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Kiko Veneno
prostituta, aunque se prostituyese. Ni era cantante, aunque cantase. Saida era una superviviente. Y en ese sobrevivir descubri los cabarets oraneses en un momento clave, cuando la gente, los hombres que haban hudo de los pueblos para buscar una vida mejor en la ciudad, se haban quedado sin msica que cantase unos dolores que les eran nuevos y que las msicas ya existentes no podan expresar: los dolores del emigrante, la pena del desarraigo, la tristeza de las ciudades tristes. As naci el rai y as se convirti Saida en Cheikha Rimitti: Cheikha como guio (el mismo que hace llamar marquesa a la duea de un prostbulo) y que las nuevas generaciones de cantantes no se han atrevido a utilizar, quedndose en un discreto chebba (joven); Rimitti por remettez, volved a lle-
nar mi copa de vino. Le cantaba al sexo, al alcohol, al tabaco, a los hombres guapos y las mujeres promiscuas, sin tapujos, sin hipocresas y sin metforas. Toda su vida est llena de revueltas: se pele con los colonizadores franceses, con el Frente de Liberacin Nacional y con los integristas, se pele con sus herederos musicales, se pele con Robert Fripp, de King Crimson, y con Flea, de Red Hot Chili Peppers, cuando, a los 71 aos, grab con ellos el disco SIDI MANSOUR (Absolute, 1995), un proyecto de ventas millonarias que la
convirti en estrella internacional, pero del que reneg totalmente. Dijesen lo que dijesen, vendiese lo que vendiese, a ella no le gustaba. Como ser humano yo brindo por su msica, su simpata, su fuerza, su carisma. Como mujer brindo por ella, para agradecerle la ferocidad, la mirada implacable, la coherencia, la sinceridad de los gestos, la fidelidad a su discurso. Una vez ms. Viva Rimitti!
TEXTO BRIGITTE VASALLO FOTO CORTESA DRO EAST WEST