiones. Por ejemplo,
cuando queremos dar un salto hacia arriba, empujamos el suelo para impulsarnos. La
reacción del suelo es la que nos hace saltar hacia arriba.
Hay que destacar que, aunque los pares de acción y reacción tenga el mismo valor y
sentidos contrarios, no se “anulan” entre si, puesto que las fuerzas actúan sobre
cuerpos distintos.

Con base en estos planteamientos, Newton amplió la formulación geométrica del


movimiento planetario de Kepler, a una formulación física denominada “Ley de
Gravitación Universal”
“Toda Partícula de materia en el universo atrae cualquier otra partícula, con una
fuerza que tiene como dirección a la línea que liga las dos partículas y cuya
magnitud es directamente proporcional al producto de las masas e inversamente
proporcional al cuadrado de las distancia”.

F = Fuerza de Gravitación
K = Constante Gravitacional

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