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CANASTA FAMILIAR BASICA – COMO PARAMETRO PARA LAS EXIMICIONES

EXPEDIENTE N° 15197-BR-03

2° SESION ORDINARIA 13-03-03

ACTUALMENTE SE ENCUENTRA EN TRATAMIENTO EN LA COMISION DE


PRESUPUESTO Y HACIENDA

FUNDAMENTOS

Como es de público y notorio conocimiento, el proceso devaluatorio de


la economía nacional, que instrumentó el PEN a partir del mes de enero del año 2002, ha
repercutido negativamente en los sectores más desprotegidos de la población de nuestro
país, los que según cifras oficiales emitidas recientemente por el INDEC, se encontrarían
sumidos en la pobreza en un porcentaje superior al 57 %, y en más del 27 % se habría
estimado el nivel de indigencia.

Cabe tener presente que la pauta para establecer el nivel de pobreza,


se fija en función del valor de la canasta básica de alimentos y servicios, que para el Gran
Buenos Aires se contempla en la suma de $ 716, según las últimas mediciones del INDEC,
considerándose como pobres a aquellos grupos familiares que no disponen de ingresos
suficientes para adquirir aquella canasta básica de alimentos, en tanto que se consideran
indigentes a aquellas familias con un ingreso inferior a $ 324 mensuales, monto en el que se
estima el valor de la canasta básica total, es decir aquellos alimentos con las calorías
mínimas necesarias.

Como también es del conocimiento público, la ciudad de Río Gallegos


es el conglomerado urbano de la Argentina, en que en mayor cantidad ha crecido la pobreza
durante el año 2002.

Estos datos de la realidad, no pueden pasar desapercibidos para la


autoridad municipal, en función de la incidencia que la misma tiene en la recaudación
tributaria, fuente natural de recursos de la comuna, la que se ve sensiblemente afectada por
la precaria condición económica que afecta a la mayoría de los vecinos de nuestra ciudad,
quienes lisa y llanamente son ‘pobres’, teniendo ingresos insuficientes para comprar una
canasta básica de alimentos, fijada según los costos comerciales del Gran Buenos Aires, y la
que sin duda, y como todos sabemos, es aún más onerosa a casi 3.000 Km. de la Capital
Federal.

La solvencia y condición económica de los contribuyentes, está


contemplada por nuestro Código Fiscal (Ordenanza Nº 2418), como una causal para la
procedencia de la reducción de todos los impuestos y gravámenes locales, salvo el impuesto
al baldío, debiendo acreditar el solicitando la carencia de recursos suficientes (artículo 249º).
En otros casos, como en el impuesto inmobiliario se prevés topes de ingresos equivalentes a
las categorías 10 o 15 del escalafón municipal para el caso de jubilados y pensionados
(artículo 217º inciso h). Estimándose estos ingresos mensuales como una cantidad que
supone la subsistencia digna de un grupo familiar. No obstante esta suposición legal, es
evidente que dichos ingresos mensuales, incluidos los haberes correspondientes a una
categoría 15, y según cifras oficiales del INDEC, son absolutamente insuficientes para que
una familia tipo pueda procurarse los elementos mínimos indispensables para una
subsistencia digna.

Esta circunstancia no puede ser ajena a la contemplación y análisis de


este Honorable Cuerpo, haciendo mérito especialmente de la gran cantidad de vecinos que,
encontrándose bajo la línea de pobreza, les resulta manifiestamente imposible asumir
regularmente el cumplimiento de sus obligaciones fiscales para con la Municipalidad local,
sin comprometer su ya magra condición de supervivencia. Es razonable entonces, suponer
que el pago de los impuestos municipales, lejos se encuentran de representar una prioridad
de nuestros vecinos pobres, en el actual momento económico.

A la vista tales circunstancias, resulta evidente que es necesaria una


adecuación de la legislación vigente en materia de exención de impuestos, a los nuevos
parámetros establecidos por la realidad económica, que dicta que aquella familia con un
ingreso mensual inferior a los $ 716 es pobre, y por lo tanto resulta carente de todo sentido
político y social, pretender esperar que los vecinos que se encuentren en tal condición
paguen sus impuestos, y más grave aún compelerlos de cualquier forma a que lo hagan,
cuando como debe ser, la prioridad de cualquier padre de familia es acercar el plato de
comida a la mesa familiar.

Para ello, resulta pertinente la modificación de la Ordenanza 2418,


artículo 249º, eliminándose el requisito de la demostración de la carencia de recursos, de por
si un concepto de vaga definición, y reemplazándolo por la acreditación de recursos
inferiores al valor de la canasta básica de alimentos publicado regularmente por el INDEC,
para de esta manera no ofender la dignidad de nuestros vecinos que, en caso contrario,
deberían soportar además de su precaria condición económica, la necesidad de tener que
alegar y exponer una situación de extrema indigencia, en la que no pocos contribuyentes
también se encuentran inmersos.

PROYECTO DE ORDENANZA

EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE, EN SESION ORDINARIA DEL DIA DE LA


FECHA, SANCIONA CON FUERZA DE:

ORDENANZA

Artículo 1º.- MODIFICASE el Artículo 249º primer párrafo, de la Ordenanza nº 2418


(Código Fiscal Municipal), el que quedará redactado de la siguiente forma:

‘Artículo 249º.- El Departamento Ejecutivo podrá disponer una reducción de hasta el


cien por ciento ($ 100) sobre todos los impuestos establecidos en el Código Fiscal
Municipal y la Tarifaria Anual con excepción del impuesto al Baldío a favor de
aquellas personas o núcleo familiar que acrediten un ingreso mensual menor al valor
de la canasta básica de alimentos y servicios, publicada por el Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos o el organismo que eventualmente lo sustituya.’

Artículo 2º y 3º.- DE FORMA.-

JORGE CRUZ
CONCEJAL

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