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HISTORIA

En 1640 las tierras pertenecían al Pago de Areco, que comprendía los


actuales partidos de San Andrés de Giles, San Antonio de Areco, Exaltación de la
Cruz y Carmen de Areco. El dueño de dicha propiedad era Pedro de Giles.
Comienza a conformarse hacia 1793 un núcleo poblacional en el sitio que
ocupa hoy la ciudad cabecera del Partido, por donación de Francisco de Suero y
Giles, descendiente del primer propietario. Su donación la efectuó al Niño Dios y
San José y fue recibido por el Padre Piñero, Párroco de San Antonio de Areco. El
mismo construyó allí un oratorio (alrededor del mismo comienza a formarse el
pueblo). Este oratorio se inauguró en 1806, tomada como fecha fundacional.
Entre los parajes y postas del partido se encuentran la Posta de Figueroa,
Posta de Giles, Posta de Chañarcitos, Posta de Sosa, Posta de Díaz, Posta de
Gregoria Rodríguez, Posta de Lucero y Posta de Castro.
En 1880 comienzan a surgir otros pueblos en torno al desarrollo ferroviario.
Surgen así Azcuénaga, Villa Ruíz, Cucullú y Heavy. Con el trazado de las rutas
nacionales nacen otras localidades como Villa Espil, San Alberto y El Candil.
Según la documentación del Departamento de Investigación Histórica y
Cartográfica, dependiente del Ministerio de Infraestructura de la Provincia de
Buenos Aires sobre el “origen del dominio de la tierra: José Ruiz de Arellano se
casa con María Rosa de Giles en 1699 (la familia Giles le había dado su nombre a
la toponimia lugareña). No tuvieron descendencia y María Rosa muere en 1735.
Todos los bienes pasan a su marido José Ruiz de Arellano.
Dos años después, en 1737, Arellano se casa con María Teodora de Suero
y Giles (sobrina de su primera esposa) y tampoco tienen descendencia. María
Teodora hereda todos sus bienes al fallecer su marido. María Teodora tenía un
hermano llamado Juan Francisco de Suero y Giles, a quien Arellano donó una
parte de sus tierras sobre la Cañada de Giles, mediante un documento que se
protocolizó el 13 de mayo de 1755 ante el Escribano Felipe Vázquez Pelayo.
Juan Francisco de Suero y Giles vendió parte de sus tierras a Felipe
Antonio Martínez y éste procedió al desalojo de personas que ocupaban esos
campos.
En defensa de los desalojados aparece Domingo Hidalgo, aduciendo que
Suero no era el verdadero propietario de esas tierras, sino que eran los herederos
de Lorenzo de Lara (beneficiario de otra merced).
En medio del litigio, Suero manifiesta que tenía acordado con su
terrateniente vecino Pedro Díaz de Vivar, efectuar la mensura de las respectivas
propiedades para determinar sus límites.
El 22 de febrero de 1839 Toribio Fernández y su esposa Carmen Figueroa
venden a Pedro Rodríguez las tierras que habían comprado a la Sucesión de
Suero.
El 3 de agosto de 1840, ante el Escribano Luis López y el Registro de Justo
José Núñez, Pedro Antonio Rodríguez vende a Álvaro de la Riestra un terreno de
estancia.
El 22 de agosto de 1864 ante el Escribano José Brada y Registro del finado
Agrelo, Eustaquio, Norberto y Augusto de la Riestra, legítimos hermanos y éste
último, en representación de su otra hermana Ángela de la Riestra de Newton,
viuda, según el poder que le confirió con fecha 25 de abril de 1864, venden a
Hermenegildo de la Riestra, hermano también, la parte que les corresponde como

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únicos herederos de sus finados padres Álvaro de la Riestra y María Teresa
Martínez.
El 26 de agosto de 1865 ante el Escribano José Boada, Ángela de la
Riestra de Newton, Eustaquio y Augusto de la Riestra y éste último, en
representación de su hermano Norberto de la Riestra, según el poder general que
le otorgó con fecha 11 de mayo último, venden a Juan Cunningham un terreno de
estancia por un valor de 500.000 pesos antiguos (Inscripción N° 4472/189) que se
extendía desde el arroyo de Giles al arroyo del Sauce y en su parte central con
dirección oeste-este se cruzaba la cañada que desembocaba en el arroyo El
Sauce.

Ubicación del antiguo Casco de la estancia “La Paloma

Como consecuencia de las condiciones socioeconómicas y políticas de


algunas provincias y condados irlandeses a mediados del siglo XIX, hubo una
masiva inmigración de éstos hacia San Andrés de Giles y sus alrededores. Juan
Cunningham es un ejemplo de ello, quien se dedicó exclusivamente a la cría de
ovejas en su estancia La Paloma, creando un considerable aumento de la
población y la mejora en la calidad de vida de la raza lanar. Su estancia estaba
atravesada por tres caminos, uno cercano a su casco principal: “Camino de San
Andrés de Giles a Zárate”, el segundo “Camino de Giles a Capilla del Señor” y el
tercero cruzaba el arroyo El Sauce “Camino de San Antonio de Areco a Luján”.
La primera referencia documental en materia de ferrocarriles relativa a Giles se
encuentra hallado en la Sesión de la Corporación Municipal celebrada el 6 de
agosto de 1870 y presidida por Juan Silva. El acta mencionaba la solicitud de la

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Municipalidad de San Nicolás de los Arroyos pidiendo la extensión de las líneas
férreas hasta ese punto o Rosario por considerarlo conveniente y beneficioso.
Otra referencia esta contenida en el acta correspondiente a la sesión del 29
de abril de 1880 y dice: “El señor Presidente dijo que debía hacer presente a la
Corporación que el Dr. Don Diego González había sido facultado o apoderado por
esta Municipalidad para gestionar la ubicación de la Estación Azcuénaga de este
partido del ramal del F.C de Luján a Pergamino, que dicho señor le había
comunicado haber cumplido su mandato y que creía justo se dispusiera el pago
de sus honorarios. Se aprobó $5.000.
Azcuénaga fue la primera estación ferroviaria habilitada en el partido sobre
la línea del entonces Ferrocarril a Pergamino. En el acta del Directorio de
Ferrocarriles de la Provincia del 13 de enero de 1880 consta que: “El Presidente
dijo que en virtud de la autorización que había recibido en la sesión anterior, había
dado el nombre de Azcuénaga a la estación que se colocará frente a Giles.”
En el acta del 30 de marzo siguiente se lee: “Se aprueba una nota del
gerente comunicando que el 1° de abril se podrá abrir al servicio la estación
Azcuénaga.”
Parece ser que tal apertura sufrió una breve postergación porque en el
Tomo I de la misma publicación se lee que la misma tuvo lugar el 1° de junio. Esta
nueva estación dio nacimiento a un pueblo que prosperó rápidamente y se fue
levantando en terrenos donados por Juan Cunningham, estanciero del lugar, de
acuerdo al siguiente detalle: tal donación en el ramal de Luján a Pergamino se
efectuó bajo una serie de condiciones:
o Si por algún motivo o circunstancia llegase a cambiarse de lugar la
estación, inmediatamente las tierras donadas volverán al dominio del donante.
o La Empresa deberá dejar una franja de 15 metros de ancho para vía
pública, además de los 5 metros dejados por el donante, que juntos serán
destinados para la apertura de una calle. En ningún casi la Empresa podrá
cerrarla.
La donación efectuada a la Cía. del Ferrocarril de la Provincia, tenía una
superficie de 49.354,68 metros cuadrados con el destino a vías y estación y
fueron escrituradas ante el Escribano Manuel Salas el 3 de mayo de 1881. Cabe
destacar que el Ferrocarril de la Provincia transfiere todas sus tierras y
pertenencias a la Compañía del Ferrocarril del Oeste el 14 de julio de 1896.
La estación se instaló en el camino de Giles a Zárate a una distancia de
2000 metros aproximadamente al sur de la estancia La Paloma, propiedad de
Juan Cunningham.
En cuanto a la otra parte de la estación compuesta por 120.066 metros
cuadrados con la condición de no poderse arrendar ni vender dichas tierras al
Ferrocarril, siendo escriturada por el Escribano Tulio Méndez el 31 de agosto de
1880. Cabe destacar que estas tierras fueron transferidas al Ferrocarril del Oeste
por el Ferrocarril de la Provincia, el 23 de julio de 1899.

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Lorenzo Torres había obtenido esas tierras junto a otras de mayor
extensión, cuando compra el 4 de marzo de 1847 a Pedro Antonio Rodríguez, a
quién le había correspondido por compra a los herederos de Felipe Monje, y éste
a su vez a los herederos de Suero.
Por allí comienza a pasar entonces, el ferrocarril del ramal Luján -
Pergamino del Ferrocarril Central Argentino. La estación ferroviaria fue habilitada
al servicio público el 1 de abril de 1880, con la llegada del primer tren con máquina
a vapor, procedente de la estación del Parque en Buenos Aires. Fue la primera
estación ferroviaria del distrito de San Andrés de Giles y consistió en una sensilla
casilla de madera. El actual edificio de dos plantas con techo de tejas francesas,
fue construido en 1883. Su nombre evoca al Brigadier General Miguel de
Azcuénaga, destacada actuación durante las Invasiones Inglesas, participó del
Cabildo abierto del 22 de mayo de 1810 y fue vocal de la Primera Junta de
Gobierno el 25 de mayo de 1810. Falleció el 19 de diciembre de 1873 en su casa
de campo, actual Residencia Presidencial de Olivos.

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Estación ferroviaria

No se han hallado constancias de que las primeras ventas hechas por


Juan Cunningham se hayan efectuado en forma particular o en remate público. Si
podemos decir que una de las primeras ventas fue hecha a Ascencio Esquiaga,
quien fue el primer jefe de la estación Azcuénaga y quien tuvo influencia para que
Juan Cunningham realizara un fraccionamiento en campos de su propiedad. El
proyecto original estuvo conformado por 16 manzanas y no siguió los carriles
normales de aprobación del nuevo centro de población, pues el plano no fue
presentado al Departamento de Ingenieros, tal como dictaba la ley, sino que fue
inscripto en el Registro de la Propiedad, formándose el legajo especial del mismo,
como ocurrió en otras localidades de la Provincia de Buenos Aires.
Una vez que se inauguró la estación Azcuénaga, en el ramal de Luján a
Pergamino, comenzaron a instalarse alrededor de la misma, distintos comercios
con el permiso del propietario, radicándose en sus inmediaciones inmigrantes
italianos, españoles, irlandeses y franceses, que junto a las familias criollas,
formaron un incipiente núcleo de población.
Las primeras ventas de lotes, quintas y chacras fue en el año 1885 con la
venta al señor Ascencio Esquiaga, como se mencionó anteriormente, ante el
Escribano Fernando del Río (Inscrip. 387/1885), siendo el detalle de la misma lo
siguiente: en la ciudad de Mercedes el 28 de marzo de 1885, se procede a
inscribir el título de venta de Juan Cunningham a favor de Ascencio Esquiaga,
ambos vecinos del partido de Giles, estación Azcuénaga, en la que consta que el
primero vende al segundo por el precio de 6.200 $ moneda nacional, compuesto
de 129,50 metros de fondo.
En 1886 compra tierras Luis y Alejo Sillon (Inscrip. 699/1886). En el año
1888, otros dos compradores: Domingo Barca, ante el Escribano Tulio Méndez

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(Inscrip. 1105/1886) y Pedro Altapharro ante el mismo Escribano (Inscrip.
1237/1888).
En 1890 Juan Cunningham le vende a José Magliano, ante el escribano
Gómez (Inscrip. 2235/1890).
En 1891 compran: El Ferrocarril del Oeste, ante el escribano Romero
(Inscrip. 4320/1891) y Pedro Lazcano (Incrip. 5929/1891).
En 1892 compra Antonio Salazar (Incrip. 4713/1832).
Con respecto a los años que van desde 1893 hasta 1902, en los cuales no
figuran ventas por parte de Juan Cunningham en el Registro de la Propiedad,
podemos deducir que las mismas siguieron, pero se dejaron de anotar en el ente
correspondiente. Las causas pueden ser varias y podemos mencionar cuáles
fueron, pero queda esta incógnita para un futuro estudio de investigadores locales.
En 1903 se realizaron la mayor cantidad de ventas, a saber: Bernardo Ratti,
Juan Vanasco, Antonio Garibaldi, Juan Colombo, Constantino O´Donell, Andrea
Giacone, Pedro Gaillardon, Agustín A. Carcagno, Raimundo Malvicini, Máximo
Belofiflio, Domingo Oral, Sabino C. Lorea, Antonio Cerca, Antonio Garibaldi, Juan
Vanasco, Félix Castrilli y Serafín A. Zanassi.
En 1905 las ventas son a: Domingo Conti, José Mujica, Victorina Lartat de
Cabrera, Manuel Lartat y Teresa Machado.
La siguiente venta fue en 1907 a Máximo Belofiglio.
En 1909 hubo dos compradores: Santos Capecci y Vicente Rubini.
Al año siguiente Juan Cunningham le vende a Juan Calcagno y Rosa
Calcagno de Bava.
En 1911 compra Josefa Capalastegui de Mutaberria.
Por último, mencionaremos la sucesión de Juan Cunningham ocurrida en
1913 a favor de Mariana Mackey de Cunningham por tres lotes de diferentes
medidas.
A raíz de la población surgida alrededor de la localidad de Azcuenaga, nace
la necesidad de la apertura de un establecimiento educativo para los niños. Luego
de varias gestiones, en el año 1893 se habilita la escuela N°3 (hoy N°4) en un
terreno con casa cedida por el señor José Terrén. En el año 1911 Juana Miró de
Pichetto, dona al Consejo Escolar 2500 metros cuadrados, habiendo obtenido
dichas tierras de su marido José Pichetto.
Se dice que en épocas de paso regular del ferrocarril por Azcuénaga, la
producción agropecuaria era tal, que el galpón se encontraba agolpado de bolsas
de arpillera llena de granos. Al detectarse humedad en las bolsas de granos, se
los sacaba de las mismas y extendía sobre lonas al sol y al viento para quitar la
posible humedad que pudiese malograr la cosecha. Se utilizaba población local
como mano de obra en la producción y mantenimiento de las bolsas de arpillera,
así como en el traslado de los granos desde los campos o la Casa Terrén
(importante productor agropecuario) hasta la estación. Uno de los primeros
almacenes de ramos generales del pueblo que comenzó a funcionar en su actual
edificio en el año 1885.
Los galponeros eran dirigidos y supervisados por un capataz elegido por la
productora de cereales. En cuanto al transporte de los granos, se realizaba por
medio de carros o chatas. Los carros eran conducidos por carreros y tirados por
bueyes. Las chatas las manejaban los chateros y eran tiradas por bueyes con
yugos de madera; tenían menor velocidad pero mayor capacidad. En 1929
comenzaron a aparecer los “camiones” motorizados.

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Para fines del siglo XIX un grupo de vecinos de Azcuenaga y alrededores,
en su mayoría irlandeses, formaron una comisión para construir una Capilla en el
pueblo, impulsados por la distancia y dificultades de trasladarse hasta la Parroquia
de San Andrés Apostol, en la actual ciudad cabecera. El 16 de mayo de 1902 se
escrituró la donación del terreno realizado por Juan Cunningham y su esposa, la
señora Mariana Mackay de Cunningham, teniendo una superficie de 21,24 metros
por cada uno de sus lados y siendo valuado en 500$. La piedra fundamental fue
colocada y bendecida por el Obispo Auxiliar de La Plata Monseñor Francisco
Alberti el 4 de mayo de 1902.
La Capilla Nuestra Señora del Rosario de estilo neorománico, fue
construida gracias a la donación de Elena Ham entre 1902 y 1907. El domingo 6
de octubre de 1907 se celebró la primer Misa a cargo del Pbro. Pío Iluminatti. La
inauguración de la campana donada por la señorita Elena María Ham y bendecida
por el padre Iluminatti fue el 3 de noviembre de 1907. En su interior se destaca su
altar mayor construido en madera con trabajos artesanales, similar al mármol,
realizados en Zaragoza, España.

Antigua imagen de la Capilla

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En 1917 comienza sus actividades la actual panadería La Moderna con su
horno a leña y el 1 de julio de 1920 se funda el Club Recreativo Apolo.
Hay algunos servicios básicos cuyo desarrollo es necesario destacar por la
necesidad de los mismos en cualquier población. En 1934 se otorgó la concesión
del transporte público a un vecino de Solís para cubrir el tramo Solís – Azcuénaga
– San Andrés de Giles. Este vehículo contaba con poca capacidad. El negocio fue
más tarde llevado a cabo por los hermanos Alvis, luego por la “Empresa Testoni”,
después por la “Empresa Martín” y posteriormente por la “Empresa Conde”.
En 1935 había una usina que daba luz eléctrica al pueblo, que pertenecía a
la Casa Terrén y estaba a cargo del señor Pablo Solari. El servicio eléctrico de
Azcuénaga funcionaba desde el atardecer hasta las 12 de la noche
aproximadamente y era la única localidad rural en todo el distrito con luz eléctrica.
En 1939 había en el pueblo 2000 habitantes, el jefe de Correos era P: A:
Terrén,Acopiadores de Cereales Terren y Cia., un almacén de ramos generales
Terrén y Cía., una acopiadora de cereales Terrén y Cía., una carnicería de
Olegario Vivero, una fábrica de quesos de Blas Iagreca, una panadería de los
Rossi, un restaurante de César Sforzini , dos lecherías una de Justo Anastoa, la
otra de Crispín Fuentes, dos chancherías una de César Sforzini, la otra de J.
Tosso, una cremería de Juan Inda, F. M. de Inda y Pedro M. Inda, una granja de
Pedro Levo, una sastrería de Eduardo Cafecce, una tienda de Pedro Asci, dos
peluquerías una de Juan Casambón, la otra de Miguel Mariano y un taller
mecánico de Pablo Solari. Respecto de otros comercios había: dos pinturerías una
de Carlos Casaubón, y la otra de Salmi Piovesani y Cía., una fábrica de ladrillos
de Cabrelli Hnos., un surtidor de nafta de YPF de Juan Pichi e Hijo y una herrería
de Salmi Piovesani y Cía. En lo que se refiere a servicios había un Jefe de
Correos Pedro Terrén, una agencia de periodismo de Pedro Terrén, dos agencias
de seguros una de Juan B. Pichi, la otra de Terrén y Cía. Los teléfonos estaban a
cargo de Terrén y Cía. y la radio telefonía a cargo de Vicente de Leo. Las
instituciones ya existentes eran el Club Recreativo Apolo y la Escuela Provincial nº
4. Había por aquel entonces ocho establecimientos ganaderos cuyos dueños eran
Justo Anoston, Isaac Figueroa, Juan Ham, M. F. de Inda, Alberto Levo, Sillón
Hnos., Dominga C. de Tejo, y Serafín Zarassi. Los chacareros eran diecinueve
entrando en este grupo Antonio Amorfini, Teresa G. de Bertero, Francisco Blanco,
Miguel Cairo, Antonio Carbone, Carlos Ceriani, César Dotta, Ferreto Hnos., Crispín
Fuentes, Pedro Gómez, Francisco Iglesias, Miguel Kenny, Francisco C. Olmos,
Portessi Hnos., Luis Rosso, Sillón Hnos., Juan Taramasco, Tejo Martínez y José
Zocco.
El 15 de noviembre de 1941 se desató un tornado de tal magnitud, que
varios pobladores debieron buscar refugio en la Capilla y la Escuela.

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Mapa Catastral del Partido de San Andrés de Giles de 1945

En 1964, con el esfuerzo de varios vecinos, se concretó la Sala de Primeros


Auxilios, servicio de gran importancia considerando la distancia y el estado de las
vías de circulación a San Andrés de Giles.
Cuando el ferrocarril dejó de pasar por Azcuénaga y con el cierre definitivo de la
estación, esto provocó un estancamiento general en todo el pueblo, pero a pesar
de esto, sus habitantes nunca bajaron sus brazos.
En el censo de 1991, Azcuénaga tenía 350 habitantes y el censo de 2001
aumentó a 357 habitantes.

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Hoy sus pobladores se trasladan a través de un micro, que pasa por el
pueblo con destino a San Andrés de Giles.

Estación Ferroviaria

Transporte Nuevo Expreso de Giles

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Total de población del Partido de San Andrés de Giles comparada con
sus partidos limítrofes (Censos de 1991 y 2001):
Partido Total Censo 1991 Total Censo 2001
San Andrés de Giles 13.231 16.298
Exaltación de la Cruz 13.075 19.057
Mercedes 48.463 53.408
Luján 73.028 87.353
Suipacha 6.316 7.621
Carmen de Areco 10.137 12.466
San Antonio de Areco 16.788 19.299

Población comparada entre las localidades del partido de San Andrés de


Giles
(Censos de 1991 y 2001):
Localidad Total Censo 1991 Total Censo 2001
San Andrés de Giles 11.345 13.941
Solís 678 862
Villa Ruiz 348 465
Cucullú 344 435
Azcuénaga 350 357
Villa Espil 91 167
Franklin 75 71

Comparación de la población de varones y mujeres de las localidades de


San Andrés de Giles (Censo de 2001):
Localidad Varones Mujeres Total Censo 2001
San Andrés de Giles 6.741 7.200 13.941
Solís 437 425 862
Villa Ruiz 237 228 465
Cucullú 219 216 435
Azcuénaga 182 175 357
Villa Espil 88 79 167
Franklin 37 34 71

El distrito en general y la mayoría de las localidades han aumentado su


población, salvo las localidades de Franklin y Cucullú.

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