Bajola Sombra de Los Secretos de Dios

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A los tres pilares de mi vida: a José Esteban, mi hijo,
representación viva del amor divino en mi experiencia material;
a Anita, mi madre, fuente de inspiración y motivación principal
para adentrarme en la búsqueda de la verdad; y especialmente a
Valeria, mi bella compañía, la primordial razón de la gratitud de
mi alma por haber encontrado un profundo sentido al devenir de
mi existencia actual.
Durante mi corta existencia puse en mi camino a varias personas
que contribuyeron al delineamiento de mi propósito existencial,
algunas de ellas nunca las conocí en persona, llegaron a mí a
través de diversas manifestaciones; pero otras, muy cercanas,
influyeron directamente a formar mi deseo de encontrar libertad
para mi pensamiento y alivio para mi alma. Gracias a todos los
que de una u otra forma han hecho contacto con esta humilde
parte de su propia conciencia divina.
Es la tercera vez que escribo este fragmento. En ninguno de los
anteriores intentos había podido ligar por completo el
desbordante ímpetu de mi alma con la incesante necesidad de
contar mi historia de la manera más adecuada para llegar con un
mensaje único a todo aquel que, probablemente sin saberlo, en
algún momento lo ha estado buscando. Hasta que decidí
simplemente contar que un día, hace poco tiempo, caí tanto que
toqué la recóndita base de todo lo que creemos ver, escuchar y
sentir. Jamás imaginé que algo así me podía suceder. Yo
siempre tan seguro de mí mismo, de mi profesión, de mis
habilidades comerciales, siempre tan desafiante, tan
emprendedor… tan ingenuo.
Absolutamente todo en lo que creía se vino abajo, no porque

haya estado actuando mal, sino porque desde que tengo
memoria he sido un fiel perseguidor de la verdad, pero no había
estado en condiciones de percibirla ni siquiera porque la tenía
tocando la punta de mi nariz a lo largo de toda mi vida. Tuvo
que llegar la trascendental insistencia de la catástrofe para
llamar de una vez por todas mi atención y lograr hacerme
entender que la vida de ilusión en la que me sentía rey era sólo
la más cruel fantasía del mundo de las hadas.
En este inquietante despertar descubrí la extraordinaria fuerza de

mi poder interno y encontré las respuestas a todas las preguntas
que me había hecho desde siempre.
¿Qué somos? ¿Para qué salimos de la cavidad uterina donde tan

a gusto nos sentíamos? ¿Hay algún propósito o es sólo pura
casualidad? ¿Qué hay más allá de la vida? ¿Se puede palpar eso
que llamamos felicidad? ¿Existe un dios? Éstas y más dudas
sobre nuestro paso por la vida fueron aclaradas cuando me
encontré con un maravilloso ser que me entregó toda su
sabiduría divina.
Tienes frente a tus ojos un relato que cuenta una historia

íntegramente real, como la que viven millones de personas
precisamente en este instante, pero con algo sublimemente único
que tuve la “suerte” de descubrir. Las circunstancias en
determinado momento de mi vida me empujaron a abrir mi
corazón a verdades que nunca pensé que existían, pero que
decidí aceptar, motivado al principio por una extraña curiosidad
que poco a poco se fue transformando en conocimiento y en
profunda enseñanza. Dentro de cada uno de nosotros se halla
escondida la misma esencia lista para manifestarse. Tú mismo te
darás cuenta, mientras avanzas en la lectura, que aquellos
extraños consejos que recibí y que hoy te estoy compartiendo, se
ajustan aparentemente de manera inexplicable a diversos
ámbitos de tu propia vida. Es porque todos somos parte del
mismo flujo divino de existir. Esto lo comprenderás más
adelante, a mí también hasta ahora me cuesta asimilar los
conceptos en su totalidad y más aún abrir mi mente, pero
créeme, con lo que he avanzado, siento que finalmente he
comenzado a vivir para siempre.
Te invito a leer cada una de estas páginas dejando por un

momento de lado tus creencias, tu conocimiento y a tu propio
entorno, sólo así podrás hallar lo que hoy, yo estoy empezando a
disfrutar. Te sugiero que encuentres un lugar donde el silencio
(o la música de la naturaleza) y la soledad sean creadores del
ambiente propicio para que, si es necesario, seas capaz de
experimentar los sonidos de tu propio corazón marcando el
compás del asombroso crecimiento de tu conciencia.
Para una mejor comprensión también es recomendable que si

encuentras un párrafo o una frase que choque fuertemente contra
lo que piensas o has creído siempre, no trates de luchar
asumiendo que conoces la verdad absoluta y juzgando de
“imposible” a lo que está escrito. Gracias a esa postura seria y
rígida nos perdemos las mejores cosas de la vida. ¿Por qué no
darte la oportunidad por una vez de pensar que tal vez lo que te
han dicho antes no sea del todo cierto? ¿Por qué no dejar que
por un momento la vida te sorprenda? ¿Por qué no permitirte
dudar de lo establecido? ¿O es que acaso sólo los niños están en
la envidiable capacidad de aprender y cuestionar?
Daniel Silva Burbano
I
Tú sabes quién soy, tú me buscaste a mí, no yo a ti.
Sentado en el frío sillón giratorio de cuero negro, eje central de

la oficina gerencial, apoyé mi cabeza contra el espaldar dejando
que mi nuca adopte una cómoda postura de relajación mientras
me perdía en los imprecisos detalles del áspero techo blanco.
Los pensamientos no eran del todo claros, sino más bien una
incesante mezcla de ideas carentes de continuidad. Cada vez que
con las yemas de mis cansados dedos golpeaba rítmicamente los
apoyabrazos del sillón, un axioma nuevo se colaba entre mis
neuronas con la intención de imponer su autoridad y su
justificación para estar ahí como el que debe dominar. Pero su
fugaz grandeza duraba un par de segundos hasta cuando arribaba
su impulsivo remplazo. Así transcurrieron varias horas.
¿Que en qué estaba pensando? En lo único que podía ocupar mi

mente desde hace varios meses atrás.
Los problemas habían llegado al tope en mi vida y dentro de mi

limitada experiencia no encontraba las respuestas que necesitaba
para hacerles frente. Las deudas y los compromisos financieros
de mi empresa sumaban más de medio millón de dólares debido
principalmente al estrepitoso fracaso de un ambicioso proyecto
en el que no nos sentamos a prever lo que pasaría si no
funcionaba como creíamos. Nos dedicamos, junto con mis
socios y todos los involucrados en ese negocio, a pensar que
todo estaba escrito de la manera como lo imaginábamos, cuando
en realidad no veíamos nada más que lo poco que nuestro
enorme y mezquino ego nos permitía divisar. Envueltos en una
sábana manchada de ideales, no nos percatamos de que el
camino se estaba volviendo escabroso y funesto. En pocas
palabras, no fuimos capaces de emparentar nuestros sueños con
la manera de hacerlos realidad, y como le sucede a todo el que
sueña y no construye, caímos, y muy fuerte.
Perdimos prácticamente todo lo que durante más de una década

habíamos edificado: tanto las posesiones materiales como la
tranquilidad para los próximos años. Además varias personas
resultaron afectadas indirectamente con este asunto, incluso
perdimos amigos y la confianza de nuestros familiares; pero
sobre todo perdimos la capacidad de creer, de ahí para adelante
vinieron momentos cada vez más difíciles, que de una u otra
manera tratábamos desesperadamente de solucionar poniendo
nuestra vida en ello por el asfixiante compromiso que sentíamos,
pero todo era en vano. No alcanzábamos a entender por qué, si
supuestamente conocíamos a la perfección las leyes del éxito,
¿qué fue lo que pasó?
Todo esto atormentaba terriblemente mi cabeza y me llenaba de

dudas y de una profunda incertidumbre. Pensaba en las
soluciones difíciles pero también en aquellas que resultan ser
una salida fácil. Me decía a mí mismo: “la mayoría de personas
en esta situación o se va del país, huye y se esconde para
siempre o se mata”. ¿Podría ser una de éstas la solución
definitiva? ¿Huir, pero a dónde y cómo? ¿Suicidio? Acabaría de
una sola vez con todos los enormes problemas que la vida me
puso delante y mi ego podría hacer una fiesta para celebrar el
haber conseguido lo que se propuso. Pero inmediatamente
pensaba en mi hijo, en mi familia y en todas las personas con
quienes me une un lazo afectivo profundo, lo que me hacía
retornar a la realidad a declararme mártir antes de tiempo,
accediendo a enfrentar lo que venga con coraje y hombría
porque así me enseñaron. Además siempre quise lo mejor para
las personas que me rodean, fue esa mi motivación al emprender
algo aparentemente tan fuera de mi alcance.
De repente sentí la necesidad de salir a caminar. Encontré un

bellísimo lugar cerca de mi oficina, donde el sol de media tarde
pegaba calurosamente dando la ilusión de estar frente a un
deslumbrante paraíso terrenal en plena primavera, situado en
medio de la agitada capital. En un costado había una vieja y
solitaria banca de madera con estructura metálica pintada en
colores blanco, rojo y azul. Junto a ella se erguía torcido un
singular árbol sumido en una sonora danza con el viento. El
lugar por sí solo parecía invitarte a que te relajes observando el
hermoso paisaje. Me senté con la intención de pensar para
encontrar esas respuestas que necesitaba, como si alejarme del
ruido me iba a dar una perspectiva diferente de la situación y
abriría mi mente, bueno, y lo hizo.
Fue entonces que escuché por primera vez esa voz:
- Jamás podrás solucionar un conflicto, por mínimo que

sea con la cabeza saturada de preocupaciones Daniel.
Me paralicé. Pensé en salir corriendo, pero como en el fondo

inexplicablemente no tenía miedo, me quedé. La voz provenía
de un espacio indescriptible físicamente, como si su insólito
origen no dependiera de ningún cuerpo sonoro real y más bien
fuera generada desde una dimensión lejos del alcance de mi
comprensión humana.
En lugar de detenerme a discernir acerca de la inmensa sabiduría

de sus oportunas palabras, motivado seguramente por la
necesidad que tenemos los seres humanos de racionalizar todo,
me propuse a averiguar: ¿qué era?, ¿de dónde venía, cómo me
conocía?, y más aún, ¿cómo sabía que yo tenía problemas?
Por un momento llegué también a pensar que me estaba

volviendo loco, que al final mis sueños habían terminado por
romper totalmente mi cordura y que habría sido conveniente
escuchar a tanta gente que me decía que no busque más allá y
que me conforme con lo poco o mucho que pudiera llegar a
obtener con mi esfuerzo y sacrificio diario. Hay tantas personas
que piensan así, pero yo sabía que era diferente, estaba
plenamente convencido de que nunca me rendiría hasta
conseguir todo lo que siempre he querido, a costa de lo que sea,
pero sin hacer daño a nadie. Si en verdad la vida fuera como
desde niño me han querido hacer ver, cómo explicar que hay
también personas que sí alcanzan lo que sueñan: cantantes,
artistas, futbolistas, científicos, escritores, empresarios, y
muchos otros, ellos lo han conseguido porque hallaron alguna
manera de hacerlo. Tienen fama y fortuna, pero lo más
importante hacen lo que les gusta, ninguno de ellos lucha el día
a día con algo que no disfruta realizar por el simple hecho de
vivir. Al contrario, viven como quieren y obtienen lo que
quieren. De ellos conozco bastantes, la mayoría no terminó sus
estudios, y por lo que sé, no les hizo falta. Sé también que
existen millones de profesionales que consiguieron el título que
enorgullece a su familia: arquitectos, ingenieros, agrónomos,
doctores y abogados que salen a buscar una oportunidad y
terminan por aceptar cualquier cargo laboral donde sea “porque
la situación está difícil y no hay trabajo”, pero se tranquilizan
junto a su familia en pensar que son alguien en la vida, o en el
mejor de los casos son testigos resignados del pasar de los años
en el inevitable ejercicio de su profesión, renunciando a sus
ideales más profundos. Nunca quise eso para mí, decidí buscar
mi propio destino, pero tal como iban las cosas, el equivocado
parecía que era yo y no quienes con tanto amor me aconsejaron.
- No pienses eso Daniel, no te has equivocado en desear

construir tu destino. En la vida no existen decisiones buenas o
malas, solamente son decisiones, que cuando las tomas
despliegan frente a ti una serie de opciones y sucesos que no los
entiendes, porque estás demasiado distraído pensando en los
asuntos que no has podido resolver.
- ¿Quién eres?
- Tú sabes quién soy, tú me buscaste a mí, no yo a ti.
- ¿Eres mi conciencia?
- Tu conciencia es un espacio extremadamente pequeño

delimitado por las creencias que pusieron en ti desde niño. No
soy tu conciencia, al menos no tu conciencia humana.
- ¿Eres Dios?
- ¿Qué es dios para ti Daniel?
- Bueno, hasta donde sé, Dios es el creador del universo,

a quien tenemos que rendir cuentas de nuestros actos, cuya
voluntad debemos respetar y honrar, y cuyos mandamientos
debemos seguir para poder entrar en el reino de los cielos.
- Entonces no soy dios. Ésa es la concepción humana de

un poder que no han llegado a entender, pero que tienen dentro
de sí desde que nacen, hasta que dejan este mundo e incluso
más allá de la eternidad.
- No entiendo, ¿eres o no eres Dios?
- Si para ti dios es un ser con una larga y canosa barba,

vestido de blanco, que está sentado detrás de un imponente
trono y que te mira desde el cielo, no lo soy, aunque me
encantaría serlo. Imagínate permanecer durante toda la
eternidad viendo las cosas que haces bien y las que haces mal,
interesante concepto ¿verdad?
- Pero es lo que dice la Biblia y lo aprendí en mis clases

de religión.
- Daniel, las enseñanzas que has recibido a lo largo de

tu fugaz existencia están impartidas por una frágil cadena de
transmisión de información con demasiadas fisuras, la
descripción que me diste, en esencia es profunda y veraz, pero
está en exceso adornada con las cualidades humanas propias de
los seres de tu especie.
- Un momento, ¿eres de otra especie entonces? ¿Eres un

árbol?
- ¿Qué es un árbol para ti?
- Este tronco torcido lleno de rugosidades que está aquí
en frente saliendo desde la tierra, repleto de hojitas verdes y
diminutas flores amarillas al final de sus ramas.
- Entonces sí, soy un árbol.
- ¿Y por qué me hablas?
- Siempre lo he hecho, sólo que esta vez te sentaste a

escuchar.
- Ah, ahora entiendo, eres algo así como esa vocecita que
siempre nos está dando señales para ayudarnos a tomar
decisiones, pero que como estamos sumergidos en un mundo
material, no escuchamos.
- Ni yo lo hubiera podido haber dicho mejor.
- De verdad me encantaría quedarme a conversar pero ya

van a ser las cinco y si no mando unos mails que tengo que
enviar hoy, voy a tener serios problemas, además hoy me toca
amanecerme trabajando para entregar un contrato mañana y
poder cobrar esta semana un par de cheques. Si no, voy a tener
graves líos con los impacientes acreedores que están a punto de
demandarme.
Simplemente me levanté y me fui.
Esa semana siguiendo con una especie de constante en mi vida

durante los últimos meses, trabajé arduamente hasta altas horas
de la noche, pero sin conseguir los resultados que necesitaba.
Los pagos se retrasaban más y las deudas aumentaban
incontrolablemente. Las demandas de ex-empleados
comenzaron a llegar y los proveedores cansados de tantas
excusas empezaron a ponerse agresivos.
Cada vez más saturado de preocupaciones, sin recordar

mayormente el suceso con el árbol, pero teniendo presente la
necesidad de paz que por un momento me ayudó a saciar ese
parque, me dirigí nuevamente allí. Ese día en horas de la tarde
iba a llevar a cabo una reunión con el abogado de uno de mis
proveedores más afectados con el que manteníamos una deuda
cuyo monto superaba en más de quince veces mis posesiones
materiales. En realidad no sabía ni qué le iba a decir, la empresa
no marchaba bien, pero si le decía eso se iba a poner nervioso,
en el fondo yo siempre tenía la esperanza de que saldríamos de
los problemas en algún momento, aunque no tenía idea del
tiempo que nos tomaría.
Eran aproximadamente las once de la mañana, el sol esta vez

iluminaba el ambiente por detrás de unas escasas nubes que
generaban espacios discontinuos de sombra verde sobre el pasto
de aquel pacífico parque. Me dejé caer sentado sobre la vieja
banca de madera y metal, con los codos apoyados sobre mis
piernas. Lentamente llevé las manos hacia mi cabeza, como
pretendiendo que entraran en ella, extirparan todo lo malo y me
dejaran únicamente la supuesta tranquilidad que tenía meses
atrás. Levanté la mirada con resignación y me dediqué a
contemplar el paisaje, podía ver claramente cientos de edificios
y gigantescas montañas. Alcancé a reconocer algunos lugares
que he visitado antes: ahí estaba el estadio Olímpico Atahualpa,
sitio donde de cierta forma, había comenzado todo esto cuando
me cuestionaba acerca de la estimulante pasión que la gente
siempre ha sentido por el fútbol, fue de ahí que nació la idea de
nuestro “millonario proyecto”. Abandoné inmediatamente el
escenario deportivo en mi recorrido visual, como queriendo
evitar pensar en eso. Divisé luego a lo lejos el Pichincha, volcán
sobre cuyas faldas se levanta toda nuestra comunidad
metropolitana, al menos era así al inicio, porque ahora con tanto
crecimiento demográfico se ha extendido más allá de los límites
del control de la poderosa montaña. Luego bajé hacia el centro
financiero y comercial del distrito, lugar que sin darse cuenta
maneja nuestras voluntades y sueños. Asentados ahí observé los
altos edificios repletos de oficinas y de ocupados ejecutivos
como yo, inmersos en su cotidianidad.
- ¿Por qué no haces algo al respecto Daniel?
Esta vez la voz me sacó abruptamente de mi transe y me ubicó

de nuevo en carne y hueso en la banca del parque.
- Me asustaste, ¿es posible que si me vas a hablar puedas

avisarme antes para no exaltarme así?
- Recuerdas lo que te dije Daniel, siempre te estoy

hablando, sólo que generalmente no me puedes escuchar.
- Ah sí, es verdad, entonces es mi culpa que justo cuando

estoy concentrado pensando en algo, tú me asustas.
- ¿Qué es para ti la culpa Daniel?
- Ajá!, excelente pregunta, nunca me había detenido a

pensarlo pero supongo que es la responsabilidad que alguien
tiene sobre sus actos cuando afectan al otro, entonces si tú
hablas y me asustas es tu culpa y no mía.
- Estás tan lejos de entender el concepto de algo tan

simple.
- ¿Entonces tú me vas a decir qué es la culpa?
- La culpa es una de las invenciones de tu especie para

responsabilizar a alguien sobre algo que no puede controlar,
pero que quisiera que fuera diferente. Se han pasado desde sus
inicios encontrando responsables de todos los actos de la
creación, pero el asunto es que lo hacen afuera, sin darse
cuenta que deben aprender a buscar adentro.
- ¿Adentro de qué?
- Adentro de su ser, donde se encuentra la esencia

misma de todo lo que existe.
- No entiendo.
- Daniel, por primera vez estás abriendo los ojos a una

verdad que te ha sido ocultada durante toda tu vida y es hora de
que aceptes que hay algo más allá de lo que conoces. Tú en el
fondo siempre lo has sabido, sin atinar a decir qué es. Pero es
hora de que te entregues por completo a la fuente divina de
información si quieres que tu vida de un giro favorable.
- ¿Qué es la fuente divina de información?
- Solo podrás comprenderlo una vez que hayas aceptado

hacerlo, si no, te mantendrás resignado a seguir luchando bajo
el velo de la incertidumbre de una vida que nunca esperaste
vivir.
- Bueno en eso tienes razón, nunca esperé que mi vida

fuera así. Es como si mientras más deseara algo, mas difícil se
me hace conseguirlo. ¿No se supone que la vida es una fuente de
abundancia para todos los seres, en la que podemos tener lo que
queramos?
-Sí, así es, pero debes tener en cuenta que hay verdades
que no conoces acerca de la vida y que muchos de los conceptos
que has aceptado como válidos a lo largo de tu existencia están
equivocados.
- ¿Ah sí?
- Por ejemplo, respóndeme una pregunta: ¿cuándo fue la

última vez que saliste de paseo con tu hijo?
- Eso duele, creo que el año pasado cuando fuimos al

mar. La verdad con todo esto que estoy viviendo no he tenido
tiempo de salir mucho con él, pero si no trabajo para
solucionarlo él va a sufrir las consecuencias, aún tiene que
estudiar, comer y vestirse, por eso tengo que trabajar duro para
poder darle todo lo que se merece.
- ¿Quieres decir que él no merece tu tiempo? ¿Que lo

que el merece está simplemente en la dimensión de lo material?
- No, definitivamente que no es así pero, ¿cómo puede

disfrutar de un tiempo conmigo si no tiene qué ponerse y qué
comer?
- Exactamente, eso es lo que piensan ustedes los

humanos, creen que tienen que salir a luchar por conseguir el
éxito, la fortuna o el amor y no se dan cuenta que lo tienen
dentro y lo único que tienen que hacer es despertarlo y
aprovecharlo.
- La verdad, me confundes demasiado. ¿Cómo quieres
que piense de otra manera si toda la humanidad se mueve de
forma distinta a lo que tú dices? ¿No te parece algo ilógico? Mis
padres me enseñaron que primero tengo que estudiar para ser
alguien en la vida. Recuerdo que me decían: “mientras mejores
calificaciones obtengas en la escuela y en tu carrera, más
cotizado vas a ser por las empresas” Me enseñaron que hay que
trabajar muy duro para conseguir lo que anhelo.
- ¿Qué es lo que anhelas Daniel?
- ¿Te refieres a mis sueños?
- Sí, ¿qué es todo lo que te gustaría llegar a conseguir?
- Bueno, me encantaría ser rico, tener un Hummer, una

casa con piscina, una hacienda con caballos, y viajar mucho,
además me encanta el cine. Quiero llegar a ser director y ¿por
qué no?, ganar un Oscar.
- Me alegra saber que tus sueños son altos, pero dime:

¿para qué quieres todo eso?
- Obviamente para disfrutarlo con mi familia y mis

amigos y ser feliz.
- Es decir que si no lo consigues, ¿no podrás ser feliz?
- Por lo mismo estoy trabajando tanto, para poder tener

todo lo que deseo, sólo que, últimamente gracias al fracaso de
mi proyecto, siento que no es tan fácil. Es muy sacrificado pero
sé que al final valdrá la pena.
- Te invito a que hagas un alto en tu vida y a que abras
tu corazón y tu mente. Estás inmerso en una cadena
interminable de sucesos que no te llevan donde quieres, y lo
puedes palpar. Sé que es difícil aceptar que todo lo que crees no
es lo real y verdadero, pero ¿por qué no abrirse a nuevas
maneras de ver el mundo? Yo te puedo guiar si tú me dejas por
un camino diferente, un camino donde las cosas no suceden de
afuera para adentro sino al contrario, es el camino que han
seguido varias de las personas que admiras y que tienen lo que
anhelas. El universo ha sido creado para que cada ser tenga
todo lo que se merece y cada ser merece todo lo mejor del
universo. No existe una distinción de razas ni de lugares de
origen. El asunto radica en la manera de pensar inicialmente,
luego en el accionar diario y también en no atreverse a
cuestionar más allá de lo que la masa te ha enseñado. ¿Qué
dices, te atreves a dejarte guiar por un “árbol”?
- No lo sé. Todo lo que me dices en verdad me hace

pensar, pero no es fácil luchar contra ello. Imagina lo que
pensarían mis amigos si un día, por ejemplo, decido no trabajar
más porque un árbol me lo aconsejó.
- Yo no te he dicho que no trabajes, sólo que tu

concepción de trabajo es diferente, yo te puedo mostrar nuevas
formas de hacer las cosas. Sólo estoy aquí para enseñarte el
camino, eres tú quien decide si lo tomas no.
- Me siento raro, por un lado presiento que estoy loco si

te hago caso pero por otro me digo a mí mismo: ¿por qué no?
Tal vez esté equivocado, tal vez no he descubierto la manera
verdadera de cómo funciona el mundo, tal vez tienes razón y
hay algo más allá de mis narices que no he sido capaz de ver.
No sé, estoy confundido, hagamos una cosa, te prometo que lo
voy a pensar y vendré a verte cuando decida qué hacer.
No escuché nada más y me fui.
Esa tarde en mi oficina, estaba inmerso en mis ocupaciones

diarias, a las cuales desde hace algún tiempo atrás les encontraba
poco sentido, pero sabía que por alguna razón tenían que ser
realizadas. Al dar las cinco menos dos sonó el timbre, era el
abogado del canal con el que manteníamos una de las más
grandes deudas. Le dije a mi secretaria que lo haga pasar y que
le ofrezca algo de tomar mientras me preparaba para atenderlo.
En seguida me reuní con él.
- Buenas tardes señor Silva - me dijo.
- Buenas tardes doctor, ¿cómo ha pasado?
- Bien gracias, aquí me tiene, quedamos en que hoy me

daba alguna respuesta o me hacía algún abono.
- Sí doctor, es increíble cómo se van cumpliendo los

plazos sin darnos suficiente tiempo para reaccionar. Sabe que
hemos hecho algunos cambios en la empresa en cuanto a
personal y nuevos proyectos para ver si podemos salir adelante y
resolver esto, pero las cosas no han estado tan bien como
esperábamos.
- Yo le entiendo señor Silva pero entiéndame también

usted a mí, yo tengo que llevar una respuesta al canal, ellos
están demasiado impacientes, quieren comenzar acciones
legales. Yo quiero apoyarle porque sé que los problemas se
resuelven hablando, pero si usted no me da por lo menos algo
que signifique una señal de que quiere pagar yo no puedo seguir
ayudándole más.
Lo que yo más quería era poder decirle, “Sí doctor, aquí tiene la
mitad de la deuda”, pero en realidad, ¡qué difícil se me hacía
obtener ingresos que nos permitan seguir con la empresa!, peor
aún pagar a proveedores. Ni siquiera alcanzábamos a cubrir
sueldos. Era como si todo se confabulara para ir cayendo más y
más en un abismo interminable de problemas sin solución.
- Qué más quisiera yo doctor - le dije finalmente - pero la

verdad es que la empresa no logra salir del hueco en el que está
y sinceramente no sé si lo haga, estamos haciendo esfuerzos
sobrehumanos para solucionar esto, pero no estoy seguro que lo
logremos.
- Bueno señor Silva, vamos a quedar en algo: en vista de

que usted es una persona responsable, que se ve que quiere
solucionar las cosas y da la cara, le voy a otorgar un poco más
de tiempo, pero que no sea mucho, recuerde que yo tengo que
rendir cuentas a los dueños del canal. ¿Le parece si le visito el
próximo mes y me ayuda con algo de dinero?
- La verdad doctor, no creo que el próximo mes

tengamos lo suficiente como para poder hacer un pago, lo que
necesitamos es por lo menos unos cuatro meses para generar de
nuevo un capital que nos permita hacerle frente a las crisis y
parar de nuevo la empresa.
- En el canal no les va a gustar nada esto, pero en fin, yo

voy a conversar con ellos, cualquier cosa le estoy avisando.
Le agradecí y lo acompañé a la puerta.
Esa semana tuve alrededor de cuatro reuniones más muy
similares con dueños y representantes de otras empresas,
algunos igualmente accesibles, otros bastante molestos. Pero al
final el discurso era el mismo, en verdad necesitaba poder
respirar lo suficiente para intentar poner en pie de nuevo la
empresa, pero con tal acoso financiero era prácticamente
imposible. De una u otra manera todos con quienes conversaba
sabían que no tenían otra alternativa porque de ninguna forma
iban a conseguir recuperar el monto de lo adeudado, excepto
permitiéndonos trabajar.
Así pasaban mis días. Lo más triste era cuando me tocaba

afrontar demandas laborales de quienes alguna vez eran
considerados mis amigos, pero este proceso me ha dejado de
enseñanza que cuando se trata de dinero la amistad, por triste
que suene, queda en segundo plano.
Con todo este tumulto de preocupaciones, me había sido

imposible dedicar un tiempo a pensar en la propuesta del árbol.
Tenía que encontrar soluciones inmediatas a los problemas
palpables que llamaban a mi celular cada día. Si no eran ex-
empleados, eran proveedores, acreedores personales o tarjetas de
crédito. Creo que llegué a un punto en que debía dinero a todas
las personas y entidades que conocía. ¿Dónde estaba toda esa
plata? Nunca la pude disfrutar, ni siquiera sé con exactitud hacia
dónde se fue. Comencé a pensar que era incapaz de manejar
dinero, de tener el control de mis finanzas y peor aún de
solucionar mis problemas.
Tal como sucedía cada vez que peor me sentía: un problema

nuevo aparecía. A mitad de semana, me llamó mi ex-esposa con
la desagradable noticia de que a mi hijo no le permitían entrar en
la escuela por el atraso en el pago de las pensiones. Sentí que
todo se me vino abajo. Una cosa era tener que lidiar con
proveedores que de una u otra manera sabían que mi proyecto
había fracasado y no les tocaba más que esperar a que nos
recuperemos, pero otra muy distinta era que mi hijo comenzara a
absorber las consecuencias de más de un año de sacrificio
laboral y financiero. Él no tenía la culpa de mis “malas
decisiones”, sin embargo ahora su tranquilidad infantil estaba
siendo interrumpida, como decía su madre, por culpa de la
irresponsabilidad de su padre. ¿Irresponsable? ¿Yo? Si lo único
que quería era darle lo mejor al pequeño ser que tiene una parte
de mi propia existencia. ¿Cómo fui a terminar siendo un
irresponsable? ¿Y si en verdad lo era? ¿Si en verdad debí haber
aceptado el puesto de vendedor de seguros que me ofrecieron
algunos meses atrás? Tal vez así mi hijo hubiera podido seguir
con sus estudios, aunque yo hubiera sacrificado mis sueños.
¿Pero acaso mi hijo no merecía que yo sacrifique mi propia
felicidad a cambio de la suya? Cuántas preguntas sin respuesta.
Sólo existía un ser que me podía ayudar a desenredar un poco el
angustioso nudo que se acababa de formar dentro de mi cabeza.
Volví al parque con la intención de sacarle al árbol las

respuestas que inmediatamente necesitaba.
- Tienes que ayudarme, estoy desesperado, los problemas

me agobian. Dime ¿cómo los soluciono, qué debo hacer para
que no me sigan atormentando?
El viento soplaba fuertemente esa tarde agitando las hojas de los

árboles lo cual fue lo único que se escuchó en aquel lugar.
Esperé un par de minutos y al no obtener respuesta me marché.
II
Me alegra, porque es el despertar de tu propia sabiduría la que

lo consigue.
Era miércoles al medio día cuando recibí una llamada del dueño
de la imprenta con la que habíamos trabajado en medio de la
crisis y teníamos varias facturas pendientes de pago desde hace
algunos meses. En ocasiones había negociado con ellos y
logrado acuerdos de financiamiento, pero siempre les incumplía.
Esta vez el dueño estaba demasiado molesto, recuerdo que
almorzaba con mi novia ese día mientras atendí la llamada ante
los atentos ojos de ella.
Esta vez no detallaré la conversación porque el tono se salió de

mi control así como la paciencia de aquel hombre, y como quien
sufre un regaño por algo que sabe que ha hecho mal, sólo me
callé para escuchar sus gritos al otro lado del teléfono celular.
Me amenazaba fuertemente con acciones que se vería obligado a
hacer como ir a llevarse equipos o incluso a agredirme
físicamente si no le pagaba inmediatamente lo que le debía. Me
insultó y por último me cerró el teléfono. Mi reacción exterior
fue de indiferencia para no asustar a mi novia, pero por dentro
me moría sin atinar a describir lo que sentía. Nunca me habían
hablado de tal manera, pese a que sabía que no iba a cumplir sus
amenazas porque fueron fruto de un momento intenso de ira, no
servía de consuelo para mi intranquilidad.
Al llegar a mi oficina, lo conversé con mis socios y llegamos a

la decisión de que si él se atrevía a comparecer ante nosotros a
cumplir sus amenazas, no íbamos a oponer resistencia. Nunca
me hubiera perdonado el hecho de poner en riesgo la integridad
física y emocional de las personas que aún colaboraban con
nosotros al intentar frenar una acción motivada por la fuerza.
Simplemente decidimos defendernos por la vía legal, si se
llevaba algún equipo acudiríamos con el abogado a denunciarlo
como robo. No podíamos hacer más, él tenía todo el derecho de
actuar como creyera conveniente, siempre y cuando hiciera uso
de las vías de derecho normal, de lo contrario nos veríamos
obligados a responder.
Esa tarde no pasó nada ni las siguientes que vinieron, pero en mi

cabeza todavía estaba latente la amenaza y las dudas que se
generaban alrededor del tema. Me preguntaba si en verdad él
cumpliría su amenaza, si estaba buscando el momento adecuado
o si planeaba hacer algo peor de lo que dijo. No puedo negar que
sentía un profundo temor, sólo el hecho de saber que en
cualquier momento alguien puede aparecer de la nada y
arremeter contra ti, te hace pensar en el dolor y en el miedo a
tener que sentirlo. Todo esto pensaba mientras estaba de nuevo
sentado en la banca del parque, en eso, lo volví a escuchar.
- Las cosas nunca suceden de la nada Daniel, son

consecuencias de tus actos, siempre pueden evitarse o
modificarse en función de lo que predomina en tu mente.
- Pensé que había recuperado la cordura y que no te iba a

escuchar nunca más.
- Hoy tu corazón está tranquilo y tu mente abierta, es un
momento ideal para que conversemos de lo que te pasa.
- Son muchas cosas las que me pasan, no acabaríamos

nunca.
- Sí Daniel, pero si solucionas por lo menos una en tu

mente, no crees que te sentirás mucho más aliviado con una
carga menos que llevar.
- Ahí tienes mucha razón, sólo por eso creo que me

siento a escucharte, porque encuentro en tus consejos y tus
palabras una sabiduría que no había sentido antes.
- Me alegra, porque es el despertar de tu propia

sabiduría la que lo consigue.
- Tengo una pregunta - le dije mientras alzaba a mirar al

hermoso cielo despejado - ¿Por qué la gente no es capaz de
entender una situación que se salió de control pero que no fue
provocada con mala intención, sino al contrario, cree
firmemente que todo fue hecho para causarle un daño?
- ¿Te refieres a las personas con quienes ahora tienes

deudas pendientes?
- Exactamente, la mayoría de ellos creyeron tanto en mi

sueño que estoy seguro que también soñaron muy alto, porque al
estar involucrados, si mi proyecto funcionaba hubieran ganado
mucho, pero ahora, al salir las cosas mal, creen que les quise
hacer daño y que por eso les metí en el problema.
- En tu misma pregunta está la respuesta. Para ustedes
los humanos no es fácil admitir la responsabilidad de sus
propias acciones y tienen que buscar excusas que les permitan
sentirse víctimas de las circunstancias que generan. En este
caso, estás tú como la razón principal de sus problemas,
créeme, así tengas el dinero y consigas pagarles, éstos no
terminarán porque encontrarán otra razón para sentirse
víctimas. Estoy seguro que lo mismo te sucede a ti, para
comprobarlo respóndeme lo siguiente: ¿Quién fue el
responsable de que tu proyecto no funcionara?
- Bueno, luego de haber analizado a fondo la situación

creo que hay varios culpables: por un lado está la compañía que
se comprometió a comercializar el producto, no cumplió con los
objetivos que se planteó; claro que ellos dicen que fue culpa de
los puntos de venta porque no había suficiente información para
los vendedores; por otro lado está el sistema de
comercialización de auspicios que no logró levantar el capital
necesario; aunque todo esto no hubiera terminado en algo tan
grande si no le hubiera hecho caso a uno de mis socios en su
afán de producir tantas unidades de una manera en que no estaba
concebido el producto al inicio y a un costo tan elevado; el
manejo financiero también fue un desastre; para terminar, la
gente no entendió cómo funcionaba, creo que el mercado de mi
país aún no estaba preparado para un producto tecnológico de
esas características.
- ¿Te das cuenta cómo pones en manos de tantas

variables la responsabilidad del hecho y encuentras
innumerables excusas para sentirte igual de víctima o peor de lo
que se sienten tus proveedores?
- Nunca lo había visto así, es más, hasta hoy siempre he

pensado que algún día voy a tener que pagar por todo el daño
que les estoy causando a estas personas.
- El daño, visto desde una perspectiva diferente a la que

estás acostumbrado, en realidad no existe. Dichoso tú porque
eres un maestro para ellas, como lo son para ti, aquellas
personas con las que más te cuesta tratar y a quienes
responsabilizas de tus fracasos. Ellos son quienes más te
enseñan sobre la vida, cada situación aparentemente difícil que
se cruza en tu camino es un cúmulo de enseñanzas que sólo se
revelan si estás en condiciones de verlas. Solamente de las
situaciones conflictivas y de los fracasos puedes sacar los más
grandes aprendizajes para tu existencia material.
- ¿Entonces lo que tú me aconsejas es que busque dentro

de esta situación aquellas cosas buenas que me está enseñando?
- Existe una infinidad de enseñanzas encubiertas,

disfrazadas de desastres, tanto en esta situación que estás
viviendo como en cada momento de tu vida. Lo que te falta por
hacer es encontrar la manera de recibir tan grande sabiduría.
Aunque suene contradictorio y difícil de digerir, deberías
alegrarte de haber fracasado, hay muchas razones para que lo
hagas. La vida te tiene preparado algo mucho más grande,
siempre y cuando seas capaz de asumir la situación como un
aprendizaje.
- Esta vez estoy dispuesto a hacerlo, quiero que me

ayudes a encontrar respuestas a tantas preguntas que me han
atormentado toda la vida y a solucionar los conflictos que tengo.
- Depende de ti más que de mi Daniel. Yo siempre estoy

aquí observando. Cada vez que quieras me podrás escuchar, no
me guardaré absolutamente nada de lo que te pueda decir
acerca de la vida pero esto tiene dos condiciones que
inevitablemente tienes que aceptar.
- Dime cuáles son, estoy dispuesto a hacer lo que sea, de

verdad siento que tú me puedes ayudar a salir de mis problemas.
- En primer lugar, debes tener claro que cualquier

pregunta que me hagas será respondida únicamente si se trata
de tu presente. Olvídate de cuestionarme acerca de sucesos que
pasaron o peor aún de aquellos que crees que están por
suceder. Yo no soy una esfera de cristal que predice el futuro y
que revela el pasado. A pesar de esto, yo mismo en mis
narraciones y argumentos que utilizaré para explicarte
conceptos, me remitiré varias veces a hechos que los
provocaron, pero no resolveré tu curiosidad sobre qué es
verdad y qué es mentira sobre lo que ya fue.
- De acuerdo ¿y la segunda?
- La segunda condición es que cualquier cosa que te

diga, que se vaya en contra de lo que siempre has creído, la vas
a escuchar con atención, la vas a analizar y no la vas a juzgar.
Una vez que la entiendas vas a tener la apertura de corazón
necesaria para asimilarla como lo que es. Si luego de que hayas
reflexionado no te convence o no es lo suficientemente apta
como para cambiar tu forma de percibir las cosas, entonces me
lo dirás y no volveremos a hablar de ello.
- Acepto, esto se pone interesante.
- Es un gran paso el que estás dando, más de lo que te

imaginas. Vas a descubrir cosas que te moverán desde el
interior donde sólo la fuerza de tu corazón será capaz de hacer
que aceptes una realidad distinta, pero verdadera.
- Supongo que poco a poco lo iré entendiendo.
- Sí Daniel, así es, cuando lo hagas aparte del beneficio

que representa en sí mismo el descubrirlo, te voy a hacer un
obsequio que cambiará tu vida para siempre, pero ahora por
dónde quieres empezar. ¿Hay algo que quieras saber?
- Sí. ¿Cómo soluciono mis problemas?
- Debes ser más específico si quieres encontrar

respuestas específicas. ¿Cuál problema exactamente?
- A ver, ¿cómo te lo explico para que me entiendas

mejor? El proyecto en el que creí ciegamente me dejó una gran
cantidad de deudas, en total sobrepasan medio millón de
dólares, no sé cómo voy a conseguir el dinero suficiente para
pagar tal cantidad.
- ¿De dónde viene el dinero Daniel?
- Es el fruto de tu trabajo, mientras más trabajes, más

dinero tendrás.
- Esa es una creencia equivocada acerca del dinero.
- No es una creencia, es verdad. Sólo mira a tu alrededor:

todo el mundo está trabajando para conseguir tener más, buscan
la mejor casa, el mejor auto, las mejores vacaciones; para eso es
necesario trabajar muy duro.
- ¿Sabes qué es una “creencia” Daniel?
- Supongo que sí, una creencia es algo que
equivocadamente piensas que es cierto.
- No Daniel, una creencia es una verdad construida por

ti mismo que satisface su propia razón de existir. Te lo voy a
explicar: cuando tú crees que una calle obscura es peligrosa,
ésta se vuelve peligrosa, si transitas por ahí lo más seguro es
que te asalten o te hagan daño; porque tú te convenciste de que
sería así.
- Es como la ley de atracción, ¿cómo dice?: “lo que

piensas es lo que atraes”.
- Exactamente. Lo que ustedes llaman “ley de

atracción” es una de las características del universo a la que se
rigen todos los seres humanos, crean o no en ella. Consiste en
que obtienes lo que desees. En ocasiones estas peticiones son
conscientes, pero la mayoría de veces son procesos
inconscientes propios de tu especie. Absolutamente todo el
tiempo estás emitiendo señales desde tu subconsciente que
atraen los resultados que puedes ver, sentir y escuchar.
- ¿Es decir que no las puedo controlar porque son

inconscientes?
- Al contrario Daniel, debes aprender a convertir tus

creencias inconscientes en pensamientos conscientes para que
los resultados que obtengas sean los que realmente quieres.
Para lograrlo, primero tienes que identificarlas.
- Entiendo, desde ese punto de vista entonces, tengo que

pensar en que voy a pagar mis deudas para poder salir de los
problemas.
- No Daniel, el universo es un lugar muy complejo, en el
que cada palabra cuenta. Si tú estás enfocado en pagar tus
deudas, es exactamente lo que obtendrás: más deudas que
pagar; de la misma manera si tú estás todo el tiempo pendiente
en encontrar la manera de salir de tus problemas, lo que
obtienes son más problemas de los cuales salir, ¿me entiendes?
- Eso creo, es algo bastante complejo.
- En efecto, más que nada porque es un concepto nuevo

que debes asimilar si tu interés es seguir comprendiendo
verdades más profundas. Los pensamientos conscientes guían
en gran medida lo que puedes ver manifestado en tu vida, pero
aún más fuertes son los pensamientos inconscientes. Es ahí
donde las creencias actúan. Si estás pensando en que vas a
pagar las deudas, inconscientemente tu creencia es que tienes
muchas deudas que pagar, es exactamente lo que seguirás
obteniendo. ¿Ahora lo has entendido?
-Sí ahora lo tengo mucho más claro pero lo que no

entiendo es cómo hacer para que mis pensamientos
inconscientes se alineen con mis pensamientos conscientes.
- Es fundamental que seas coherente con lo que

realmente quieres. Es muy fácil: ¿qué es lo que te ayudaría a
pagar las deudas?
- Dinero.
- Exacto, ¿entonces qué es lo que realmente deseas?
- Tener el dinero suficiente para pagar mis deudas.
- ¿Estás seguro que es únicamente eso?
- Bueno, no porque igual sigo pensando en las deudas.

¿Será entonces que lo que verdaderamente necesito es tener cada
vez más dinero?
- Así es Daniel, tu enfoque en este caso debería ser el de

conseguir cada vez más ingresos.
- ¿Entonces si estoy enfocado en conseguir ingresos,

éstos serán cada vez más grandes, en lugar de mis deudas que
dejarán de crecer porque no tienen más mi atención?
- Es así como funciona el universo en su parte más

superficial.
- ¡Guau!, ¿por qué no nos enseñan esto en la escuela?
- Existen escuelas que sí lo enseñan pero que no las

conoces.
- Todas deberían enseñarte este tipo de cosas, ¿no crees?

Nos ayudaría mucho más que aprendernos de memoria la tabla
periódica de los elementos.
- Sería de gran utilidad, pero es algo que depende del

punto de vista. Quiero que de ahora en adelante tengas siempre
presente que todo en el universo corresponde a una razón.
Absolutamente todo lo que sucede, desde el vuelo de una mosca
hasta la más grande guerra, responden a una circunstancia. La
vida es la suma de dichas circunstancias. La vida es como debe
ser, porque el universo es como debe ser. No debes pretender
que todo sea diferente, porque las cosas son como deben ser. Lo
que sí puedes querer es que tu vida sea diferente, eso está
completamente en tus manos. Una vez que lo entiendes empiezas
a hacer milagros en ella.
- ¿Puedo hacer milagros?
- La vida está llena de pequeños milagros, tú mismo has

sido creador de muchos sin darte cuenta. Debes aprender a
identificarlos como tal.
- ¿Te refieres por ejemplo al haber dado vida a un hijo?
- Ese es un milagro de la vida en sí, pero uno hecho por

ti puede ser una situación que has logrado que suceda aún en
contra de toda razón, y que ha hecho que algo en tu vida sufra
una transformación profunda. Los milagros siempre se
extienden más allá de tu experiencia afectando directamente la
vida de las personas con las que tienes contacto.
- No sé si sea un milagro, pero el fracaso de mi proyecto

afectó directamente a varias personas.
- Puede ser un milagro si tú lo consideras así. ¿Qué me

dices Daniel, lo puedes ver como tal?
- Definitivamente fue un milagro el haber podido sacar el

proyecto adelante. Quienes estuvieron involucrados de cerca
saben lo difícil que parecía y cómo poco a poco las cosas se
fueron dando, a tal punto, que logramos llegar a las personas
indicadas en un período de tres años, algo que parecía imposible
se dio. Entonces, en eso creo que existió un milagro. Pero
después vino la caída, por lo que me cuesta verlo como tal.
- ¿Recuerdas de los sueños de los que me hablaste?,
¿estás seguro que es eso lo que realmente siempre has querido
para tu vida, autos, casas, dinero?, ¿no hay algo más con lo que
hayas soñado, algo que fue lo que realmente te impulsó a crear
ese proyecto?
- Sí hay algo más, recuerdo que quería ayudar a mi

familia, soñaba con el día en que reuniría a todos mis tíos y
primos en la casa de mi abuelita para contarles cómo me hice
millonario con el proyecto, la manera en que luchando lo saqué
adelante, y cómo desde ese día quería ayudar a cada uno a
alcanzar sus propios sueños, pero todo se cayó.
- Yo no creo que se haya caído Daniel, simplemente el

resultado que esperas debe seguir su propio camino, no el que
tú imaginaste.
- ¿Me quieres decir que para lograr todo lo que he

soñado primero debía fracasar mi proyecto?
- Definitivamente que sí. Respóndeme una pregunta:

¿cuánto tenías planificado ganar con tu proyecto?
- Tres millones de dólares.
- ¿A qué ibas a destinar el dinero en el caso de que todo

hubiera salido como pensaste?
- Iba a repartir una gran parte entre mi familia, iba a

adquirir una hacienda, recuperar la casa de mi abuelita, comprar
uno que otro departamento, los autos de mis sueños y tenía
además planificado hacer varios viajes.
- ¿Tienes idea de cuánto tiempo te hubiera durado el
dinero de esa manera?
- La verdad, no.
- Daniel, el dinero es una energía que debe mantenerse

en constante flujo. Si te dedicabas a regalar y comprar
propiedades para ti, ibas a llegar a un momento en que lo
hubieras perdido todo. Nunca pensaste en cómo hacer que ese
dinero se multiplique por lo tanto no funcionó tu proyecto. Si
sueñas con ser millonario pero no conoces las leyes de cómo
funciona el dinero, entonces el universo tiene primero que
enseñártelas para que puedas alcanzar tu sueño. ¿Me
entiendes?
- Lo que me estás diciendo es que si hubiera tenido otros

planes para mi dinero, coherentes con mis sueños de éxito,
¿entonces mi proyecto hubiera funcionado?
- Sí Daniel, así es. Así que debes estar feliz de que no

haya funcionado, porque has aprendido cómo manejar el dinero
de ahora en adelante para poder alcanzar tus metas financieras.
Claro, si es que lo aprendiste.
- Bueno, sí aprendí, leyendo varios libros que

comenzaron a llegar a mi vida. Descubrí cómo hacer que el
dinero y las personas sean quienes me generen más ingresos.
Aprendí que la riqueza no se mide en cantidad de dinero, sino en
tiempo, es decir, que uno es más rico, dependiendo del tiempo
que puede permanecer dejando de trabajar. Aprendí también que
lo que uno debe buscar es la libertad financiera, no la falsa
seguridad a la que siempre estamos sometidos. Nada de eso
hubiera pasado, ni siquiera hubiera leído al respecto si el
proyecto hubiera funcionado, lo más probable es que habría
derrochado una fortuna y quién sabe, tal vez me habría
convertido en víctima de una situación más grave de la que me
encuentro ahora.
- Es bueno que hayas aprendido tanto de todo esto.

Justamente es el aprendizaje lo que transforma una situación
conflictiva en un milagro en tu vida y no permite que se quede
como un simple fracaso.
III
…respira profundamente y piensa en la situación.

Sin duda encontrarás la respuesta.
Al día siguiente de aquella conversación con el árbol yo tenía

una actitud muy diferente. Me sentía realmente bien y con ganas
de comerme al mundo, sentía el poder de cambiar las cosas con
sólo decidir hacerlo. Me levanté muy temprano, me bañé y me
vestí manteniendo siempre una sonrisa en mi rostro tan amplia y
natural que no se podía borrar con nada. Comencé a repetir
dentro de mí una afirmación de riqueza con la que me sentía
muy a gusto para enfrentar el día: “Hoy soy cada vez más rico”.
Así me dirigí a la oficina, repasando todo el tiempo la frasecita
en mi mente. Al llegar, todo estaba aparentemente muy
tranquilo y normal, me dediqué a resolver un par de asuntos
pendientes antes de dirigirme a una reunión de trabajo que había
programado afuera de la oficina. Luego de un par de horas, sonó
mi teléfono celular, era mi socia quien llamaba, pero en ese
momento no le contesté porque aún seguía en la reunión.
Apenas me desocupé le devolví la llamada.
- ¿Qué pasó? - Le dije.
- Tienes que venir inmediatamente Daniel, está aquí un
abogado con una orden de incautación contra ti y se quiere
llevar las máquinas.
Colgué el teléfono inmediatamente y me subí en el primer taxi

que pasó.
Al llegar a la oficina, viví una de las experiencias más

desagradables de mi vida. Había llegado un abogado junto a dos
personas de la fiscalía con una orden en mi contra por una deuda
personal que mantenía con una “amiga” que me había prestado
dinero meses atrás, pero que me había sido imposible pagar
cuando devino la crisis. La verdad nunca me imaginé que ella
actuaría de esa manera, pero tal como lo mencioné
anteriormente, cuando se trata de dinero la amistad pasa a un
segundo plano. No es mi interés cuestionarlo, considero que
cada persona es libre de actuar como mejor crea conveniente,
prefiero dedicarme a narrar lo que sucedió aquella mañana: el
abogado, un tipo sin oídos, no quería hacer caso a nuestras
razones; no entendió que los computadores no eran de mi
propiedad sino de la empresa; no entendió que la deuda era mía
y la empresa no tenía nada que ver; no lo entendió o no le
importó. Al ver nuestra actitud de no querer colaborar con su
trabajo, salió y volvió al cabo de unos minutos con un patrullero
y dos policías. Yo abrumado sin atinar a cómo actuar, mi socia
desesperada lloraba aferrándose a los equipos que eran lo único
que nos permitía seguir trabajando, otro de mis socios más
sereno, trataba de dialogar con los caballeros. Los empleados de
la empresa asustados, no sabían qué era lo que sucedía. Fue un
espectáculo por demás indignante que terminó en la victoria del
abogado de mi amiga que no quiso ni siquiera atender mis
llamadas desesperadas. Tomaron algunos equipos con una gran
cantidad de información valiosa que no alcanzamos a respaldar
y se llevaron, creo yo, las pocas esperanzas que me quedaban de
seguir luchando. Al menos así lo sentí en ese momento, lo único
que me dejaron es la vergüenza que sentía de ser el “culpable”
de tal situación.
Después de hablar con los empleados de la empresa, pedirles

que estén tranquilos, que sigan trabajando y explicarles que
estábamos haciendo todo lo posible para solucionar el problema
y salir adelante, me quité la máscara de insensibilidad que me
sentí obligado a llevar para dirigirme a ellos y salí. Esta vez mi
destino no era el parque de siempre, decidí caminar sin la
intención de llegar a ningún lugar específico. No me sentía con
la tranquilidad suficiente como para dialogar con mi amigo,
pensaba en todo lo que acababa de suceder, me preguntaba por
qué, si yo había decidido finalmente hacerle frente a todo, si
había entendido los nuevos conceptos que el árbol me contó el
día anterior, y más aún, si no dejaba de repetir en mi cabeza la
frase de riqueza para mi vida. ¿Por qué me pasaba esto
nuevamente? ¿Sería una prueba?, no lo creo, el árbol nunca me
ha hablado de las pruebas, según recuerdo ese es un concepto
religioso para los problemas que supuestamente Dios pone en
nuestra vida con la intención de probar nuestro carácter. ¿Sería
acaso que aún no aprendí algo, que tenía que sacar una
enseñanza de esto?, El árbol me diría que sí. ¿Pero qué podía
ser? ¿Qué tipo de enseñanza me podía dejar una situación que lo
único que me causaba era una profunda frustración?
Aparentemente más tranquilo luego de un largo trayecto, aunque

aún sin entender por qué tuve que presenciar esa desagradable
situación, acudí a sentarme en la banca del parque, junto al árbol
que se estaba convirtiendo en el único ser en quien podía
confiar. Permanecí en absoluto silencio por algunos minutos
hasta que me habló.
- Dentro del problema está la solución Daniel,

recuérdalo. Por tu cara sé que te acaba de pasar algo difícil de
entender, respira profundamente y piensa en la situación. Sin
duda encontrarás la respuesta.
- ¡No quiero más! - dije mientras rompía en llanto -

¡Estoy harto de tener tantos problemas!, ¿por qué a mí, qué hice
para merecerme este sufrimiento, hasta cuándo voy a tener que
vivir con esto? Me quiero morir. ¿Por qué la vida se ha
ensañado conmigo, qué estoy haciendo mal? Cada vez surge un
problema peor, ahora ¿qué voy a hacer sin mis máquinas?,
¿cómo voy a seguir con la empresa si no tengo los recursos?
¿Cómo voy a solucionar los problemas junto a mis socios si no
podemos trabajar juntos?
El árbol no dijo nada esta vez, como si estuviera esperando que

yo mismo me responda.
- ¡Claro!, eso es - dije secando mis ojos – Si sigo

trabajando con la empresa, luchando por sacarla adelante,
sufriendo con cada cosa que pasa, me estoy hundiendo cada vez
más. No es el camino y el universo me lo está diciendo, me está
obligando a tomar decisiones para mí, me incita a decidirme a
hacer lo que tanto he postergado siempre, me empuja a seguir
mi sueño verdadero, que es hacer cine, escribir, expresar mi arte.
Ese sueño que estaba frenado por el proyecto y por la empresa.
Por eso y para eso pasó todo esto. Siempre he tenido en mente
que sólo podría dedicarme a hacer cine una vez que llevara a
cabo un proyecto millonario que me proporcionara los recursos
necesarios. El universo tal vez no funciona así, nos da lo que
pedimos: si pienso que no puedo hacer algo mientras no obtenga
otra cosa, nunca llegará el día que lo obtenga. En cambio si me
dedico a hacer lo que me gusta y me apasiona, puede ser que los
resultados cambien para bien. Quizás deba dedicarme a hacer
aquello para lo que probablemente nací. Al contrario, siempre
me he dedicado a hacer lo que pensé que me daría dinero y no lo
que realmente me apasiona. Gracias por esta claridad, después
de todo la frase funcionó: “hoy soy cada vez más rico”. El
camino me lo muestra el universo y si estoy alineado con lo que
quiero, lo tomo. Gracias.
IV
Cuando todas las cosas comienzan a cuadrar es porque el

camino a seguir es el indicado.
A partir de ese día mi vida dio un giro completo. Decidí tomar

las riendas de mi destino y hacer algo que había estado
postergando durante largo tiempo. Tengo que decir que no fue
nada fácil hablar con mis socios y expresarles acerca de mi
decisión, ni ellos ni mis familiares, peor aún mis amigos hasta
hoy han logrado entender por qué lo hice, tal vez en el fondo
todos tienen ganas de hacer lo mismo pero se sienten
irremediablemente atados a una realidad que creen que no se
puede cambiar. Sin escuchar a nadie decidí dedicarme a hacer
cine, si lo pensaba bien, no tenía mucho que perder ya que desde
hace algún tiempo que mis actividades laborales no me
representaban ingreso alguno, además con lo que sabía hacer
podía dedicarme a trabajar por mi cuenta y ganar dinero extra
que sería sólo para mí. Al menos eso pensaba cuando tomé la
decisión. Investigué acerca de los lugares donde podría estudiar
y encontré pocos en mi ciudad. Justo en esa época, por esas
cosas de la vida que la mayoría de nosotros llamamos
coincidencias, pero que ahora sé que son circunstancias creadas
desde adentro cuando estamos alineados con lo que queremos;
se estrenaba en la ciudad una película que había sido realizada,
dirigida y actuada por jóvenes estudiantes de la carrera de cine
de un instituto que alguna vez supe de su existencia, pero como
estaba metido en otras cosas no hice mucho caso. La película
literalmente comenzó a perseguirme: me encontraba con afiches,
me regalaban talonarios en la calle, miraba reportajes que
hablaban de los premios internacionales que había ganado y
hasta veía la furgoneta empapelada pasando varias veces frente a
mí cuando transitaba por la calle.
La decisión estaba tomada, y ahora conocía el lugar donde

quería aprender este arte. Lo único que me faltaba era el dinero.
Cuando averigüé los costos de aquel instituto, encontré un
primer obstáculo que debía superar. Pero ¿cómo?, si desde hace
algún tiempo no tenía ingresos y no veía solución en los
próximos meses. En ese momento me acordé las sabias palabras
de mi viejo amigo: “dentro del problema está la solución”. Si el
asunto era ¿cómo estudiar una carrera si no tenía el dinero
suficiente para hacerlo?, entonces la respuesta era exactamente
esa: estudiar sin dinero. En ese momento una gran idea (o
simplemente la luz de la conciencia divina) iluminó mis
pensamientos y se me ocurrió proponerles a los dueños del
instituto un canje por lo que yo sabía hacer, que era promoción
por internet y desarrollo web. La oportunidad estaba presente,
encontré que poco o nada se estaba promocionando la película
que habían producido, en el medio que yo conocía. Cuando
todas las cosas comienzan a cuadrar es porque el camino a
seguir es el indicado. Armé una propuesta con todo lo que
podría ofrecerles y pedí una cita con la directora académica.
Preparé cuidadosamente un discurso con argumentos para
convencerla, pero cuando llegué todo se me olvidó. Ella, una
persona muy amable, me atendió e inició la conversación, le
conté un poco mi vida y todo lo que me había sucedido, le conté
acerca de este libro, sobre mi experiencia con el árbol y por
último le conté de mis sueños de cineasta, luego charlamos
acerca de lo que yo podría hacer por ellos en lo que había
aprendido a lo largo de mi carrera como publicista en internet.
Quedó bastante interesada, me dijo algo que recordaré por
siempre: “En este instituto nos interesan los estudiantes como tú,
con conocimiento basado en la experiencia por las cosas que has
vivido y con ganas de aprender algo que te apasiona”. Sentí algo
más que júbilo luego de aquella reunión. De repente tuve la
sensación de que sabía que había nacido únicamente para
sentarme aquel día a conversar con ella. Me dijo que primero
debía consultarlo con el gerente para darme una respuesta, que
por suerte o por destino fue la que esperaba. Recibí la tan
anhelada llamada luego de un par de días en la que me dijeron
que estaba aceptado incluso sin dar el examen de admisión, que
por reglamento deben dar los estudiantes que aspiran a seguir la
carrera. Aunque no sabía lo que me esperaba una vez adentro,
me sentí extremadamente feliz, por primera vez supe que estaba
haciendo aquello para lo que había sido creado, lo cual me
llenaba el alma. Desde aquel día me levanto con la ilusión de
vivir nuevas experiencias, que debo confesar, sobrepasan por
miles las expectativas que tenía sobre lo que era la carrera de
cine. Estoy feliz.
Mis días son muy diferentes de como eran hace un par de meses
atrás. Madrugo todas las mañanas y me acuesto muy tarde por la
noche, veo mucho cine, y me he dedicado también a pintar y
escribir. Paso períodos de tiempo prolongados sentado con mi
árbol durante el día, viendo los automóviles pasar unos más
rápido que otros, sintiendo de lejos el estrés de una ciudad
metropolitana que parecería que se atrasa a llegar algún lado.
Aunque todavía no he solucionado los problemas de deudas que
me dejó la empresa, sé que estoy en el camino correcto y más
que todo, con la actitud necesaria para conseguir no únicamente
eso, sino todo lo que me proponga. Mis motivaciones también
han cambiado, a partir del próximo capítulo nos adentraremos
en lo que el árbol me ha ido revelando respecto a varios temas
de nuestra sociedad, en los que, en su mayoría, he encontrado
que deambulé por la vida con una venda en los ojos y con
tapones en los oídos. Mi interés de aquí en adelante es encontrar
y compartir las respuestas a las preguntas que me hecho toda mi
vida, y que estoy seguro que tú también las ha tenido. Preguntas
acerca del dinero, del amor, de la religión, de la sociedad, de la
salud y otras más profundas como el sentido real de la vida
fueron tratadas en una conversación que no estoy seguro de
cuánto tiempo duró pero que aclaró mi mente y abrió mi
corazón para el resto de mis días.
V
…sólo existe y coexiste con los demás seres en una

incuestionable relación de compartir.
- Sabes algo - le comenté al árbol una mañana - una vez

un profesor de la universidad nos dijo que nunca, alguien que ha
vivido pobre, podía llegar a acumular riqueza. Recuerdo que lo
quedé mirando y aunque no le dije nada, sentía que él estaba
muy equivocado. Siempre he pensado que uno puede conseguir
lo que quiere si se lo propone, algún día se lo demostraría.
Además conozco a mucha gente que con esfuerzo y sacrificio ha
logrado tener mucho dinero. Claro que también conozco
personas que luchan cada día sin llegar a ninguna parte, se
dedican a sobrevivir con lo poco que ganan encontrando
consuelo en pensar que la situación está difícil en la actualidad.
Pero yo me pregunto de qué depende todo esto. ¿Qué hace
realmente que dos personas, por ejemplo, aunque comiencen
igual, incluso tal vez hayan estudiado en el mismo colegio y
trabajen en lo mismo, consigan resultados totalmente diferentes
en cuanto a dinero y éxito se refiere?
- Es por el tema de creencias. Desde niño tus padres

pusieron en ti todas las creencias respecto al dinero que ahora
rigen tu destino aunque no lo sepas.
- Sí, estoy de acuerdo, ¿pero acaso quiere decir que mi
profesor tenía razón?, ¿uno no puede cambiar tal destino?
- Por supuesto que puedes, pero primero tienes que

encontrar cuáles son las creencias que te impiden conseguir
dinero fácilmente y cambiarlas. Esto es cuestión de decisión
propia, no es fácil para los de tu especie reemplazar las
creencias con las que han sido formados por unas nuevas y
potencializadoras, pero tampoco es imposible. Por ejemplo,
para que me entiendas mejor: una persona que piensa que hay
que trabajar duro y sacrificarse para poder mantener a su
familia conseguirá resultados muy diferentes a los de otra
persona que está convencida de que el trabajo no tiene que ser
duro, que puede ser una actividad que disfrutes y que te deje
mucha utilidad por hacerlo. Inclusive los dos pueden estar
realizando la misma actividad, pero las motivaciones son
diferentes y obviamente los resultados serán distintos. ¿Me
entiendes?
- Sí, me quedó claro. Este tema de creencias lo voy

entendiendo cada vez mejor, pero ahora háblame acerca del
dinero, ¿qué es exactamente?
- El dinero es otra invención humana creada para

cuantificar la energía que cada uno es capaz de atraer. Me
explico mejor: las personas que tienen mucho dinero están
alineadas con un tipo de energía constante que fluye hacia
ellos. Cualquier persona puede tener riqueza, aunque la gran
mayoría de habitantes del planeta tienen poco, esto porque es
mínima la cantidad de personas que han descubierto la manera
en que esta energía funciona, sea porque heredaron este
conocimiento o porque lo aprendieron gracias a su propia
experiencia en el transcurso de su vida. Para que alguien
llegue a acumular una gran riqueza material es necesario
primeramente que lo desee. La mayoría de personas no desea
tener dinero en abundancia porque tiene arraigadas una serie
de creencias impuestas por la sociedad consumista.
Generalmente quienes tienen mucho dinero son vistos por
ustedes como personas deshonestas, pero es una simple
interpretación a manera de juicio desde la perspectiva de quien
así lo cree. Aquel que tiene bastante dinero - y es capaz de
disfrutarlo - encontró la manera de hacerlo fluir como un río
que nunca cierra su cauce. Pero mucho cuidado, yo no te estoy
diciendo que quien goza de riquezas necesariamente sea feliz.
Es muy probable que la opulencia le sirva de herramienta para
tener lo que quiere, pero la felicidad absoluta está
completamente alejada de lo que el dinero por sí solo es capaz
de entregar.
En la sociedad en que vives, la gente se ha dedicado

desde hace varias generaciones a crear la necesidad de tener.
El progreso de la civilización no es otra cosa que la invención y
fabricación de más objetos que desear, sea por su innovación,
por su imagen o por cómo te hacen sentir frente a los demás
seres con los que coexistes. El dinero está provisto de una
astuta trampa en la que caen todas las personas que comienzan
a disfrutarlo: nunca te satisface totalmente. Ninguna persona
sobre el planeta, sin importar la cantidad de riqueza que haya
acumulado en su vida, es capaz de satisfacer sus necesidades
por completo. Siempre habrá algo que no pueda tener y en lo
que seguirá enfocándose hasta alcanzarlo, y luego, cuando lo
haya alcanzado, querrá algo más y más. Es una peculiar cadena
que nunca termina. Y sí, se puede pensar que quienes ganan
mucho dinero tienen la vida asegurada, de hecho es así, pero
con suerte les alcanza para el mundo de lo material y efímero,
no más. Varios de ustedes ni siquiera logran ser felices en su
propio entorno porque sufren otro tipo de carencias no físicas
que les impiden disfrutar de la felicidad plena: carencia de
amor, de amistad verdadera, de libertad, de tranquilidad entre
otras. El solo hecho de querer tener mucho dinero implica una
creencia subconsciente de carencia, que como está lejos de ser
monetaria en sí, será por consiguiente de otra índole, como las
que mencioné anteriormente. Siempre existirá un deseo que
satisfacer mientras en tu mente predomine la necesidad de tener
más. ¿Me has entendido?
-Sí, lo he entendido perfectamente, ¿qué me puedes decir

sobre el poder? ¿Qué es, de dónde proviene, por qué algunas
personas lo tienen y otras no?
- El poder es la capacidad de satisfacer otra de las

necesidades humanas, que es la de controlar. Ustedes tienen
grabado en su mente que mientras más situaciones, cosas y
personas controlen, más valor tienen. Nuevamente es totalmente
cierto, valen más, pero únicamente ante los ojos de las personas
de su propio entorno. Aquel que tiene poder en un lugar, puede
no tenerlo en otro. Pero una característica ineludible del poder,
independientemente del lugar en que se genera, es que es
extremadamente pasajero, tanto como tu existencia material.
Aquellos que han puesto en el poder su capacidad de ser felices
no poseen absolutamente nada, en el fondo están
completamente vacíos. Una vez que el poder se aleja, se lleva su
valor, su motivación y su vida, puede suceder cualquier día, a
cualquier instante, cuando menos lo esperan. ¿No crees que
deba haber algo mejor que rifar tu felicidad por un pequeñísimo
momento de poder? Definitivamente que sí, en el caso de que
algún día llegues a tener mucho poder, te aconsejo que no se te
ocurra poner los motivos de tu gozo en ello, más bien utilízalo
para beneficiar a la mayor cantidad de seres que te sea posible,
es lo único que te garantizará felicidad duradera.
Con respecto a tu pregunta acerca de por qué algunas

personas lo tienen y por qué otras no, de nuevo nos ubicamos en
el tema de las creencias. Desde que ustedes nacen, no hacen
otra cosa que programarse unos a otros con las herramientas
que los guiarán por el resto de su existencia material. Ahora
bien, no es lo mismo nacer dentro de una familia adinerada que
en una familia pobre; así como no es lo mismo ser hijo de
padres con acceso al conocimiento que descender de padres que
no han tenido ningún tipo de educación, el origen de sus
creencias esta íntimamente ligado con las de sus antepasados.
Ustedes no pueden elegir donde quieren nacer, sin embargo, la
vida tienen un fin divino en el que cada nacimiento corresponde
a la inteligencia universal de evolución. Cada persona tiene
dentro de sí el control de dicha inteligencia y está en toda la
capacidad de aprovecharla para convertir su venida al mundo
material en el evento más trascendental de todos los tiempos si
así lo deseare. El universo entero está dentro de ti y es como tú
lo concibes. Si tú cambias, el universo cambia. Este preciso
instante todo se encuentra cambiando solamente porque tú estás
conociendo conceptos nuevos de la creación y poco a poco los
estás asimilando. Si tú cambias, todo el universo se acopla a
dicho cambio. Cada circunstancia que sucede a partir de este
instante corresponde a lo que tú tienes en tu corazón y en tus
pensamientos.
- Discúlpame que te interrumpa, pero la verdad, no

entiendo muy bien lo que quieres decir.
- Te lo voy a explicar con un ejemplo para que lo
comprendas mejor. Imagina que coges una hoja de papel y la
divides en pequeñísimos cuadraditos dibujados sobre su
superficie. Supongamos que el universo es esa hoja de papel y
que cada ser que coexiste en él, como tú o tu familia, son cada
uno de los cuadraditos. Como puedes ver hay millones de seres
todos diferentes, pero todos son a la vez lo mismo. Todos los
cuadraditos son en esencia la hoja de papel y son una parte de
ella al mismo tiempo. Cada ser es un reflejo del universo y es
una materialización individual a la vez. ¿Me has comprendido
mejor?
- A ver si entendí: dices que todos somos iguales, que

todos somos lo mismo, es decir, yo soy Daniel, ¿pero también
soy Pedro, Andrés, Oscar, Anabel y los 6 mil millones de
personas que habitan la tierra?
- Sí Daniel, cada uno es una parte de ti creada y movida

por esa inteligencia divina que a la vez también eres tú. Mira, si
algún familiar tuyo muere, por ejemplo, es porque esa situación
corresponde a una razón superior puesta por ti
(inconscientemente) para algún fin que se alinea con tu
propósito personal. Sé que es poco fácil de digerir, pero con el
tiempo lo irás entendiendo mejor, no te desesperes, sólo déjate
llevar, permite que los conceptos se vayan quedando grabados
en tu mente mientras continuamos ampliando tu conciencia.
Volviendo al tema del poder, en resumen lo tienen quienes
deciden tenerlo, quienes realmente lo desean hacen que el
universo fluya, sin saberlo, hacia su deseo.
- ¿Qué hace que las personas que tienen mucho poder

tengan el ego tan elevado?
-¿Sabes qué es el ego?
- Supongo que viene a ser el orgullo que las personan
sienten por lo que han logrado.
- No exactamente. Si me preguntarías si existe el

infierno, yo te diría que sí, el ego es el verdadero infierno que
existe sobre la superficie de la tierra (hablando
metafóricamente); el ego es esa fuerza impresionante que
consume a las personas y las hunde en sus emociones más
destructivas; hace también que quienes aman, por ejemplo,
sientan celos; logra transformar la alegría en depresión;
convierte a los buenos deseos en envidia y a la generosidad en
codicia y avaricia; es el responsable de que exista el crimen, la
indiferencia y la guerra.
El ego tiene varias facetas, desde lo más superficial

hasta lo más profundo: en la más común actúa directamente
creando las necesidades de las que habíamos hablado
anteriormente como las de controlar o de poseer. Si el ego no
existiera, no tendrías la necesidad de obtener nada, serías
realmente feliz con lo que el universo te brinda.
- ¿Como un árbol?
- Exactamente, el árbol no se preocupa si su compañero

de parque tiene más sol o menos sol, si el viento le llega más, si
tiene más agua o si la tierra a su alrededor es más fértil. El
árbol sólo existe y coexiste con los demás seres en una
incuestionable relación de compartir: entrega y recibe, nunca
le falta nada. Por el contrario, el ego actúa directamente
creando el miedo que tiene un ser que se valora por las cosas
que posee, no por la grandeza de su espíritu. Es el miedo a no
tener, a perder la imagen, el poder o el amor. Quienes viven en
función del ego son las personas más infelices sobre la tierra
porque así como ellos se ven, los ven los demás seres con los
que coexisten y comparten su entorno. Se vanaglorian por tener
los autos más caros y vivir rodeados de lujos, para poder atraer
personas del sexo opuesto, por ejemplo, provocando envidia y
admiración mientras lo sigan teniendo, pero saben que si un día
lo pierden todo, se quedarán solos y vacíos. ¿Conoces gente
así?
- Conozco bastantes, la mayoría de las personas que me

rodea vive pendiente de tener más, trabajan largas horas
quejándose de su trabajo pero seguras de que es lo único que les
permite tener la vida que quieren. Esa vida que cada vez les
exige más y más, sin llegar a satisfacerlas nunca. Yo mismo he
vivido durante mucho tiempo sumido en la fragilidad de ese
mundo.
- Además Daniel, el ego hace que una persona quiera

controlar a otra manipulándola desde los sentimientos. El ego
no admite el no ser el único en la vida de alguien más, ni
tampoco admite que tu pareja se pueda divertir sin ti. Lo quiere
controlar todo. Esto lo entenderás mucho mejor más adelante
cuando hablemos sobre el amor. El ego incluso se alimenta a sí
mismo con el entorno, todos quieren lo que tiene el otro, es un
sentimiento natural en tu sociedad, saturada por imágenes
falsas de felicidad temporal, como lo puedes ver por ejemplo en
anuncios de belleza, telenovelas, farándula, cine de espectáculo
y una infinidad de superficiales imágenes que han programado
tu mente desde tu infancia. Te enseñaron que sólo podrás ser
feliz si te ves bien, si hueles bien, si caminas bien, si te vistes
bien. Te acostumbraron a ser feliz sólo si alimentas tu ego y
obviamente tú lo aprendiste.
- ¿Entonces son mis papás los culpables?
- Recuerda Daniel que la culpa no existe, todo esto es
sólo una circunstancia de la vida en la que te desenvuelves, que
desencadena una serie de sucesos aparentemente
incontrolables, pero que cuando los identificas y los asumes de
la manera correcta comienzan a trabajar por tus ideales. Tus
padres como tú son víctimas de víctimas, no podían enseñarte
algo que no sabían. Todas las personas tienen ego, es parte de
su esencia como seres humanos, es normal que tú lo tengas pero
debes procurar no vivir en función de él si realmente quieres
alcanzar una felicidad duradera. Haz que tu ego actúe como
una fuerza motivadora para ponerte en acción constante hacia
tus sueños, pero no dejes que te controle y te manipule.
- Entiendo, dime una cosa: ¿cuando no había dinero

cómo era el mundo?
- Recuerda Daniel que no voy a resolver preguntas que

tengan que ver con el pasado, debido a que únicamente
satisface tu curiosidad sin llegar a ser un elemento de ayuda
para tu vida presente.
- Oh sí, lo siento. Entonces te lo digo de otra manera:

¿cómo sería el mundo si no existiera el dinero?
- No es tan fácil que puedas imaginar el mundo sin

dinero, porque como te comenté, el dinero es una energía en
movimiento. Antes cuando se negociaba sin lo que ustedes
llaman dinero, había otros mecanismos como por ejemplo el
trueque, que es un sistema que consiste en el intercambio de
bienes materiales asignándoles un valor de acuerdo a lo que
consideran, por mutuo acuerdo, que es justo. Pero es
precisamente ahí donde podemos encontrar indicios de esa
necesidad de tener y de poder de ustedes los seres humanos. En
la antigüedad, por ejemplo, quien era capaz de conseguir los
animales más grandes, era más valorado por su comunidad.
¿No han cambiado mucho las cosas desde entonces verdad?
Los seres humanos adquirieron la capacidad de pensar,

cualidad única de su especie. Ésta dio origen a los sentimientos
y emociones, pero las emociones negativas se hicieron más
fuertes. Cuando una persona actúa, por naturaleza lo mueve
más el miedo que la inspiración desencadenando así en el
control de la especie. A diferencia de los animales, donde la
supervivencia corresponde a un ciclo, los humanos se consumen
unos a otros por el ego y la necesidad de controlar. Gracias al
miedo y a las emociones negativas, una persona pudo ejercer
control sobre otra, de esta manera se crearon los grupos que
dieron forma a las civilizaciones.
- ¡Genial!, nunca lo había visto así, pero creo que tienes

toda la razón, vivimos siempre controlados por alguien más, de
una u otra manera.
- Así es Daniel, luego el hombre se inventó mecanismos

y herramientas que apoyaron a su necesidad de controlar como
el tiempo por ejemplo. Antes sólo existía el día y la noche. Hoy
en tu mundo existen los minutos y los horarios de los que
ustedes se viven quejando porque no tienen tiempo. Yo los
escucho y me causa gracia pero es algo muy serio, siempre
tienen que llegar a algún lado a una hora determinada, están
totalmente controlados así tengan todo el poder o el dinero que
quieran.
-¿Crees que existirá para siempre el dinero? Oh no, ésta

es una pregunta sobre el futuro. Mhm, ¿puedo ser feliz sin
dinero?
- Solamente aquel que logra desvincularse por completo
del ego no necesita dinero, aquel que logra eliminar de su
mente y de su corazón esa necesidad de tener para encontrar su
propio valor, aquel que no da cabida a las imágenes materiales
de su mundo, sólo aquel, no vive en función del ego y ha
encontrado la felicidad verdadera.
-¿Pero, cómo me desvinculo del ego?
- Regala todo lo que tienes.
- Imposible, puedo regalar algunas cosas, pero no todo lo

que tengo, me parece una locura.
-En efecto Daniel, es una locura para el entorno en el

que te desenvuelves, pero tú me preguntaste y yo te respondí, si
quieres desvincularte del ego, debes desligarte de todo lo que te
ata a él. ¿Sabes quién fue Diógenes?
- Nunca he escuchado ese nombre.
- Era un hombre muy sabio que vivía en un tonel, poseía

únicamente un bastón y una funda de pan. Un día, el emperador
Alejandro Magno lo fue a visitar para solicitarle un consejo y a
cambio le dijo que le pidiera lo que fuera. ¿Sabes qué le pidió el
sabio luego de aconsejarlo?
- Ni idea.
- Que se hiciera a un lado porque le estaba tapando el

sol. Él tenía todo lo que necesitaba para ser feliz lejos del
mundo de lo material.
- Bueno, te prometo que pensaré al respecto, por lo
pronto tengo otra pregunta: ¿el ego y la felicidad pueden
coexistir?
- Daniel, depende del tipo de felicidad a la que te

refieras. La felicidad verdadera y duradera la vas a encontrar
una vez que no vivas en función del ego, pero la felicidad a la
que estás acostumbrado perseguir sí coexiste con el ego.
Mientras más cosas tengas, según los de tu especie, más feliz
serás, pero recuerda que es un vacío de necesidades que nunca
termina.
-¿Sería posible realmente vivir sin ego?
- Cuando encuentres posible vivir sin apego a

absolutamente nada material, habrás descubierto la manera de
vivir el gozo de la divinidad, es decir, sin ego. Créeme, tú no
necesitas conseguir nada, el universo es infinito y abundante, tú
como parte integral de éste mereces toda esa abundancia, pero
sólo la puedes conseguir si dejas de perseguirla en función del
ego.
-¿Pero cómo puedo hacer para conseguir mucho dinero

sin estar ligado al ego, se puede?
- Es algo posible, pero yo no hablaría de dinero, sino de

energía. ¿Qué tipo de energía abundante es la que quieres
captar: aquella que te hace sentir necesidad o aquella que te
otorga libertad y paz existencial?
- Obviamente la que me concede libertad.
- Ese tipo de energía fluye únicamente cuando estás listo
para acogerla. Llega sola y se queda para siempre acarreando
felicidad verdadera a tu vida si sabes recibirla y mantenerla.
Esa energía no coexiste con el ego, sino con el amor. Acude
cuando has encontrado la manera de alinearte con el “ego”
universal, es decir con ese propósito único de tu existencia, y
cuando las actividades que realizas están llenas de gozo y traen
beneficio para la humanidad.
-¿Cómo puedo desvincularme del ego y convivir en un

mundo contaminado con su pervertida naturaleza?
- Cuando te sea factible considerarte a ti mismo viviendo

en el mundo sin ego, estarás en la capacidad de admirar y
experimentar un mundo diferente. Podrás permanecer en el
mundo y coexistir con quien quieras sin importar su nivel de
conciencia, aunque todos los que viven en función del ego
notarán en ti lo que a los ojos de su propia percepción sea apto
para distinguir, pero en tu corazón el sentimiento será real y
verdadero.
- ¿Cómo hago para enseñarle a mi hijo el valor de existir

distanciado del ego?
- Esa es una excelente pregunta Daniel. Una vez que

hayas logrado vivir separado del ego, podrás corresponder al
amor de la inteligencia divina difundiendo tu experiencia a los
demás seres que te rodean. Los niños tienen la capacidad
extraordinaria de vivir sin ego, en especial en sus primeros
años de vida. Son los demás seres con los que coexisten quienes
se encargan de alimentar su ego como te lo comenté
anteriormente. Para mantener esa inocencia divina intacta en
su espíritu, es necesario alimentar el amor en sus vidas.
Mientras más experiencias de verdadero amor tengan, menos
influencia podrá tener el ego en su realidad física. No me
refiero a las falsas expresiones de amor que ustedes se han
inventado a través de regalos por ejemplo, eso alimenta más su
ego, te hablo acerca del contacto con la naturaleza, de ayudar a
otros seres de su especie, de respetar al mundo en el que viven,
de aprender que las cosas son como deben ser, de vivir con
humildad y de todo lo que esté encaminado hacia el amor
divino.
- ¿Vivir con humildad?
- Sí Daniel, ¿sabes qué significa?
- Creo saberlo, pero sé que mi concepto de humildad es

el que me enseñaron, así que esta vez prefiero que tú me lo
digas.
- La humildad consiste en discernir y aceptar que las

personas que te rodean merecen tener todo tu amor sin importar
de quien se trate. No existe humildad en un corazón plagado de
envidia, de odio, de resentimiento y menos aún en una vida en
función del ego. La humildad es lo contrario del ego. Pero ten
cuidado, ser humilde no significa conformarse con no poder
tener nada y no creerse merecedor de felicidad o de la
abundancia del universo, al contrario, la humildad es capaz de
construir castillos enteros al servicio de los demás, lo cual se
consigue únicamente cuando estás alineado con tu propósito
existencial y con la inteligencia divina del universo. Alguien que
es humilde acepta ser movido por su pasión y busca la felicidad,
la libertad y el amor por sobre todas las cosas. Una persona
que vive la humildad verdadera es profundamente feliz, y se
siente bien de serlo, porque sabe que sólo así quienes lo rodean
también lo serán. Pero ustedes los seres humanos han
confundido humildad con abnegación. Nadie te puede exigir ser
humilde, si te sientes obligado por las circunstancias, por el
poder que alguien ejerce sobre ti, por la mala suerte o por lo
que sea, no estamos hablando de humildad sino de fracaso
permanente e inútil.
Vive humildemente sabiendo que el universo es igual

para todos, pese a que la vida te ubica en lugares que te hacen
sentir superior, recuerda que estás ahí por una causa para
satisfacer la razón divina, asúmela con alegría porque beneficia
a todos los seres que conoces y también, aunque ahora no lo
parezca, a quienes están más allá de tus relaciones cercanas.
Aprende de la humildad de los depredadores por ejemplo: ellos
nunca matan por placer o por demostrar a su comunidad que
son más que todos los seres de su especie, lo hacen
precisamente por supervivencia, lo hacen con la humildad de
saber que en un ciclo tan inteligente, sus restos en algún
momento alimentarán a las especies más débiles formando una
gran cadena generosa de vida. Eso es humildad.
- Es maravilloso todo lo que uno puede aprender de la

naturaleza con sólo sentarse a observarla.
- Sí Daniel, es porque la naturaleza y los seres que no

gozan de los privilegios de tu especie, como las emociones por
ejemplo, viven apartados del dominio asfixiante del ego.
- Mira cómo pasa el tiempo, ja ja, sí, me refiero al

tiempo humano que nos controla. Tengo que irme, prometí a mi
novia llevarla hoy al cine.
- Daniel… disfruta tu película.
VI
Cada idea, cada impulso energético, cada cosa física y cada

persona modifican el universo porque son el universo.
Todo lo que el árbol me dijo, me había quedado dando vueltas

en la cabeza. Volvía a los extraños conceptos que me
suministraba una y otra vez para asimilarlos mejor, aunque
tengo que confesar que prefería no compartirlos con nadie, por
miedo a que no me entendieran. A la mañana siguiente, el sol
brillaba más que nunca en mi ciudad, ya que atravesábamos uno
de los veranos más calurosos de la historia, a criterio de los
ambientalistas, por culpa del calentamiento global. Sea como
sea, resulta espléndido levantarse en un día totalmente
despejado a contemplar los volcanes de la cordillera Andina
enmarcando majestuosamente la capital del Ecuador. Me dirigí
apresuradamente al parque luego de salir de mi casa, estaba
ansioso por hacerle preguntas al árbol acerca de un tema que
desde la infancia me ha parecido demasiado misterioso, saturado
de juicios extraños que se contradicen a sí mismos pero que
siempre me han querido hacer ver como válidos.
Recuerdo claramente una conversación que tuve con uno de mis

tíos al respecto, el mayor de ellos, alguien a quien aprecio
bastante por su bondad y su maravilloso carácter, pero que,
como la mayoría de personas vive una ilusión heredada, o al
menos en ese tiempo lo hacía. Yo en ese entonces acababa de
llegar del colegio y tenía dudas acerca de lo que me enseñaban
sobre religión, para colmo, estudiaba en un colegio fundado bajo
la base de un supuesto milagro ocurrido con una imagen católica
a inicios del siglo XX, que fue declarado como verdadero dando
forma a un tipo de educación y fuerza a una comunidad de
sacerdotes en mi país y en el mundo entero.
Le decía a mi tío que no creía que todo lo que dice la Biblia de

los cristianos sea cierto, que hay cosas que me parecen irreales
salidas de la imaginación colectiva de personas que no
encontraban otra explicación para lo que veían. Aparte me
preguntaba acerca de vacíos, según yo, demasiado evidentes
pero que parecía a nadie importarle, como por ejemplo, el tema
de los dinosaurios. ¿Por qué el libro que habla de la creación del
mundo no los contemplaba, o peor aún no admitía su existencia?
¿Dónde quedaban los hallazgos científicos, pruebas palpables de
esa realidad?
Y mi tío, muy amoroso, me dijo:
- Danielito, mira la superficie de este tejido - señalando

con la mano derecha el tejido artesanal que cubría la mesa
principal de la casa de mi abuela - Supongamos que el 99% de
las figuras que aquí aparecen corresponden a la mayoría de
personas que habitan el planeta, y este pequeñísimo punto eres
tú. ¿Por qué piensas que tú tienes la razón mientras toda esta
gente que cree en la religión católica según tú está equivocada?
¿No te parece ilógico?
Recuerdo claramente que lo único que consiguió con su

amoroso discurso fue agrandar mi necesidad de responder a su
pregunta desde mi punto de vista de la vida. Yo estaba
totalmente seguro de que se podía hacer algo más que sólo creer
lo que todos creen porque sí. Acepto que si al descubrir otras
corrientes de pensamiento siento que la que la mayoría ha
tomado como verdadera es la mejor, me quedaré con esa, pero
no estoy de acuerdo en cerrar los ojos y soportar una ideología
porque hace feliz a mi familia, a mi entorno, a mi país y a mi
mundo. ¿Yo dónde quedo? ¿Acaso lo que yo pienso no sirve?
- A eso me refería Daniel cuando te mencioné que estás

abriendo los ojos a una nueva verdad, que en el fondo siempre
la has tenido, pero que jamás te has atrevido a confrontar.
- Hola, esta vez no me asustaste, sabía que esa pregunta

iba a provocar tu intervención, gracias por escucharme.
- Gracias a ti por estar aquí hoy conmigo, eso me afirma

que vamos por buen camino, que a pesar de escuchar tantas
cosas nuevas que van en contra de lo que crees, tu mente está
abierta a seguir descubriendo más y tu corazón está dispuesto a
conocer la verdad, me alegra mucho.
- Presiento que ésta es, tal vez, la pregunta más difícil

que te voy a hacer, porque me temo que tu respuesta derrumbará
todo un mundo creado a mi alrededor. ¿Es cierto lo que dice la
Biblia, hay un solo dios omnipotente creador del cielo y de la
tierra, que hizo al hombre a su imagen y semejanza, que a lo
largo de la historia ha hablado con los profetas dándoles las
normas de comportamiento que debemos seguir y los rituales
que hacen que nuestra vida tenga sentido, y que además, nos
amó tanto que mandó a su único hijo a morir por nuestro
pecados?
- La pregunta es tan compleja como el tema que trata, es
por eso que los seres humanos no han podido nunca ponerse de
acuerdo en una sola religión, siempre han existido ideas que se
contradicen y nunca han encontrado una teoría única que
satisfaga sus necesidades espirituales, eso porque insisten en
buscar afuera. Para responder adecuadamente tu pregunta y
conseguir una comprensión profunda es preciso desmenuzarla.
Primero: durante miles de años los seres humanos han tenido
tantos dioses como culturas que han formado, a los que han
dado cualidades humanas para lograr entender el universo.
Todos siempre han tenido razón en cierta forma, ya que sus
creaciones divinas llevan consigo la esencia de la inteligencia
universal traducida en cualidades humanas para una
comprensión popular casi completa, la falla está en querer
dotarle de un aspecto físico, de un nombre, un lugar de origen,
un color de ojos, una cantidad de manos, una estatura e incluso
un peso, características únicas de los seres de tu especie. La
verdad es que dios es una sola energía omnipresente, es decir
que se encuentra en todo lo que puedes percibir con tus sentidos
y también lo que está más allá de lo sensorial, respira y fluye
desde y hacia tu interior, mira a tu alrededor y ahí también lo
puedes ver; no es un ser que habita sólo en una iglesia, o en una
imagen artística, está también aquí mismo dentro de mí y dentro
de ti a la vez; es la misma energía que hizo que tú y yo nos
conozcamos y la que hace que exista todo; es una inteligencia
superior, casi incomprensible desde tu concepción humana;
pero en esencia lo que verdaderamente es, se traduce en amor;
no hay otra verdad, ni otra forma para describirlo. No se trata
del amor humano del que te hablaré más adelante, sino del
amor universal, ese amor puro y verdadero que es la
inteligencia divina responsable de que tú existas dentro de un
entorno, que puedas respirar, y que tengas órganos internos que
saben cuál es su función específica y que hagan que tu cuerpo
realice miles de procesos inconscientes simultáneos; también es
el causante de que los planetas giren alrededor del sol y que
existan millones de millones de astros en el espacio, todos
regidos por las mismas leyes universales; el amor hace que la
naturaleza viva por sí sola originando por ejemplo que un
pingüino sepa reconocer a su cría entre miles de seres similares
sin equivocarse; motiva la existencia de las estaciones, es
responsable de que cada mañana puedas disfrutar del sol y hace
que la lluvia refresque tu planeta; el amor conspira para que
consigas todo lo que quieres y lo que te propones; influye para
que la vida continúe siempre en constante evolución. El amor es
dios y no hay otra verdad, si sólo logras comprender y aceptar
esto no necesitas nada más.
Ahora bien, respecto a que hizo al hombre a su imagen y

semejanza debo decirte que no es más que un adorno inventado
desde la imaginación tu especie para la supuesta historia de la
creación del mundo. El hombre es el único ser de la existencia
capaz de pensar y de generar sentimientos, está
privilegiadamente dotado de un espectacular sistema nervioso
bastante complejo, que le permite sentir y actuar en función de
sus emociones. Ningún ser de otra especie es capaz de hacer
algo así, es por eso que ustedes dicen que dios los creó a su
imagen y semejanza, por esas cualidades que los hacen únicos.
Desde un punto de vista bastante profundo esto puede
considerarse una cualidad divina ya que la capacidad de pensar
de los seres humanos influye directamente en todos los sucesos
del universo, ustedes son los únicos co-creadores de la
existencia a través de sus pensamientos motivados por las
emociones. Un animal no está en condiciones de decidir su
destino, no toma decisiones basado en emociones, solo sigue su
instinto y se deja llevar por la inteligencia divina convirtiéndose
en presa de la evolución, pero ustedes transforman el universo
sin saberlo. Dichoso aquel que se deja llevar por el amor
existencial en lugar de querer controlarlo todo impulsado por
sus emociones. Dios es en esencia amor, ese amor es la
inteligencia divina que hace que todo suceda, y tú eres parte de
esa inteligencia; dios no es un hombre como tú, con dos pies,
cabeza y cuerpo, dios es inteligencia y tú eres también
inteligencia. Desde cierto punto de vista se puede decir que son
creados a su imagen y semejanza, pero a su imagen profunda y
universal, no física. Debes entenderlo en su totalidad y
aceptarlo si quieres comenzar a hacer milagros en tu vida.
Tienes el poder de dios para hacer milagros formando cada una
de tus células, úsalo con sabiduría.
Por otro lado en relación a que si dios se ha aparecido a

los profetas dándoles las normas de comportamiento que
debemos seguir y respetar, bueno, dios está constantemente
hablando, pero no siempre es escuchado, lo hace a través de la
literatura, del arte, de la ciencia y a través de cada expresión
humana. Las normas de comportamiento las puedes encontrar
en todo tipo de libros no sólo religiosos, depende de ti decidir
cuál es la mejor para tu realidad, cada una trae dentro de sí la
inteligencia del amor divino. Si acoges las que tu corazón te
dice que son válidas para ti y las sigues con pasión vas a tener
una vida en función de tus ideales. Si no quieres seguirlas no es
que va a venir dios y te castigará o que te vas a ir al infierno,
sino que simplemente conseguirás otro tipo de resultados en tu
vida, que seguramente no son los que tú quieres. ¿Me has
entendido hasta aquí Daniel?, espero no haber causado mayor
confusión en tu cabeza.
- Sí te he entendido la mayoría de cosas que me has
dicho acerca de dios, pero sí es complicado asimilarlo todo y de
la noche a la mañana decidir pensar en que Él no es como
siempre había creído que era.
- No te atormentes si no lo logras, la vida es un proceso

de enseñanza constante en el que si estás preparado para
asimilarlo lo harás, si no, sucederá cuando estés dispuesto. Si
nunca lo haces, simplemente tu vida transcurrirá en el nivel de
conciencia adecuado para ti.
- Como te dije alguna vez, todo esto satisface muchas de

las dudas que siempre me han surgido desde el corazón acerca
de dios. En el fondo siento algo que no sabría describirte, es una
mezcla de sentimientos entre tranquilidad e inquietud; por un
lado me emociona expandir mi conciencia conociendo nuevas
cosas, pero también siento mucho miedo de asimilarlas.
- Ese miedo es un sentimiento natural que ha hecho que

ustedes los seres humanos sean fácilmente manipulados por
quienes han tenido poder a lo largo de la historia. Han sido
sometidos a creer y pensar de una manera específica por temor
a perder la tranquilidad, la de su familia, el respeto o incluso la
vida; más aún, han vivido siempre con miedo a lo que vendrá
después de la muerte, lo cual han sabido aprovechar
perfectamente las religiones para crear adeptos.
- Sí, es cierto, en la iglesia siempre nos dicen que si no

cumplimos con los mandamientos nos iremos al infierno.
- ¿Tú piensas que es realmente así?
- No, ahora no, siento que los mandamientos son
simplemente normas de conducta que ayudan a que la sociedad
sea mejor, pero no creo que si miento, por ejemplo, me voy a ir
al infierno. Cuando lo hago estoy simplemente desencadenando
esos sucesos de los que tú hablas que me llevarán a un lugar que
tal vez no sea el que quiero ir. Me refiero a un lugar como meta
mientras viva, ¿verdad que es así?
- Sí Daniel así es, siento una profunda alegría por lo que

me acabas de decir, estás demostrando que tu nivel de
conciencia continúa expandiéndose.
- Ahora háblame de los rituales, las religiones están

plagadas de ellos. La más poderosa en el lugar donde vivo, me
refiero a la iglesia católica, rige nuestra vida desde sus rituales.
Nos dice a qué edad podemos ser presentados a dios, nos dice a
qué edad supuestamente estamos aptos para ser uno con él, nos
dice que si no hemos cumplido con sus rituales, no podemos
amar a una pareja y estar con ella sin sentirnos culpables. Por
favor dime que todo eso es necesario, sino me sentiré muy
defraudado en medio de una vida falsa con sentidos inventados.
- Daniel, qué más quisiera yo, pero como te dije antes,

durante toda tu vida han puesto en frente de ti una serie de
verdades aceptadas por tu sociedad que están muy lejos de
tener un sentido universal. Corresponden más bien a intereses
creados por ustedes mismos con el fin de controlar y también
para darle forma a cada una de sus culturas con matices de
actos que corresponden a tradiciones heredadas.
- ¿Pero quién se inventó todo y para qué exactamente,

cómo es que nadie se ha dado cuenta de la verdad?
- En lo que tiene que ver a la religión cristiana y católica
principalmente, deberíamos remontarnos a sus inicios para
saber quién lo inventó todo. Es muy difícil que logres descubrir
los hechos históricos reales porque han pasado tantos siglos en
que la información ha sido manipulada por tu especie que lo
vuelve una misión casi imposible. Pero realmente no importa,
créeme Daniel, no tiene ninguna importancia saber quién se
inventó todo, solamente satisface tu necesidad individual de
controlar y a tu ego que dice que a él nadie le puede engañar.
Lo que verdaderamente importa es para qué existe hoy, qué es
lo que provoca en tu vida todo esto. ¿Será que le agrega valor o
que le quita?
- Yo creo que le agrega, porque sólo sabiendo que existe

y cómo ha influido en la sociedad y en la humanidad en general
puedo darme cuenta de la otra verdad, de aquella realidad que
no vemos y que tanta gente no conoce. Me ayuda a entender lo
que realmente significa el poder y de lo que han sido capaces de
hacer con él los hombres que han construido el mundo como es
hoy. Ahora lejos de darme rabia, me hace sentir bien, creo que
me puedo basar en la incoherencia de los rituales religiosos para
hacerle saber al mundo acerca de lo que he descubierto.
- Que bueno que sea así, pero ten mucho cuidado

cuando lo hagas, porque no todas las personas se encuentran en
el mismo nivel de conciencia, no todos van a ser capaces de
asimilar las cosas como tú lo has hecho. Muchos pensarán que
estás equivocado al pretender irte en contra de sus preceptos
sociales, en todo caso, recuerda que cada suceso está alineado
con lo que quieres realmente del universo, así que todo está
bien.
- Todo esto del miedo me hace pensar en mi infancia,

recuerdo claramente en que tenía miedo al diablo. ¿Existe el
infierno?
- De la misma manera que dios no es exactamente como

lo han concebido, el infierno o el mal tampoco. Eso de que hay
un ser con cachos y un tridente que vive en las profundidades
listo para recibirte si no has sido bueno es otro mito humano.
La vida misma tiene todos los momentos que necesita: buenos y
los que ustedes llaman “malos”, porque de hecho nunca los
momentos son malos, es decir el mal en sí no existe, solamente
son circunstancias que modifican tu vida y las de los seres con
los que coexistes, tal como lo habíamos hablado.
- ¿Cómo que no existe el mal?, es imposible de aceptar,

¿no has visto las noticias?, siempre salen asesinatos, choques,
muertes, desgracias, gente que sufre. ¿Cómo lo explicas? El mal
sí existe, yo mismo he conocido a gente muy mala en mi vida y
sé que hay gente mucho peor.
- Cuando alguien muere corresponde a un suceso

universal significativo para los fines divinos de la vida; cada
nacimiento y cada muerte son parte de un proceso natural y
necesario para la evolución de la existencia. Si alguien muere
en manos de otra persona, simplemente ambos están
cumpliendo con un ciclo y con una misión durante ese momento
existencial. La persona que mata a otra, está modificando el
universo de ambas. Este hecho desencadena además en miles de
circunstancias nuevas que si se toman como deben, traen
beneficio a toda la humanidad. ¿Has visto cómo se comportan
los animales cuando otro de su especie o de otra especie
muere? Siguen con su ciclo en la vida. Si es un carnívoro, se
devorará al otro para sobrevivir, no por placer ni satisfacción
propia sino por naturaleza. Si es un animal de la misma manada
el que muere, los demás lo abandonan porque entienden que su
ciclo terminó y que el de ellos continúa con las modificaciones
que conlleve; si era el rey de su manada por ejemplo, algún otro
tomará su lugar y todo continuará, no se quedan lamentando
por meses o años la partida de ese ser porque sólo frenaría el
proceso evolutivo. Si alguien extraño agrede o asesina a alguien
de tu familia, es entendible que sean tus sentimientos quienes
quieran controlar la situación y hacer justicia, pero esa justicia
humana no corresponde a la justicia universal. La persona que
cometió el asesinato también corresponde a un ciclo, lo que
obtendrá de la vida estará dictado en función de sus
pensamientos, emociones y acciones, por lo que difícilmente
logrará encontrar paz y felicidad mientras viva a menos que se
acoja al proceso de enseñanza y evolución. En cambio tú, si
logras entender el hecho como un suceso universal necesario,
serás capaz de encontrar varias circunstancias beneficiosas
para ti y tu entorno derivadas de aquel suceso, si no lo logras,
permanecerás sumido en una especie de fracaso existencial que
no te llevará a ninguna parte.
- Es muy sabio lo que tú me dices pero suena algo

utópico, no lo puedo digerir del todo.
- No eres tú quien no lo puede digerir sino tu ego,

recuerda que él siempre quiere controlar las situaciones, si le
quitan un ser querido es como si le estuvieran arrebatando una
posesión demasiado valiosa. Jamás lo aceptará, estará
dispuesto a hacer lo necesario por tomar venganza y por sacar
provecho a su modo.
- Sabes algo, cuando tenía siete años perdí a mi padre,

aunque no fue en manos de ninguna otra persona creo que me
marcó para siempre. Cuando él se fue, yo asumí un papel que
creí que me correspondía como responsable de mi familia,
viviendo así la mayor parte de mi vida, diciéndome siempre a mí
mismo que sí él no se hubiera ido, mi vida hubiera sido muy
diferente, no habría tenido que trabajar desde muy temprana
edad para ayudar a mi mamá. Por otro lado, la vida que llevaba
mi mamá con mi papá no era saludable para ella porque él la
maltrataba, pero ella aguantaba por amor a nosotros sus hijos.
Definitivamente la muerte de mi padre desencadenó miles de
sucesos que si los analizo ahora a fondo sin emociones de por
medio, puedo darme cuenta de lo beneficiosos que resultaron
algunos y “perjudiciales” que fueron otros por el hecho de no
ser aceptados como lo que son, pero sólo lo puedo ver así
después de 23 años.
- Efectivamente Daniel, no se les hace muy fácil a

ustedes los humanos apartar las emociones negativas para ver
el camino con claridad, pero es parte de su condición humana,
no tienes que luchar contra ello, sino simplemente aceptarlo.
Cuando lo hagas automáticamente se verá modificado en tu
vida.
- Este tío mío del que te hablé antes, se vio en un

momento de su vida enfrentado con una situación en la que tuvo
que decidir seguir con su camino. Le pasó de la manera, que a
mi forma de ver, es la más trágica que puede existir: perder un
hijo. Mi primo, cuando tenía no más de 21 años, iba manejando
su vehículo de vuelta a casa a la madrugada, en una de las
curvas otro auto se le abalanzó impactándolo de frente. Ese día,
por cosas de la vida, mi primo que tanto nos insistía siempre en
el uso del cinturón de seguridad, no se lo puso. Hoy seguiría
vivo si lo hubiera hecho, o tal vez no. El accidente hizo que él se
golpeará fuertemente la cabeza contra el parabrisas, sin que
ninguno de los dos se rompiera, lo que le causó una contusión
muy grave y un derrame cerebral. El conductor del otro vehículo
estaba en estado de ebriedad, algunos de los testigos del
accidente lo reconocieron mientras emprendía su huida. La vida
de mi primo había terminado, afectando notablemente a la de
sus padres y familiares, pero aún así, mi tío nunca denunció al
causante del accidente, aunque él tenía en sus manos el poder de
acabar con la libertad del otro infortunado individuo que no se
dio cuenta a lo que se exponía cuando bebió de más. Pero, ¿para
qué?, no le devolvería la vida a su hijo, simplemente acabaría
con la del otro, pero sería pura venganza; tal vez hubiera
terminado por envenenar el alma de mi tío. En cambio, estoy
seguro, que el otro no habrá encontrado paz por muchos años
después de saber el error que cometió.
- ¿Te das cuenta cómo todo es una sucesión de hechos?

Estoy seguro que este incidente modificó la vida de varias
personas, incluso la tuya de alguna manera. Quizás algún día,
las personas más afectadas emocionalmente puedan analizar,
lejos de los sentimientos, el para qué de esa situación, o tal vez
no, depende de cada individuo.
- El amor que tenía mi tío por su hijo, me hace recordar

algo que siempre me han querido hacer ver: que el amor de dios
hacia nosotros es tan grande que nos entregó a su único hijo para
que muriera en manos de los hombres para la salvación de
nuestros pecados; aunque sabes algo, siempre me ha costado
verlo así, aún no entiendo la relación de sacrificio-perdón
implícita en ese acto misericordioso. ¿De qué sirvió realmente
que el hijo de dios fuera crucificado?, ¿cómo me salva a mí, dos
mil años después, de los pecados? Tal vez, por la reflexión que
motiva en mí. La religión nos dice, qué Jesús vino a salvar al
mundo y sólo si lo dejamos nacer en nuestros corazones
podremos entrar en el reino de los cielos. Siempre me ha
conmovido al extremo la vida de Jesús, lo encuentro fascinante,
pero tengo mis dudas en cuanto a la manera cómo la religión
utiliza y manipula el tema.
- Para comprenderlo, debes discernir que eso de que

Jesús era el único hijo de dios, es producto de otra de las
características de tu raza: la exageración con fines míticos. En
primer lugar, hablamos anteriormente acerca de que dios no es
una persona, no es un hombre ni una mujer, es todo. Entonces,
no es posible que tenga hijos, al menos no como un ser humano.
En esencia cada ser humano es su hijo, porque cada ser
humano es hijo de otro ser humano. Cada animal es su cría
porque cada animal es cría de otro animal, pero también es hijo
por que cada ser es hijo de alguien. Él no nos envió a su hijo a
morir por nosotros, no desde el punto de vista de un viejo que
decide enviarnos a su hijo porque le da pena nuestra condición
humana, no es así. Si Jesús existió, lo hizo tal como lo estás
haciendo tú, o como existen los árboles de este parque, todos
tenemos una razón de existir que corresponde a los fines divinos
de la vida. Todo ser humano por insignificante que pueda
parecer tiene una razón divina para estar materializado, desde
esa concepción modifica los fines universales de alguna
manera. Por eso es que todos son únicos, capaces de hacer lo
que se propongan, pero para ello primero deben conocer,
aceptar y entender las verdades de la vida. La muerte y
resurrección de Jesús tiene en exceso, nuevamente como es una
constante en ustedes, la exageración de la que hablamos, lo han
vuelto un mito para poderlo transmitir y desde cierto punto de
vista encontrar nuevos mecanismos de control. La Biblia
recopila la sabiduría de miles de años, pero también está
colmada de situaciones donde la mano del poder y la
perspectiva humana la hizo ser aceptada. Existe un gran
mensaje en la personificación de Jesús, cuya importancia
debería traspasar los límites del ego humano, pero no ha
podido ser así. Yo los veo admirado en la época en que
conmemoran supuestamente su nacimiento yendo de aquí para
allá, más apurados que de costumbre; es como si en ese tiempo
todo lo superficial de su vida se vuelve aún más poderoso y los
domina al punto de no poder sentirse a gusto consigo mismos si
se olvidan de una sola persona en la lista de sus regalos.
Daniel, ¿tú qué crees que diría Jesús respecto a lo que te acabo
de hacer ver?, ¿crees realmente que él, de existir en un plano
físico abstracto, estuviera contento viendo el comportamiento de
las personas en navidad? Ni siquiera es necesario que me
respondas, porque estoy seguro de que sabes la respuesta.
- Sí, es curioso cómo somos los seres humanos, en esa

época es también cuando más suben los niveles de estrés entre la
gente. Bueno, me queda claro acerca de la exageración que se le
ha dado a la vida de Jesús, pero ¿realmente existió?
- Recuerda que no voy a satisfacer tu curiosidad acerca

de los sucesos pasados. Lo que importa ahora es que ese
personaje existe, así como lo hace toda persona que ha pisado
alguna vez la tierra y también como existe el aire, el agua y los
mitos humanos. Espero que tu corazón pueda entender estas
palabras. Si las personas existen es para darle forma al
universo que se crea desde tu interior. Si los mitos existen,
también lo hacen para moldear al mismo universo. Cada idea,
cada impulso energético, cada cosa física y cada persona
modifican el universo porque son el universo, y el universo es
dios. Jesús existe y también existe un mensaje, así como existen
las religiones y las interpretaciones de dicho mensaje. No te
puedo decir quién en la historia fue el que escribió lo que lees
en la Biblia, ni siquiera los líderes de la iglesia te lo podrían
decir porque no lo saben. Si les preguntas te dirán que fueron
los apóstoles y los profetas inspirados por dios, pero ellos
definitivamente no fueron quienes plasmaron en el papel dichas
historias, sino que las transmitieron paulatinamente hasta que
llegó la manera de convertirlas en símbolos gráficos o letras
que pudieran ser entregadas de generación en generación, pero
la verdad, todo esto es lo que menos debería importarte, piensa
en ello como algo que sucedió de la manera en que tenía que
suceder, mejor enfoca tu energía en encontrar la verdadera
magia o el milagro de la vida y de un mensaje de amor que un
ser especial trae consigo. Jesús, al igual que algunos personajes
a lo largo de la historia, tienen en su esencia la verdad del
universo y sólo pocos han logrado entenderla. Las religiones
lamentablemente no están entre ese grupo selecto. Tú puedes
entenderlo también si eres capaz de leer estas palabras con tu
corazón. Tu mente y tu ego lucharán hasta hacerte desistir,
porque para ellos es incomprensible e inaceptable el hecho de
que los hombres hayan estado equivocados desde siempre, pero
tu corazón es más sabio, escúchalo por una vez en tu vida y te
darás cuenta de la verdad.
- Me has dejado sin palabras, imagino que es porque mi

ego no tiene cómo refutarlo. ¡Qué alegría!
Ese día no hablé más del asunto porque quería asimilar todo de
la mejor forma posible, tratando de que no sea mi mente sino mi
corazón el que me de la luz del entendimiento, y bueno, después
de pensar y pensar en ello, creo que logré sentir la verdad.
A la mañana siguiente, sólo existía una cosa en mi cabeza, mi

amigo el árbol y su sabiduría divina. Quería hacerle mil
preguntas las cuales iba formulando durante todo el trayecto
hacia el parque. En eso, el sonido y la vibración de mi teléfono
interrumpieron mi deseo, era la mamá de mi hijo, esta vez para
contarme que él no estaba comportándose bien en la escuela y
tampoco en la casa; me decía que la profesora le llamaba la
atención porque últimamente estaba demasiado despistado, se
olvidaba de las cosas, no hacía bien los deberes y molestaba
mucho a sus compañeros. En realidad me costaba creerlo, ya
que él siempre ha sido muy obediente y tranquilo, aunque
bastante inquieto debido tal vez a su rapidez poco usual para
aprender y a su habilidad innata para investigar y descubrir el
mundo por sí mismo, facultades que, aunque para mí resultaban
por demás extraordinarias, no eran consideradas de la misma
manera por los dirigentes estudiantiles que no le permitieron ni
siquiera saltarse el año en que enseñan a leer y escribir aún
cuando mi hijo lo hacía a la perfección. En fin, en ese tiempo lo
entendí como una política de la educación y como una norma
que servía de equilibrio entre todos los estudiantes, sin embargo,
siempre me he preguntado si hice bien, tal vez debí haber
encontrado un centro de educación en el que mi hijo fuera más
exigido y también reconocido. Así comenzó mi conversación
esa mañana cuando llegué al parque, esta vez no me senté en la
banca, sino que elegí hacerlo en el cálido césped debajo del
árbol.
- Hola, ¿te puedo hacer una pregunta? - en realidad, lo

decía simplemente como una mera formalidad para romper el
hielo mientras formulaba adecuadamente la frase que me
permita obtener las respuestas que necesitaba -¿qué debo hacer
para ayudar a mi hijo a sacar lo mejor de sí?
- Ayúdalo a descubrir qué es lo mejor de sí y luego
permítele que lo viva con pasión.
- Suena fácil, pero ¿cómo lo hago?
- En el marco de la inteligencia divina cada persona

debe encontrar su propio camino y determinar las motivaciones
ideales para su viaje, sin embargo, tú puedes servir de guía a tu
hijo o a quien quieras, primero hablándole en todo momento
con la verdad. Todo lo que tu corazón sienta que es verdad es lo
que le debes transmitir, pero cuidando siempre respetar lo que
su propio corazón acepte como su verdad. Jamás le impongas
conceptos y creencias que tú has asimilado como válidos para
tu vida porque estarás continuando con la cadena errónea de la
que tú y tus antepasados han sido víctimas. Permítele descubrir
por sí mismo la maravillosa experiencia de estar vivo, déjalo
investigar, crear y sobretodo expresar lo que siente cuando lo
siente. Posiblemente lo que él piensa o lo que siente no se
adapte a tu modelo mental o al de tus amigos y familiares, pero
si le das la oportunidad de descubrir lo que es bueno para su
vida él podrá experimentarla con mayor plenitud y libertad de
lo que tú has podido, ese es un gran paso.
- Aquí tengo un nuevo conflicto: ¿qué pasa si, por darle

tanta libertad a mi hijo, comienza a portarse mal, bajar sus
calificaciones y hacer lo que le de la gana?
- ¿Qué son las calificaciones Daniel?
- Es el sistema mediante el cual se cuantifica el

rendimiento de los estudiantes a lo largo de su vida de estudios.
- Interesante, otro sistema de control. Es ahí donde los

hombres empiezan a creer que valen en la vida por lo que son
capaces de lograr, comienzan a competir unos contra otros, a
sentirse superiores, a frustrarse cuando no logran satisfacer las
rígidas exigencias de sus padres o de sus maestros. Los
hombres no valen por lo que consiguen, sino por lo que son
capaces de realizar a favor de la humanidad. Ustedes los seres
humanos son una especie privilegiada, concebida en
condiciones de vivir a plenitud bajo la abundancia divina del
universo en todo momento, con la facultad de expresar lo que
sienten a través de formas inimaginables. Su valor real depende
de su capacidad de disfrutar cada instante de la creación
alineados con todo el potencial evolutivo del universo. No me
estoy refiriendo al gozo efímero que se obtiene a través de
poder acceder a cualquier lugar, país o centro de diversión,
sino a la capacidad innata de encontrar el valor de la vida en
instantes tan profundos como jugar a la pelota con sus hijos,
poder mirar a los ojos de la persona que más aman o servir de
instrumento para beneficio de la humanidad.
Es importante que entiendas que el sistema de educación

ha sido formulado como tal con el fin de satisfacer las
necesidades de una sociedad impulsada por la fuerza del ego y
del consumismo, no puede ser de otra manera cuando quienes
lo han fundamentado se desenvuelven dentro de ese entorno. Si
en tu estructura social lo más importante fuera el arte en lugar
de las posesiones materiales, por ejemplo, la educación estaría
encaminada a lograr que las personas sean capaces de sacar lo
mejor de sí a través de expresiones artísticas, pero, en la
realidad en la que vives no funciona así. Las personas valen
ante los ojos de los demás de tu especie por lo que han sido
capaces de lograr en beneficio propio, y lamentablemente, por
las cosas materiales que han llegado a acumular.
Si en verdad quieres que tu hijo viva libre de esta
presión permítele equivocarse, entrégale la libertad de decidir
lo que le gusta y lo que no. Si con eso obtiene malas
calificaciones, no lo reproches, más bien ayúdale a encontrar el
mérito de cada pequeño paso en la búsqueda de lo que anhela.
Ustedes se frustran cuando sus hijos pierden un año porque no
han entendido el extraordinario valor de la equivocación en el
verdadero proceso de aprendizaje de la vida. Lo que deberían
hacer cuando algo así ocurre es ayudarlos a descubrir las
razones ocultas dentro de cada suceso y en lugar de verlo como
un fracaso, hallar la enseñanza que la inteligencia divina está
enviando para alcanzar sus deseos.
El universo siempre se encarga de entregarle a cada ser

humano lo que necesita, si para ser un músico por ejemplo, tu
hijo no precisa de la trigonometría, ¿no crees que es absurdo
que tengas que imponerle que la aprenda?
- Entiendo, pero es casi imposible que un día decida no

enviar más a mi hijo a la escuela porque no le enseñan lo que le
va a servir en la vida. No creo que él sepa qué es lo que
realmente quiere hacer cuando sea adulto, por eso considero
necesario que se instruya en distintas áreas hasta que encuentre
lo que verdaderamente le gusta; además, imagínate como lo
marginarían si no se gradúa de la escuela o del colegio, incluso
él mismo se sentiría pésimo ante los otros niños que sí
aprenderían cosas que él nunca llegaría a conocer por no ir a la
escuela.
- Evidentemente caemos de nuevo en lo que a los ojos de

la sociedad en que vives es lo primordial. Para ustedes es más
provechoso decir que han resuelto convertirse en algo que
ocupa un puesto lo más privilegiado posible desde el punto de
vista económico, antes que admitir que han descubierto su
razón de vivir y que disfrutan con pasión lo que hacen. Es por
esto que te resulta difícil dejar que tu hijo encuentre su propio
camino, constantemente intentarás guiarlo por lo que tú crees
que es lo mejor para él, pero entiende y grábate lo que te voy a
decir en tu memoria: absolutamente nadie sabe qué es lo mejor
para una persona más que ella misma. Enséñale a escuchar a su
corazón y a actuar en favor de la humanidad si quieres que él
sea realmente feliz. Si no concibes que abandone los estudios
escolares está bien, posiblemente le dará seguridad para vivir
en el entorno social, pero dale la oportunidad de descubrir por
sí mismo aquella razón especialmente única por la que fue
procreado y por la que vive y respira en este momento. Todos
ustedes tienen una causa divina para existir, cuando la
descubren, encuentran también una fuente inagotable de
abundancia, ya que comienzan a vivir con pasión haciendo lo
que más aman y el universo apoya indiscutiblemente este
magnífico hecho.
- ¿Pero cómo lo hago?
- Una manera es guiándolo a través de preguntas para

que sea él mismo quién encuentre las respuestas. Estimúlalo a
cuestionarse la vida, a que no acepte las cosas como le dicen
que son, sino como sienta que realmente son. Incítalo a
olvidarse de la necesidad de trabajar por dinero, para que
anhele trabajar por pasión. Pregúntale por ejemplo: ¿a qué se
dedicaría si fuera dueño de una gran fuente inagotable de
riqueza?, ¿qué es lo que realmente optaría por hacer si no fuera
obligado a perseguir una remuneración a través de su trabajo?
Créeme, poco a poco irá descubriéndolo por sí mismo. ¿Alguna
vez te has cuestionado a ti mismo en qué emplearías tu energía
en este momento si no tuvieras que preocuparte por dinero?
- No, nunca lo he hecho, pero ahora, luego de todo lo que

he vivido y de cómo se ha transformado mi vida desde que te
conocí, creo que estaría haciendo exactamente lo mismo: me
apasiona el cine, el contar historias, el transmitir mensajes desde
mi corazón y encuentro un valor inexplicable al hecho de estar
aquí sentado contigo. No cambiaría por nada el estupendo
regocijo que siento en este preciso instante.
- Cuánto me alegra Daniel, estás en la senda apropiada

hacia tu realización plena como espíritu que eres, materializado
temporalmente para cumplir un fin específico a favor de la
evolución y de la creación. Eso no es fácil de lograr, menos
aún de mantener; la constancia, la decisión y la correcta
elección de acciones y prioridades deben ser estrictamente
aplicadas en cada situación de tu existencia para que vivas
eternamente la felicidad absoluta. Eso y mantenerte
inquebrantablemente fiel a lo que crees, aunque en el camino te
encuentres con miles de obstáculos disfrazados de personas que
buscarán que vivas la vida desde su percepción de “lo que es
correcto hacer”.
- ¿Pero cómo puedo saber si lo que estoy haciendo es lo

correcto?
- Simplemente escuchando a tu corazón: si la decisión

que estás a punto de tomar no acarrea paz y alivio emocional a
tu ser, es un aviso innegable de que deberías considerar otras
opciones. Tu corazón se comunica contigo a través de las
emociones, haciéndote saber si está de acuerdo o no con los
caminos que eliges a cada instante. Es muy fácil dejarse llevar
por la ira o por el miedo al momento de decidir qué hacer. Los
seres humanos ven pasar su vida entera sin poder actuar en
función de otra cosa que no sea el miedo: al fracaso, a la
soledad, el miedo a la pobreza, al rechazo, a la crítica, a la
enfermedad e inclusive el miedo a la muerte. Una vida en
función del miedo es una vida que carece de plenitud.
Solamente con reemplazar la emoción responsable de tus
acciones y decisiones por una emoción fresca como el amor, la
tranquilidad o la alegría, todas las circunstancias de tu realidad
sufrirían una significativa alteración positiva. Cuando has
aprendido a escuchar a tu corazón accedes al extraordinario
poder interno, lo que suscita un cambio radical en las
situaciones que se manifiestan ante ti. Si empiezas a vivir en
función de ese poder, la “culpa”, o responsabilidad por decirlo
mejor, deja de ser un elemento incontrolable proveniente del
entorno; entiendes que factores como la vida, las personas, el
tráfico, el clima o el tiempo no están confabulados en tu contra,
sino que eres tú mismo quien hace que esas circunstancias se
presenten como lo hacen; cuando eres consciente de tu
innegable poder interno, sabes que el universo moldea todas las
situaciones frente a ti para apoyarte en la consecución de tus
anhelos, lo cual elimina automáticamente la tensión y el estrés
dotando a tus días de un nuevo matiz; todo desencadena luego
en la obtención de resultados diferentes a los que has estado
cosechando. Permite que sea tu corazón el que entienda estas
palabras.
- Sí lo entiendo bien, eso me sucede cada vez que estoy

atrasado en llegar a la oficina por ejemplo: parecería que
mientras más tenso me pongo, más denso se volvería el tráfico y
peor aún, más gente encuentro que va lento o que se cruza en mi
camino provocando en mi rabia, enojo y ganas de insultar.
- Las emociones juegan un papel fundamental en lo que
se manifiesta en tu vida: emociones positivas traen
circunstancias perfectamente alineadas con el logro de tus
deseos y las emociones negativas indudablemente te presentan
situaciones que te alejan de tu propósito existencial. Aunque al
principio te cueste trabajo, haz lo posible por sustituir la
emoción que te domina en determinado momento si es negativa,
inventa un método para conseguirlo como por ejemplo pensar
intensamente en el suceso más feliz de tu vida, dejándote llevar
por todos los detalles que recuerdes: olores, objetos, colores,
texturas, sonidos, ambientes y las personas presentes en dicho
momento. Sumérgete en la totalidad de tus sentidos y adquiere
una emoción positiva para continuar con tus actividades, te
sorprenderás con los resultados que obtendrás. ¿Qué me dices
Daniel, tienes algún momento especialmente único que
provoque en ti un estallido de emociones positivas que pueda
ser usado para este fin?
- Lo tengo, es uno demasiado especial. Cuando mi hijo

estaba en el octavo mes de gestación, surgió una grave
complicación dentro del útero de su madre lo que ocasionó que
el médico decidiera practicar una cesárea de emergencia sin
poder garantizarnos ningún resultado positivo. Fueron horas
extremadamente intensas las que viví a la expectativa de la
operación en el pasillo afuera del quirófano. De pronto salió el
pediatra con un bulto en brazos envuelto entre mantas de
algodón y cruzó apresurado el corredor para perderse tras las
puertas de metal de la sala de neonatos. Hasta ese momento no
había escuchado ni un solo llanto del bebé por lo que, como es
natural en nosotros los humanos, imaginaba lo peor. Al cabo de
unos minutos una enfermera me llamó, ingresé de inmediato en
una sala excesivamente cálida e iluminada en comparación con
el frío y oscuro pasillo de la sala de espera. Me solicitó que me
enjuagara y desinfectara las manos, me colocó una bata blanca,
guantes de goma y un pequeño gorro color celeste, luego me
llevó lentamente en dirección a una especie de cajita que parecía
hecha de cristal. A partir de ese momento todo comenzó a
transcurrir en cámara lenta, a medida que me acercaba los
sonidos desaparecían y solamente escuchaba el eco de un bip
proveniente de alguno de los equipos encendidos en la
habitación. Fue ahí cuando lo miré por primera vez, mi corazón
buscaba aceleradamente salirse de mi pecho para abrazarlo
cuando comencé a recorrer con mi mirada cada una de las
partecitas de su delicado cuerpo. Tendido bocabajo daba la
apariencia de estar descansando luego de haber corrido la
maratón más importante de toda su vida, su pecho latía a un
ritmo desenfrenado, sus pies y manos apenas se movían y sus
grandes ojos permanecían cerrados. Desde ese preciso instante
me enamoré perdidamente de él. Si existiera alguna palabra para
describir exactamente lo que sentí la usaría, pero creo que aún
no se ha podido inventar, por ahora me congratulo con llamarlo
amor divino, es lo que ese incomparable momento aún hasta el
día de hoy, cuando me acuerdo, continúa provocando en mí.
- ¡Qué maravillosa experiencia! No creo que sea

necesario explicar por qué emociones tan intensamente
positivas como la que acabas de experimentar te arrancan
prácticamente todo lo malo envolviéndote en la gracia de la
divinidad pura. Te sugiero que cada vez que te encuentres
pasando por una inusual situación en la que tu corazón se halle
hundido en pena, tristeza, ira o miedo; acudas a esa imagen y la
vuelvas a vivir en toda su magnificencia.
Volviendo al tema de cómo guiar hoy a ese pequeño ser
a establecer una conexión con su poder interno, mi consejo es
que le orientes a escuchar a su corazón, pese a que eso
signifique que las decisiones que elija se vayan en contra de lo
que tú esperas. Aliéntalo a equivocarse, a aprender de la vida,
porque de todas formas él errará muchas veces, pero es
preferible que lo haga mientras avanza en su propio camino que
en el de las personas que lo rodean.
- Me surgió una inquietud al respecto: ¿cómo sería un

país en el que las decisiones políticas, financieras, legales y
económicas sean tomadas por líderes que escuchan a su
corazón? Se me hace tan difícil imaginármelo.
- El hecho de que te cueste tanto imaginarlo evidencia lo

complejo que es para ti mismo tomar las decisiones importantes
de tu vida guiado por tu poder interno. A lo largo de la historia
han existido innumerables personajes que actuaron siguiendo la
sabiduría de su corazón, varios de ellos sufrieron inmensamente
en su existencia material, porque fueron pocos quienes se
alinearon a sus ideales. Pero el legado que dejaron es
infinitamente perdurable, más que cualquier fortuna, lo que ha
hecho que su vida tenga un sentido universal único. Si tú
quieres también puedes ser uno de esos seres, sólo tienes que
creer que lo eres.
Ahora examinemos a profundidad tus interrogantes. Las

leyes son pensadas en la cabeza de un ser humano que busca
normar, mediante un acuerdo común, los intereses de un grupo
específico. Desde ese punto de vista podemos darnos cuenta que
en la promulgación de una ley hay un sentido inherente de
confrontación y de imponer lo que alguien cree que es lo
correcto para todos. En consecuencia es extremadamente
complicado pretender que sea el corazón de las personas en
cargos públicos el que tome las decisiones trascendentales. En
tu sociedad existen infinidad de leyes, normas, políticas y más
mecanismos que encajan, una vez más, en las herramientas de
control que han impuesto entre ustedes los seres humanos. Éstas
no corresponden al plano de lo espiritual sino al de lo físico,
por lo tanto no pueden ser concebidas desde el corazón, se
limitan a regir el comportamiento de ustedes en relación a una
sociedad estructurada bajo preceptos de conducta heredados.
Comprendes ahora que si alguien se propone cambiar esto, se
enfrentará a una serie de obstáculos ya que el ego de los
interesados entra en juego y, como ya lo sabes, no se dejará
vencer tan fácilmente. El presidente de una nación que eligiera
dirigir sus acciones basado fundamentalmente en lo que le dicta
su poder interno no permanecería por mucho tiempo en su
cargo, primero porque lo que le indicaría su corazón es que
renuncie a una función que indiscutiblemente no estaría
alineada con su propósito existencial y segundo porque más de
la mitad de la comunidad a la que gobierna no avalaría sus
decisiones, serían realmente pocos quienes consentirían una
explicación de que se ha dejado guiar por la sabiduría divina de
su poder interno para bien de la humanidad. Suena absurdo,
pero así funciona tu mundo en su parte más superficial que es la
que domina aparentemente, pero como lo hemos conversado, es
pura ilusión.
Al ser la política un mecanismo de control que

corresponde a los intereses de quienes más “poder” tienen en tu
mundo, poco o nada importa para alcanzar tus sueños. Los
anhelos que persigues no provienen del mundo físico,
recuérdalo bien, son manifestaciones de la inteligencia divina
puestas en ti para que formes parte, si lo aceptas, de la magia
de la evolución creativa del mundo. Así que no te preocupes por
quién está al mando de tu país, del tipo de política que tiene o
de las decisiones económicas que ha adoptado su gobierno,
recuerda que todo el universo está conspirando para que
cumplas tu propósito y los aspectos políticos también son parte
de dicha conspiración. Cuando lo entiendes aprecias el
beneficio y lo aprovechas, de igual forma sucede con todas las
situaciones que vives a diario. Sólo confía y déjate llevar.
- Sabes que a veces siento que vivo en un mundo

imaginado por alguien que decidió que sea así, siento que los
hombres poco o nada podemos hacer para cambiar las cosas,
porque tal vez nos hemos acostumbrado a como están, se nos ve
felices aunque en el fondo sabemos que no lo somos, pero
parece más fácil continuar de la misma manera que atrevernos a
cambiar.
- Escúchame bien, jamás permitas que ese pensamiento

permanezca en ti Daniel. Siempre puedes cambiar las cosas,
sólo tienes que decidir hacerlo, de no ser así, para nada serviría
todo lo que hemos conversado hasta aquí. Basta con que una
persona evolucione para que todo esto tenga sentido. Recuerda
también que no puedes obligar a nadie a cambiar, depende de
cada uno, permite que sea la inteligencia divina quien ponga en
tu travesía a las personas que son aptas para hacerlo.
- Está bien, así lo haré.
VII
…que sea tu corazón el que halle la respuesta y encontrarás

fácilmente el camino hacia la sanación.
Las conversaciones con el árbol se volvían cada vez más

profundas porque poco a poco iba descubriendo que necesitaba
satisfacer mis dudas existenciales, así se presentaron cada uno
de los temas que tratamos, en especial uno que ha provocado mi
interés desde que tengo memoria: la salud y la enfermedad.
Cuando yo era niño padecía terribles dolores de cabeza luego de

viajar o al dormir lejos de mi hogar. Pese a que me aplicaron
exámenes de todo tipo, nunca encontraron que algo anduviera
mal, es decir era un niño completamente normal según los
médicos, pero los dolores continuaban presentándose,
provocando un gran sufrimiento a mi mamá que no atinaba qué
hacer. Yo me preguntaba si el dolor era originado por una razón
física o si probablemente se producía por alguna idea errónea
dentro de mí. Para ser más explícito me cuestionaba si era un
dolor de naturaleza psicológica. Al cabo de unos años los
dolores simplemente desaparecieron pero las preguntas acerca
de la fuente de los males se quedaron anidadas en algún lugar de
mi cerebro.
Recientemente pasé por la terrible pérdida de un primo que
falleció de cáncer, enfermedad que se formó primero en su
pierna derecha y luego se regó por todo su cuerpo. Fue
precisamente ahí cuando aquellas preguntas emergieron del
espacio físico o en este caso neurológico donde estaban ocultas.
¿Qué es lo que hace que un joven deportista de 19 años,
aparentemente saludable y en excelente estado físico vea
terminar su vida en manos de una de las peores enfermedades,
sin posibilidades de cura?¿De dónde vienen las
enfermedades?¿Existieron como son desde siempre o han ido
empeorando con el tiempo?
- ¡Qué preguntas tan interesantes Daniel!, una vez más

te pido que te relajes, abras tu mente y prepares a tu corazón
para entender todo lo que te voy a decir:
Partamos por el principio, las enfermedades son

manifestaciones físicas del cuerpo ocasionadas por la
acumulación de energía en un punto específico por diversas
circunstancias que no permiten que ésta fluya libremente.
Dichos motivos provienen del exterior, pero como todo en el
universo, son engendrados desde el interior. Para que me
entiendas mejor te lo voy a aclarar con un ejemplo: cuando una
persona sufre de dolores de cabeza constantemente, es porque
la energía se está acumulando en ese punto por alguna
situación que ella debe estar experimentando en ese momento o
que inconscientemente está manifestando en su realidad. Esto
generalmente tiene que ver con dificultades en el pensamiento,
es decir, el cuerpo de esta persona ha desarrollado un dolor
para advertirle que su mente está creando conflictos en su vida.
Si esta persona logra descubrir qué es lo que está causando la
controversia mental y consigue apaciguarla desde el amor,
ocasionará que el flujo energético continúe su camino liberando
el dolor. Ustedes lo seres humanos son los únicos que tienen
esta magnífica capacidad de ser alertados por su cuerpo acerca
de los obstáculos que están creando en su universo, debido a
que son la única especie que crea consciente o
inconscientemente conflictos de manera permanente.
De nuevo te invito a mirar a los animales, rara vez

podrás encontrar a un ave enferma por ejemplo. Cuando algo
así sucede, corresponde más bien a un acontecimiento
relacionado con otro ser afectado por dicho suceso más que al
animal en sí. Pasa lo mismo con animales domésticos o
salvajes, los virus no han sido capaces de desarrollarse en su
entorno de la manera en que lo han hecho en el de los humanos,
menos aún han podido hacerlo en el reino vegetal.
-¿Pero qué pasa cuando una plaga cae en un cultivo?
- Primeramente no existe enfermedad en ese caso, la

plaga es una comunidad de seres vivos que utiliza el entorno
para su supervivencia de manera natural, esto es simplemente
un suceso universal que corresponde a circunstancias creadas
directa o indirectamente por los seres involucrados con dicho
suceso. Algo similar sucede con el cuerpo humano. Cuando una
persona como tu primo por ejemplo, enfermó de cáncer, lo que
verdaderamente hizo es alojar células cancerígenas con las
condiciones aptas para desarrollarse y multiplicarse sin que las
defensas del organismo estuvieran en condiciones de evitarlo.
Esto también podría ser considerado como la plaga en el
cultivo, de la misma manera se convierte en un suceso universal
creado desde la conciencia de cada uno de los seres afectados
por el acontecimiento.
Háblame un poco sobre la vida de tu primo: ¿a qué se
dedicaba?, ¿cómo era la relación con los seres más cercanos de
su entorno?
- Bueno, él era un joven muy alegre, pero que en el

fondo sufrió una especie de desprecio inconsciente de parte de
su padre. Era muy hábil para el fútbol, incluso, pocos meses
antes de caer con la enfermedad se había presentado en clubes
de la capital para dedicarse profesionalmente a la práctica de
este deporte. Su padre lo alentaba mucho en esto, quizás porque
había fracasado varias veces en otras áreas como el estudio.
Recuerdo que una vez escuché a su padre decir: “ojalá que en
esto sí sirva por que hasta ahora no le da la gana de servir para
nada”. Con su madre la relación era distinta, se llevaban muy
bien, hasta que ella salió del país a vivir y trabajar en el exterior
y lo dejó en manos de su padre. Sé que en esa época pasaron
situaciones muy graves dentro de su familia, pero exactamente
no sé cuáles fueron. Además tenía una excelente relación con
sus dos hermanos. Cuando se enteraron que tenía cáncer en la
pierna derecha, los doctores de inmediato recomendaron
amputársela, pero él no quería, aún sabiendo que le podía salvar
la vida, según los médicos. Recuerdo que cuando fui a verlo al
hospital me encontré con mi tío, es decir, su padre, quien me
dijo que no iba a decidir irse en contra de la voluntad de su hijo
porque no soportaría que toda la vida le reclamase por haber
ordenado que le quitaran la pierna. Es difícil imaginar qué
hubiera sucedido si esa operación se realizaba a tiempo, quizás
hoy mi primo se despertaría cada día reclamando a su padre por
la pérdida de su extremidad, pero por lo menos estaría vivo y
conservaría la oportunidad de realizar muchas otras actividades.
Posiblemente la vida le puso en esa situación para enseñarle
algo a él o a sus padres; o tal vez sólo fue simple casualidad.
- La casualidad no existe Daniel, recuerda que todo
hecho corresponde a un fin universal y divino. Estoy seguro que
la enfermedad de tu primo le permitió de alguna manera
sentirse querido por las personas de su entorno, en especial por
su padre.
- Sí es cierto, personalmente pude comprobar cómo mi

tío cambió con él, en varias ocasiones le dijo incluso que lo
amaba.
- ¿Te das cuenta cómo el cuerpo de tu primo acumuló

energía provocada por un resentimiento y la convirtió en un
cáncer, hasta el punto que terminó con su vida dejando una
gran lección para todos sus familiares? De hecho, la vida y la
muerte de él no habrán tenido sentido alguno si las personas
que lo amaban no descubren esa valiosa enseñanza.
- Últimamente no he hablado con mis tíos, pero sé que el

dolor de esta pérdida no les deja vivir tranquilos. Sé también que
su otro hijo, el menor está sufriendo otro tipo de enfermedad en
la piel.
- ¿Te das cuenta cómo funciona el universo? Te envía

enseñanzas a través de hechos que no los entiendes, pero que si
te detuvieras a reflexionar constantemente encontrarías la
sabiduría divina necesaria para avanzar y evolucionar. Ahora
el universo está poniendo delante de ellos una nueva enseñanza,
tal vez porque la anterior no fue aprendida y, créeme, lo seguirá
haciendo hasta que la lección sea correctamente asimilada.
¿Comprendes ahora por qué enferma la gente?
- Sí, en este caso me doy cuenta, pero, ¿qué pasa con

otras enfermedades como el SIDA, que es un virus que se
transmite únicamente por el contacto con personas infectadas?
- Mi querido Daniel, todas las enfermedades sin

excepción son generadas desde el interior. Ésta es una verdad
absoluta de la vida, anhelo que tengas toda la apertura de
mente y corazón para acogerla. Así como nada es casualidad y,
como lo hemos visto, cada cosa que nos sucede se convierte en
una circunstancia más que conforma nuestra existencia, el
SIDA es también una de estas circunstancias que se manifiesta
en ciertas personas que de alguna manera necesitan
desarrollarla en su cuerpo con fines divinos. No te asombres al
escuchar esto, más bien permite que sea tu corazón el que lo
entienda. Cuando comprendes que el mal no existe y que la
enfermedad es el motor que propicia un cambio entre las
personas a las que involucra, logras experimentar la magia de
la vida en toda su extensión. Una persona enferma para
aprender, para advertir para cambiar y para afectar su entorno.
De esta forma, la persona puede sanar, si logra asimilar la
verdadera razón de su enfermedad, o morir y librarse para
siempre de las limitaciones de la vida física volviendo a la
conciencia divina para cumplir un nuevo propósito existencial.
- ¿Me estás queriendo decir que el SIDA se puede curar?
- ¿Recuerdas que te hablé de tu capacidad innata como

dios manifestado para hacer que ocurran milagros?
- Sí, me acuerdo
- Bueno, entonces piensa que el SIDA como cualquier

enfermedad se puede eliminar permitiendo que la energía fluya
y tome un nuevo rumbo o vuelva al anterior si es necesario.
Pero también tienes que tener en cuenta que enfermedades
como el SIDA o el cáncer, se presentan en momentos en que el
cambio que se requiere en la vida de las personas afectadas es
extremo, razón por la cual se vuelven casi definitorias, o como
ustedes las llaman: “incurables”. Si una persona que ha
enfermado de cáncer logra asimilar el “para qué” de la
aparición de su enfermedad, y propicia la alineación completa
de las personas de su entorno con su confianza de sanación, ten
la seguridad de que el “milagro” se presentará. Pero a lo largo
de los años he visto cómo lo más difícil no es curar a una
persona, sino convencerle de que eso es lo que quiere. Ustedes
los seres humanos son muy extraños con el tema de las
enfermedades, a veces parecería que disfrutan del sufrimiento
sin darse cuenta o que los alimenta de una manera extraña.
- Si todas las enfermedades se generan desde el interior,

¿qué papel cumple la medicina en todo esto?, ¿de qué forma
ayuda o bloquea la sanación?
- La medicina se ha desarrollado notablemente durante

los últimos siglos. Con la investigación y el avance de la ciencia
se han descubierto “remedios” para la mayor cantidad de
enfermedades existentes, pero como te habrás dado cuenta,
mientras más evoluciona la ciencia médica, también se
desarrollan los virus y nuevas enfermedades aparecen. El
universo sigue su curso, mientras los seres humanos continúen
empeñados en encontrar por fuera las soluciones a los
conflictos que crean desde el interior, más enfermedades
surgirán hasta que aprendan la lección.
- Ah, como sucede con mi tío y mi otro primo ahora.
- Exactamente, la lección debe ser aprendida para que la

evolución tenga su lugar, pero si persisten en el mismo camino,
tendrán que vivir bajo el dominio de la enfermedad por siempre.
Por otro lado, la medicina no ataca las causas de las
enfermedades, simplemente combate los síntomas que éstas
presentan, ocultándolos hasta que la mayoría se convierten en
asuntos más graves o “enfermedades incurables”. Cuando una
persona tiene un conflicto de pensamiento, desarrolla un dolor
de cabeza que le advierte que algo no anda bien. Lo normal es
que busque una pastilla que elimine el dolor en minutos, pero la
causa original queda ahí y la energía permanecerá acumulada
para manifestarse de nuevo hasta que la persona sea capaz de
identificar, asimilar y corregir sus conflictos mentales.
- ¿Pero qué pasa en los niños, por qué hay bebés que
sufren de cáncer por ejemplo?
- Una vez más volvemos la mirada a un suceso que es

parte de un todo existencial. Cuando un niño manifiesta un
cáncer, generalmente es porque absorbe o asimila los conflictos
de las personas con las que más apego emocional tiene.
Seguramente la enfermedad de un hijo recién nacido acarrea
una gran cantidad de cambios en las vidas de sus padres,
afectando incluso a todos sus familiares, más aún si la vida de
un bebé se termina abruptamente. El universo funciona de igual
manera en todos sus niveles, es igual una gripe que un cáncer
desde el punto de vista del todo, ambos han aparecido para
advertir, modificar y enseñar; es lo mismo si se trata de un
joven, de un anciano o de un bebé, todos cumplen una misión y
todos responden a circunstancias pertenecientes a un fin
universal.
Mi consejo para que enfrentes una enfermedad, sea tuya

o de alguien de tu entorno, es que te preguntes: “¿para qué?”,
deja que sea tu corazón el que halle la respuesta y encontrarás
fácilmente el camino hacia la sanación. Cuando lo hagas te
darás cuenta de que la sabiduría divina te ilumina y se
manifiesta ante ti a través de pensamientos, imágenes o
sensaciones. Procura hacer una profunda conexión con la
enfermedad en un lugar solitario y silencioso, luego agradécele
por haber aparecido y por traer un cambio positivo en tu vida;
pregúntale: ¿qué es lo que te vino a enseñar?, ¿qué es lo tienes
que aprender de esta experiencia? y calla, permite que el
universo te muestre el camino y escucha, pero hazlo con el
corazón. Ahora que conoces el origen de la enfermedad
experimenta el amor en tu vida para no dar cabida a su
aparición.
- Gracias amigo por el consejo, no puedo creer todo lo

que uno ignora. Ahora entiendo aquella frase que dice: “sólo sé
que nada sé“, mientras más me enseñas, más me doy cuenta de
lo poco que conozco.
- Eso es bueno porque así permites que nuevas

enseñanzas aparezcan y las asimilas de mejor manera. No en
vano existe un proverbio oriental que dice que no se puede
aumentar té en una taza llena, primero debes vaciar la taza,
luego podrás agregar más té. Si limpias tu mente, la abres y
liberas a tu corazón podrás beneficiarte de la maravillosa
fuente inagotable de enseñanza divina que constituye la vida.
- Me dices que cuando una persona sufre de dolores de

cabeza, es porque tiene conflictos en su mente, entonces,
¿cuando una persona enferma de SIDA es porque tiene
conflictos en su sexo?
- El SIDA es una propagación viral que ataca al sistema

inmunológico del ser humano, éste es el que origina las
defensas del organismo contra cualquier enfermedad. Desde
esta perspectiva, podríamos decir que el SIDA se manifiesta en
personas que han perdido toda capacidad de enfrentar los
“males” del mundo y dependiendo de la manera como
contraigan la enfermedad estaríamos en capacidad de
determinar la causas específicas, sea desde la culpa sexual o
desde el apego a las drogas por citar dos casos. Sin embargo,
en cada persona las razones son únicas, la conexión directa y
profunda con la enfermedad es un paso indispensable para
encontrar curación.
Es crucial que me cuestiones acerca de este tema,

porque así te puedo explicar también sobre la extraña relación
entre los humanos y el sexo. Desde que ustedes están en la
maravillosa etapa de descubrimiento del cuerpo, son
inevitablemente inducidos a negar una de las creaciones divinas
más importantes, mediante la cual poseen, entre otras cosas, el
don de procrear. Lo hacen porque les han hecho creer que el
sexo es malo. Por enésima ocasión nos encontramos ante otro
mecanismo que busca generar un sentimiento de culpa en los
seres humanos con el fin de mantenerlos bajo control. Al crear
esta negación hacia su sexualidad les arrebatan la capacidad
de vivirla a plenitud, convirtiéndose en un vil
desencadenamiento de dificultades, enfermedades, mentiras,
culpa, abuso y otras situaciones que no les permiten
evolucionar. Jamás debes sentirte culpable o considerar
pecaminoso aquello que te hace sentir placer, al contrario
aprende a vivirlo a plenitud, obviamente sin afectar a los otros
seres con los que coexistes, respetando el derecho divino a la
voluntad de cada uno.
El SIDA no es causado por la promiscuidad sexual, sino
por la degeneración en la concepción de la sexualidad y de las
relaciones con los otros seres. Estoy seguro que conoces a
muchas personas que viven su sexualidad de una manera
desenfrenada pero que se encuentran completamente sanos.
Esto sucede porque no han originado un sentimiento de culpa ni
de escape a través de sus prácticas sexuales, sino que
simplemente lo disfrutan desde su percepción sensorial. Ahora
bien, cuando este tipo de gozo físico afecta otras áreas o
relaciones en la vida de quien lo experimenta es cuando
comienzan a desarrollarse enfermedades, debido únicamente a
los conflictos que esto acarrea. ¿Me estás entendiendo bien
Daniel?
- Eso creo, ¿te refieres a un matrimonio?
- Puede ser, pero en realidad me refiero a fuertes

uniones bajo lazos sentimentales profundos, sea que estén o no,
ligados a un ritual religioso. Si dos personas deciden compartir
una vida y una de ellas empieza a fallar engañando, mintiendo u
ocultando sus acciones debido a la búsqueda de su
individualidad sexual, es cuando nacen conflictos. Muy
diferente sería experimentar el sexo libre bajo el consentimiento
de la otra persona, la culpa en ese caso desaparecería. Se
requiere de una apertura mental bastante amplia dentro de tu
sociedad para aceptar tal situación, sin embargo existe.
Toda acción responde a un motivante. Si el motivante

para alguien que busca el placer a través del sexo es vivirlo a
plenitud, su vida estará satisfecha en ese sentido, pero si en
cambio, lo que le motiva es huir por medio del engaño a su
pareja, el gozo real inmediatamente se aleja. Es preferible en
tal circunstancia decidir permanecer solo, disfrutando de la
divinidad sexual, aunque también, la falta de pertenencia podría
crear a largo plazo otro tipo de conflictos internos en este ser.
Es por esto que las relaciones humanas no son fácilmente
entendidas entre ustedes.
¿Qué pasa en la naturaleza en este sentido? Existen

especies de animales que una vez que eligen una pareja para
procrear no lo hacen nunca más con otra, su vida es perfecta de
esta manera. Pero también existen especies que disfrutan del
sexo como lo que es, la forma de permanecer en constante
evolución a través del placer, durante su existencia tienen
varias parejas, pero todas lo saben, es parte de su lugar dentro
del ciclo de la vida. Dentro de estas relaciones sería ilógico
pensar en el surgimiento de celos, de mentiras o engaños,
emociones y situaciones propias de tu especie. Por eso los
animales no pueden contraer enfermedades venéreas.
Estás muy callado hoy Daniel.
- Es que cuando te escucho, todo mi mundo se pone de

cabeza, aún me resulta difícil entender las cosas como tú me las
presentas, pero cuando todo cuadra dentro de lo que he vivido
me doy cuenta de que siempre me has estado hablando a través
de mis propias experiencias y es ahí cuando surge una especie
de malestar. Nunca escuché, tal vez hoy mi vida sería muy
diferente si me hubiera sentado a hacerlo.
- Definitivamente sería diferente, pero ¿cómo pretendes

hacer algo que no aprendiste? Ahora que lo sabes es el
momento de comenzar a vivirlo y disfrutarlo. Tranquilo, que sea
tu corazón el que actúe y tu mente la que asimile. Es un proceso
mágico y trascendental en el que estás inmerso ahora, el cual
fue puesto frente a ti solamente porque tú lo decidiste así.
Vívelo.
En ese momento la profundidad del diálogo se vio interrumpida
por la vibración de mi teléfono celular. Antes de revisar de
dónde provenía la llamada, me detuve por un breve instante a
reflexionar: ¿en qué momento nos volvimos esclavos de un
aparato que, disfrazado de “necesidad”, irrumpe en nuestras
experiencias más íntimas manteniéndonos conectados al mundo
material de una manera asfixiantemente obligada? Una vez más
la insistente vibración me sacó de la leve meditación, era mi
novia la que llamaba, posiblemente una de las pocas personas a
las que en ese momento hubiera contestado, siempre estaba
pendiente de mí en especial desde que la situación se vino abajo.
Ahora que lo pienso, esa es una bendición más del fracaso de mi
proyecto, estoy casi seguro de que si el negocio hubiera
funcionado y me volvía rico de la noche a la mañana, jamás
hubiera llegado a conocerla tan a fondo, nos habríamos limitado
a construir una vida de ilusión material deslumbrante ante los
ojos de todos los que nos rodean, pero ventajosamente no fue
así. Hoy la conozco casi tanto como ella a mí, he sentido su
esencia, he escuchado sus pensamientos más íntimos, he podido
también detenerme a mirar el mágico palpitar de su gran
corazón. Gracias doy a la vida por ello.
A la tercera vibración contesté. Me quedé estático mientras

escuchaba su desconsolado llanto al otro lado del manipulador
aparato. No encontré las palabras adecuadas para lograr
tranquilizar su pena, pero sabía que aunque las tuviera de nada
servirían. Su abuelita había enfermado gravemente y estaba
siendo trasladada al hospital para ser atendida de emergencia por
una fuerte infección pulmonar.
Yo me sentía totalmente impotente, por un lado creía saber el

por qué de la enfermedad, justamente había estado conversando
con mi árbol al respecto los últimos días, también sabía que si la
muerte llegaba correspondía a circunstancias universales divinas
de las que teníamos que alegrarnos, pero por otro lado, sabía que
poco le importaría mientras aquella mujer, que durante toda su
vida había tejido un lazo de amor tan grande con todas las
personas que la trataron, había entrado en sus últimos instantes
de vida.
A mi mente llegaban súbitamente imágenes de lo poco que la

conocí. Era una persona que exhalaba dulzura e inhalaba el
cariño de todos sus familiares y amigos cada vez que el oxígeno
cumplía sus funciones vitales circulando por sus pulmones. Su
relación de pareja era sanamente envidiable, confieso que nunca
en mi vida había conocido a dos personas que durante tantos
años mantuvieran encendida esa chispa de amor, ilusión y
detalles que da forma a una relación duradera. La preocupación
de uno por el otro a tan avanzada edad arrancaba admiración y
suspiros de cada ser que llegaba a conocerlos. Pero hoy aquello
que parecía eterno, nos enseñaba que la vida material no es para
siempre. La enfermedad junto con la amenaza de muerte se
habían hecho presentes para dividir a esta ejemplar pareja en
dolorosos recuerdos rotos y una esquiva esperanza de alivio.
La abuelita de mi novia pasó un mes entero en el hospital

entrando y saliendo del riesgo de morir mientras sus hijos que
vivían en el exterior, sus amigos, sus hermanos, todos sus
familiares y por supuesto la mujer que amo, lloraban su ausencia
anticipada. Al mes, murió.
Todos quienes la vieron sufrir en una lucha que a ratos parecería

que iba a ganar, hoy lamentan su partida, pero en el fondo de sus
corazones existe una inexplicable sensación de paz y
tranquilidad al saber que por fin se liberó de los angustiantes
males físicos de un cuerpo que no quería seguir transpirando
más y de un corazón que no podía continuar latiendo.
La tristeza por su partida hoy se ha transformado en una

preocupación permanente por la vida de quien se quedó con la
mitad de su corazón sin poder hacer nada para alejarse de la
resignación, su esposo.
Pese a que durante el transcurso de mi vida he perdido a

personas muy importantes para mí como mi papá, dos primos
jóvenes, dos abuelitos y una abuelita; ésta es la primera vez que
vivo tan de cerca la separación obligada de almas que latían
juntas, desde que he comprendido de manera diferente el
significado de la muerte.
El poder comprenderlo me ha brindado la oportunidad de ver las

cosas con detenimiento. Durante el funeral, fui testigo de cada
lágrima derramada, de cada abrazo de apoyo, de cada visita, de
cada momento de profunda tristeza. Todo esto me ha ayudado a
entender que lo más importante no es lo que la muerte en sí
significa, ni lo que podría venir después que hemos abandonado
el aliento del mundo, sino más bien lo que representa la magia
de seguir viviendo y la importancia de dar valor a cada partida
de un ser querido. El que una persona haya dejado de existir en
el mundo físico nos deja un legado de historias que contar,
además de un cambio radical que debemos aceptar para poder
evolucionar. Sino su partida simplemente no habría tenido
ningún sentido.
Al día siguiente del entierro, fui a contarle al árbol todo lo que

viví con esta experiencia. Quizás no para encontrar respuestas,
que de alguna manera habían aparecido por sí solas, sino para
compartir con alguien lo que mi corazón estaba dictándome en
cada bombeo.
- Ayer enterramos a la abuelita de Valeria - le dije

mientras me acomodaba en la vieja banca - no sabes lo difícil
que se me hizo separarme del sentimiento para dar cabida a la
razón de su partida.
- Sí lo sé, conozco de sobra lo que ustedes los seres

humanos sienten cuando pierden a alguien. Es totalmente
normal que la tristeza inunde sus corazones si no han aprendido
a entender el lenguaje del universo. El más afectado es el “ego
familiar”, ese que dice que cada ser nos pertenece, él no acepta
perder a nadie, aún cuando signifique que la persona que se ha
ido no sufre más, él insiste en que se le ha arrebatado algo.
Estas personas que hoy sufren, en el fondo querían que todo
termine de la mejor forma posible, y ahora que todo ha
terminado de la manera como pidieron que fuera, sufren. Pero
pronto sanarán sus sentimientos y comenzarán a vivir del
recuerdo, de las cosas que poco a poco fueron acumulando en
la memoria y que hoy les sirven de consuelo. Posiblemente para
algunos, la presencia ausente de esta noble mujer se convierta
en una fuerza renovadora para enfrentar situaciones que
vendrán, para otros quizás, será algo imposible de superar,
siempre depende de cada uno. Lo que obtendrán a partir de esto
estará estrechamente ligado a su actitud frente a esta bendita
circunstancia existencial.
La muerte es parte del equilibrio de la vida. Todos los

seres mueren un poco cada segundo, las células que hay en tu
cuerpo mueren continuamente para dar paso a las nuevas
células. Aquella persona que ves en el espejo habrá muerto el
día de mañana para que la nueva persona pueda estar presente.
Esto es fácilmente entendible si te remites a tu infancia: el niño
que se llamaba Daniel, que jugaba con muñecos, ya no existe,
tuvo que morir para dar paso al joven que se divertía con sus
amigos y se quedaba haciendo deporte en el colegio, luego él
también murió para que el adulto al que todos llaman Daniel,
comience a vivir sus propias experiencias. Hoy no me quedan
dudas que todos los otros han muerto para que tú puedas estar
sentado frente a mí aprendiendo de la vida.
La muerte física es una bendición para el mundo de lo

no material, sin ella no existiría evolución, sino caos y
estancamiento. Aprende a separarte de los sentimientos ligados
a esa necesidad de controlar incluso el destino de quienes te
rodean y podrás encontrar una tranquilidad existencial plena.
- ¿Te puedo hacer una pregunta? Bueno, sí para eso

estamos aquí verdad. ¿Qué hay después de la muerte?
- ¿Quieres saber dónde está la abuelita de Valeria en

este momento?
- Sí
- Ella existe en la memoria de quienes la conocieron. Su

cuerpo físico ha pasado a formar parte del ciclo de la vida,
transformándose mediante un proceso de descomposición en el
que microorganismos pertenecientes al ciclo se benefician. Su
alma, es decir, la esencia de su ser espiritual ha vuelto a la
fuente divina. Una vez ahí, cumple una nueva misión como parte
del todo que dará paso a millones de circunstancias
existenciales, a través de nuevas manifestaciones materiales o
del complejo pero sencillo orden universal.
Olvida la idea de que ella, tal como era, con su color de
ojos, su aroma, la forma de sus manos o el tamaño de su cabello
volverá a existir físicamente. Peor aún en el campo de lo
espectral. La energía que daba vida a su cuerpo sigue siendo
parte del todo y así permanecerá por siempre. Todas sus
características físicas como memoria, sentimientos, sensaciones
y pensamientos no existen más que en el recuerdo de quienes
fueron modificados directa o indirectamente por ellos. Es de ahí
donde en ocasiones brotan para crear nuevas ilusiones, me
refiero a lo que se conoce como apariciones fantasmagóricas de
los seres que se han ido, nacen y mueren en la mente de quienes
creen presenciarlas.
- ¿Con esto me quieres decir que los fantasmas no

existen?
- Los fantasmas al igual que los mitos existen en la

imaginación y en los pensamientos de quienes creen en ellos. Lo
mismo pasa con los ángeles, simplemente es energía creada por
seres materializados (o seres humanos) para sentirse y vivir
protegidos. No existen dentro del campo de lo material, sólo a
nivel del pensamiento humano. ¿O has visto alguna vez un gato
con ángel de la guarda? Esa protección que ustedes los seres
humanos encuentran en los ángeles nace de su corazón, es una
protección real, pero no viene de afuera como ustedes prefieren
creer, sino desde lo más profundo de su ser. Se vuelve real
porque ustedes creen que es real aunque nunca en su vida la
podrán conocer, pero la sienten y la experimentan en
situaciones físicas palpables. Espero no haberte confundido
demasiado con esto.
- Me encanta que me confundas, encuentro fascinante el

descubrimiento de la verdad respecto a todos los temas que
nunca me han terminado de convencer por completo. Claro que
no puedes pedir milagros, antes de asimilarlos tengo que
masticarlos y masticarlos, después he visto como mi mente poco
a poco va tomándolos como la única verdad, lo cual me
satisface.
A ver si entendí. Si yo creo que tengo un ángel de la

guarda que me protege, no es que exista un ser con alas y bata
que me esté cuidando las 24 horas del día, sino que he
acumulado una energía basada en mi creencia que aleja de mí el
peligro.
- Exacto. Muy pronto podrás ser tú quien hablé de la

verdad del universo y no yo.
- Ja ja. Seguro que así será.
Ese día me fui temprano. Quería estar con mi novia apoyándola

en su dolor con la certeza de que pronto pasaría. Además con la
expectativa de los cambios que este hecho seguramente traería
en los próximos días.
VIII
El universo no admite condiciones, apoya decisiones.
Aún estaba oscuro cuando me desperté exaltado por un extraño

sueño que no me permitió concluir mi descanso nocturno.
Soñaba que me sostenía a flote en un tronco empujado
ferozmente por la corriente de un caudaloso río. Veía que ambas
orillas estaban lejanas mientras me tragaba desesperado agua
dulce y fría e intentaba sujetarme con todas mis fuerzas a la
única esperanza que tenía de sobrevivir. Algo muy raro sucedía
a lo largo del ajetreado trayecto: en una de las orillas los árboles
eran de color fucsia y tenían el tronco por encima de las ramas,
en cambio en la otra, se podía ver únicamente árboles marchitos.
El río era cada vez más rápido y la sensación de peligro más
grande. Mi corazón se aceleraba seguramente en ambos mundos
(tanto en el de los sueños como en el de los sentidos). Un
momento todo quedó en silencio, el río no emitía sonido alguno
y el viento dejó de mover las hojas de los árboles, de repente
estaba cayendo en una especie de cascada infinita y justo antes
de descubrir si llegaba al final me desperté con el mismo
impulso de la fuerza de la gravedad. Parecía que sentado en mi
cama aún esperaba el golpe contra las rocas del fondo del río.
Poco a poco me fui incorporando, a la vez que echaba un vistazo
a los objetos de mi habitación. De pie junto a la esquina estaba
el largo espejo de metal cromado en el que todas las mañanas
disfrazo a un extraño ser idéntico a mí. Recorrí con mi mirada el
armario y pude ver entreabierto el segundo cajón contando
desde arriba, dejando escapar la manga de una camiseta negra
que parecería que quería escapar del encierro. Sobre los cajones
en un espacio abierto reposaba mi cámara fotográfica, algunos
cuadernos y mis lociones personales. Avancé lentamente hacia
el velador y gracias a la luz de la luna, que ingresaba por la
claraboya en el techo, pude divisar una foto en la que mi novia
besa mi mejilla derecha, junto a ésta un libro color blanco que
había olvidado devolver, me dije a mí mismo que ese día lo
entregaría a su dueña que algunas veces me lo había solicitado.
Respiré profundamente un par de veces antes de volverme a
recostar, esta vez mucho más tranquilo y relajado al haber
entendido que aquello que parecía tan real no había pasado de
ser un simple sueño.
Durante el transcurso de la mañana me acompañaba una extraña

sensación, que inmediatamente atribuí al insólito sueño que
había estado en mi mente horas antes. Era una mezcla de
tranquilidad con ansiedad, como si hubiera algo dentro de mi
relajado día que tenía que hacer sin saber qué era. Obviamente
me dije a mí mismo (porque así somos los seres humanos) - Ya
se me ha de pasar - Y la ignoré. Ahora pienso en lo diferente que
serían nuestras vidas si hiciéramos caso de las señales del
universo, pero como creemos que todo lo sabemos, no damos
oportunidad a que la vida nos sorprenda con lo que tiene para
ofrecernos. Peor aún cuando ni siquiera dejamos un pequeño
espacio a la manifestación de dichas señales que desaparecen
con la misma velocidad con que encendemos el televisor apenas
llegamos a nuestra casa para, según nosotros, mantenernos al
tanto de lo que sucede en el mundo. Hoy sé también lo poco
importante que esto resulta y lo dañino que puede llegar a ser
porque la mente da forma a sus pensamientos basada en las
imágenes que recibe a diario.
Sumergido en este profundo análisis, que por cierto, era algo

nuevo en mí, llegué a mi oasis personal. Ahí donde las
inclemencias del tiempo, tal como sucede en el desierto, eran
olvidadas por completo y se podía disfrutar de un incomparable
alivio existencial.
- Tengo una pregunta para ti Daniel.
Esto sí que era para sorprenderse, desde que me levanté sentí

que ese día iba a ser diferente, pero no me imaginé que los
papeles con el árbol iban a cambiar y que sería yo quien
comenzaría a ser bombardeado con preguntas e inquietudes por
resolver.
- Dime en qué te puedo ayudar - le dije con aire de burla.
- ¿Para qué estás aquí?
Me pareció extremadamente raro que el árbol me hiciera esa

pregunta cuando sabía perfectamente mi razón de estar ahí.
Acaso sería que sucedió algo que lo puso de mal humor y
pretendía desquitarse conmigo, o tal vez se cansó de tener que
responder tantas preguntas tontas con las que yo llegaba cada
día, o posiblemente le hice o le dije algo sin darme cuenta que
hirió su susceptibilidad. Pero ¡qué absurdo! Desde que me
planteó la inquietud estuve dotándole de cualidades y emociones
humanas a un árbol, motivado por alguna clase de creencia
escondida en mí con sentimiento de culpa incluido.
- Tú sabes para qué estoy aquí, para encontrar soluciones
y respuestas
- ¿Estás seguro?
- Aparentemente sí.
- ¿Y para qué estoy yo aquí?
Ahora sí realmente me sentía confundido, comencé a imaginar

que el árbol estaba con algún tipo de crisis existencial y me reí.
- No sé, ¿para contestar mis preguntas?
- Una última pregunta: ¿para qué está este pasto aquí?
Por fin medité por un segundo y descubrí la profundidad en sus

cuestionamientos, sin atinar a encontrar aún las respuestas
correctas.
- Supongo que para dar vida a este parque - contesté.
- En esencia las respuestas que me diste están bien

porque responden a tu necesidad de relación con cada
elemento, pero si le preguntaría lo mismo a uno de los hombres
que está cruzando la calle, quizás me diría que mi razón de
existir es para adornar el parque, que el pasto está para alojar
insectos y que tú estás aquí para descansar. Esa es su relación
con los mismos elementos. Cada elemento de la naturaleza
existe en función de tu relación con ellos.
¿Alcanzas a divisar el espacio verde junto a los edificios

más altos?
- Por supuesto, es el “Parque La Carolina”
- ¿Podrías identificar con exactitud a cada uno de los

árboles que ahí se hallan erguidos?
- Definitivamente no, tal vez a unos pocos, ya que

algunas veces he ido ahí con mi hijo y ha trepado a más de un
par.
- Entonces ¿los demás árboles existen realmente?
- Claro que existen, ese parque tiene miles de árboles

plantados.
- ¿Cómo lo sabes si no los has visto nunca?
- Porque sé que están ahí, cuando he pasado cerca he

visto su aglomeración.
- Entonces si has visto a más de un par.
- Supongo que sí.
- ¿Crees que hay algún árbol dentro de ese parque al

que no hayas visto nunca, por lo tanto no tengas ningún tipo de
relación?
- Debe haber varios, pero aunque no los he visto, sé que

actúan como pulmones de la ciudad purificando el aire durante
el día, así que de todas maneras sí existe algún tipo de relación.
- ¿Qué me dices de los árboles que están en otra ciudad,

tienes algún tipo de relación con ellos?
- Me imagino que sí, de la misma manera que tengo
relación con éstos ya que el aire que respiramos es el mismo en
todo el mundo.
- Ahora háblame del césped del lugar. ¿Crees que tienes

relación con ese elemento?
- Bueno, yo diría que una relación directa existe

únicamente cuando estoy en contacto físico o cuando al pasar
llama mi atención visual, pero imagino que también hay una
relación indirecta porque el césped permite la presencia de los
árboles y de otros seres tanto animales como humanos con los
que en determinado momento debo haber tenido o tendré algún
tipo de contacto.
- Muy bien Daniel, ¿qué me dices del agua, crees que

tienes relación con la lluvia que cae sobre aquel parque?
- Me imagino que sí, pero ¿a qué viene todo esto?
- Daniel, los elementos de la naturaleza existen

únicamente en función de la relación que mantienes con ellos.
Cuando hay correspondencia sea directa o indirecta con
cualquier elemento éste capta tu atención haciendo que la
energía se convierta en materia. Éste es un concepto bastante
complejo, por lo cual recurrí a un proceso de razonamiento en
el que tú mismo puedas sacar las conclusiones que te ayuden a
asimilarlo.
- No entiendo, ¿dices que las cosas existen sólo si poseen

mi atención?
- Así es, absolutamente todo en la naturaleza justifica su
razón de existir en función de tu relación con ello. Es por eso
que los árboles, el agua, el aire, las montañas, los animales
tienen una razón dentro del ciclo inteligente de la vida,
solamente comienzan a ser desde el momento en que directa o
indirectamente se han llevado tu atención.
Por otro lado, tú mismo existes en función de la relación

que mantienes con cada uno de ellos, si no te relacionarías con
ningún elemento simplemente no existirías. La presencia de
cada cosa y de cada ser en el universo cumple un objetivo, que
como ya lo sabes, corresponde a los fines divinos de la
evolución. Su presencia se fundamenta principalmente en el
amor, recuerda que te había comentado acerca de que el amor
es la fuerza que permite que cada cosa tenga su lugar y su
espacio en el universo, es el amor el que da forma a la
materialización de cada elemento y dentro del amor le
corresponde un fin divino de existencia, es responsabilidad de
cada ser cumplir con dicho fin. Yo por ejemplo, de aquí no me
moveré porque soy el amor manifestado en una forma única, es
mi fin divino: dar vida a través de la purificación del aire,
mientras sirvo de refugio a las aves e insectos que a su vez
cumplen su propio propósito, y de vez en cuando ayudar a uno
que otro ser humano que viene en mi búsqueda, sea mediante la
sombra que proyecto o con conversaciones profundas acerca de
la existencia. Así como yo tengo un fin divino, tú también lo
tienes. Mi pregunta es ¿lo has descubierto?
- Ni siquiera sabía que tenía un fin divino, es decir,

siempre me he puesto a pensar que debe haber una razón para la
que todos estemos aquí, pero nunca había interiorizado la
pregunta para encontrar mis propias respuestas. Ahora que estoy
dedicado a hacer lo que me apasiona, creo que he encontrado de
alguna manera mi razón de existir, pero supongo también que si
no se alinea con la relación de dar y recibir, no pasará de ser un
simple pasatiempo.
- No es exactamente así Daniel. Cuando descubres esa

magnífica habilidad innata de crear algo de una manera que
sólo tú serías capaz de lograr y disfrutas plenamente en la
realización de dicha actividad a tal punto que el tiempo pasa sin
que te percates de su dominante marcha, entonces has
descubierto tu razón de existir. Mi recomendación es que te
entregues por completo a cumplir con tu propósito existencial
dedicado a lo que te apasiona porque te alimentará el alma de
tal manera que lograrás sacar lo mejor de ti en beneficio de
toda la humanidad. Olvídate de las excusas circunstanciales:
“No tengo dinero”, “no soy hábil”, “no puedo”, “tengo que
trabajar”, “no sé si sirva para eso”, “”de qué voy a vivir”, y
otras miles de falsas razones que no te permiten comenzar.
Todos los pretextos se traducen única y exclusivamente en
miedo. Tienes miedo de tratar por temor a fracasar, pero no te
parece que el solo hecho de atreverse a intentarlo es una
hazaña en sí digna de ser reconocida e imitada y es una
demostración del inmenso valor que habita dentro de tu ser.
Créeme, cuando anhelas algo con el corazón y estás decidido a
darlo todo por conseguirlo el universo entero te apoyará en los
detalles. Tú sólo dedícate a cumplirlo, no dudes, el que duda
vive de ilusiones y sueños que nunca llega a realizar, al estar en
su lecho de muerte se arrepiente de no haber tenido el valor
cuando tuvo la fuerza y la oportunidad de perseguirlo. No
permitas que sea tarde, si estás esperando a que las condiciones
sean las apropiadas, nunca sucederá porque no funciona así,
grábate esto en tu mente: el universo no admite condiciones,
apoya decisiones. Si en tu mente y en tu corazón sientes la
carencia de algo que te de la pauta para emprender, el universo
apoyará esa idea y te mantendrá con la misma carencia por
siempre. Tal vez consigas el dinero, pero te faltarán las ideas, o
quizás las tengas y también los recursos necesarios, pero te
faltarán las oportunidades. En cambio si decides firmemente
realizarlo y dentro de tu corazón sabes que nada te puede hacer
desistir, el universo te aplaude y te suelta toda su generosidad y
abundancia para ser el paracaídas que te lleve seguro al punto
que fijaste antes de saltar.
- Sí pero no es fácil.
- No es fácil porque tú no quieres que así sea.
- Mira, ahora que estoy en el camino de hacer cine, que

según yo es lo que más me ha apasionado siempre, aún sigo
encontrando obstáculos que no me permiten dedicarme por
completo a eso. Las deudas aún están presentes, aunque debo
confesar que ha disminuido notablemente la presión que antes
tenía, pero aún así, hay proveedores que todavía me llaman para
saber hasta cuando me van a tener que esperar.
- Daniel, la perseverancia es la única arma con la que

cuentas, podrías desistir y dedicarte a otras actividades que te
signifiquen ingresos inmediatos, pero necesitarás trabajar toda
la vida para poder cumplir con todo lo que tienes pendiente. En
cambio si te mantienes fiel a tu propósito y dejas que sea el
universo quien se encargue de los detalles, comenzarás a
presenciar verdaderos milagros en tu vida y en la de los seres
que te rodean. Pasarán cosas que te asombrarán al extremo, a
las cuales no podrás aplicar explicación racional, pero
sucederá únicamente cuando hayas decidido entregarte por
completo a tu profunda razón de existir. Es muy importante que
definas con precisión cuál es dicha razón, es posible que la
actividad que te apasiona realizar sea el medio por el cual
cumples con tu propósito existencial, así que debes estar muy
atento a las señales de la vida.
- Bueno, supongo que no tengo nada que perder.
- Al contrario, tienes mucho que ganar, simplemente

recíbelo. Abre tu corazón, tus manos y todo tu ser a esa
abundancia infinita que te está pidiendo a gritos ser escuchada.
Basta de perder tu energía en situaciones y actividades que no
le agregan valor a tu vida, olvídate de todo lo que te desvíe de
tu propósito y comprobarás maravillado cómo se cumple antes
de lo que te imaginas.
- ¿Estás hablando acerca de las diversiones vanas y los

pasatiempos?
- Me refiero a las distracciones que según los de tu

especie les permiten deshacerse del estrés como: la televisión,
los videojuegos, el alcohol, las vacaciones, la diversión, etc.
Todo eso está bien siempre y cuando no sea utilizado como una
salida de escape a la realidad que no te permite ser
verdaderamente feliz. Una vez que has encontrado tu razón de
existir y eres capaz de respirar en ella, se manifestarán
actividades de gozo que te brindarán cada vez más momentos de
alegría con las personas que más compartes, te recomiendo que
las disfrutes al máximo como si fuera lo último que vas a
realizar en tu paseo material.
- Te entiendo. Primero lo primero, lo demás vendrá solo.
- Así es Daniel.
- Entonces mi trabajo ahora es determinar ¿para qué
estoy aquí?
- Sí, ahora que has asimilado que eres parte de la

inteligencia universal, que se ha materializado en lo que llamas
Daniel para cumplir un fin específico, te corresponde a ti
descubrirlo.
- ¿Tendrá algo que ver el sueño que tuve anoche al

respecto?
- Todas las sensaciones que ingresan a través de tus

sentidos y aquellas que se crean en tu cerebro son señales de la
vida cuando aprendes a interpretarlas.
- ¿O sea que tengo que entender el mensaje de mi sueño?
- Si tú quieres sí, te sorprenderías con lo que encuentres.
- Pero ¿qué puede significar el viaje a través de un río

caudaloso? Bueno, puede ser algo así como “el río de la vida” o
una situación específica por la que esté pasando. ¿Y los árboles?
A un lado marchitos y por el otro al revés. Puede ser que la vida
tiene siempre dos caras, una que nos muestra las cosas como
creemos que son (árboles marchitos) y la otra que nos presenta
lo que no nos imaginamos que existe (árboles invertidos color
fucsia). O puede ser que siempre podemos ver las situaciones
desde dos ángulos dependiendo de cuan negativos o positivos
estemos acostumbrados a ser. También podría tratarse de una
lucha entre lo racional y lo irracional; en fin, hay demasiadas
interpretaciones.
- ¿Cuál de ellas cuadra con lo que siente tu corazón?
Luego de esa pregunta permanecí en silencio durante algunos
minutos sumido en una actitud de pasividad absoluta esperando
a que la respuesta emergiera por sí misma.
- Es una lucha entre la racionalidad y el mundo de los

impulsos, en la que últimamente me he visto inmerso,
especialmente cuando me dedico a hacer aquellas cosas que
disfruto como pintar o escribir.
- ¿Sabes por qué existe esa lucha?
- La verdad, no.
- Dentro de ti están actuando constantemente distintas

fuerzas que van formando tu mundo. Cuando te has dedicado
durante toda la vida a ser partícipe de una realidad ligada al
mundo de la sociedad común, en la que la racionalidad es el
elemento clave por que es quien percibe lo que llega desde
afuera, es lógico que ésta se haya convertido en la que domina
tus acciones. Pero ahora, que has decidido vivir una nueva
realidad, en la que lo que más importa es lo que sale desde
adentro, aquello que siempre ha estado sumergido en lo más
profundo de tu ser, esperando el momento para expresarse de
distintas formas, es lógico también que comience la batalla.
La racionalidad contra el impulso. Vivir de acuerdo a

las normas contra vivir de acuerdo a lo que dice tu interior.
Hacer caso a los demás o a ti mismo. Ser libre o no poder serlo.
De eso se trata todo: “libertad“, esa palabra tan usada como
motivante para las guerras durante milenios, pero que nunca es
posible alcanzarla si no nace desde adentro de cada persona.
Cada uno de los seres que coexistimos en el universo debemos
ser libres para poder ser felices y seguir nuestro propósito
existencial. ¿Qué me dices Daniel, crees que eres libre?
- Si podemos decir que existen niveles de libertad diría

que sí. Puedo ir a donde quiera, decidir lo que como, lo que uso,
lo que veo, lo que escucho, entonces, creo que sí soy libre.
- ¿Estás seguro que puedes ir a cualquier lugar?
- Bueno, en este momento no, mientras no solucione

algunos líos legales fruto de mi fracasado proyecto hay lugares a
los que no puedo ir como al extranjero por ejemplo.
- ¿Y puedes decidir lo que comes?
- Digamos que casi siempre dentro de las opciones que

tengo al alcance de mis recursos.
- ¿Será cierto que puedes decidir lo que ves y lo que

escuchas?, ¿o solamente eres un muñeco manipulado dentro de
un mundo controlado por alguien que te muestra sólo lo que le
conviene para mantenerte atado a sus normas de
comportamiento?
- Ahora sí no lo sé.
- La libertad es completa o no lo es. No puedes decir que

eres libre en cierta forma y en otra no, porque simplemente no
lo eres. Para ser libre debes estar completamente desligado de
todo mecanismo de control inventado. La televisión te muestra
únicamente lo que a la sociedad le sirve que veas; la prensa
imprime sólo aquella información que necesita que se guarde en
tu cerebro; la religión te cuenta solamente las historias que a su
criterio debes conocer; la educación te instruye exclusivamente
en lo que en el futuro te convertirá en un ente útil para la misma
sociedad consumista; el sistema económico en el que vives ha
hecho que la mayoría de personas se hayan convertido en
esclavos de medio tiempo o de tiempo completo con salario, la
libertad dejó de buscarse cuando se inventaron las necesidades
que satisfacer a través de la producción de bienes y servicios.
Ninguna persona que dependa del tiempo, del dinero, de
relaciones laborales o de cualquier tipo de control puede sentir
que es una persona libre. Si no eres libre, no puedes ser
creador. La falta de libertad inhibe tu capacidad creativa. ¿O
conoces a algún artista que haya logrado plasmar su obra,
luego del horario de oficina?
Es sencillo darse cuenta de cómo funciona el mundo sólo

con sentarse a reflexionar, lo difícil para tu especie es tener las
agallas para decidir hacer algo al respecto. Una cosa es darse
cuenta que no son libres y otra que se sientan en la capacidad
de liberarse de la esclavitud en la que viven. La inseguridad es
el peor enemigo, en tal sentido, de cualquier intento de libertad.
La sociedad les ha hecho creer que la seguridad es el bien más
preciado y que tiene que ser bien cuidado, solamente así los
grupos de poder pueden mantener a la masa dominada. Con
que sólo una persona se percate de esto y decida cambiar, se
logran grandes avances a favor de la humanidad. Ha pasado en
varias ocasiones a lo largo de la historia: grandes hombres,
pensadores libres, que dejaron un gran legado para que quienes
prosiguen sean capaces de imitar su ejemplo, sin dejarse llevar
por nada más que no sea su sabiduría interior.
¿Has escuchado aquella frase famosa entre ustedes que

dice: “no debes contar lo que piensas hacer por que si no nunca
se realiza”? La razón principal para que se cumpla este adagio
es el desgaste de energía al que se ven expuestos cuando
deciden poner en manos del mundo las intenciones y
pensamientos de su corazón. Renuncian fácilmente a la libertad
de decidir sobre sus propias vidas, eso limita los resultados.
Sólo tú eres el dueño de la existencia material que tengo esta
mañana frente a mí, nadie más. ¿Qué piensas hacer con eso?
- Primero analizar todo lo que me has dicho…
- No analices tanto, deja a tu corazón actuar.
- Está bien, lo intentaré.
Me levanté de la banca cual filósofo que acaba de descubrir una

nueva teoría acerca de lo más profundo de la naturaleza,
pensativo y andante, a paso lento como si con cada pisada
comprendiera algo más de lo que me había dicho el árbol. Así
me dirigí a mi casa, no quería hablar con nadie. Quería poder
construir una puerta en mi pecho que me permitiera entrar y salir
a mi antojo de esa cavidad que contiene el músculo rítmico que
nos permite seguir vivos. Así podría esculcar en cada uno de sus
rincones para encontrar esas señales que iluminarían mi destino.
Al cabo de cuarenta y cinco minutos llegué a mi casa, no por el

hecho de que exista gran distancia entre el lugar donde
generalmente acudo a dormir por las noches y la banca del
parque, sino porque a esa hora de la tarde el tráfico de Quito se
satura por la desesperación de miles de cuerpos sumidos en un
ritual cotidiano, ansiosos por llegar a sentarse frente a sus
televisores para ver el capítulo diario de su telenovela favorita, o
para darse cuenta de todo lo que se han perdido durante las
últimas ocho horas sobre lo que ocurre en el mundo:
generalmente asesinatos, catástrofes, robos y enfrentamientos
ideológicos y políticos. Ahora que lo pienso, es como si todos
los días las noticias fueran las mismas con personas diferentes.
Apenas terminé de cerrar la puerta detrás de mí, me asaltó una

inexplicable sensación de ansiedad. Me sentía como un niño
pequeño cuando sus padres le dicen que tiene que estar sentado
hasta que todos en la mesa terminen de comer, cuando lo que él
más quiere es salir a jugar al parque con sus amigos.
Permanecí de pie junto a la puerta durante unos minutos

mientras recorría la sala con mi mirada. Luego de ver un par de
objetos decorativos sin importancia, encontré apoyado junto a
una de las paredes el lienzo que había comprado hace algún
tiempo atrás (no sé si pasaron días, semanas o años desde que
adquirí ese pedazo de tela y madera con la intención de pintar un
cuadro).
Mi cuerpo se acercó decidido con aires de quien sabe lo que está

haciendo, lo tomó por los lados y arrancó súbitamente el
plástico protector. Luego lo colocó sobre el mesón y agarró un
par de tubos de óleos de colores rojo y azul. Sin esperar a que la
mente comenzara a dar órdenes esparció gruesos hilos de color
sobre el lienzo blanco en distintas formas. Soltó los tubos a un
costado y cerró los ojos. Permitió que sus manos sintieran la
intrigante textura del color con las yemas de sus dedos mientras
realizaba leves movimientos como acariciando el pedazo de tela.
Abrió los ojos y comenzó a esparcir uniformemente los óleos
cubriendo hasta el último espacio vacío de la superficie lisa.
Hasta ese momento había sabido que tenía un corazón
únicamente por un examen médico, que tres años atrás, se había
tenido que hacer cuando su madre preocupada por la posible
herencia de los problemas cardíacos de su padre, prácticamente
le rogó hasta conseguirlo. Los resultados confirmaron lo que su
madre presentía por lo que le prohibieron cafeína, bebidas
energizantes, cigarrillos y deporte. El deporte nunca lo dejó, en
cuanto a lo demás sólo se dio cuenta de que no lo necesitaba.
Pero la maquinita que capturó los latidos en una línea azul
danzante dibujada sobre un largo papel, había registrado la
prueba irrefutable de que dentro de su pecho había un corazón,
supuestamente no muy sano, pero sí muy presente. Eso fue hasta
que se entregó por completo al lienzo y lo descubrió por sí
mismo, encontró que incluso podía escuchar cada uno de sus
latidos y sentir el flujo sanguíneo correr por sus venas mientras
pintaba (tengo la misma sensación al momento de escribir estas
palabras). Fue un momento eterno, indescriptible, que duró
hasta que mi cuerpo decidió detenerse y permitir que mi mente
volviera a tener el control de la situación.
Me parecía increíble pensar que sólo hace un par de meses

estaba detrás de un escritorio lleno de papeles, deudas, facturas,
recibos y doscientas mil cosas más que ni siquiera recuerdo
haber utilizado nunca. Ahora, en cambio, me encontraba delante
de una excitante acumulación de color y fantasía que había
cogido como fuerza impulsora una rara ansiedad guardada en
uno de mis ventrículos y la había convertido en lo que la
mayoría de personas al ver quizás diría: “¿Y eso qué es?”. No sé
si para alguien logre significar algo, pero para mí, era haber
nacido de nuevo. Inocente, hambriento, aparentemente
desprotegido pero lleno de vida y de gozo por un momento puro
de existencia.
Otra cosa que me parecía increíble, o a mi mente cuando se hizo

de nuevo del mando, era haber conseguido experimentar tal
sensación guiado por los consejos que recibía cada día de un ser
que ni siquiera se supone que debería hablarme. Yo podía haber
decidido no hacer caso a su voz y seguir con mi vida normal,
pero ahora me doy cuenta de cuánto pude haber perdido si la
ignoraba. Incluso mi visión acerca del mundo que me rodea ha
sufrido cambios inexplicables, ahora veo a cada ser como una
parte de mí yendo y viniendo en honor a una misión que no sabe
que está desempeñando, pero que sin lugar a dudas me ayuda a
evolucionar.
Y eso me encanta.
IX
…los rayos del sol llegan a todos por igual, sin importarle
razas, religiones, ni creencias.
Cuando decidí compartir todas mis experiencias con la

humanidad, lo hice motivado principalmente por la sensación de
gozo que inunda mi vida. Anhelaba que todas las personas que
sean capaces de lograrlo, puedan sentir y vivir dentro de esta
divina claridad que hoy me invade. No sabía cómo lo iba a
hacer, ni siquiera qué es lo que debería poner. Sólo me decidí a
hacerlo y lo hice.
Conforme he ido avanzando en mi relato, he experimentado

nuevas situaciones que me han ayudado a formular las preguntas
adecuadas para mi singular y sabio amigo. Mientras lo hacía,
sabía que uno de los temas en los que aún no he encontrado la
verdadera magia existencial es en el de las relaciones humanas.
Quise dejarlo para el último pero lo tuve muy presente en cada
una de las conversaciones. ¿Por qué se nos hace tan difícil llevar
una relación tranquila y libre de discusiones? ¿Qué hace que
tengamos que vivir situaciones que nos confirmen el concepto
que tenemos, bueno o malo, de las personas que amamos?
¿Cómo hacemos para llegar a un entendimiento racional común
que satisfaga a todos los involucrados en algún tipo de relación?
¿Por qué siempre cada uno tira para su lado?
Éstas y otras preguntas he ido acumulando desde el momento

que encontré la fuente divina de información hasta el día de hoy,
cuando me estoy dirigiendo a mi “centro espiritual natural” (en
otras palabras: el parque), a enfrentarme de una vez por todas
con la que considero el área más oculta y menos entendible de
mi corta existencia.
- Hola amigo mío, ¿cómo estás?
- Me encuentro excelente Daniel. ¿Si ves el sol?, está

radiante ubicado casi en el centro de ese profundo y despejado
cielo azul. ¿Te has dado cuenta de cómo los rayos del sol llegan
a todos por igual, sin importarle razas, religiones, ni creencias?
Es por eso que durante tantas generaciones a lo largo de
milenios le han rendido culto y lo han considerado como un
dios. Claro que en esencia lo es, pero también es la fuente de
vida de la tierra, sin él todos pasaríamos a ser parte de una
nueva misión existencial alejada de lo que consideramos vivir.
Sin embargo, desde aquí he podido ver cómo casi todas las
personas, principalmente quienes han dejado de ser niños, se
cubren de él, le huyen, y buscan escapar de su poder vital. Le
tienen miedo y le consideran como algo maligno para sus vidas,
muchos de ellos por temas de salud, pero otros por temas de
vanidad. Es curioso ¿verdad?
- Sí, es muy curioso, nunca me había puesto a pensar en

eso. Otra enseñanza profunda tomada de la simple observación
del comportamiento de la naturaleza.
- Bueno, ¿a qué se debe que hoy te veo igual de radiante

que el sol Daniel?
- Me siento realmente bien, ayer tuve una experiencia
existencial única que presiento que cambiará aún más mi vida.
- ¿Te encontraste con el arte?
- Supongo que sí, pero ¿cómo lo sabes?
- Porque esa mirada la he visto pocas veces, nunca está

acompañada de una corbata o de unos zapatos de tacón, es
producto de un momento de libertad existencial pura, expresada
a través de cualquiera de las formas artísticas que conozco.
- Sí, creo que eso fue, viví algo grandioso.
- Me alegro profundamente Daniel. Esa es la razón de

existir del arte, liberar la divinidad y exponerla a los sentidos
de los humanos.
- Algún día crearé un cuadro sobre ti. Ahora, voy a

cambiar de tema, si no te importa. Lo que pasa es que siento que
la persona con la que comparto la mayor parte de mi vida aún no
logra asimilar los cambios que ha habido en mí desde que te
conocí. A pesar de que es una persona extremadamente
inteligente, también es alguien que tiene un modelo mental de
control bastante rígido. Siempre necesita manejar la situación,
creo que es lo que la hace sentir viva; pero cuando pierde el
control de algo, es decir, cuando algo no va de acuerdo a su
modelo mental, sufre una extraña transformación que afecta
principalmente a su humor. Pienso que he servido de
herramienta para que ella también se encuentre con algunos
cambios en su vida, pero dentro de lo más profundo, en aquello
que requiere de decisiones prácticamente incomprensibles,
incluso para mí mismo, se arma inevitablemente un conflicto
grande en nuestra relación planteándome una serie de dudas al
respecto.
Hoy por ejemplo, para que me entiendas mejor, tuvimos una

discusión por que, según ella, a mí no me importan los consejos
que me da. Me había dicho que le parece importante que en mi
actual situación económica, yo reduzca legalmente el monto por
pensión alimenticia para mi hijo, ya que éste fue fijado cuando
yo contaba con un sueldo considerablemente alto, y ahora no lo
tengo. Ella dentro de su normal y entendible preocupación,
siente que algún día esa deuda que se está generando, me
acarreará problemas, si lo consulto con cualquier persona ajena
a nuestra relación, obviamente le otorgará la razón a ella.
Incluso yo mismo lo había pensado: si no tengo el dinero
suficiente para cumplir con tal obligación, debería actuar al
respecto. El temor de que algo con consecuencias legales
pudiera ocurrir dentro de este tema me motivó a hacerle caso a
mi novia. Pero en el camino hacia el lugar donde se realizan
estos trámites hice una pausa, me cuestioné si lo que estaba
haciendo era lo correcto, si era una decisión salida de mi
corazón, obviamente encontré que no. Me bajé del bus y me
senté a reflexionar al respecto. Encontré que si me dejo llevar
por el miedo no estoy en el camino de una solución. Me
abandoné a que sea mi corazón el que decida y me trajo hasta
aquí, con la única orden de seguir escribiendo. Le hice caso a mi
poder interno y más aún fui sincero con mi novia respecto a lo
que siento, pero fue inútil, ella al final se sintió decepcionada de
mí, resentida por mi falta de aceptación hacia sus consejos.
¿Será que debí hacerle caso para evitar una discusión ya que ella
dentro de lo que consideramos normal es quien tiene la razón?
¿O tal vez debí haber inventado una mentira piadosa para no
hacerle pasar un mal rato?
- Daniel, en primer lugar tenemos que hacer una
diferenciación entre lo que ustedes lo seres humanos conocen
como amor y entre lo que es el amor universal. Es totalmente
normal que entre ustedes, sea entre marido y mujer, entre
padres e hijos o incluso entre amigos muy cercanos exista una
especie de necesidad de controlar. A eso ustedes le llaman
amor. Mientras más amor sienten por alguien, esta necesidad se
vuelve más grande. Si un niño ve que alguien se acerca a su
madre, sentirá las ganas de impedirlo porque la siente suya. En
ocasiones puede suceder que ese alguien sea incluso su propio
hermano o hasta su padre, pero al momento de querer controlar
la situación, eso pierde importancia. Para su inconsciente
simplemente es un extraño más queriendo estar más cerca de lo
que él está de esa persona que considera de su propiedad. A
partir de esta cualidad que llaman amor, nacen otro tipo de
sentimientos como los celos por ejemplo, que son inventados
para justificar la afectación que el ego está sufriendo cuando
siente que está siendo atacado. El ego, tal como lo
mencionamos hace algún tiempo atrás, es quien hace que tú te
sientas dueño de todo lo que te rodea incluyendo a tus seres
queridos, es responsable además que quieras tenerlo y
controlarlo todo; cuando no logra su objetivo se manifiesta a
manera de sentimientos y emociones negativas que hacen que
crezca y se haga más poderoso en tu vida. Ese mismo ego actúa
de distintas maneras cuando de relaciones interpersonales se
trata. Por ejemplo en una relación de padre e hijo el ego es
quien dicta las normas de comportamiento que a los ojos del
que manda, deberían seguirse. Un padre le dice a su hijo como
debe vivir su vida, porque él ha vivido y tiene experiencia,
dentro de su “amor” de padre quiere evitarle pasar por los
mismos problemas que experimentó y empujarlo a aprovechar
las grandiosas oportunidades que él no fue capaz de tomar.
Nada más alejado de la inteligencia divina. Cuando un
padre le dice a su hijo cómo vivir, le está transmitiendo su
carga circunstancial sin dejar que su hijo desarrolle sus propias
experiencias en función de la misión que él debe cumplir en su
momento existencial.
¿Me comprendes o estoy yendo muy de prisa?
- Creo que lo entiendo, antes tal vez me hubiera perdido,

pero ahora que he asimilado algunos de los conceptos nuevos se
me hace más fácil comprenderte.
- Me alegro. Como te decía, cada ser debe encontrar su

propio camino, el cual se va construyendo en base a sus propias
experiencias, no en base a las vivencias de los demás. Tú
puedes recibir consejos, leer, investigar, incluso es muy
enriquecedor buscar siempre más información de personas que
han logrado encontrar algo en su vida y lo han compartido.
Pero es muy importante que luego de ampliar tu conciencia,
asimiles sólo lo que tu corazón te dice que es lo mejor para ti.
Recuerda, lo que es bueno para una persona no necesariamente
será lo mejor para otra. Sólo tu corazón lo puede saber,
absolutamente nadie más.
- Mi corazón me ha dicho que venga aquí cada mañana

desde que te conocí.
- Es porque la información que he podido entregarse

está alineada con tu propósito existencial.
Desde este punto de vista, has hecho lo correcto al no

acceder a hacer lo que tu pareja o tu familia consideran que es
lo mejor, no porque no tengan la razón, sino porque no están
alineados con tu propósito existencial. Ellos viven su propia
razón divina. Entre ustedes los seres humanos desarrollan lazos
de pertenencia que hacen que una madre se preocupe, que una
pareja se angustie que un hijo sienta celos o que un amigo se
deprima cuando las cosas se salen del control de su ego. Es
importante que tengas esto muy presente siempre.
Ten en cuenta que no he dicho que esto sea malo y que

debes alejarte de tu familia para poder ser feliz, al contrario
debes procurar hacerlos felices pero siendo sincero primero
contigo mismo y luego con ellos. Al final, créeme, podrán
respirar tranquilos cuando comprueben que la decisión que
tomaste resultó ser la mejor.
- Espérame un segundo, es mi novia, nuevamente me

está llamando al celular… Alo!
- Hola mi amor.
- Hola nena, cómo estás.
- ¿Cómo quieres que esté?, aún no entiendo por qué no

quieres hacer algo que sabes que a la final es lo mejor, porque
ahora no puedes pagar tanto de pensión para tu hijo.
- ¿Mi amor y tú cómo sabes que es lo mejor?
- ¿Cómo que cómo lo sé? Es obvio Daniel, esa deuda se

sigue acumulando y algún día puede ser que tengas un problema
más grande.
- Mi amor, lo único que sé es que si yo decido hacer esto

motivado por el miedo, estoy en el camino equivocado, y sí, tal
vez solucione este problema, pero el universo responderá a mi
sentimiento negativo enviándome un problema más grande. En
cambio si me dejo llevar por la pasión que siento en lo que estoy
haciendo, estoy seguro que la solución se presentará por sí sola,
porque la inteligencia divina responderá generosamente a dicha
pasión.
- Sí Daniel, yo te entiendo, pero parece que tú no me

quieres entender, yo no te digo que te vayas en contra de tu
corazón, sólo te pido que sí de verdad te importa mi opinión me
hagas caso por esta vez.
- No es por no hacerte caso que no lo hago, eso quiero

que lo entiendas, sino por hacerle caso a mi corazón que es el
único que sabe lo que es mejor para mí, así como es tu corazón
el único que sabe qué es lo mejor para ti. Mi amor, te pido que
aunque no lo entiendas, lo respetes y confíes en mí una vez más.
- Está bien, no te volveré a decir nada al respecto,

aunque sigo sin aceptar lo que haces, pero es tu vida. Te llamo
luego.
Luego de guardarme el teléfono en el bolsillo del pantalón, me

dirijo de nuevo al árbol.
- Ves lo que te decía, le cuesta asimilarlo.
- Daniel, es normal, no trates de forzar la situación, deja

que la inteligencia divina actúe. Tú has hecho lo correcto al
hablar con la verdad, ahora deja que las cosas sucedan dentro
del flujo divino y no te preocupes que pase lo que pase, será lo
mejor para cada una de sus razones de existir.
- Hablar con la verdad. Te digo algo, me hizo sentir
extremadamente bien el haberle dicho todo lo que sentía sin
guardarme nada. Ni siquiera tuve que recurrir a mentiras
piadosas para arreglar la situación. Sabes que cuando yo era
pequeño, mi madre nos encerraba en nuestra habitación para que
no escucháramos las discusiones que tenía con mi padre.
Aunque sé que lo hacía por amor en el fondo yo siempre me
percataba de que estaban peleando, recuerdo claramente que me
molestaba que me oculte la realidad. Es probable que de ahí
naciera mi necesidad de perseguir la verdad al punto de estar
hoy aquí sentado contigo descubriendo aquellas que son las más
profundas existencialmente hablando.
- Sí es posible, desde el momento en que deseaste

conocer la verdad el universo comenzó a enviarte señales que
sólo fuiste capaz de descubrir cuando tuviste la apertura
necesaria para hacerlo. La mayoría de veces ustedes necesitan
de grandes pérdidas, fracasos y tropiezos para aprender, pero
así funciona la inteligencia divina, así que debes estar contento.
- Sí definitivamente lo estoy. Hoy siento que cada

palabra, cada persona, cada momento que he vivido me ubica
aquí en la banca de este parque. Es como si durante años fui
acumulando pequeñas partecitas de una llave que al final he
podido armar para abrir el cofre que contiene la sabiduría divina.
Ahora que la he descubierto quiero compartirla con el mundo
entero, respetando por supuesto, el nivel de conciencia,
entendimiento y amor de cada ser que conforma mi universo.
- Ahora voy a contarte algo acerca de las relaciones de

pareja. Lo que hace que una mujer sienta celos de su marido,
por ejemplo, no son las acciones que, según ella, él comete
deliberadamente con otras mujeres. Tiene que ver con lo que
ella ha guardado en su interior con respecto a las relaciones
con los hombres. Te lo voy a explicar: una mujer que durante su
niñez ha sufrido maltratos por parte de su padre, se ha grabado
en el inconsciente que no merece el amor de los hombres, que
su misión es servir y ser tratada con desprecio. Cuando alcanza
la edad adulta, no es de sorprenderse que encuentre parejas que
confirmen su modelo mental, es factible pensar que se unirá a
hombres que la maltraten mientras ella aguantará con total
sumisión por no saber hacer otra cosa. Si ella es capaz de
cambiar su patrón mental y encontrar su propio valor, entonces
comenzará a conocer otro tipo de gente. Si descubre que es una
mujer maravillosa, que merece ser feliz y amada, entonces y
sólo entonces su vida tendrá un favorable giro, que si está en
condiciones de percibir y dejar que ocurra, le traerá momentos
que nunca imaginó que existían donde la felicidad y el amor
serán quienes dominen las situaciones.
Una persona que no se valora a sí misma no puede

esperar que los demás la valoren, un hombre que se ve a sí
mismo como un estorbo, o como alguien que no puede estar solo
porque depende de otra persona, está proyectando una imagen
de sí mismo que hace que viva momentos en los que los demás
lo verán como tal. En cambio alguien que se valora a sí mismo,
que sabe que merece amar y ser amado, seguramente
encontrará relaciones de amor en su vida. Esto es sencillo de
comprobar, simplemente observa a las personas con quienes
convives: amigos, familiares o incluso personas desconocidas,
si conoces algo de su situación sentimental, fácilmente podrás
darte cuenta del concepto que esa persona tiene de sí misma.
En el amor, si tienes dificultades para encontrar un

punto de convergencia con tu pareja, debe ser porque hay un
modelo mental grabado en tu subconsciente que pone ante ti
esas situaciones una y otra vez. No es culpa de nadie,
simplemente es. Pero siempre se puede cambiar, claro que para
ello es necesario encontrar la raíz.
¿Qué me dices Daniel, cómo es realmente tu relación

sentimental?
- Bueno, la mayor parte del tiempo es enriquecedora,

experimentamos continuamente estupendos momentos de
alegría que me llenan el alma, si es que eso existe, nos llevamos
muy bien, en general estamos de acuerdo en la mayoría de
temas, pero también vivimos en ocasiones, situaciones
intensamente difíciles en las que llegamos a extremos totalmente
opuestos en cuanto al punto de vista de cada uno y decidimos
quedarnos en ese lugar sin atrevernos a ceder en lo más mínimo.
Cuando aquello sucede, la situación se vuelve demasiado
frustrante por no poder encontrar una solución conjunta, y lo
peor de todo, es que la mayoría de veces es por motivos tontos.
Generalmente yo procedo a reclamarle que no es capaz de
controlar su carácter y le digo que no debería enojarse por cosas
sin sentido.
- En primer lugar, olvida que existan “motivos tontos”.

Incluso el aparentemente insignificante vuelo de una mosca
puede revelarte una profunda enseñanza si estás en la
capacidad de recibirla, recuérdalo. Por otro lado, tú estás
equivocadamente poniendo en manos de su carácter, la razón
de tus discusiones con ella. El mundo no está contra ti, tú eres
el mundo, tú creas tus situaciones de acuerdo a lo que tienes
dentro. Entonces, piensa ¿para qué puede estar ocurriendo algo
que se repite varias veces?, ¿qué tipo de aprendizaje puede
querer mostrarte que no has sido capaz de ver? Para encontrar
respuestas podrías hacer un viaje a tu infancia, ¿cómo veías la
relación de tus padres?, ¿qué recuerdas de tu padre y de tu
madre en su individualidad?
- No recuerdo mucho ya que mi padre murió cuando

tenía apenas siete años como te conté.
- Haz un esfuerzo, permite que las ideas surjan solas,

poco a poco te irán llevando por el camino de la luz para que lo
entiendas.
- De lo que yo recuerdo, mi papá nos trataba muy bien,

nunca lo sentí enojado; espera un momento, alguna imagen está
viniendo a mí mente ahora mismo, sí, lo veo enojado pero no
recuerdo donde estamos, me está llevando del brazo, pero no
está enojado conmigo sino con alguien más, sólo camina sin
regresar a ver y me sube al auto. No recuerdo más, es posible
que mi madre me lo haya contado. A mi mamá la recuerdo
como una mujer muy buena, extremadamente buena, capaz de
dar la vida por nosotros sus hijos; pero la veo triste, sufriendo,
no tengo imágenes de ella riendo. Tal vez sea también por lo
que ahora sé de lo traumática que fue su relación con mi padre.
Mi madre me ha contado, ahora que crecí, bastante

acerca del trato que recibía y de las peleas y separaciones que
sufrieron cuando yo era niño. Tal vez no lo recuerdo, pero estoy
seguro que muchas veces presencié ese tipo de escenas aunque
mi madre haya hecho lo posible por evitarlo. Mi papá siempre
hacía que lo acompañara porque decía que yo era igual a él, de
hecho físicamente soy muy parecido. Recuerdo que durante
mucho tiempo después de que falleció evitaba visitar a mi
abuela porque no me gustaba que siempre me estén diciendo que
me parezco a mi padre. Cada vez que un amigo de él me veía, se
le llenaban los ojos de lágrimas y me abrazaba. Mi padre era
muy querido por sus amigos y hermanos.
- Es decir que podemos resumir, por lo poco que

recuerdas y por lo que te han contado, que tus papás te querían
mucho, que tu madre tenía algún tipo de conflicto emocional
que le impedía ser feliz, que tu padre disfrutaba de momentos
contigo y que te veía como de su propiedad poniéndote incluso
en contra de tu madre; además podemos deducir que grabó en
tu subconsciente la idea de que tú eres una copia de él.
Entonces, estamos en condiciones de concluir que de cierta
manera él y posteriormente tu familia, te fueron programando
emocionalmente para que vivas las mismas situaciones por las
que él pasó, porque “eres igual a él“. Esto se vuelve más
notorio en el tema de relaciones afectivas: tu padre no podía ser
feliz con tu mamá, es lo que tú viviste, razón por la cual te
cuesta trabajo ser feliz con una pareja. Esa clase de idea
guardada hace que manifiestes en tu vida situaciones que lo
confirman. Por otra parte, tu mamá ponía como razón de su
infelicidad el mal trato o “el carácter” que tenía tu papá, es
decir su pareja, es por eso que tú haces lo mismo con tu novia,
la vuelves responsable de tus momentos de frustración
emocional; además, tu padre dejó a tu madre sola, al menos así
lo viviste, por eso tú abandonaste a tu ex-esposa y a tu hijo, es
decir, no es esa la razón, pero por el tipo de modelo mental que
pusieron en ti cuando eras niño, tú inconscientemente creaste
todas las situaciones para conocer a una mujer, casarte joven,
tener un hijo y luego dejarlos solos. En este punto las razones
circunstanciales no importan, simplemente el hecho de lo que
sucedió. ¿Fue así la vida de tu padre?
- Sí, se casó joven con mi madre cuando ella se quedó
embarazada, tuvo hijos y luego nos abandonó cuando falleció.
- Daniel, recuerda el primer paso es saber porqué se

repiten aquellas circunstancias en tu vida y luego encontrar la
enseñanza que te están dejando para que seas capaz de
evolucionar dentro de los planes de la inteligencia divina. No
ignores las situaciones por que si lo haces el universo volverá a
ponerlas frente a ti con diferentes personas hasta que aprendas.
Acuérdate de tu tío y de sus hijos enfermos.
- Es sorprendente cómo has encontrado en mi infancia

las posibles causas de los conflictos que tengo ahora. Pero me
pregunto ¿qué me puede estar enseñando todo esto? Quizás que
soy una persona libre de decidir mi vida y no tengo que
ajustarme al modelo de nadie más, o que soy merecedor de amor
al contrario de lo que mi madre pensaba. O también que si le
entrego todo de mí a la persona que comparte conmigo su vida,
puedo encontrar felicidad verdadera en una relación duradera. O
quién sabe y la enseñanza es que me tengo que cuestionar la
vida como lo estoy haciendo para hallar las verdades ocultas
detrás de los sucesos que vivo a diario.
- O tal vez todas las respuestas son las válidas.
Algo más Daniel, recuerda que el universo es un lugar

donde cada palabra, cada acción y cada situación cuentan y
suman para construir lo que es tu existencia material. Desde
esta perspectiva, todo lo que tú hagas por pequeño que sea se
va transformando en situaciones cotidianas que confirman la
razón de tu materialización. Si has decidido vivir tu vida con
una sola pareja para siempre y tu corazón siente la excitante
palpitación divina cuando piensas en ello, evita dirigir tus
acciones a eventos que puedan irse en contra de eso. Hay
muchas personas que no entienden por qué tienen problemas de
celos cuando es muy fácil darse cuenta, te pongo un ejemplo: un
hombre llega a su casa y encuentra a su esposa furiosa porque
no avisó que iba a demorarse. A simple vista, la mujer debería
entender las razones que él le da y comprender que eso suele
pasar y confiar en su marido para no crear un problema
¿verdad? Pero hilando más profundo, te aseguro que la demora
fue causada por alguna razón que desvió la atención de ese
hombre hacia otro tipo de disfrute que se va en contra de lo que
entre pareja han decidido vivir. Entonces, aunque ella no se
entere y sólo se imagine mil causas, esas imágenes llegan a su
mente por que es parte de la inteligencia divina. El universo lee
la acción de su marido como un deseo por vivir experiencias
nuevas y traduce este fuerte deseo motivado por una emoción
intensa en circunstancias que lo apoyen a conseguirlo. Parte de
esas circunstancias es la discusión con su esposa ya que, de
acuerdo a su comportamiento, la relación con ella no está
alineada con lo que él realmente quiere en su vida. Recuerda
Daniel, el universo apoya decisiones. Si ese hombre discute con
su esposa, y la situación avanza de esta manera, puede incluso
desencadenar en la libertad absoluta de él para que pueda vivir
ese gozo existencial que encontró en otra experiencia. Es lo que
el universo lee en su comportamiento como lo que él anhela y lo
apoya. Claro que la mayoría de las veces este hombre no se da
cuenta de que es así, ese gozo que la inteligencia divina
interpreta como una pasión y un fuerte deseo, para él puede ser
considerado como algo pasajero, pero el universo no funciona
así, sólo recibe órdenes a través de los pensamientos y se apoya
en las emociones para entregar las situaciones que el individuo
necesita. Al final si la situación continúa de la misma manera,
la mujer, que sí quería formar una familia, seguramente
encontrará a alguien que se alinee perfectamente con su
propósito existencial, y el hombre tendrá la libertad necesaria
para vivir sus fantasías, aunque después indudablemente querrá
volver a encontrar una pareja para compartir su tiempo y si no
aprendió la lección, repetirá su historia con rostros diferentes.
Esto puede sonar muy complicado, pero en el fondo es

bastante sencillo. Todo radica en la verdad. Solamente la
verdad absoluta trae las situaciones que el individuo necesita
para construir su felicidad en la vida material. Si él es honesto
con su esposa puede ser que no necesite a otras personas y si de
verdad las necesita, entonces también tiene que ser honesto y
compartir eso que siente con su pareja, y si ella, como es lógico
en tu sociedad, no lo entiende, cada uno deberá ir por su lado
para que ambos puedan encontrar aquella pareja que se ajuste
a lo que quieren y necesitan dentro de su corazón. ¿Me has
entendido Daniel?
- Pienso que sí, con frecuencia me ha sucedido que

incluso utilizando pequeñas mentiras piadosas con el fin de
evitar discusiones, no he podido impedir que sucedan, es como
si las mujeres tuvieran un sexto sentido, pero ahora que me has
explicado entiendo por qué sucede. A partir de hoy decido vivir
en la verdad absoluta, aún creyendo que las consecuencias de ser
completamente honesto conmigo y los demás puedan traerme
resultados adversos, me arriesgaré a decir la verdad a cada
persona que llegue a mi vida.
- Ha llegado el momento de entregarte el obsequio que

te había prometido.
- ¿Ah sí? ¿Qué puede ser más importante que todo el

tiempo y las enseñanzas que me has dado?
- Extiende tu mano.
- Listo. ¿Qué es?, ¿una semilla?
- Sí Daniel una semilla que quiero que siembres ahora

mismo aquí junto a mí.
- Está bien, pero me puedes explicar para qué.
- Claro que lo haré, una vez que quede adecuadamente

sembrada.
- Bueno, espérame un momento mientras la cubro de

tierra. Listo, ya está, quedó bien sembrada.
- Daniel, lo que acabas de hacer equivale al momento en

que la inteligencia divina dio forma a tu existencia material
actual: escogió un lugar, los padres indicados y el momento
propicio para que tu vengas a la vida. ¿Ahora qué piensas que
sucederá?
- La semilla echará raíces y comenzará a crecer hasta

convertirse en un árbol como tú.
- ¿Y si yo te dijera que la tierra en la que la sembraste

no es fértil?
- Bueno en ese caso, la semilla no echará raíces y no

crecerá ni siquiera una pequeña planta.
- En ambos casos tienes razón, esa semilla se convertirá

en lo que tú esperas que se convierta. Así como tú eres lo que la
inteligencia divina espera que seas, sólo que a diferencia de la
semilla, tú tienes la magnífica capacidad como ser humano de
ser co-creador de tu propósito existencial, en cambio la semilla
no. Ella, a pesar de ser parte de la misma inteligencia divina,
no tiene la capacidad de pensar ni de sentir, por lo cual está
supeditada a convertirse en lo que una energía superior, en este
caso tú como dicha inteligencia, quiere que sea.
Pero hay algo más en lo que te pareces a la semilla y es

lo que quiero que lleves en tu corazón por el resto de tu vida,
presta mucha atención:
Cuando te hablé del amor, recordarás que te dije que es

la fuerza que mueve todo lo que percibes y también lo que no. El
amor lo es todo. El amor hace que las cosas sucedan. Gracias
al amor tú has podido plantar este instante la semilla que
acabas de recibir de mí. El amor es cada parte de ti conectada
con el universo entero. El amor es la tierra en la que has
sembrado la semilla y es también la semilla. El amor se
manifiesta a través de cualquiera de las formas de expresión
humana. Si el amor en una persona es puro y esta persona está
consciente de que vive en función de él, su vida será llena de
alegría, se verá como las hojas y las flores que están al final de
mis ramas.
Si tu semilla logra alcanzar la plenitud existencial

tendrá unas hojas llenas de vida y sus flores derramarán su
dulce color sobre el paisaje del parque. Cuando tu árbol crezca
presta atención a sus flores y a sus hojas y descubrirás el poder
del amor.
Pero hay todavía más, una semilla no puede tener flores

hermosas y hojas rebosantes si no posee un tronco y ramas lo
suficientemente libres para crecer fuertes en todas las
direcciones. La libertad es lo que hace que un ser humano
alcance la plenitud existencial y encuentre la conexión con el
amor. La libertad te une al amor. Un árbol que no es libre de
crecer, se atrofia y crece torcido, en cambio un árbol que sí lo
es, tiene un gran tronco, del que se extienden cientos de ramas
entrelazadas. Mientras más libre es, más se expande y permite
que el amor expresado a través de sus hojas y sus flores sea más
vistoso e imponente. Es raro encontrar un tronco atrofiado,
porque no es común que un árbol no tenga libertad y no viva en
función del amor. Casi podríamos decir que no existe.
Pero falta algo más, ¿alcanzas a adivinar qué es?
- ¿Las raíces?
- ¡Exacto! Nunca verás un árbol en pie si no tiene raíces.

Las raíces representan “la verdad”. Esto es lo más importante
de todo: sólo existe una verdad, así como sólo existe una raíz
que debe ser lo suficientemente fuerte y cimentada para
soportar todo lo que el árbol haya decidido crecer. Es cierto
que la verdad es muy distorsionada y se alimenta, como la raíz,
de diferentes fuentes, pero si el alimento que recibe del universo
no es el adecuado, la raíz no desarrollará su máximo potencial
y el árbol estará limitado a crecer hasta donde ésta lo pueda
sostener. Estoy seguro que has visto árboles derribados por el
viento. Eso pasa porque la raíz no fue lo suficientemente fuerte
como para hacerle frente a los avatares de la vida que
terminaron por vencer su inútil resistencia. Lo mismo pasa con
una persona que no conoce la verdad o que la verdad que ha
tomado como válida no es la más adecuada para su máximo
desarrollo, al final termina por dejarse vencer por las
circunstancias que cree no poder controlar.
Nada hay más poderoso que la verdad. Ni siquiera el
amor puede expresarse en un ser cuya verdad es esquiva.
Menos aún ese ser podrá tener libertad, al contrario, se verá
limitado a crecer en función de la verdad con la que vive.
Recuerda que el tronco depende de la raíz y las hojas y flores
dependen de los dos. Estos tres nunca pueden estar separados si
lo que queremos es apreciar y dejarnos deslumbrar por la
belleza natural que los árboles poseen. Amor, libertad y verdad.
La no-verdad es el mayor enemigo del mundo y de la

sociedad en que vives, quienes la manipulan consiente o
inconscientemente no permiten que los demás seres se
desarrollen y alcancen la plenitud existencial. Están
contaminados con nutrientes equivocados que comparten con
todo aquel que crece a su lado, así ha evolucionado durante
siglos la humanidad. Imagina que existe un árbol que ha
crecido torcido, limitado y sin fruto, que nunca ha
experimentado la belleza pura de ser un gran árbol gigante
fértil y erguido. Su única verdad es que todos los árboles deben
ser como él, por lo que comparte su conocimiento del mundo
con los demás de su especie y quiere a toda costa que todos se
le parezcan porque se siente único. Si pudiera ver, es decir, si
tuviera la inigualable capacidad que tienen ustedes los seres
humanos a través de los sentidos, se daría cuenta que unos
metros más allá hay un árbol mucho más grande y hermoso del
que salen unas bellísimas flores color violeta. Ese día él
inmediatamente entendería que estuvo equivocado, pero como
es un árbol y no un humano estaría dispuesto a cambiar sin
resistirse y decidiría ipso facto abrirse a un nuevo nutriente de
verdad que le permita alcanzar tal expresión divina del amor.
Nunca permitas que nada ni nadie te imponga su verdad,

peor aún la verdad heredada y manipulada durante miles y
miles de años. Sé libre de cuestionarte siempre acerca de todo
lo que te rodea, sé libre de amar y ama tu libertad y tu verdad
para que seas capaz de vivir en plena felicidad.
- Gracias amigo.
Casi puedo adivinar la cantidad de preguntas que quedan
flotando en tu cabeza: ¿Qué pasó con mis deudas? ¿Qué pasó
con mi empresa y los conflictos derivados del proyecto? ¿Los
solucioné? ¿Cómo lo hice? ¿Qué tanto me sirvió seguir los
consejos que recibí? ¿De verdad hablé con un árbol o fue sólo
mi imaginación?
Es normal en nuestra condición de seres humanos querer

encontrar respuesta a todo. Solamente manteniendo viva esa
cualidad que nos hace únicos es que podemos llegar a
comprender el sentido real de la vida. De lo contrario, si nos
mantenemos ciegos y nos negamos a cuestionarnos acerca de lo
que ven nuestros ojos, estamos renunciando a nuestro derecho
divino a ser coceadores del universo en que vivimos.
Y aún así, lo seguimos creando, sin darnos cuenta de que, lo que

ponemos en él, que hace que nuestras vidas se pierdan en lo
banal, puede ser reemplazado por aquello que convierta nuestra
existencia en algo sublime.
¿Por qué no intentarlo? ¿Por qué no decidir por un momento

abrir nuestra mente y nuestro corazón hacia una nueva forma de
ver el mundo? ¿Por qué no dejarnos llevar por lo que nuestro
poder interno nos dicta? Quizás hallaríamos un tesoro
invaluable, algo que no se podría comparar ni con la fortuna del
hombre más “rico” de la tierra; algo que sí nos duraría más allá
del día en que todo lo que acumulamos con tanto esmero se
separa irremediablemente de nuestro cuerpo y pasa a ser parte
de la cadena de eventos siguiente de nuestros herederos; algo
que sería eterno.
¿Que si yo ya encontré ese algo? La verdad no lo sé aún, creo

que mi hermosa misión comienza a extender sus hilos sobre la
humanidad, pero de lo único que sí estoy seguro es que el hecho
de que tú te encuentres leyendo estas palabras, es una certera
muestra de que estoy en el camino correcto hacia mi propósito
personal y lo estoy viviendo con pasión, apoyado felizmente por
toda la sabiduría, abundancia e inteligencia divina del universo,
de dios, de la inteligencia divina…. del amor.
Hoy sé que yo no encontré al árbol, sino que él me encontró a

mí cuando supo que lo necesitaba. Hacer una conexión con tu
poder interno de la manera que yo lo viví es tan fácil que es
posible que nadie crea que sea real. Cuando necesites
encontrarte con la sabiduría de la inteligencia divina solamente
busca un lugar adecuado, cierra los ojos y escucha. Cuéntale tus
inquietudes, plantéale tus propias dudas, ahora sabes cómo
funciona.
Por último, si con estas enseñanzas que recibí y que acabo de

compartir contigo, he logrado por lo menos hacerte reflexionar
sobre cualquiera de los ámbitos de tu propia vida y se han
comenzado a crear preguntas en tu cabeza, mi misión y mi
propósito existencial se han cumplido, siento que así será.
Comenta sobre el libro, escribe tus inquietudes o comparte tu
experiencia con el mundo.
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1 LosSecretosDeDios.

Absolutamente todo en lo que creía se vino abajo, no porque

En este inquietante despertar descubrí la extraordinaria fuerza de

¿Qué somos? ¿Para qué salimos de la cavidad uterina donde tan

Tienes frente a tus ojos un relato que cuenta una historia

Te invito a leer cada una de estas páginas dejando por un

Para una mejor comprensión también es recomendable que si

Daniel Silva Burbano

Tú sabes quién soy, tú me buscaste a mí, no yo a ti.

Sentado en el frío sillón giratorio de cuero negro, eje central de

¿Que en qué estaba pensando? En lo único que podía ocupar mi

Los problemas habían llegado al tope en mi vida y dentro de mi

Perdimos prácticamente todo lo que durante más de una década

Todo esto atormentaba terriblemente mi cabeza y me llenaba de

De repente sentí la necesidad de salir a caminar. Encontré un

Fue entonces que escuché por primera vez esa voz:

- Jamás podrás solucionar un conflicto, por mínimo que

Me paralicé. Pensé en salir corriendo, pero como en el fondo

En lugar de detenerme a discernir acerca de la inmensa sabiduría

Por un momento llegué también a pensar que me estaba

- No pienses eso Daniel, no te has equivocado en desear

- Tú sabes quién soy, tú me buscaste a mí, no yo a ti.

- Tu conciencia es un espacio extremadamente pequeño

- ¿Qué es dios para ti Daniel?

- Bueno, hasta donde sé, Dios es el creador del universo,

- Entonces no soy dios. Ésa es la concepción humana de

- No entiendo, ¿eres o no eres Dios?

- Si para ti dios es un ser con una larga y canosa barba,

- Pero es lo que dice la Biblia y lo aprendí en mis clases

- Daniel, las enseñanzas que has recibido a lo largo de

- Un momento, ¿eres de otra especie entonces? ¿Eres un

- ¿Qué es un árbol para ti?

- Este tronco torcido lleno de rugosidades que está aquí

- Entonces sí, soy un árbol.

- ¿Y por qué me hablas?

- Siempre lo he hecho, sólo que esta vez te sentaste a

- Ni yo lo hubiera podido haber dicho mejor.

- De verdad me encantaría quedarme a conversar pero ya

Simplemente me levanté y me fui.

Esa semana siguiendo con una especie de constante en mi vida

Cada vez más saturado de preocupaciones, sin recordar

Eran aproximadamente las once de la mañana, el sol esta vez

- ¿Por qué no haces algo al respecto Daniel?

Esta vez la voz me sacó abruptamente de mi transe y me ubicó

- Me asustaste, ¿es posible que si me vas a hablar puedas

- Recuerdas lo que te dije Daniel, siempre te estoy

- Ah sí, es verdad, entonces es mi culpa que justo cuando

- ¿Qué es para ti la culpa Daniel?

- Ajá!, excelente pregunta, nunca me había detenido a

- Estás tan lejos de entender el concepto de algo tan

- La culpa es una de las invenciones de tu especie para

- Adentro de su ser, donde se encuentra la esencia

- Daniel, por primera vez estás abriendo los ojos a una

- ¿Qué es la fuente divina de información?

- Solo podrás comprenderlo una vez que hayas aceptado

- Bueno en eso tienes razón, nunca esperé que mi vida

- Por ejemplo, respóndeme una pregunta: ¿cuándo fue la

- Eso duele, creo que el año pasado cuando fuimos al

- ¿Quieres decir que él no merece tu tiempo? ¿Que lo

- No, definitivamente que no es así pero, ¿cómo puede

- Exactamente, eso es lo que piensan ustedes los

- ¿Qué es lo que anhelas Daniel?

- ¿Te refieres a mis sueños?