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adicciones
Subvencionado por: Vol. 13, suplemento 2
Delegación del Gobierno para
el Plan Nacional sobre Drogas 2 0 01
MONOGRAFÍA
COCAÍNA
Editores:
Francisco Pascual, Meritxell Torres, Amador Calafat
Indice
PRESENTACIÓN
Presentation
Robles, G............................................................................................................................................... 5
l pasado año 2000, Socidrogalcohol ela- sumos más habituales que, en el último mes,
6 Presentación
Aproximación histórica a la cocaína.
De la coca a la cocaína.
PASCUAL PASTOR, F.
Enviar correspondencia: Dr. Francisco Pascual Pastor. Unidad de Alcohología. C/ El Camí nº 40. 03801 Alcoi. Fax 965543167.
Resumen Summary
La utilización de las hojas de coca por parte de las The use of the cocaine leaves by part of Incas
culturas incaicas enmarcada en sus costumbres coti- cultures remains framed in their daily customs as a
dianas como estimulante, ahorrador de energías y stimulant, economiser of energy and as a hunger
protector del hambre junto con algunos elementos protector joined with some charming elements
chamánicos reservados a las castas religiosa o más reserved to the religious castes or higher castes at
altas, fue aprovechada por los descubridores españo- least. The cocaine leaves was profited by Spaniards
les de las “Américas” para explotar laboralmente a las discoverers of the “Americas” to exploit at working to
tribus indígenas. Su consumo, casi necesario, mas- Indigenous tribes. Their consumption almost
cando las hojas de coca estuvo íntimamente ligado necessary was by masticating cocaine leaves and
con las culturas precolombinas. was very tied with the pre- Colombian cultures.
La oposición de ciertos sectores eclesiásticos no The resistance of certain ecclesiastical sector
tuvo respaldo entre los comerciantes y explotadores didn’t have support between traders and exploiters of
de campos y minas. arable lands and mines.
Pero la verdadera eclosión se produce con el des- But the true expansion was in the nineteen
cubrimiento en el siglo XIX de su alcaloide: la cocaína. Century with the discovery of it alkaloid: the cocaine.
Ensalzada desde el punto de vista médico y social, It was prised from the medical and social point of
hasta principios del siglo XX, prohibida posteriormen- view to the beginning of twenty Century. It was
te por la aparición de consecuencias sobre todo de forbidden later by the appearance of consequences
orden psicológico y la constatación de su capacidad specially psychosocial order and the checking of
adictiva, no ha sido suficiente para que se haya con- addictive capacity. But this haven’t been enough to be
vertido en nuestros días en una de las drogas más considered as one of the drugs more consumed
consumidas, como droga recreativa, originando pin- nowadays, not only as a recreational drug but causing
gües beneficios en el mercado negro y apareciendo benefits in the black market and appearing new
nuevas formas adictivas más peligrosas y adictógenas addictive habits which are more dangerous and
que la propia cocaína. addictive than the cocaine itself.
Palabras clave: Coca, cocaína, basuco, crack, Coca – Key Words: Coca, Cocaine, basuco, crack, Coca -
Cola. Speed ball, historía. Cola. Seed ball, history.
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Las autoridades de aquella época calcula- de forma más amplia en su versión de té
ban que entre un tercio y la mitad del cupo (mate de coca).
anual de los obreros de la coca fallecían Las hojas de coca, remedio omnipresente
como resultado del servicio obligatorio de entre los Kallawayes, sirven para paliar las
cinco meses que debían de cumplir, a causa alteraciones gastrointestinales, las contusio-
de un insecto díptero y del mal de los Andes nes, los resfriados y otras enfermedades de
o “uta” ( cáncer de nariz, garganta y labios). la altitud. En gran parte de América del Sur es
Se promulgaron decretos desde Lima, e apreciada también por sus propiedades esti-
incluso por parte del rey Felipe desde Madrid, mulantes. Al calentar o hacer hervir las hojas
intentando regular las horas y condiciones de de coca se liberan ciertos alcaloides que alte-
trabajo. ran al “espíritu”.
En la feria anual de Potosí se llegaron a Excepto en la cultura de los colonizadores
importar 100.000 cestas de coca, alrededor españoles, la coca ha estado desconocida
de 1.300 toneladas. El consumidor medio prácticamente para el resto del mundo hasta
mascaba 60 - 100 gr. de hojas de coca al día, el siglo XIX. En nuestra época, el mal uso de
repartidos en 3 – 5 veces, procurando las ciertas drogas extraídas de vegetales como
hojas más dulces y menos estropeadas, es la cocaína se ha convertido en un verdade-
rechazando las amargas y negras por su alto ro azote social.
contenido en cocaína, pero el contenido de
alcaloide (cocaína) solo es del 0’5 – 0’7% y
solo se absorbe una porción en la digestión,
por lo que el consumo medio de cocaína LA COCA DURANTE EL SIGLO XIX.
podía ser de a lo sumo 300 – 700 mgr. cada
24 horas. El efecto de una masticación es El naturalista suizo J.J. von Tschudi, escri-
comparable a la estimulación producida por bió un libro denominado Travels in Perú,
dos cafés. siguiendo y verificando los descubrimientos
En el siglo XVII, sus virtudes estimulantes hechos por Pizarro y tuvo la ocasión de verifi-
hacen que parezca muy útil a varios médicos car las virtudes de la coca al observar como
y boticarios españoles al disminuir las fatigas los porteadores con los que llegó al Perú en
entre los obreros y los soldados. 1830 podían pasar cinco días sin tomar ali-
La práctica de mascar coca todavía persiste mento alguno y durmiendo muy poco gracias
en algunas zonas de América del sur con la al consumo de coca.
atribución de propiedades tales como la de En el año 1850 Paolo Mantegazza escribió
mitigar el hambre, superar el mal de altura, en Milán un tratado sobre la Coca, afirmando
anular los efectos de las bajas temperaturas e que la propiedad principal de la coca no se
incluso aliviar el dolor de estómago. En la encontraba en ningún otro remedio, desta-
masticación no aparece euforia y el uso des- cando su efecto exaltante que desafiaba la
aparece cuando disminuyen los grandes fuerza del organismo sin dejar ningún signo
esfuerzos. de debilidad y lo recomendó para las enfer-
Aún hoy los aborígenes mascan sus hojas medades nerviosas.
de coca durante hasta 3 horas, junto con una Veinte años más tarde Sir Robert Christion
pequeña piedra caliza o polvo de cal que la exalta por la capacidad de eliminar la fatiga
aumenta la salivación, o se emplea en infu- mental y física. Los ciclistas franceses empe-
sión, tolerada y legal, para soportar los incon- zaron a tomarla y también los soldados del
venientes de las grandes altitudes andinas, el ejercito alemán ambos grupos para incre-
hambre y las fatigas del trabajo. mentar su resistencia.
En Bolivia y Perú, donde la coca es legal, se A principios del siglo XIX se empezó a
utiliza en pasta de dientes, chicles, vino y en observar los efectos del consumo excesivo a
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nociva por si misma, pues solo admite efectos lo utilizaban para alivio de sus gargantas..
negativos entre los adictos a la morfina, recha- Thomas Edison y el Papa León XIII fueron fer-
zando la capacidad adictiva de la cocaína. vientes defensores de esta bebida, incluso el
Solo un año después de la publicación de Papa prestó su efigie para la etiqueta y con-
Über Coca un neuropsiquiatra vienés, Erlen- cedió la medalla de oro a su inventor.
meyer, negaba la utilidad terapéutica de la El vino de coca se prefería frente a los
cocaína y advertía sobre sus consecuencias extractos, las infusiones o la masticación. El
negativas. Aunque algunos científicos empe- vino era un “bordeaux” rojo aromatizado con
zaban a temer por los efectos secundarios e extractos de la planta. Un vaso de vino Maria-
incluso por la posible adicción cocaínica, ni podía contener entre 35 – 70 mgr. de coca-
Freud llegó asegurar en el mismo artículo que ína, lo mismo que una raya actual.
su consumo no producía deseo compulsivo
El 2 de septiembre de 1885 el New York
sino cierta aversión al aumentar la dosis. Pero
Times se hizo eco de las utilidades terapéuti-
incluso Freud, pocos años más tarde, pudo
experimentar con un colega suyo los efectos cas de la cocaína, otorgándole entre otras
secundarios de la cocaína. El tratamiento propiedades curativas para la fiebre del heno,
consistió en inyecciones subcutáneas para el catarro, el dolor de muelas e incluso para
tratar el dolor por una amputación y la adic- los peores resfriados y mareos.
ción provocada por la morfina que su pacien- En aquel momento y ante la ausencia de
te y amigo había consumido para mitigar el estudios serios no se podía afirmar que fuese
dolor. Las dosis de cocaína tuvieron que ir en una droga peligrosa.
aumento y al cabo de cierto tiempo termina- La compañía farmacéutica Parke Davis
ron por provocar paranoia, delirios y pérdida empezó a producir productos que contenían
de autocontrol. La cocaína no era tan inofen- cocaína, por ejemplo cigarrillos de coca para
siva como parecía en un principio. las infecciones de garganta. Creían que el
Durante la década de los 80 (1880) algunos “fármaco” podía servir para curar desde los
contemporáneos de Freud siguieron sus mareos hasta las hemorroides.
pasos, y al utilizar la cocaína corroboraron en
ParKe Davis se sirvió de la popularidad de
un principio que no era mucho más adictiva
Freud y de sus investigaciones, pagándole en
que el café o el té. El uso básicamente era
especie por declarar que su cocaína era pre-
subcutáneo, pero al tener que aumentar las
ferible a la de Merck (el otro laboratorio que la
dosis empezaba a aparecer cefaleas, pérdida
comercializaba), aunque Freud también apa-
de control mental y graves complicaciones
cardíacas y respiratorias. recía en el prospecto de la cocaína de este
último laboratorio alabando el producto.
Entre sus utilidades cabe destacar su utili-
zación para fortificar el corazón, estimular la La firma Merck hacía llegar entre otros
circulación, excitar el espíritu y mejorar las Cocaine (clorhidrato de cocaína), que algunos
funciones digestivas. Se prescribía además años más tarde se conocería entre los usua-
para la debilidad, el agotamiento, la neuraste- rios con el sobrenombre de “la insuperable”.
nia, el estrés, el alcoholismo, la fatiga sexual Su popularidad llevó a que la población la
y la gripe. Toda una panacea, de la que se utilizase como un tónico, e incluso a que su
llegó a afirmar que con su uso se podría inclu- utilización pasase a la ficción como en el caso
so prescindir de los asilos para alcohólicos, y de su utilización por Sherlock Holmes que se
conseguir su cura radical en 10 días. inyectaba cocaína cuando su mente se que-
Angelo Mariani, químico de Córcega, daba atascada en la resolución de algún caso.
embotelló y vendió el “Vin Mariani”, a base de Incluso se dice que Robert Louis Stevenson
cocaína con la indicación de prevención de la escribió su obra “El Dr. Jekyll y Mr. Hyde bajo
malaria, la gripe y “otras enfermedades la influencia de la cocaína (un libro escrito
devastadoras”, incluso los cantantes de ópera interrumpidamente durante seis días y que
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bebida contenía alcohol que se suprimió ante cótica, las convulsiones e incluso algunos
el establecimiento de la ley seca, añadiendo casos de fallecimiento.
nuez de cola y esencias de agrios, también Pero en 1885 en el Medical Record se
se sustituyó el agua por agua gasificada. Con escribieron las primeras advertencias sobre el
estos cambios se consolidaba la Coca Cola, consumo de cocaína y aunque se afirmaba
en 1891 el inventor vendió la patente a A. que aliviaba la sensación de agotamiento,
Grigs Candler, (fundador de la Coca – Cola disipaba la depresión mental y producía una
Company) obteniendo así su fórmula secreta sensación deliciosa de alegría y bienestar,
El jarabe se vendió en barriles de gaseosa con su uso los efectos secundarios aparecían
como tónico reconstituyente. en principio de una forma suave, casi imper-
En 1903, la extendida opinión pública con- ceptibles, pero si su consumo continuaba y
traria a las drogas, los perjuicios y los testi- se incrementaba creaba un deseo que debía
monios negativos junto a la reacción adversa satisfacerse, el individuo a partir de ese
de la prensa, aconsejaron eliminar la Cocaína momento se volvía nervioso, febril, insomne,
por lo que en 1909, la Coca Cola terminó por inapetente, quedando al final la sensación de
sustituir la Cocaína por Cafeína, permanecien- “neurastenia lastimosa”.
do todos los demás alcaloides de la hoja de Durante ese mismo año un paciente de
coca. En 1920 la Coca Cola se convirtió en la Freud recibió una sobredosis de cocaína, lo
bebida nacional de EE.UU., sobre todo a par- que llevó al propio Freud a escribir un artículo
tir de la aplicación de la ley seca, llegando a titulado “Craving For and Fear of Cocaine”,
servir de cruzada para los metodistas contra teniendo que admitir que la cocaína producía
el alcohol.
paranoia, alucinaciones y deterioro físico y
En 1978 Coca Cola intentó sacar a la venta mental.
un chicle con extractos de coca, como goma
En 1887 el Dr. J.B. Mattison (Brooklin) ase-
de mascar medicinal. La política de Reagan y
gura que la cocaína produce adicción. Y aun-
la competencia de la Pepsi, les hicieron des-
que se intentó demostrar que coca y cocaína
istir del intento, retirando el extracto de coca
no eran sinónimos a la hora de producir
que aún conservaba la Coca – Cola, el fracaso
dependencia el hecho es que ante los hallaz-
comercial junto con la respuesta popular obli-
gos negativos de la cocaína, la coca cayó en
gó a los productores a reponer la bebida tra-
desprestigio y desuso, conservándose única-
dicional con la denominación de Coca- Cola
mente las escasas utilidades clínicas. Incluso
Classic. En un conjunto de 54 productos
experimentos sofisticados fracasaron a la
industriales derivados de la Coca, solamente
hora de demostrar el incremento de la ener-
Coca – Cola tiene circulación mundial.1
gía para el trabajo en ausencia de fatiga.
A principios del siglo XX unos creen que la
cocaína es mortífera, otros que es una pana-
LA DECADENCIA DE LA COCAÍNA. cea y otros hablan de su utilidad o inutilidad
según personas. Hacia 1900 todas las drogas
Para un joven español el consumo de coca- conocidas se encontraban disponibles en far-
ína representaba una rebelión contra su macias y droguerías, pudiéndose incluso
clase. Con la revolución industrial, se planteó comprar por coreo. La legislación española
la posibilidad del uso de la cocaína entre los permitía que a principios del siglo XX, se
obreros. Pero a partir de 1880, se empezó a pudiesen dispensar drogas y entre ellas pas-
cuestionar su utilidad y sobre todo se eviden- tillas y jarabes de cocaína y todo ello de libre
ció su capacidad adictógena, la conducta psi- acceso para los usuarios.
1
Boville Luca de Tena, B. La Guerra de la Cocaína. Temas de debate.. Edit. Debate S.A. Madrid 2000.
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Control Act promulgaban penas máximas a cación cocaínica dentro de su obra “La Psi-
los infractores de las leyes antinarcóticos, quiatría médico legal”.
incluyendo hasta la pena de muerte. En 1957 Hemos querido hacer referencia especial
el Comité de Expertos en Drogas Adictivas, de esta obra por la brillantez de la exposición
declaró que las drogas prohibidas producían del cuadro clínico, en una obra de 1933, lo
adicción y las no prohibidas solo hábito. Estas que nos permite entender que el conocimien-
leyes se trasladaron a nivel internacional por to de la gravedad de las complicaciones del
medio de la Convención Única sobre Estupe- consumo abusivo y repetitivo de cocaína no
facientes de 1961, y de su anexo de 1971, el ha sido algo desconocido por los médicos
Convenio de Sustancias Psicotrópicas. En la durante el siglo XIX, aunque no se le ha otor-
Convención Única sobre estupefacientes gado la importancia que el cuadro se merece
celebrada en 1961 se declara que: “ la toxico- hasta bien entrada la década de los 80.
manía constituye un mal grave para el indivi- El autor afirma que la intoxicación cocaínica
duo y entraña un peligro social y económico es en la inmensa mayoría de los casos de
para la humanidad”. carácter voluntario, desapareciendo el origen
En la España del franquismo el uso de la medicamentoso descrito por Freud. Es fácil
cocaína también estuvo presente, sobre todo observar la intoxicación cocaínica en los
entre personas sin privaciones económicas y medios en los que es habitual buscar ciertas
con gran afición a la diversión, fue la droga de satisfacciones o impresiones nuevas, entre
la “jet”. En Madrid había un grupo de perso- ellas destaca el ambiente artístico propicio al
nas de doble moral formado por aristócratas, uso para evitar la fatiga y generar cierta exci-
tonadilleras, artistas y gigolós, además de tación ficticia.
algún torero y famoso del mundo del cine, La intoxicación puede presentarse de
teatro, etc... que vivían esa doble vida inter- forma aguda o crónica no estando exenta nin-
calando su trabajo con veladas de desenfreno guna de las dos de graves alteraciones para
y grandes consumos de alcohol y cocaína. la salud del consumidor.
También es cierto que la inmensa mayoría La intoxicación aguda puede acarrear tras-
de los españoles vivían completamente aje- tornos cardiorrespiratorios que pueden llevar
nos a este tipo de “historias” y que las refe- a la muerte súbita. Los síntomas principales
rencias que se tenían sobre el uso de la coca- consisten en enfriamientos, síncopes, taqui-
ína siempre estaban relacionadas con algún cardia, angustias precordiales, disnea, polip-
trágico suceso. En la prensa científica solo se nea, avidez por el aire y ansiedad, nauseas y
publicaron un par de artículos sobre la cocaí- vómitos; trastornos nerviosos y mentales, lo
na y cualquier suceso era acallado por el tipo que puede llevar al sujeto a estados de reso-
de personas que la consumían. lución muscular, colapso, presentando fenó-
menos de excitación psicomotriz con sacudi-
Pero esto nos hace ver que antes de pro- das musculares.
ducirse el aumento del consumo en los años
La excitación puede traducirse por locuaci-
ochenta en España se había producido en
dad, risas o lágrimas inmotivadas, tendencia
ciertos ambientes un consumo ininterrumpi-
a la cólera, agresividad y violencias de todas
do de esta droga.
clases.
Describe el autor la aparición de cuadros
LA PSIQUIATRÍA MÉDICO LEGAL DE confusionales con alucinaciones o ilusiones,
HENRY CLAUDE. midriasis, elevación de la temperatura corpo-
ral y epilepsia. En el transcurso del cuadro
En el año 1933 y como resultado de diver- delirante puede entregarse el paciente a toda
sos estudio e investigaciones el Dr. Parisino clase de actos graves ( golpes, tentativas de
Henry Claude, dedica un capítulo a la Intoxi- homicidio y suicidio, incendios, fugas, escán-
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dinosos y finalmente lesiones cutáneas de y Panamá, en estos países últimamente se
rascamiento. produce también la elaboración de la cocaína.
Tampoco era raro en las intoxicaciones cró- El consumo de cocaína durante los años
nicas encontrar estados de caquexia genera- 1920 – 1970 se redujo al mundillo de artistas.
lizada así como la constatación de cuadros La cocaína estuvo casi medio siglo relegada a
alucinatorios de orden visual precedidas de pequeños grupos de consumidores pero a
ilusiones. Realmente todo esto desemboca- partir de los años 70 resurge con fuerza su
ba en delirios acompañados de estado confu- consumo, bajo la idea de que era la droga del
sional, insomnio con agitación, ansiedad y bienestar frente al malestar teóricamente
tendencias violentas y agresivas. producido por la heroína, es pues su uso
La gravedad del cuadro, o la impregnación sinónimo de placer, glamour, sofisticación,
cocaínica a la que estaba sometido el sujeto clase y lujo.
podía traer consecuencias incluso después A finales de los 60 y principios de los 70, la
de la desintoxicación del individuo dejando un cocaína reapareció, el esnifarla había estado
estado depresivo, acompañado de indiferen- de moda en los años 20, las anfetaminas la
cia, inactividad y apatía. Incluso a veces bra- sustituyeron por ser más baratas, pero eran
dibpsiquia temblor y fatiga, reversible en oca- insatisfactorias para los usuarios y la cocaína
siones con el paso del tiempo si el sujeto no volvió a ser preferida en las ciudades esta-
volvía a consumir. dounidenses.
Para el tratamiento de desintoxicación se Se aumentó el contrabando y así en 1969,
decía que debido a la naturaleza de su adic- 10 libras de cocaína podían dar una ganancia
ción se podía suprimir inmediatamente la de 10.000 dólares que se convirtieron en
cocaína sin que fuese necesario tomar cier- 160.000 dólares en 1.973, y los campesinos
tas precauciones médicas y sin tener que sudamericanos prefieren las ganancias del
recurrir a ningún tratamiento farmacológico o cultivo de la coca a la precariedad de la pro-
su ingreso en una clínica de desintoxicación. ducción de otra agricultura alternativa. Y es
Como en otras muchas ocasiones el análi- que la propuesta de destrucción de campos
sis de estudios anteriores a nuestra época de coca no va acompañada en muchas oca-
nos hace pensar en el poco provecho que siones de medidas alternativas que ayuden a
hacemos de la historia de la medicina, la la supervivencia de los campesinos.
reflexión sobre la cocaína y su adicción de Entre 1960 y 1970, se convierte en el
Henry Claude es un claro ejemplo de cómo “champañ” de las drogas ya que se creía ino-
algunos aspectos que todavía hoy seguimos cua y no adictiva, era la droga de los ricos,
debatiendo estaban ya más que corroborados popular en los medios de comunicación y en
hace aproximadamente 70 años. los círculos de música moderna
La cultura revolucionaria contra la guerra
del Vietnam terminó con un consumo muy
alto de drogas y con una vuelta al mercado
UN NUEVO AUGE EN EL CONSUMO. negro de la cocaína entre otras drogas, sobre
todo la marihuana. La cocaína se convirtió en
Los carteles sud-americanos, intentaron la década de los 70, en EE.UU. en la droga
propagar la cocaína desde 1930 hasta la preferida sobre todo entre las estrellas del
actualidad. El cultivo de la Coca es práctica- rock, corredores de bolsa, artistas, prostitu-
mente monopolio de tres países: Perú, Boli- tas, hombres de negocio, actores y actrices.
via y Colombia, seguido de lejos de Ecuador La expansión del consumo en España,
y Brasil. Tradicionalmente el proceso de la debe entenderse como consecuencia directa
hoja se hacía en Colombia pero en la actuali- de la expansión del mercado multinacional y
dad se ha extendido a Chile, Argentina, Brasil del negocio más lucrativo del mundo.
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medios de comunicación en el New York A partir de los años 90 el consumo de
Times el 17-11-1985. cocaína se extiende a todas las clases socia-
Esta forma de consumo provoca efectos les incluidas las más bajas y entra dentro del
más intensos que la cocaína, llega más rápi- consumo recreativo de drogas sin valorar los
damente al cerebro y sus efectos son más efectos negativos. El aumento del consumo
breves. El uso regular del crack puede provo- está proporcionalmente ligado al aumento del
car alucinaciones y entrañar comportamien- ocio nocturno, un cambio en la escala de
tos violentos, episodios paranoides e idea- valores basada en el éxito social rápido y en
ción suicida, su uso continuo desencadena la instauración de una moda de consumo
efectos rápidos sobre el cerebro, graves alte- recreativo de drogas.
raciones de las vías respiratorias y paradas Existen otras formas de consumo por
respiratorias y/o cardíacas, pudiendo entrañar ejemplo la cocaína mezclada en bruto con
la muerte. El uso del crack afecta a todas las marihuana o tabaco, se convierte en una
edades, incluso a los fetos en el útero. forma muy adictiva llamada “basuco”. El basu-
La aparición del crack desterró el éxito ko es la parte menos pura y más tóxica por
alcanzado por la cocaína, significó la cara más los restos de azufre o gasolina de la pasta
triste y oscura sobre todo para un sector de base. Algunos consumidores mezclan cocaí-
personas que encontraban en ella su fracaso na con heroína para compensar los efectos
y marginación social. estimulantes y alargar la euforia (speedball), o
lo que es lo mismo “pelotazo rápido”.
La administración Reagan abrió una fuerte
lucha contra la cocaína destruyendo en cierta Cerca de un 90% de los adictos a la cocaí-
forma el gran mercado Americano, lo que sir- na también consumen alguna otra droga,
vió para desplazar y potenciar el mercado sobre todo depresores como el alcohol, la
europeo, por este motivo el consumo en marihuana y la heroína, aunque el consumo
Europa se incrementa y los problemas deriva- único de cocaína se ha visto incrementado en
dos de la cocaína se multiplican. los últimos 2 ó 3 años.
España, debido a la gran cantidad de zonas Otros modos de consumo es la inyección
de costa y a la baja vigilancia en algunos intravenosa de cocaína, e incluso impregnan-
puertos se convirtió en una excelente puerta do la mucosa genital durante las relaciones
de entrada de la droga hacia Europa, poten- sexuales, lo que al absorberse provocaría un
ciado por las buenas relaciones con los paí- retraso en el orgasmo por producir anestesia
ses latinoamericanos. A todo ello hay que local.
añadir la existencia de una red de contraban- Sea cual sea el método empleado para su
do ya organizada previamente en torno al administración, la cocaína se destruye rápida-
tabaco lo que permitió la rápida instauración mente en sangre, los efectos pueden llegar a
de redes de tráfico de cocaína en zonas durar tan solo 10 minutos. En cambio una
como Galicia. borrachera de cocaína puede durar 24 horas o
Este paso de la sustancia trajo también más, sin necesidad de dormir, con varios
como consecuencia un aumento del consu- picos por hora, seguido de una caída cuando
mo en España a finales de los 70 y principios el suministro de drogas se agota.
de los 80. El mercado negro de la cocaína es En la práctica médica la cocaína se usa
el más próspero que existe. todavía como anestésico superficial para
En los años 80 aumenta la producción de paralizar membranas mucosas, como en los
coca, que se ha logrado estabilizar a finales ojos, nariz y garganta, en donde su efectivi-
de los 90, con el apoyo de la Convención de dad no ha sido superada.
las Naciones Unidas contra el tráfico Ilícito de La situación actual en España, lleva a que
estupefacientes y sustancias psicotrópicas cerca del 50% de las urgencias atendidas por
aprobada en Viena en Diciembre de 1988. el consumo de sustancias psicoactivas estén
2
Datos del Observatorio Español de drogas.
3
Boville Luca de Tena, B. La Guerra de la Cocaína. Temas de debate.. Edit. Debate S.A. Madrid 2000.
Pascual, F. 21
d´Information ce qu´il faut savoir. CFES. France. Rudgley, R. Enciclopedia de las substancias psico-
Avril 2000. activas. Paidós divulgación. Edi. Piados. Barce-
Mark S. Gold. Cocaína. Ediciones de Neurociencias lona 1999.
S.L. Barcelona 1997.
Romaní, O. Las Drogas. Sueños y razones. Edit. Usó, J.C. Drogas y cultura de masas (España 1855
Ariel. Barcelona 1999. – 1995) Edit. Taurus. Madrid 1996.
Enviar correspondencia: J. Bobes García. Universidad de Oviedo. Fac. Medicina - Area Psiquiatría. Julián Clavería, 6. 33006 Oviedo.
e-mail: bobes@correo.uniovi.es
Resumen Summary
Los datos aportados en los últimos años por el Data from the European Monitoring Centre for
Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomaní- Drugs and Drug Addiction suggest an increase in the
as sugieren un incremento en la prevalencia de uso prevalence of cocaine use, its availability, and of the
de cocaína, de su disponibilidad y de los problemas problems due to its consumption in the majority of
generados por su consumo en la mayoría de los paí- European countries. In Spain an increase in both
ses europeos. Concretamente, en nuestro país se ha experimental and regular consumption has been
venido experimentando un aumento del consumo recorded. Such an increase is especially noticeable in
tanto experimental como más regular de la misma. youths, and this affects all age groups of both sexes.
Dicho incremento es especialmente llamativo en los Nevertheless, the consumption of cocaine continues
jóvenes, y afecta a todos los grupos de edad de to be much lower than that of other drugs such as
ambos sexos. No obstante, el consumo de cocaína alcohol, tobacco, and cannabis.
sigue situándose muy por debajo de los niveles obte- A progressive increase in the number of cocaine
nidos por otras sustancias tradicionalmente más con- users who seek treatment, in the number of hospital
sumidas como alcohol, tabaco y cánnabis. emergencies related to cocaine consumption, and in
Paralelo a este aumento de consumo se ha detec- the number of deaths due to acute reactions, had
tado un incremento paulatino del número de usuarios been seen in conjunction with the increase of cocaine
de cocaína que solicitan tratamiento en la red asisten- consumption.
cial, del número de episodios de urgencias hospitala- Another disturbing fact is the association of
rias directamente relacionadas con su consumo y del cocaine consumption with polyconsumption of other
número de muertes por reacción aguda al consumo drugs such as alcohol, tobacco, cannabis, and other
de cocaína. psycho-stimulants.
Otro dato preocupante es el elevado nivel de aso- Finally, we emphasize that although the level of
ciación de cocaína a policonsumo de otras sustancias, perceived risk from usual cocaine consumption has
básicamente alcohol, tabaco, cánnabis y otros psico- grown significantly in the general population, this has
estimulantes. decreased slightly in recent years in young people.
Por último, cabe reseñar que aunque en la pobla-
ción general ha crecido significativamente el nivel de Key words: epidemiology, cocaine, social percep-
riesgo percibido ante el consumo habitual de cocaína, tions, Spain.
en la población más joven el nivel de riesgo percibido
ha disminuido ligeramente en los últimos años.
7 todos adultos
adultos jóvenes
6
% 4
3
0
B
DK
RFA
RDA
Es
UK
Fin
Irl
Hol
B. Bélgica; DK. Dinamarca; RFA. República Federal de Alemania; RDA. República Democrática de Alemania; S.
Suecia; Es. España; F. Francia; UK. Reino Unido; Fin. Finlandia; G. Grecia; Irl. Irlanda; Hol. Holanda.
Modificado EMCDDA1
Kilogramos decomisados
País
1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
Alemania 496 1406 2474 964 1332 1051 767 1846 1373 1721 1133
Austria 14 21 41 84 58 84 53 55 73 87 99
Bélgica 404 89 537 756 1222 2892 479 576 838 3329 2088
Dinamarca 10 55 28 40 21 11 30 110 32 58 44
España 3461 1852 5382 7573 4454 5350 4016 6897 13742 18418 11688 18111 6165
Finlandia 0 11 0 38 0 0 0 0 0 0 2
Francia 593 939 1845 831 1625 1715 4743 865 1742 844 1051
Grecia 2 2 34 13 9 5 176 9 156 17 283
Holanda 517 1425 4288 2492 3433 3720 8200 4851 9222 11489 11452
Irlanda 0 3 1 0 10 0 0 22 642 11 333
Italia 616 668 805 1300 1345 1101 6636 2603 2387 1650 2144
Luxemburgo 5 21 23 14 12 16 16 1 13 9 6
Portugal 302 793 360 1094 1860 216 1719 2116 812 3163 625
Reino Unido 323 499 611 1078 2248 717 2261 672 1219 2350 2960
Suecia 7 5 9 226 61 14 29 4 18 34 19
Total 6749 2885 16438 16504 17690 16884 29007 20626 32270 43181 33926
10
6
%
4
0
1994 1996 1998
Modificado PND4
3.5
3
2.5
% 2
1.5
1
0.5
0
1995 1997 1999
Modificado PND8
tiende a ser alto (56% de pureza en venta nes por cocaína en los casos tratados por pri-
minorista). mera vez supera el 45% del total de admisio-
En lo que se refiere a los patrones de con- nes. El incremento en la demanda de trata-
sumo de cocaína, existen básicamente dos: miento por cocaína coincide con un descenso
uno mayoritario caracterizado por un consu- de los admitidos a tratamiento a consecuen-
mo poco intenso, generalmente por vía intra- cia del consumo de heroína.
nasal, y otro minoritario, que se da a menudo De igual modo, desde 1991 se ha detecta-
entre consumidores de heroína y que respon- do un aumento paulatino de la proporción de
de a un consumo frecuente y más importan- drogodependientes que, aunque acuden a
te, que se lleva a cabo por vía intravenosa y tratamiento por consumo de heroína como
pulmonar. droga principal, manifiestan consumir tam-
bién cocaína, habiéndose pasado de un
50.6% en 1991 a un 74.8% en 1998 (incre-
3.3. Demanda de tratamiento por uso-
mento del 47%).
abuso de cocaína en España (PND (9)
7000
6000
5000
4000
3000
2000
1000
0
1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999
Modificado PND8
manifestaciones más frecuentes son proble- situaron en 6165 Kg., volumen similar al
mas psicopatológicos o cardiovasculares liga- registrado en 1995 y notablemente inferior al
dos a hiperactividad simpática. De forma de 1999. En el primer trimestre del año 2001
paralela a este incremento de las urgencias se han incautado 10315 Kg. de cocaína, cifra
por cocaína se ha producido un descenso de que supera a la totalidad de decomisos de
las relacionadas con el consumo de heroína todo el año anterior.
(61.5% en 1996 y 41.9% en 1999). Un indicador para ilustrar la labor realizada
El número de muertes por reacción aguda en la represión del narcotráfico, más fiable
al consumo de sustancias psicoactivas en las que el volumen de toneladas de cocaína
que se detecta el consumo de cocaína tam- decomisada, lo constituye el número de ope-
bién continúa aumentando en los últimos raciones policiales desplegadas a tal efecto.
años. Así, entre 1996 y 1999 el porcentaje de En el período 1995-2000 se ha duplicado las
fallecimientos en que se detectó consumo operaciones policiales, pasando de las
de cocaína pasó de 26.6% al 60.0% (incre- 42.000 llevadas a cabo en 1995 a las cerca de
mento del 112%). 90.000 del último año.
Por otra parte, se detectó presencia de
cocaína en el 5.2% de los 1420 cadáveres de
3.6. Consumo de cocaína y policonsumo
conductores fallecidos en accidentes de tráfi-
de otras sustancias (PND (4, 9)
co analizados por el Instituto Nacional de Toxi-
cología.
Uno de los datos característicos del consu-
mo de cocaína es su elevado nivel de asocia-
3.5. Decomisos de cocaína en España ción a policonsumo. En la tabla 3 se resumen
(PND (9) los consumos de otras sustancias, a lo largo
del último año, detectados entre las personas
Como puede observarse en la Tabla 1, las que en la encuesta a población general reali-
incautaciones de cocaína en el año 2000 se zada en 1999 reconocieron haber utilizado
cocaína en el último año y los consumos de en los estudiantes de secundaria de una zona
otras sustancias, alguna vez en la vida, entre industrial de Asturias (Langreo) y hemos ini-
los jóvenes que en la encuesta a población ciado encuestas sobre el consumo entre la
estudiantil de 1998 afirmaron haber consumi- población estudiantil de secundaria de los Ins-
do cocaína alguna vez en su vida. titutos de Oviedo (curso 1998-99), y con ante-
rioridad a los estudiantes universitarios de
Ciencias de la Salud (1996-97).
3.7. Datos de consumo en nuestra comuni-
dad (Principado de Asturias)
3.7.1. Población recluta
Desde el año 1995 hemos venido realizan- Su edad media era de 20.28 años y el
do repetidamente un estudio sobre la preva- 100% eran varones. En conjunto, la prevalen-
lencia del consumo de tabaco, alcohol, y otras cia vida de consumo de cocaína fue de
drogas entre los reclutas del Regimiento Prín- 12.4%%, la prevalencia en los últimos 12
cipe de Asturias de Noreña. Cada reemplazo meses del 7.9%, y en los últimos 30 días del
rellenaba en los primeros días de su incorpo- 4.6%. Las tasas de prevalencia por año se
ración la Encuesta sobre Drogas de la OMS. expresan en la tabla 4. De los datos de esta
Un total de 3634 reclutas cumplimentaron la tabla se deduce como los consumos en jóve-
encuesta. Con esta misma metodología nes en edad militar se han venido mantenien-
hemos realizado, durante el curso académico do prácticamente estabilizados a lo largo de
1997-98, un estudio sobre datos de consumo los 5 años de estudio.
Tabla 4. Tasas de prevalencia de consumo de cocaína entre los reclutas del regimiento
Príncipe de Asturias (años 1995-1999).
9
8
7
6
5
%
4
3
2
1
0
Hombres Mujeres Total
Diferencias significativas entre hombres y mujeres en todas las prevalencias de consumo (vida, último año y último
mes) (p .000).
% 4
0
Hombres Mujeres Total
Diferencias significativas entre hombres y mujeres en prevalencia consumo-vida (p .021) y último año (p .026).
año 1998 lo consideraba un 64.9% y en el de salud o de cualquier otro tipo que puede
2000 un 66.4%. provocar en consumo de cocaína, las preva-
Por otra parte, cabe señalar que durante el lencias de consumo van en franco aumento.
año 2000 casi la mitad de los jóvenes consu-
midores de cocaína reconocieron que dichos 5. CONCLUSIONES
consumos les habían generado algún tipo de
problema, básicamente problemas para dor- • España se sitúa en la actualidad entre los
mir (33.9%) y problemas de tipo económico países europeos con mayores tasas de
(12.5%). consumo (uso-abuso) de cocaína.
Hay que tener presente que desde una • Las tasas de consumo de cocaína en
perspectiva preventiva la variable de riesgo nuestro país han ido incrementándose,
percibido tiene una gran importancia, ya que progresivamente en la última década,
su descenso guarda una relación inversamen- sobre todo a expensas de la población
te proporcional con el incremento de los con-
más joven.
sumos. Concretamente, entre los jóvenes
que consideran que el consumo experimental • A pesar de que la edad de inicio de con-
(alguna vez) o habitual de cocaína puede sumo de cocaína permanece más o
generar muchos problemas sólo hay, respecti- menos estable, los mayores incrementos
vamente, un 1.5% y un 3.2% de consumido- de consumos se detectan precisamente
res y esas cifras aumentan hasta 31.6% y entre los más jóvenes (14-16 años).
28.4% de consumidores entre los que consi- • Se confirma el elevado nivel de policon-
deran que el consumo experimental o habitual sumo asociado al consumo de cocaína,
de cocaína no genera ningún problema. Dicho en particular, y de psicoestimulantes, en
de otro modo, a medida que se va relajando la general. Dicho policonsumo se centra
opinión pública sobre los riesgos potenciales preferentemente en las drogas legales
Enviar correspondencia: Dpto. Farmacología Fac. Medicina Univ. Complutense. 28040 Madrid. Tel. +34913941478/64. Fax
+34913941478/63
Resumen Summary
Existen diferentes formas de abuso de la cocaína The routes of administration of cocaine are
(hojas de coca, sulfato de cocaína, clorhidrato de different depending on the cocaine source (leaves,
cocaína y cocaína base o crack) que condicionan la sulphate, hydrochloride and crack), and this affects
farmacocinética, la actividad farmacológica, la toxici- not only its pharmacokinetics but also its pharma-
dad y el grado de adicción de la droga. En nuestro cological effects, as well as other aspects such as
medio, la cocaína se fuma o se esnifa fundamental- toxicity, tolerance, dependence and withdrawal
mente, pero también se usa por vía intravenosa. effects of this drug. In our country, cocaine is mainly
La cocaína atraviesa las membranas celulares de smoked or inhaled, and intravenous administration
forma rápida. Esnifada o administrada por vía intrave- can be also used.
nosa se encuentran niveles de cocaína en el cerebro Cocaine is rapidly absorbed by many routes.
en 30 segundos, mientras que fumada sólo tarda 5 Cocaine produces central effects in 30 seconds after
segundos en tener efectos centrales. La cocaína es nasal or intravenous administration and in only 5
rápidamente metabolizada, generalmente por hidróli- seconds when cocaine is smoked. The major route
sis enzimática para producir benzoilecgonina, ecgonina for cocaine metabolism involves hydrolysis of its ester
metil ester y posteriormente ecgonina. Sin embargo, groups producing benzoylecgonine, ecgonine methyl
en presencia de etanol, la cocaína es transesterificada ester and ecgonine as metabolites. An important
a cocaetileno que posee actividad farmacológica y metabolic interaction occurs when cocaine and
tóxica. alcohol are taken concurrently; cocaine is then
La cocaína es un potente inhibidor de la recapta- transesterified to cocaethylene, which is toxic.
ción tipo I de noradrenalina, dopamina y serotonina, lo Cocaine is a potent inhibitor of catecholamine
que facilita la acumulación de esos neurotransmiso- uptake by noradrenergic, dopaminergic and seroto-
res en la hendidura sináptica. ninergic nerve terminals and strongly enhances the
Las acciones farmacológicas se caracterizan por effects of these neurotransmitters
manifestaciones de actividad noradrenérgica y dopa- Pharmacological and toxic effects are derived from
minérgica fundamentalmente, que afecta a los distin- its actions on the catecholaminergic system.
tos aparatos; la intoxicación aguda se manifiesta por
una hiperactividad de estos sistemas. Key words: pharmacology, pharmacokinetics,
cocaine, benzoylecgonine, cocaethylene, crack,
Palabras clave: farmacología, farmacocinética, benzoi- dopamine.
lecgonina, cocaína, cocaetileno, crack, dopamina.
C. Dos o más de los siguientes síntomas que aparezcan durante o después de un periodo
corto del uso de la cocaína.
1. Taquicardia o bradicardia
2. Dilatación pupilar
3. Elevación o disminución de la presión arterial
4. Sudor o escalofríos
5. Nauseas o vómitos
6. Evidencia de pérdida de peso
7. Agitación o disminución psicomotora
8. Debilidad muscular, depresión respiratoria, dolor torácico o arritmias cardíacas
9. Confusión, convulsiones, disquinesias o coma.
D. Síntomas no causados por alteraciones médicas generales y que no aparezcan por otra
alteración mental.
Diagnostic and statistical manual of mental disor- National Institute on Drug Abuse. http://www.nida.
ders. 4th ed.: DSM-IV. Washington, D.C.: Ame- nih.gov
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Enviar correspondencia: Pilar Alejandra Sáiz Martínez. Universidad de Oviedo. Facultad Medicina - Area Psiquiatría.
Julián Clavería, 6-3º. 33006 Oviedo.
Resumen Summary
Objetivos: determinar los rasgos de personalidad Objective: to determine the personality traits
asociados al consumo de cocaína. Método: 3634 associated with cocaine consumption. Methods:
reclutas y 2841estudiantes de secundaria cumplimen- 3634 military recruits and 2841 secondary school
taron el EPQ-A y la Escala de Búsqueda de Sensacio- students completed the EPQ-A and the Sensation
nes. Cada muestra fue dividida en 3 grupos; G1: no Seeking Scale. Each sample was divided into three
consumidores de sustancias ilegales, G2: consumido- groups: G1: non consumption of illegal substances;
res de sustancias ilegales diferentes de la cocaína, G3: G2: consumption of illegal substances different from
consumidores de cocaína más otras sustancias lega- cocaine; G3: consumption of cocaine plus other legal
les e ilegales. Resultados: Neuroticismo: reclutas y and illegal substances. Results: Neuroticism: recruits
estudiantes mujeres: G2 y G3 puntuaron significativa- and female students: G2 and G3 scored significantly
mente más alto que el otro grupo; estudiantes varo- higher than the other group; male students: no
nes: sin diferencias entre grupos. Intro-extroversión: significant differences among groups. Intro-
reclutas: G2 obtuvo puntuaciones significativamente extroversion: recruits: G2 scored significantly higher
más elevadas; estudiantes varones y mujeres: G1 pun- than the other two groups; male and female students:
tuó significativamente más bajo que los otros dos gru- G1 scored significantly lower. Psychoticism: in all
pos. Psicoticismo: en las tres muestras diferencias samples significant differences were found among
significativas entre los 3 grupos, G3 obtuvo las puntua- the three groups, G3 obtained the highest score.
ciones más altas. Búsqueda de sensaciones: las tres Sensation seeking: the three samples obtained the
muestras obtienen los mismos resultados que en psi- same results as those obtained in pscyhoticism.
coticismo. Conclusiones: existen diferencias de perso- Conclusions: consumption of cocaine is associated
nalidad en función del consumo de cocaína. with specific personality traits.
Palabras clave: neuroticismo, intro-extroversión, psi- Key words: neuroticism, intro-extroversion, psycho-
coticismo, búsqueda de sensaciones, cocaína. ticism, sensation seeking, cocaine.
Sáiz, P.A.; González, M.P.; Paredes, B.; Martínez, S.; Delgado, J.M. 49
12.8% de los reclutas frente al 8.7% de los mes) el 4.6% de los reclutas, el 3.9% de los
estudiantes (p= .000) y al 3.9% de las estu- estudiantes, y el 1.6% de las estudiantes.
diantes (p= .000). Entre los estudiantes se
constató una mayor prevalencia de consumo-
Características de personalidad
vida dentro de los varones (p= .000).
Al dividir cada una de las muestras en los En todos los datos de personalidad que se
tres grupos de consumo anteriormente des- van a referir a continuación es necesario tener
critos obtuvimos los siguientes resultados: en cuenta la presencia de una variable confu-
grupo 1 (ninguna sustancia ilegal) el 54.4% sora: el consumo de otras sustancias. En las
de los reclutas, el 58.0% de los estudiantes, tres muestras estudiadas (reclutas, estudian-
y el 58.5% de las estudiantes; grupo 2 (ilega- tes varones y estudiantes mujeres) no existen
les diferentes de cocaína): el 33.2% de los consumidores “puros” de cocaína, sino que
reclutas, el 33.6% de los estudiantes, y el el consumo de la misma se asocia en todos
37.6% de las estudiantes; y grupo 3 (cocaína los casos al de otras sustancias legales y/o ile-
más otras sustancias legales y/o ilegales) el gales. Por tanto, es posible que las diferencias
12.8%, el 8.7%, y el 3.9% de los reclutas, de personalidad, que se exponen a continua-
estudiantes varones, y estudiantes mujeres ción, asociadas al consumo de cocaína se
respectivamente. deban, al menos en parte, al hecho de que
estos sujetos son policonsumidores. En este
Persistencia del consumo (consumo de sentido, cabe señalar que en las tres mues-
cocaína alguna vez y en el último mes) tras se observa un claro gradiente del número
Eran “abstinentes”, es decir, no habían con- medio de sustancias consumidas cuando se
sumido cocaína ni alguna vez, ni en el último diferencia entre no consumidores de sustan-
mes, el 87.2% de los reclutas, el 91.3% de cias ilegales, consumidores de sustancias ile-
los estudiantes, y el 96.1% de las estudian- gales diferentes de cocaína y consumidores
tes. Contestaron como “experimentadores”, de cocaína y otras sustancias legales y/o ile-
consumo alguno vez pero no en el último gales (tabla 1). Sin embargo, cuando se realiza
mes, el 8.2% de los reclutas, el 4.8% de los el análisis de persistencia de consumo de
estudiantes, y el 2.3% de las estudiantes. cocaína, en la muestra de reclutas y de estu-
Finalmente, fueron considerados “reinciden- diantes varones se sigue manteniendo el gra-
tes” (consumos alguna vez y en el último diente ascendente de número medio de sus-
Sáiz, P.A.; González, M.P.; Paredes, B.; Martínez, S.; Delgado, J.M. 51
Tabla 2. Relación entre uso-abuso de sustancias ilegales alguna vez en la vida
y puntuaciones medias (desviaciones estándar) en el EPQ-A.
de cocaína y sustancias legales y/o ilegales) pos 2 y 3) se sitúan en rangos iguales o supe-
obtuvieron puntuaciones significativamente riores al percentil 85.
inferiores a las del grupo 2 (consumo de sus- La relación entre el uso-abuso de sustan-
tancias ilegales distintas de cocaína), mien- cias ilegales alguna vez en la vida y la escala
tras que en ambas muestras de estudiantes, de búsqueda de sensaciones de Zuckerman
el grupo 1 obtuvo puntuaciones significativa- se reflejan en la tabla 3. En conjunto, se
mente inferiores a la de los otros dos grupos. puede decir que en las tres muestras las pun-
Finalmente, en la dimensión de psicoticis- tuaciones aumentan significativamente en
mo si hubo unanimidad en las tres muestras, función del consumo, de tal forma que son
ya que los 3 grupos son significativamente más bajas en el grupo que no consume sus-
distintos entre sí, de tal manera que se tancias ilegales y más altas en el grupo 3 que
puede hablar de un gradiente de psicoticismo consume cocaína más otras sustancias lega-
en función del consumo: a más sustancias les y/o ilegales. Estas diferencias no son tan
mayor puntuación en psicoticismo. claras en la escala de búsqueda de emocio-
Desde un punto de vista clínico, los resul- nes. Esta escala BEM se comporta de distin-
tados en el EPQ-A sugieren que el hecho de ta forma en las tres muestras: en los reclutas
no consumir sustancias ilegales, consumir, o el grupo 1 puntúa significativamente menos
consumir cocaína más otras sustancias lega- que los otros dos grupos; en los estudiantes
les y/o ilegales se asocia a diferencias de per- varones no hay diferencias estadísticamente
sonalidad, de tal manera que a medida que el significativas entre los tres grupos; y en las
consumo es más importante aumentan los estudiantes el grupo 1 puntúa significativa-
niveles de neuroticismo, extroversión, y psi- mente menos que el grupo 3.
coticismo. Sin embargo, es necesario seña- Desde el punto de vista clínico, este instru-
lar, que tan sólo la dimensión de psicoticismo mento se comporta de igual modo que el
adquiere trascendencia clínica, ya que es en anterior, mayor desviación respecto a la
la única en la que los consumidores de dro- norma en función de la importancia del con-
gas ilegales, independientemente de que la sumo (tabla 4). No obstante, la trascendencia
sustancia consumida sea cocaína o no (gru- clínica es escasa: únicamente en la escala de
Sáiz, P.A.; González, M.P.; Paredes, B.; Martínez, S.; Delgado, J.M. 53
desinhibición (los grupos 2 y 3) y en la pun- te unanimidad casi absoluta en los resultados
tuación total (el grupo 3) de la muestra de en la dimensión de psicoticismo; en las
estudiantes mujeres se diferencia de su muestras de reclutas y de estudiantes varo-
población de referencia (estudiantes mujeres nes se observa un gradiente de tal modo que
españolas) 2 ó más desviaciones estándar. las puntuaciones aumentan significativamen-
te de un grupo a otro, siendo los abstinentes
los que significativamente puntúan más bajo
Persistencia en el consumo: Diferencias de y los reincidentes los que significativamente
personalidad entre los abstinentes, los puntúan más alto. En la muestra de estudian-
experimentadores, y los reincidentes tes mujeres también se observa esta tenden-
cia, aunque no existen diferencias significati-
En la tabla 5 se presentan las puntuaciones vas entre las experimentadoras y las
obtenidas en el EPQ-A por las tres muestras reincidentes.
estudiadas en función de la frecuencia del Nuevamente, estas diferencias estadísticas
consumo de cocaína. En la dimensión de tan sólo tienen significado clínico en la
neuroticismo sólo se observan diferencias en dimensión de psicoticismo; así, en las mues-
la muestra de reclutas entre el grupo de abs- tras de reclutas y estudiantes mujeres, los
tinentes (nunca consumieron cocaína) y el de abstinentes se encuentran en percentiles de
reincidentes (habiendo probado cocaína con- normalidad (los estudiantes varones abstinen-
tinuaron consumiéndola), que obtiene pun- tes estarían en un percentil límite), mientras
tuaciones superiores en esta subescala. En la que los experimentadores y los reincidentes
dimensión de intro-extroversión, de nuevo, de las tres muestras se sitúan en percentiles
sólo existen diferencias en la muestra de clínicamente significativos (superiores a P85).
reclutas donde el grupo de experimentadores Los resultados de la asociación entre la
(probaron la cocaína pero no continuaron con- búsqueda de sensaciones y el seguir consu-
sumiéndola) obtiene puntuaciones más eleva- miendo cocaína se muestran en la tabla 6. En
das que el de reincidentes. Finalmente, exis- líneas generales, en las tres muestras, se
Tabla 5. Diferencias en el perfil EPQ-A entre los que nunca consumieron (abstinentes),
los que probaron pero no continuaron (experimentadores), y los que habiendo
probado continuaron consumiendo (reincidentes).
Sáiz, P.A.; González, M.P.; Paredes, B.; Martínez, S.; Delgado, J.M. 55
Tabla 7. Diferencias, expresadas en desviaciones estándar, entre las puntuaciones
obtenidas por los “abstinentes”, “experimentadores”, y “reincidentes” de las tres
muestras en la escala de Búsqueda de Sensaciones (Forma V) de Zuckerman y la
población estudiantil española de referencia.
medida que se agrava cualitativa y cuantitati- sí, en las muestras de estudiantes varones y
vamente el consumo de sustancias ilegales mujeres, pero en la de reclutas, los consumi-
progresivamente se acentúan los rasgos de dores de sustancias ilegales diferentes de
personalidad, llegando incluso a alcanzar nive- cocaína son más extrovertidos que los otros
les clínicamente significativos, como en el dos grupos. Por último, en el psicoticismo,
caso de la dimensión de psicoticismo. los resultados son idénticos en las tres
En el EPQ-A, los resultados varían en cada muestras estudiadas: los tres grupos son
dimensión. En el neuroticismo es, quizás, diferentes entre sí, de modo que los no con-
donde los resultados son menos claros. Así, sumidores de sustancias ilegales son los que
mientras que en los reclutas y en las mujeres obtienen puntuaciones más bajas y los con-
estudiantes los consumidores de sustancias sumidores de cocaína (amén de otras sustan-
ilegales (independientemente de que ésta cias), los que obtienen las puntuaciones más
sea cocaína o no) son más neuróticos que el elevadas.
grupo que no consume drogas ilegales, en Por otra parte, la única dimensión del EPQ-A
los estudiantes varones no se observan dife- que aporta datos diferenciales referentes al
rencias en esta dimensión entre los tres gru- nivel de consumo de cocaína vuelve a ser el
pos. En la dimensión de intro-extroversión psicoticismo, ya que en las muestras de reclu-
tampoco existe unanimidad absoluta, los no tas y estudiantes varones se obtienen diferen-
consumidores son más introvertidos que los cias estadísticamente significativas entre abs-
otros dos grupos, que no se diferencian entre tinentes, experimentadores y reincidentes, y
Sáiz, P.A.; González, M.P.; Paredes, B.; Martínez, S.; Delgado, J.M. 57
de una elección personalizada de drogas en 2. Dicho policonsumo dificulta el estableci-
función de la personalidad del usuario. Zuc- miento de un perfil psicológico propio
kerman (8) también tiene en cuenta esa posi- de los consumidores de cocaína.
bilidad cuando dice que las personas eligen 3. En este sentido, debemos ser cautos y
una droga buscando un cambio en su estado sólo podemos afirmar que en nuestro
afectivo más que unos efectos específicos. estudio aquellos policonsumidores que
Aunque parece existir un acuerdo entre la además consumen cocaína, muestran
mayoría de los estudios en lo referente a bús- un perfil diferencial que se caracteriza
queda de sensaciones y uso de drogas, este por unos por mayores niveles de bús-
acuerdo desaparece cuando se trata de iden- queda de sensaciones y psicoticismo
tificar que subescala es la que más correlacio- que los detectados en otros consumido-
na con el consumo de drogas. No obstante, res de drogas ilegales y en aquellos que
como ya se ha comentado parece que las no consumen drogas ilegales.
correlaciones más intensas se dan con las
subescalas búsqueda de excitación y desinhi-
bición (6-8, 24). En nuestro caso, las escalas
que más se desvían respecto a la norma son BIBLIOGRAFÍA
la de desinhibición y la de susceptibilidad al
aburrimiento. Sin embargo, si nos fijamos en 1. Calafat Far A, Amengual Munar M, Farres
la tabla 4, aunque los datos indiquen que la Snelders C, Palmer Pol A: Estilo de vida y
subescala SAB está más alejada de la norma hábitos de consumo de drogas entre
que la subescala BEX, si hallamos las diferen- estudiantes de enseñanza media. Boletín de
cias que existen en cada una de las dos esca- Estupefacientes1985; XXXVII(2-3): 121-131.
las entre los tres grupos vemos que existe 2. Zuckerman M: Sensation seeking: beyond the
una mayor acentuación de la subdimensión optimal level of arousal. Hillsdale: NJ
BEX que de la subdimensión SAB, en función Erlbaum. 1979.
del consumo. En la escala BEX el pertenecer 3. Pedersen W, Clausen SE, Lavik NJ: Patterns of
al grupo 3 (consumidores de cocaína y otras drug use and sensation-seeking among
sustancias legales e ilegales) implica un adolescents in Norway. Acta Psychiatr Scand
aumento de 0.9 desviaciones estándar en la 1989; 79: 386-390.
muestra de los reclutas, de 0.8 d.e. en la 4. Zuckerman M: Biologiacal expressions and
muestra de los estudiantes, y de 1.3 en la de biosocial bases of sensation seeking. Nueva
las estudiantes. Por el contrario, en la escala York: Cambridge Univ. Press. 1994.
SAB los incrementos son menores; 0.4 en los 5. Zuckerman M, Kuhlman DM, Joireman J, Teta P:
reclutas, 0.3 en los estudiantes, y 0.7 en las A comparison of three structural models for
estudiantes. En el paso entre el grupo 2 (con- personality: the big three, the big five, and the
sumir sustancias ilegales diferentes de cocaí- alternative five. J Pers Soc Psychol 1993;
65(4): 757-768.
na) y el grupo 3 (consumir cocaína más otras
sustancias legales e ilegales), los incrementos 6. Huba GJ, Newcomb MD, Bentler PM:
son de nuevos más notables en la subescala Comparison of canonical correlation and
interbattery factor analysis on sensation
BEX que en las otras dos (DES y SAB).
seeking and drug use domain. Appl Psychol
Measure 1981; 5: 291-306.
7. Mabry EA, Khavari KA: Attitude and personality
CONCLUSIONES correlates of hallucinogenic drug use. Int J
Addict 1986; 21: 691-699.
8. Zuckerman M: A biological theory of sensation-
1. El consumo de cocaína está fuertemente seeking. En: Zuckerman M (ed.). Biological
asociado con el consumo de otras dro- bases of sensation-seeking, impulsivity, and
gas legales e ilegales. anxiety. Hillsdale: Erlbaum, 1983. pp 37-76.
Sáiz, P.A.; González, M.P.; Paredes, B.; Martínez, S.; Delgado, J.M. 59
Vida social de la cocaína
CALAFAT, A.; JUAN, M.; BECOÑA, E.; FERNÁNDEZ, C.; GIL, E.; LLOPIS, J.J.
Irefrea España. (Instituto Europeo para el estudio de los Factores de Riesgo en la Infancia y la Adolescencia).
Enviar correspondencia: Amador Calafat (Irefrea) Rambla, 15, 2º, 3ª. 07003 Palma de Mallorca.
irefrea@irefrea.org. www.irefrea.org
RESUMEN SUMMARY
La cocaína está de moda en España. El hilo verte- Cocaine is fashionable in Spain. The connecting
brador del estudio es la dinámica cultural que motiva el thread of the study is the cultural dynamic that
consumo de cocaína y su crecimiento, especialmente motivates cocaine use, and its growth, particularly
entre los jóvenes. El artículo surge de una investiga- among the young. The article results from qualitative
ción cualitativa desarrollada en cinco ciudades españo- research in five Spanish cities. Recreational establish-
las. Se ha realizado observación en locales recreativos ments were observed and in-depth interviews -51 in
y entrevistas en profundidad, 51 en total, a consumi- total - were carried out with consumers in treatment,
dores en tratamiento, consumidores que no están en consumers not in treatment and professionals in the
tratamiento y profesionales de los centros de trata- treatment centres. The analysis focused on the socially
miento. El análisis se ha centrado en el colectivo de integrated collective. Three collectives have been
consumidores socialmente integrado. Se han destaca- highlighted, differentiated by the use and significance
do tres arquetipos de consumidores diferenciados por given to the substance: the “aristocratic”, the
el uso y significado que dan a la sustancia: los ‘aristo- “recreational” and the “hooked”. The significance that
cráticos’, los ‘recreativos’ y los ‘atrapados’. Se ha des- cocaine goes on to acquire for the users in these
crito el significado que va adquiriendo la cocaína para collectives, use styles, the function of use in relation to
los consumidores de cada uno de estos colectivos, los users of other substances and non-users, the rituals of
estilos de consumo, la función del consumo en las its purchase, the management of finances, the control
relación con consumidores de otras sustancias y no and the risk and, finally, the entry into a treatment
consumidores, los rituales de la compra, la gestión de programme for some users and its minimal influence
la economía, el control y el riesgo y, finalmente, la on those who continue to use are described. Cocaine
entrada en un programa de tratamiento de algunos acquires different significances which are nurtured in
consumidores. El análisis subraya la estrecha relación each group, becoming a substance related to pleasure,
de la cocaína con la búsqueda de placer, la diversión, to having fun, a privileged ingredient of the ritual
como ingrediente privilegiado del ritual entre amigos, between friends, a fetish of important celebrations, a
como fetiche de celebraciones importantes, anzuelo bait to be used in flirting, a trading lever, and malignant
para ‘ligar’, mercancía de negocio y sustancia maligna substance with the capacity for possession for those
con capacidad de posesión para aquellos que entran who enter into an addictive process. An understanding
en un proceso adictivo. La comprensión del consumo of cocaine use involves making a social diagnosis,
de cocaína supone hacer una diagnosis social presen- presenting some of the more dominant values of our
tando algunos de los valores más dominantes de society - dominion of the individual, success, use,
nuestra sociedad: dominio de lo individual, éxito, con- subordination of the means to the end, belief in the
sumo, subordinación de los medios a los fines, la cre- magical powers of technology.
encia en los poderes mágicos de la ‘tecnología’.
Key Words: Cocaine, Spain, qualitative analysis, culture,
Palabras claves: Cocaína, España, análisis cualitativo,
use styles, pleasure, recreational sphere, young
cultura, estilos de consumo, ámbito recreativo,
people.
jóvenes.
1
United Nations, Office for Drug Control and Crime Prevention (2001) World Drug Report 2000.
www.odccp.org/wdc_executive_summary_2000_es
2
A. Díaz, M. Barruti y C. Doncel publican en 1992 les linees de l’èxit, un estudio sobre el consumo de cocaína
en Barcelona, donde ya presentan la evolución histórica de esa sustancia y el impacto que estaba causando,
en especial entre las clases media y alta.
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 63
sigue abriendo interrogantes acerca de los ma científico-social ante el consumo de dro-
ideales sociales, de los valores que se trans- gas por un modelo más explicativo que entre
miten a las nuevas generaciones y cómo en las razones y motivaciones del consumo.
estas se preparan para construir su propia Los estudios más recientes sobre el consu-
sociedad. En el presente estudio se indaga mo de drogas se centran en la descripción de
en el significado que adquiere la cocaína, la frecuencias, en la evolución de modos de
forma en que se consume, las consecuen- consumo o en las consecuencias que se deri-
cias y la subcultura que la legitima y le da sig- van del consumo (Laespada y Salazar 1999,
nificado. Gamella y Alvarez 1997, Vielva 2000, Calafat
En el año 2000 la tendencia está claramen- 2000). Todo ello es una información necesaria
te en que el consumo sigue aumentando y privilegiada pero incompleta si no se da un
entre los jóvenes, baja el precio en el merca- salto más cualitativo hacia lo cultural donde
do y se mantiene la idea que es una droga de existe un cierto vacío. El significado que se
personas ‘con prestigio’ lo que le otorga una da a las drogas se adquiere en el entramado
carga simbólica importante, como sustancia social y cultural en relación con los deseos,
de alto estatus, pero esta imagen se ha ido mitos, ilusiones o ideales que se van constru-
haciendo cada vez más compleja dando res- yendo en la sociedad. Entrar en esa dimen-
sión es necesario para captar las motivacio-
puesta así a otros tipos de necesidades. Aun-
nes y los medios que convierten las drogas
que ha ido aumentando de forma notable el
es sustancias deseables.
número de consumidores que acuden a trata-
miento, los ‘problemas’ debidos al consumo En ese sentido existen algunos estudios
no afectan demasiado a su imagen entre los que se aproximan a esa dimensión. Con res-
consumidores, aunque algunos cambios y pecto al éxtasis se han descrito motivaciones
reacciones empiezan a darse. que inducen a su consumo y que explican el
crecimiento de su consumo en España a prin-
cipios de la década de los 90 (Gamella y Alva-
1.1. Objetivo del estudio rez Roldán 1997, Calafat 1998). El consumo
elitista de cocaína en Barcelona también dio
El propósito es indagar en la dinámica cul- lugar a uno de los mejores estudios cualitati-
tural que rodea y motiva el consumo de coca- vos sobre esa sustancia (Díaz, Barruti y Don-
ína entre el colectivo consumidor, especial- cel 1992). Otros estudios recientes se cen-
mente entre los jóvenes, intentando tran en nuevas situaciones marginales,
comprender un poco más por qué está cre- especialmente aquellas que surgen del con-
ciendo ese consumo en España. El interés es sumo de crack (Barrio 1997, 1998). Un estudio
valorar si el consumo de cocaína es el resul- novedoso centrado en Antwerp, una ciudad
tado de una nueva oleada que tiene que ver Belga, presenta el consumo de cocaína por
con nuevos tiempos, nuevas necesidades, un colectivo que ejerce control sobre el con-
nuevos estilos de diversión, nuevos valores e sumo a través de estrategias informales,
ideales. El consumo de drogas es diverso y adaptándolo a la vida cotidiana sin demasia-
en constante movimiento, varía según las dos problemas (Decorte 2000). Estos estu-
modas, los precios, la publicidad indirecta y dios se han tenido en cuenta y sientan la
toda una serie de factores asociados. Mien- base para delimitar y diseñar el presente aná-
tras el consumo de drogas siga creciendo, lisis.
expandiéndose y consolidando deben existir Analizar por qué se consume cocaína en
estudios que lo expliquen y lo enlacen con nuestro país obliga a dar un giro al “modelo
dinámicas sociales. explicativo” más dominante que trata de dar
Entender por qué se consume cocaína en sentido al consumo de drogas. Los estudios
la actualidad plantea el reto de cambiar los que tratan de explicar la etiología del consu-
modelos descriptivos que dominan el panora- mo en la población joven y adolescente seña-
3
Eso ya aparece claramente expresado en los estudios de Calafat et. Al., (2000, 2001), Megias et al., (2000:
69-72) cuando se analizan las distintas motivaciones para el consumo de drogas. Los datos muestran que las
razones ‘positivas’: placer, diversión, curiosidad, moda, amigos, son las más valoradas, mientras las razones
‘negativas’: inseguridad, dificultades, problemas, etc. Son poco señaladas como motivos para consumir.
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 65
pia y que puede ser consumida bajo control do centros de tratamientos donde existen
(Kaplan et al. 1994, Decorte 2000). Sin embar- programas específicos para las personas con
go, se está produciendo un importante incre- problemas con esa sustancia. En los centros
mento de la demanda de tratamiento lo que se ha entrevistado a algunas de las personas
indica que el abuso y la entrada en la adicción responsables, casi todas/os ellas profesiona-
es uno de los principales peligros por consu- les de la psicología y psiquiatría. También en
mir esa sustancia. La interrelación entre los los centros se ha tenido la oportunidad de
‘consumidores con problemas’ y los ‘consu- contactar con consumidores en tratamiento,
midores sin problemas’ nos parece esencial intentando que la mayoría hubieran iniciado el
para comprender mejor los significados otor- tratamiento recientemente. De esta forma, la
gados a la cocaína y cómo estos se reconstru- memoria del significado que se daba al con-
yen de forma diferencial para esos consumi- sumo aun era próxima. Estos contactos han
dores con distintas experiencias. aportado mucha información acerca de los
principales barrios, locales recreativos, colec-
tivos donde hay un consumo más visible en
1.2. Metodología las diversas ciudades.
Una segunda aproximación ha sido visitar
El presente informe es el resultado de una algunos de los locales más mencionados
investigación cualitativa realizada en cinco como favoritos por los consumidores. En los
ciudades españolas. El proceso de recogida locales se ha realizado observación de los
de información ha sido entrar en los ambien- clientes, el personal que trabaja, la visibilidad
tes donde se consume cocaína y escuchar a del consumo, y en general de la cultura que
los consumidores. El primer interrogante da especificidad al lugar: estética, música,
planteado y que ha estructurado la investiga- juegos, ambiente.
ción ha sido intentar comprender qué condi-
Posteriormente se han contactado a consu-
ciones socio-culturales relacionadas con el
midores que no estuvieran en tratamiento.
crecimiento del consumo, su extensión hacia En ocasiones se ha utilizado el sistema de
nuevos colectivos, especialmente los jóvenes bola de nieve, en otras se ha utilizado la visita
y los efectos o consecuencias que puede a fiestas o raves para contactar y entrevistar
tener ese crecimiento. a usuarios que han aceptado participar. Las
La búsqueda de información empírica se ha entrevistas se han grabados y han sido trans-
realizado siguiendo un proceso de entrada en critas. La siguiente tabla describe numérica-
los ambientes. En primer lugar se han visita- mente las distintas entrevistas realizadas.
4
Los profesionales entrevistados y centros visitados han sido los siguientes: A. Palmerín (C.A.D. de Ayuntami-
neto de Madrid), P. Gómez de Maintenant (Etorkintza; Bilbao); M. J. De Antonio (Cruz Roja, Madrid), J. Llo-
rente (Foronda; Álava), J. García San Cornelio (CSM Novia Salcedo; Bilbao), C. Araluce (CSM Uribe Costa, Bil-
bao), F. Camarena (UCA de Alicante), J. Morgado y L. Pérez Ochoa (Proyecto Hombre; Bilbao), T. Parets (Pro-
yecto Hombre de Palma), I. Romero (Proyecto Hombre de Madrid), C. Gimeno Unidad de Conductas Adicti-
vas de Torrevieja, Director del Centro Alborada de Vigo y otro a la Directora del Programa de Proyecto Hombre
de Vigo.
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 67
de sus rituales consumistas del fin de semana “Antes de consumir había oído que la
o de fiestas muy señaladas. Según datos de cocaína era para la gente económicamen-
la última Encuesta Escolar entre los 14 y 18 te superior, estaba arraigada a tema de
años hay un porcentaje considerable de estu- famosos, que era una droga que no tenía
diantes que se ha iniciado en el consumo. nada que ver con otras drogas, que no
Existe mayor consumo de cocaína en varones pasaba nada si la consumías, decían que
y dicho consumo aumenta con la edad. Tam- tenía efectos de euforia, que era una pasa-
bién es importante señalar que el incremento da y al día siguiente todo estaba perfecto,
de consumidores de cocaína es mucho mayor por tanto, era algo bueno. (...) Mi primer
contacto con la cocaína fue a los 16 años
entre los más jóvenes, de 14 y 15 años
en el instituto. A mí nunca me ofrecieron,
(Observatorio español sobre Drogas 2000).
fui yo que dije: -toma y dame medio
gramo para probarlo. Yo mismo me hice la
primera raya y lo probé. Me gustó, era
bueno, me metía la raya y no pasaba nada,
TABLA 2. Consumo de cocaína, alguna no me sentía decaído sino al revés, me
vez en la vida, entre la población escolar sentía muy bien.” (consumidor, 21 años).
Edad Consumo % Entre los nuevos consumidores hay una
14 años 1.8 diversidad de situaciones. Los consumidores
15 años 3.3 actuales son más diversos, son más jóvenes,
16 años 5.5 aunque sigue habiendo adultos, algunos son
17 años 7.4 estudiantes exitosos a otros les empiezan a ir
18 años 11.4 mal los estudios, unos están en el mundo
laboral bien posicionados y otros no. Entre
Fuente: PNSD 1998
los entrevistados una cuarta parte trabajan en
El colectivo de los jóvenes suele practicar negocios familiares y en ningún caso se han
un consumo iniciático y temporal de distintas referido al mundo laboral como un mundo
sustancias. Los jóvenes siguen una ‘carrera poco grato, tedioso o mal pagado. La mayoría
de consumo’ en la que prueban distintas sus- de los jóvenes viven con sus padres y el
tiempo libre lo dedican a su principal interés:
tancias en un orden más o menos estableci-
la vida recreativa, los amigos y al consumo de
do hasta llegar a la cocaína. Con cada sustan-
drogas. Algunos están casados o viven con
cia experimentan sensaciones distintas y van
sus parejas.
aprendiendo a utilizarlas según las circunstan-
cias, casi siempre en relación con la vida Hay otro grupo de jóvenes que empieza a
recreativa, la noche, los fines de semana y en despuntar. Son adolescentes de 15 o 16 años
con una historia social y familiar conflictiva.
compañía de amigos con quienes se compar-
Se mueven en ambientes marginales, sus
te la diversión. Para los jóvenes consumido-
padres suelen ser también consumidores,
res el conocimiento de las distintas sustan-
están mal o nada vinculados a la escuela,
cias forma parte de un ritual de iniciación
algunos tienen ya historiales en los servicios
entre su grupo de amigos y dentro de la sub- sociales. Estos jóvenes se inician en el con-
cultura a la que pertenece. Llegar al consumo sumo al mismo tiempo que en la venta de
de cocaína es uno de los últimos estadios, éxtasis y cocaína. Son vendedores a pequeña
previamente han pasado por el alcohol, taba- escala, aprendices de un oficio que les permi-
co, cannabis, LSD, éxtasis y anfetaminas. La te obtener el dinero para su consumo. La
cocaína, es la sustancia cumbre, la del triun- venta de cocaína les aporta un mayor presti-
fo, la más apreciada, la más cara, es la que gio que las drogas de síntesis y más compen-
otorga el estatus tan esperado de adulto- saciones económicas con las que pueden
líder, da poder y seguridad en uno mismo. mejorar su situación y la de sus familias.
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 69
en términos masculinos. Esa dinámica en la entrevistados coinciden en que las mujeres
práctica se traduce en una tendencia a imitar consumen menos. Todos los entrevistados
algunas actitudes culturalmente etiquetadas varones que están en tratamiento han tenido
para los varones y apropiarse de sus símbolos. conflictos con sus parejas que no son consu-
Algunas autoras que consideran “La femini- midoras, algunas mujeres han optado por
zación del uso de las drogas” como un fenó- abandonar a sus compañeros y otras les apo-
meno relativamente actual lo explican por la yan para que abandonen el consumo. El tener
relación con la imagen de que el uso de dro- una pareja no consumidora es una de las cir-
gas se ha visto como un tema de hombres” cunstancias que abre el conflicto cuando el
(Inciardi et al.1993; Taylor 1993). Por ello la consumo empieza a consolidarse. En ese
banalidad de que consumir tiene una relación sentido las mujeres siguen jugando un papel
positiva con la liberación e igualdad. El tabaco de cuestionamiento y de protección. Otras
es uno de esos hábitos convertido en símbo- mujeres que optan por el consumo lo hacen,
lo de independencia, seguridad en una la mayoría, acompañadas de su pareja como
mismo, ruptura con la tradición, logro de posi- un aspecto más a compartir en la relación.
ción social, y otros valores definidos como La opinión de los informantes acerca de las
positivos. Los medios de comunicación han diferencias de género se mantiene dentro de
tenido una enorme responsabilidad en fortale- esa desigualdad tradicional. Algunos varones
cer esos vínculos simbólicos de forma muy consumidores expresan claramente su dis-
eficaz y sutil (Shields 1999). También la publi- gusto ante la idea de que sus parejas tam-
cidad se ha cebado en definir a la mujer bién sean consumidoras.
moderna e independiente a través de la entra-
da en el consumo, un consumo que no se “A mi mujer nunca le he ofrecido coca,
había pensado para ellas y por tanto es un no sé si hubiese aceptado. A mí de ningu-
acto ‘prohibido’ a su género como el fumar y na manera me hubiese gustado que ella
consumiese. (...) yo a mi mujer creo que
el beber (Gallego 1992). Primero fue el tabaco
no la habría apoyado nunca [para que con-
y el alcohol lo que liberaba a las mujeres,
sumiese], porque sé que no es una cosa
ahora además está el cannabis y la cocaína. El
bien hecha” (consumidor, de 29 años).
consumo femenino de cocaína ya tiene imá-
genes visibles y prestigiosas en el cine: Sha- Para ellos consumir cocaína es cosa de
ron Stone en Instinto básico y Uma Thurman hombres, es un acto indecente, un juego per-
en Pulp Fiction crean imágenes atrayentes de verso para un grupo elegido. Sus mujeres
mujeres con un fuerte poder de seducción. deben mantenerse sin traspasar la línea de lo
De esta forma el proceso de igualdad y libera- formal, de la decencia y jugar el papel tradi-
lización de la mujer ha quedado reducido a un cional que ellos mismos pervierten. Para
mito y atrapado por el propio androcentrismo esos varones sus mujeres son una parte de
creado desde Aristóteles 5. sí mismos, el lado positivo y puro de sus
Al valorar las diferencias entre varones y vidas. Pero esa manera de discriminar no es
mujeres en relación con el consumo de cocaí- únicamente auto salvadora, también tiene
na se destaca que prácticamente todos los otra acepción: limitar el acceso de sus muje-
5
Con Aristóteles se establece un pensamiento androcéntrico. Se adopta un punto de vista central que se
asume como hegemónico, el masculino, y se valora como defecto toda cualidad que se aleje del modelo
(Amparo Moreno 1986, Sissa 1991) El rol social femenino queda devaluado a partir de la lógica androcéntrica
definidora de las relaciones de poder. En el siglo pasado los procesos socio-políticos orientados hacía la igual-
dad se mantienen dentro del modelo existente, sin revisar su estructura y significados, de tal manera que la
idea de igualdad dominante refuerza el actual sistema de poder y la dinámica de que sean las mujeres quie-
nes intenten igualarse a los varones.
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 71
TABLA 4. Prevalencia y frecuencia de consumo de cocaína en el colectivo femenino
general y en las mujeres escolarizadas
6
“¿Solo para divertirse?: Uso de la cocaína en mujeres de clase media”. RET. Revista de Toxicomanía 10.
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 73
pesetas. Yo lo conozco de toda la vida y varita, la sacude, y con ella transforma la rea-
tengo mucho trato” (consumidora, 30 lidad. Cuando los consumidores explican las
años). sensaciones que emergen tras el consumo
de cocaína recuerda la escena de transforma-
El que los varones inviten a las mujeres ción de la cenicienta en una encantadora
también es parte del ritual. Hay varios forma- damisela dispuesta a abrirse al mundo.
tos, uno es invitar a las mujeres de los ami-
gos que consumen muy esporádicamente “En un principio el efecto de la cocaína
como una forma de galantería y expresión de era hacerme sentir la reina allí donde
poder. Otro estilo de invitación está más rela- estaba. Bailaba toda la noche. Hablaba.
cionado con una forma de prostitución: invitar Me relacionaba con gente.” (consumido-
para obtener favores sexuales. La cocaína se ra, 24 años)
convierte en una poderosa moneda de cam-
bio. Las mujeres que aceptan ese intercam- “Consumir beneficia en que es de
bio tienen un mote, se las llama ‘comebol- noche, cuando sales a divertirte, estás un
sas’. poco bajo de energía porque has estado
trabajando y entonces te pega el subidón,
“Hay muy poca gente que invite, no se te pones más alegre, te cortas menos
invita así como así, sobretodo a la edad con la gente si quieres entrar para ligar, y
que empezamos. Con los amigos de ese es el subidón que te pega, te pone a
ahora de toda la vida sí que comparto. cien y te deja de puta madre” (consumi-
Aunque a las tías siempre nos invitan dor, de 33 años).
más, tenemos más suerte, nos podemos
pasar la noche poniéndonos por la cara. “Consumo de noche para ir de fiesta
Luego nos llaman las ‘comebolsas’. Son porque da otro puntillo, igual estoy cansa-
tías que van con los tíos para sacarles el do del trabajo o me apetece el puntillo de
perico, nada más. Que luego hagan algo drogas y a mí el alcohol tampoco me
con ellos ya es problema de ellas pero la llama tanto la atención y prefiero un
bolsa ya se la han comido primero. Al poquito más la droga. Me gusta estar por
revés es más raro, yo no sé de tías que la noche más liberado, y la coca me libera,
se dediquen a invitar. De todas formas yo me hace desinhibirme un poco, me hace
siempre he pensado que las tías cuando reír, ...” (consumidor, de 33 años)
tienen un vicio son más viciosas que los
tíos, no sólo en la droga sino en la bebida, Consumir cocaína se convierte en una
en el sexo y en cualquier situación” (con- especie de premio que uno mismo se conce-
sumidora, de 30 años). de o de refuerzo ante la energía que se va a
necesitar para vivir sin límites un aconteci-
miento esperado. No existe una sola res-
puesta que explique por qué se consume en
3. RAZONES PARA CONSUMIR. EL ILU- la actualidad y en nuestro país cocaína. Aun-
SIONISMO DEL POLVO MÁGICO que el repertorio de razones es muy variado
hay un eje que les da cierta unidad: el deseo
de superar límites individuales físicos y psí-
Heroína y cocaína están tan hechas para nosotros... que
nosotros no estamos hechos para ellas. Son tan eficaces, quicos que permitan estar más activos y sen-
tan tolerables. Tan activas en la mejora y aceleración de tir placer en el lugar y tiempo que se conside-
los procesos fisiológicos, actúan tanto y tan bien, que el ra apropiado.
cerebro querría siempre más” (Sissa 2000:177)
Los efectos de la cocaína y su simbología
se vinculan en nuestro contexto cultural con
En los cuentos de hadas hay un momento la sexualidad. Pero no tanto porque la cocaína
mágico cuando el hada madrina levanta la contribuya a mayor placer sexual, más bien
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 75
pagar un tributo y la cocaína parece que es escalón más es una muestra del vínculo entre
una moneda efectiva. La siguiente cita es de cocaína y condiciones de inclusión social.
alguien apasionado por el flamenco quien se Una vez satisfecha la curiosidad inicial la
pasa noches enteras intentando que lo acep- continuidad en el consumo también depende
ten en ese ambiente hasta que descubre las de una gran diversidad de factores. En gene-
posibilidades de unas rayas: ral las razones alegadas son: La búsqueda de
placer y la diversión, da más energía, ayuda a
“La primera vez que consumí cocaína escapar de los problemas (personales, fami-
eran las ocho de la mañana. Estabamos liares, de trabajo...), aumenta la autoestima,
en una cueva, en una fiesta, donde esta- da la sensación de funcionar más eficazmen-
ba mucha gente importante dentro del fla- te y da sensación de superioridad:
menco y de la farándula. En ese ambiente
a lo mejor no te conocen de nada pero si “yo cuando consumía cocaína decía
entras con la cocaína te abren las puertas cosas y actuaba en ciertas ocasiones que
directamente. Es un modo de abrirte yo por mí misma no era capaz. No es que
puertas y de relacionarse” (consumidor me lo pasara mejor, me daba energía y en
de 30 años). el momento que estaba bien, que estaba
con el subidón, pensaba que me comía el
Otra forma más social de integración que mundo, que podía con todo” (consumido-
permite la cocaína es en aquellos casos en ra, 23 años)
que se desea una movilidad social, cambiar a
ambientes de más estatus, integrarse en un “La cocaína me produce un estado de
colectivo más aceptado y con mejores refe- euforia, me anima un poco más y a veces
rencias. La siguiente cita ilustra muy bien el en mi trabajo que es de hostelería, que
proceso de un ex-heroinómano que sigue los conlleva mucho vicio, con la cocaína voy
pasos establecidos para esa integración: más despierto, me olvido un poco más del
trabajo y me lo intento pasar un poco
“Mi relación con la coca empezó hace mejor trabajando (consumidor de 22 años).
unos años. Anteriormente había consumi-
do heroína, pero lo dejé porque estuve “Empecé porque me encontraba eufóri-
preso y además falleció mi hermano y le co, me metía una raya y era más sociable,
cogí respeto y lo dejé por completo. Mi trabajaba más a gusto, hablaba con la
hermano falleció por la heroína. Al salir de gente vacilando... Los primeros efectos
la cárcel empecé a trabajar, sin problemas son que te deja el cuerpo prácticamente
y sin vicios, empecé a ganar dinero y me sin cansancio, estás con facilidad de pala-
bra, estás ameno para todo, no me impor-
compre un coche. El exceso de trabajo
taba trabajar, trabajaba mucho mejor. Los
me llevó a organizar una fiesta de cocaína
primeros efectos de la coca por lo menos
y la probé y a partir de ahí, no siempre
en mí han sido la comunicación, el traba-
pero cuando he tenido algún problema he
jar más a gusto y sentir el cuerpo menos
recurrido a ella” (consumidor, 32 años).
cansado” (consumidor, 42 años).
En el proceso en que este hombre sale del
“Toco en un grupo de música y a veces
infierno y de la heroína, se integra en el consumo en los conciertos porque nor-
mundo laboral, gana dinero, se compra un malmente se me terminan las pilas bas-
coche y se inserta en ambientes donde se tante rápido y con el perico tengo pilas
consume cocaína. Los pasos que sigue son para mucho más tiempo.” (consumidor,
muy ilustrativos de ese proceso de reconver- 28 años).
sión hacía una vida más prestigiosa y acepta-
da. El hecho de que consumir cocaína forme “El hecho de consumir me da más
parte de ese proceso siendo considerado un seguridad, más aguante, más energía, no
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 77
que hacen volar, perfumes seductores, com-
presas que llevan de viaje a países exóticos, TABLA 6: Consumo de cocaína y hora de
coches que liberan del hastío de la vida coti- regreso a casa en el fin de semana.
diana, y un sin fin de productos más cuya
posesión permite experiencias maravillosas Hora de regreso a casa Consumo de cocaína
de las Mil y una noches. La magia utilizada %
para vender productos no tan solo logra Antes de las 12 h. 0.6
hacer estos más atractivos para los jóvenes De 12 a 3 (madrugada) 2.8
sino que contribuye a elaborar deseos, a defi- De 3 a 4 (madrugada) 8.2
nir ideales y necesidades y proponer estrate- Día siguiente 17.5
gias para lograr todo eso. La cocaína y las
drogas son, probablemente, el único produc-
to con poderes reales para hacer sentir las En todas las entrevista existe acuerdo en
ilusiones y expectativas creadas. Son consi- que una de las motivaciones que inducen al
derables los productos anunciados en el aba- consumo es el aguantar más tiempo en el
nico publicitario que carecen por sí solos del espacio de la fiesta y la diversión, el alargar el
poder que se les etiqueta, ni los coches libe- tiempo del disfrute.
ran, ni con perfume se logra seducir a la per-
sona deseada, ni se adelgaza bebiendo litros “Las primeras horas de la marcha son
de algún agua mineral, ni tampoco salen más suavecitas y de ambiente más dis-
magos de líquidos limpiadores. Pero las par, estudiantes o tal. A primera hora hay
expectativas en lograr todo eso sí están ahí, gente de todo tipo pero a las seis de la
son ilusiones y deseos muy consolidados por mañana ya no, solo quedan los ‘bocas
el bombardeo publicitario y la cocaína es una negras’, que quiere decir lo más malo de
de las drogas que logra transportar hacia todo. Si sales de marcha, las seis de la
esas sensaciones mágicas: crear euforia, pla- mañana, ya es una hora prudente para
cer y bienestar. Pocos productos de nuestro irse a casa, todo el que se queda a partir
alrededor se acoplan tan bien a una sociedad de las seis de la mañana, malo” (consumi-
cautivada por la magia del consumo como lo dor, de 32 años).
hace la cocaína.
La vida recreativa se ha convertido en una
de las principales actividades de los jóvenes,
donde invierten tiempo y dinero y alrededor
4. LA VIDA SOCIAL DEL CONSUMO DE de la cual se está creando una poderosa
COCAÍNA industria7. Los estudios existentes sobre dro-
gas y vida recreativa insisten en que buena
Entre los jóvenes el consumo de cocaína parte de los jóvenes de hoy pertenecen a
está directamente relacionado con la vida familias estables, con un nivel económico
recreativa porque ese es el espacio social medio y muchos siguen viviendo con su fami-
adjudicado al ocio y a la diversión. En los lia de origen. El espacio del ocio es importan-
datos de la Encuesta Escolar (Observatorio te para negociar las relaciones y adquirir capi-
Español 2000) también puede verse esa rela- tal social. Por tanto la inversión de tiempo y
ción. Cuanto más tiempo se tarda en volver a dinero en actividades recreativas no es fatua
casa más probabilidades hay de consumo. ni banal, y posiblemente tiene consecuencias
7
La revista EKO (abril 2001) está dedicada a describir los “negocios en la noche” en distintas ciudades espa-
ñolas: Ibiza, Madrid y Barcelona. En ella puede encontrarse muchos elementos que otorgan prestigio a los
locales recreativos y los convierten en espacios ideales para las relaciones sociales de distintos grupos.
Una forma de distinguir entre qué tribus o “Si me voy a una cena con amigos
subculturas se relaciona una persona es míos de la infancia o con gente del curro
conociendo qué drogas consume y qué dro- entonces no consumo, porque el ambien-
gas consumen sus amistades (Calafat et al. te no es de meterse y no es apropiado,
2001). Hay una división más o menos clara, no es plan meterme yo solo, yo soy de
entre aquellos que sí consumen cocaína y compañía, de meterte con gente para
aquellos que consumen otras drogas, espe- estar en el mismo nivel, no para estar yo
cialmente éxtasis. Quienes consumen cocaí- en un nivel y la gente en otro” Consumi-
na son además bebedores de alcohol y bas- dor, 33 años).
tantes fuman cannabis. Hay consumidores
de cocaína que forman grupos compactos y Los amigos son un ingrediente en el ritual
cerrados pero la mayoría no lo hacen; hay del consumo. Entre los consumidores más
grupos en que algunos consumen y otros no, ‘aristocráticos’ hay un consumo más exclusi-
entre ellos el ingrediente común es el alcohol vo de cocaína y de alcohol. Este grupo marca
y comparte un mismo tipo de diversión. diferencias con otros consumidores, especial-
Dependiendo de cómo estén formados los mente con los consumidores de éxtasis. De
grupos el consumo se hace más o menos alguna manera esas dos sustancias dividen
evidente o disimulado: estilos de diversión entre dos subculturas. El
éxtasis ha perdido prestigio entre la élite,
“Tengo algunos amigos que no consu- empieza a estar considerada una sustancia
men. Saben quienes de nosotros consu- de los más jóvenes, de menor categoría, de
mimos y el día que hay perico no se mez- ‘pacos’ y ‘bakaladeros’ que gustan de una
clan. Normalmente no se mezcla la peña diversión más vinculada al baile y a la masifi-
que no consume con la que consume, cación. Entre los consumidores de cocaína
algunos sí pero no demasiados. Cuando más sibaritas el éxtasis es una sustancia que
estamos con gente que no consume se no les crea alicientes. En cambio si que se
lleva más disimulado, hay una especie de observa en el grupo de los más jóvenes la cir-
acuerdo tácito, todos consumimos medio cunstancia del consumo asociado de psico-
a escondidas aunque la gente lo sepa. Si estimulantes como el éxtasis de forma prefe-
monto una fiesta y todos son consumido- rente y la cocaína de forma secundaria a lo
res el perico esta de por medio, las rayas largo de la noche. Lo que es más significativo
se hacen a la vista y todos tomamos, el que entre los jóvenes que durante algún
pero si solo hay tres o cuatro que consu- tiempo han sido consumidores recreativos de
mimos hacemos viajes hacía el baño o a éxtasis esta sustancia sea desplazada por la
donde sea, al que no toma ni se lo deci- cocaína quedando el éxtasis como una droga
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 79
complementaria y la cocaína como droga imaginario proceden de fuentes informales,
principal. Posiblemente esta transición sea de comentarios que se transmiten entre ami-
debida a la perdida de los efectos agradables gos y en el ambiente. La imagen de aquellos
del éxtasis por aparición de tolerancia inver- que sí son consumidores contribuye a organi-
sa, lo que ellos suelen atribuir a cambios en zar esa creencia y por ello los ambientes son
la composición y mayor adulteración de las una gran influencia.
pastillas. Al mismo tiempo comparten escena El vínculo que adquiere la cocaína con cier-
con otros consumidores de cocaína más poli- tos ambientes o subculturas no parece tan
facéticos a quienes les gusta más un poco de en relación con la música o los espacios alter-
todo. Algunos de los comentarios comunes nativos, como pueden estarlo otras drogas
son los siguientes: como el cannabis, LSD o éxtasis. La subcul-
tura mayoritaria en la que se consume cocaí-
“Consumir pastillas o éxtasis me da na en España está muy cercana a un consu-
mal rollo, ya consumir cocaína no me da mo de elementos de prestigio social: moda,
demasiado buen rollo pero lo probé por etiqueta, diversión, éxito, juventud, estatus,
curiosidad y me gustó. Lo que me conta- capital social. Es una subcultura muy depen-
ban de la coca era un efecto que me ape- diente de esos elementos como parte central
tecía. El efecto positivo de la cocaína es de su identidad, de sus ideales y objetivos
que me da pilas, me carga de energía” vitales. En una entrevista, una profesional
(consumidor, 28 años). terapeuta afirmó: “Desde el punto de vista
simbólico los cocainómanos son muy indivi-
“El éxtasis no me gusta nada, me pare-
dualistas, aunque sea una droga de ocio”. Y de
ce una droga suicida. He tomado dos
hecho es así. El logro de todos los ideales
veces pastillas, pero es una droga que me
que se pretenden alcanzar con la cocaína tie-
da miedo porque no sé lo que me estoy
nen un sentido individual, están orientados
metiendo. Aunque con la cocaína no sé si
hacia la propia persona consumidora y no
me estoy metiendo cocaína o cualquier
hacía la colectividad.
cosa de un laboratorio pero me da más
confianza, de una pastilla no me fío” (con- Las sustancias están asociadas a valores
sumidora, 30 años). simbólicos que las promocionan y legitiman.
El alcohol es la sustancia totémica en nuestra
“Antes con el éxtasis, hará unos siete cultura, tiene un alto contenido simbólico y
años, me daba una sensación de bienes- social. El cannabis se promociona como la
tar, de gloria, de buen rollo y de puta sustancia de la solidaridad, de valores alterna-
madre y me iba a una discoteca y todo tivos, de la ecología y de la búsqueda de nue-
bien, y luego empezaron a cambiar los vas utopías sociales (Calafat et al. 2000). El
componentes y de dos años a aquí entras éxtasis es la droga del amor y de la amistad,
a una discoteca que están tomando pasti- está asociada a una conexión espiritual con
llas y te da miedo estar allí, está toda la los otros, a una mayor conexión con el
gente... Pero la cocaína toda la vida ha ambiente, la música y el baile (Calafat et al.
sido igual y seguirá siendo igual” (consu- 1998). La cocaína también va asociada a sím-
midor, 27 años). bolos pero todos ellos con un fuerte compo-
nente individual e instrumental. En las citas
Por alguna razón la cocaína da la sensación anteriores se ha visto que se consume para
de pureza, de que se puede manipular divertirse, para sentir placer, para olvidar pro-
menos, no se adultera como puede ocurrir blemas, para recuperarse de una borrachera,
con las pastillas, y en general es más saluda- para sentirse superior, para superar retos,
ble. Todos los argumentos están fundamenta- para un mayor rendimiento, lograr mayor
dos en intuiciones, creencias o fe en la sus- capacidad competitiva, más prestigio, etc.
tancia. Los mensajes que se incorporan en el todos los ideales simbólicos que acompañan
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 81
ring, Foster et al. 1994, Ditton y Hammersley cambiando y convirtiéndose en más presti-
1994). Se trata de: 1) El consumidor elitista, giosa), los que van de éxtasis son una tribu
que se desenvuelve en el mundo de los de mal gusto y los consumidores de heroína
negocios, arte, diseño, etc. y hace un uso ins- unos fracasados. Quienes están en este
trumental de la cocaína; 2) El consumidor grupo hacen un uso de la cocaína ocasional,
recreativo, para el cual el consumo es relati- como una fuente más de placer de las diver-
vamente periférico en su vida; 3) El policon- sas a las que pueden acceder. Consumir dro-
sumidor que consume cocaína y cuya vida gas es disfrutar de la vida y diferencian
gira en torno a las drogas. Desde la dimen- mucho entre su estilo de consumo ‘inteligen-
sión más cualitativa Díaz (1992) ha señalado te’ y el que hacen los otros, un consumo más
ocho estereotipos (social, circunstancial, banal, más orientado a un consumo masivo o
situacional, elitista, comercial, disfuncional- a evadir los problemas. Este es uno de los
compulsivo, heroinómano y ex-heroinómano). grupos menos visibles en los ambientes juve-
En este estudio se han tenido en cuenta niles, pero de mucha influencia y capacidad
estas clasificaciones, pero se ha optado por definitoria de la cocaína. Puede decirse que
clasificar los estilos de consumo a partir de la esté grupo es quien más contribuye a la defi-
posición que ocupa el consumo de cocaína nición que la cocaína está adoptando en el
en la jerarquía de los intereses vitales del imaginario de los consumidores.
consumidor. Es decir, la posición de centrali- Otro grupo son los consumidores ‘recrea-
dad que ocupa la cocaína en la búsqueda de tivos’ para quienes la cocaína es una droga
soluciones a necesidades estructurales (rela- más (aunque la más codiciada) de todo el
ciones, diversión, economía, integración gru- repertorio que han probado y pueden optar
pal, prestigio). La capacidad de gestionar dis- cuando salen a divertirse. Este grupo está for-
tintas soluciones y la posición que ocupa la mado por consumidores más jóvenes de
cocaína en esa gestión es lo que se ha consi- nueva incorporación, la mayoría en proceso de
derado que marca un estilo. En ello el tener situarse en un espacio social más consolidado
más o menos dinero no es un factor decisivo como adultos y profesionales. También utilizan
(aunque contribuye), también es importante cocaína por vía nasal, aunque les gusta pro-
haber logrado (o estar en proceso de lograr barla fumada, pero no es el método que más
un) un estatus profesional y muy en especial les gusta, en especial porque sienten cierta
el contexto de amigos. Desde ese punto de aprensión. Este grupo mezcla todo tipo de
vista aquí se han dibujado tres arquetipos sustancias, pero sobre todo alcohol y canna-
aunque, como ocurre en muchas ocasiones bis. Consumir cocaína y aprender a controlarla
al clasificar conductas humanas, las diferen- es una finalidad y un reto que no siempre con-
cias entre ellos son poco nítidas y se solapan. siguen. Este grupo conoce a los vendedores
Hay consumidores ‘aristocráticos’ que pero mantienen una relación muy funcional.
marcan un estilo: consumen vía nasal, se Se podría decir que es el grupo mayoritario,
rodean de consumidores de su misma clase, por lo menos el más visible. Para ellos la coca-
mezclan lo menos posible la coca con otras ína está muy vinculada a la diversión y a las
sustancias, en todo caso con alcohol y de relaciones grupales en su contexto.
buena marca; consumen en ocasiones espe- Un tercer grupo son los consumidores
ciales de manera muy discreta, sin llamar la ‘atrapados’ o de riesgo, mote que tiene que
atención y se jactan de saber controlar el ver con la forma, la cantidad y la relación con
consumo. Se consideran superiores o por lo el consumo. En este grupo las drogas ocupan
menos tienen conciencia de ser un grupo con un lugar central en su dinámica vital, consu-
un estatus social alto, muchos son profesio- men diversas sustancias y de forma más
nales y se mueven en ambientes prestigio- compulsiva, buscan a través de las sustancias
sos. Para ellos fumar porros es algo degra- y en el consumo la solución a sus intereses
dante (aunque la imagen del cannabis está emotivos, económicos y sociales. Se mantie-
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 83
El valor simbólico de los fetiches está muy colocón cogimos ayer, te acuerdas de la
en relación con el dinero: hacer rulos con los que había hace dos meses lo buena que
billetes, utilizar las tarjetas de banco para estaba y la mierda que hay ahora” (consu-
hacer rayas, se ha generalizado el uso de las midor, 42 años).
cabinas de cajeros automáticos para preparar
las rayas, etc. Sin duda el consumo esnifado
Tiempo y espacio del consumo
es el más prestigioso, considerado selecto y
el que se adorna de un ritual preparado y pro-
Como ocurre con muchos productos, la
pio de un grupo social que mantiene su esta-
cocaína tiene su tiempo y espacio, dos coor-
tus con las buenas formas.
denadas que también contribuyen a definir el
El consumo nasal exclusivo es una de las buen o mal uso que se hace de la sustancia.
diferencias que separan un tipo de consumi- La imagen positiva de la cocaína es la que
dor de otro. Quizás lo más importante es que aportan los consumidores que practican un
las otras formas (fumada o inyectada) se con- consumo controlado. Estos se lo reservan
sideran formas muy agresivas y un tanto cer- para momentos ceremoniales de importancia
canas al consumo propio del heroinómano o social. Hay fechas muy emblemáticas en el
poblaciones marginales. Dos de los informan- calendario que son : Navidades, Año Nuevo,
tes han utilizado estas vías minoritarias y el fiestas patronales, vacaciones de verano, etc.
estilo de consumo es muy distinto al del También hay fiestas que están más vincula-
resto, en el sentido de menos sociable, más das a la vida social del individuo: despedidas
compulsivo y más caro. Si algún tipo de pre- de soltero, cumpleaños, bodas, etc. Cada una
juicio tienen los consumidores de cocaína, de esas ocasiones crea expectativas de diver-
especialmente el grupo más selecto, es ante sión y la cocaína es un refuerzo que ayuda a
la imagen del ‘yonqui’ consumidor de heroína. cumplir con esas expectativas.
Consideran a este un fracasado, alguien mar-
ginal y lo más lejano a lo que ellos simbolizan. “En fiestas nacionales, de esas para
El ‘yonqui’ es una imagen estigmatizada que todo el mundo, normalmente el nivel de
les aterra y sienten un rechazo absoluto que consumo aumenta pero al mismo tiempo
linda incluso con un sentimiento xenófobo. disminuye. Toda esa gente que toma
durante fiestas como Año nuevo no vuel-
“La cocaína no tiene nada que ver ve a tomar más. Porque cuando llegan
fumada que esnifada. El fumar solo tiene fiestas la cocaína esta superadulterada.
efecto cuando se tiene el humo dentro, Cuando llegan fiestas no sé que hacen,
no es relajación tampoco es euforia, es pero hacen unos desmierdes... La gente
difícil de explicar, me quedaba tenso... es que sabe compra la coca dos semanas
en ese momento por eso es tan compul- antes. Hay que ser previsor” (consumi-
sivo, cuando terminaba de fumar necesi- dor, 19 años).
taba fumar más porque me había queda-
do en tensión. Está mal visto el fumar la El consumo esporádico es para momentos
cocaína comparado con esnifar, ya se iniciáticos o para ese grupo selecto que man-
puede considerar socialmente yonqui. tiene un consumo muy controlado. Entre los
Todas las experiencias que he tenido con jóvenes ‘recreativos’ la tendencia es a hacer
la droga hasta que la he fumado han sido un consumo mensual y para muchos sema-
buenas, nunca me había ocasionado nin- nal y muy orientado hacia la noche y los fines
gún perjuicio hasta que he fumado” (con- de semana.
sumidor, 27 años).
“El consumo de coca es en grupo. Tu
“Llega un momento en que la conver- quedas los viernes y los sábados para
sación gira todo el rato en torno al consu- pillar y quedas con cuatro o cinco y pillas
mo, que rica está, que buena está, que dos gramos para todos y entonces coges,
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 85
cie de doble triunfo: además del premio por “Mi gran problema era el alcohol, o
consumir obtienen el premio del autocontrol sea, yo soy alcohólico y cocainómano ya
y esa creencia les fortalece. que son drogas muy asociadas. A veces
Algunos de los consumidores recreativos salía de casa pensando que no tomaría
pasan a un consumo regular (entre 3 o 4 días cocaína pero el tomar dos copas ya me
por semana) o diario, lo que va emparentado incitaba” (consumidor de 32 años).
a un incremento en la cantidad consumida y
Además de la complementariedad química
a la entrada en la trampa de la adicción. Cuan-
y funcional también puede haber una relación
do eso ocurre el consumo deja de estar úni-
simbólica entre esas dos sustancias. Y posi-
camente vinculado a la diversión, también se
blemente está estimulado por una industria
consume por necesidad y en soledad. Algu-
recreativa a la que el consumo de alcohol le
nos de los consumidores que llegan a ese
aporta los mayores beneficios. Hay una espe-
extremo se esconden de su círculo de ami-
cie de transferencia simbólica, la cocaína per-
gos quienes controlan mejor el consumo, se
mite beber sin entrar en la embriaguez y por
avergüenzan de su adicción y se inicia un pro-
tanto ayuda a consumir mucho más alcohol, a
ceso de exclusión marcado por ‘la ley del
cambio el alcohol transfiere a la cocaína parte
silencio’. El estigma de quien cae en la adic-
de su poder totémico y ancestral al convertir-
ción lleva el castigo del aislamiento social.
la en su aliada de la fiesta.
En España no existen estudios longitudina-
A pesar de que el alcohol es una sustancia
les realizados a los consumidores de cocaína
clave en las relaciones sociales, tiene presti-
y por ello la única aproximación a ese proceso
gio y se estimula su consumo, la embriaguez
son las narraciones de ellos mismos donde
crea una imagen negativa. Las personas que
explican sus experiencias. Aunque es una
se embriagan son excluidas, se les ve como
información valiosa no se puede cuantificar y
personas que han perdido el control, que no
por ello es imposible de generalizar tenden-
saben donde tienen su límite. En la mayoría
cias y cambios en las frecuencias y cantida-
de locales con control de aforo se impide el
des. Tan solo sabemos que los consumidores
que accedan personas que presentan un cier-
de cocaína son diversos y los procesos que
to estado de embriaguez. Por todo ello la
siguen cada uno de ellos también.
cocaína es una aliada inmejorable.
Además de alcohol hay quienes mezclan la
Policonsumo. cocaína con otras sustancias, en especial
consumidores con una tendencia más recrea-
Todos los datos indican que la cocaína y el tiva y menos sibarita. Los más jóvenes expe-
alcohol son dos sustancias que se comple- rimentan mezclas, descartan aquellas que les
mentan. Prácticamente todos los consumido- sientan mal o que no les ayude a alcanzar sus
res entrevistados vinculan el alcohol a la expectativas. Entre los más jóvenes hay
cocaína. La mayoría afirma que la cocaína les pocos que puedan mantener el coste de un
ayuda a controlar los efectos del alcohol, la consumo constante de cocaína, lo que les
consumen para seguir ‘bebiendo’ sin embria- lleva a complementarla con otras sustancias.
garse. De esta forma los efectos del alcohol
quedan latentes, se postergan, y consiguen “Yo soy politoxicómano aparte de
alargar su participación en la fiesta. Ese efec- meterme coca. Todo depende de lo que
to de la cocaína como sustancia que controla tenga por delante, fumar porros fumo
al ‘alcohol’ sugiere una cierta obligatoriedad siempre desde que me levanto hasta que
de consumo de alcohol en algunos espacios me acuesto. El alcohol también, porque la
ya sean recreativos o laborales. El alcohol es, coca sola me pone mucho más cardíaco y
por tanto, una sustancia clave en la lógica del con el alcohol controlo más” (Consumi-
consumo de cocaína. dor, 26 años).
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 87
no mire lo que hace, entonces tu pones Otro ejemplo es el de un estudiante univer-
XXX pesetas debajo del paquete de taba- sitario que se acerca más a la experiencia de
co y el arrastra el paquete, coge un ciga- los jóvenes consumidores ‘recreativos’ a
rro, coge el dinero de debajo del paquete quienes les gusta estar cerca del riesgo pero
y te mete la cocaína dentro del paquete no implicarse de lleno, lo viven como un
de tabaco. En esos momentos es la per- espectáculo de realidad virtual, donde ellos
sona más amigable.” (descripción del tra- están en la escena pero solo miran. Para ese
bajo de observación). grupo el mundo del narcotráfico del cual par-
ticipan es un espectáculo emocionante y
Iniciarse en el consumo es un primer paso fuente de diversión:
que va acompañado de iniciarse en la com-
pra. Es parte del ritual que los primeros con- “El mundo de la venta de cocaína es un
sumos se produzcan por invitación pero si poco mafioso, hay mucho vicio, mucho
persisten se considera ‘gorroneo’. Con las desespero, mucho mercado negro, no sé,
mujeres hay una mayor tolerancia, se las invi- es todo muy sucio, es un submundillo. En
ta con mayor frecuencia siempre y cuando verdad somos como niños pequeños que
sea de forma muy esporádica. se nos dice: ‘no abras la puerta’ y la abri-
mos. A los consumidores también nos
Comprar cocaína permite entrar de lleno en
gusta el morbillo de la clandestinidad,
el submundo que se genera alrededor de esa como nosotros pagamos y nos vamos no
droga. No todos los consumidores compran nos enmerdamos tanto como los came-
de la misma forma ni a las mismas persona, llos y puede llegar a tener su gracia” (con-
el estilo de compra está en relación a la impli- sumidor, 22 años).
cación de la cocaína con la vida de los consu-
midores. aquellos más ‘aristocráticos’ no tie- Hay otras formas de implicarse compran-
nen interés en implicarse en ese ambiente, do, manteniendo relación directa con los tra-
su objetivo es únicamente conseguir cocaína ficantes, relacionándose con varios de ellos y
de forma discreta y cómoda. Ello da lugar a moviéndose en sus ambientes. Esa es una
una cierta jerarquía de traficantes que sirven actividad que atrae a muchos jóvenes a quie-
a distintos tipos de clientes. Un ejemplo de nes les gusta conocer un mundo prohibido
esa situación nos lo presentan los siguientes para sus mayores, les da superioridad y sen-
testimonios de consumidoras del colectivo sación de control de sus vidas. El grado de
más ‘aristocrático’: implicación es diverso y está muy en relación
al lugar que ocupa la cocaína en la vida de la
“Compramos muy poca cocaína y lo persona, a medida que el consumo se hace
hacemos en pareja, y normalmente yo no compulsivo la cocaína se convierte en un
me entero de nada. Nunca compra la tema central y cotidiano, los amigos son con-
misma persona. Las pocas veces que he sumidores y traficantes, se habla constante-
comprado ha sido a través de un amigo mente del mercado de la cocaína y la vida del
que conoce a otra persona, son vías raras, consumidor gira alrededor de la sustancia.
yo no me voy a calles siniestras ni nada Los consumidores recreativos todavía sepa-
de eso” (consumidora, de 29 años). ran distintas realidades, saben que hay gru-
pos de gente que no son consumidores y
“Consigo la cocaína a través de una ambientes donde el consumo no está bien
persona conocida que trapichea con ello y tolerado. Por el contrario los consumidores
cuando quiero le pego un toque y me ‘atrapados’ viven tan implicados con la sub-
trae, no voy a buscarla a la calle. Si él no cultura de la cocaína que creen que todos
tiene yo no cojo a nadie, me arriesgo a son consumidores, que en todos los lugares
que venda mierda y me cobre más caro” es posible conseguir cocaína, que hay trafi-
(consumidora, de 30 años). cantes en cada local. Un ejemplo:
Entre los informantes para esta investiga- Existe una racionalidad en la gestión econó-
ción diez de ellos han participado de la venta mica del consumo. El gasto vinculado al con-
como una forma de sufragar el coste de su sumo puede ser muy diverso. Los más jóve-
propio consumo. Entre ellos es generalizada nes, en su periodo iniciático suelen repartirse
la opinión de que en los ambientes recreati- un gramo entre varios y pueden gastarse
vos aumenta la captación de adolescentes hasta dos mil pesetas semanales. Para aque-
que realicen esa labor de venta. Uno de los llos que se introducen en el tráfico el consu-
comentarios es el siguiente: mo es gratis, es parte de los beneficios que
obtienen. Los consumidores de heroína que
“Cuando empecé a consumir tenía 17 están en tratamiento de metadona suelen
años, los chicos de mi edad lo que consu- practicar un consumo más esporádico y gas-
mían eran pastillas. Pero es que ahora tan menos. Suelen consumir cuando tienen
incluso a los 16 ya están consumiendo dinero, hay quienes gastan una media de 500
cocaína. Hay camellos mucho mas jóve- pesetas diarias. Los consumidores que sí gas-
nes. Bueno, los camellos gordos son dife- tan, quienes engrosan el mercado, son los
rentes. Todo empieza porque un chavalín consumidores exclusivos de cocaína o que
va a un camello gordo a comprarle. Cuan- prefieren esa sustancia, quienes ya han pasa-
do ese camello ve que el chavalín va a do la etapa iniciática y se incorporan el consu-
comprarle mucho porque compra para él, mo como parte de la normalidad. Si además,
para los amigos y tal, es cuando el camello se tiene en cuenta que el gasto de la cocaína
lo enrolla y le dice: -toma te doy tantos y se acompaña de otros gastos: básicamente
te fío tantos. Todo empieza así, enganchan de alcohol, pero también cenas, entradas a
a los pequeños. ‘Te doy tanto’ y ese chaval locales, prostitución, etc. La diversión resulta
flipa, y ya se cree el amo del mundo. cara y puede que sea uno de los gastos prin-
Hasta que llega el momento que venden cipales y enmascarado de muchas familias
para consumir. Al principio lo hacen para españolas. En los ejemplos siguientes se pre-
ganar dinero hasta que lo hacen para con- sentan criterios de gestión del gasto:
sumir” (Consumidor, 25 años)
“A mí mientras no me falte dinero para
En general hay una cierta valoración positi- poder comer en la universidad, para poder
va del trapicheo entre los jóvenes, es visto comprar dossiers de la facultad, para la
como cosa de atrevidos de quienes se lo gasolina de mi coche, lo demás me lo
saben montar, que saben jugar con la pica- puedo gastar en lo que yo quiera” (consu-
resca y ‘buscarse la vida’. midor, de 22 años).
“Con un sueldo no te basta para consu- “La cocaína afecta a la economía pero
mir. A mí al principio con 140.000 Pts. al compramos cuando nos sobra el dinero,
mes no me bastaba y en cambio ahora que no suele ser muy a menudo y eviden-
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 89
temente si no hay un dinero extra que 120.000 Pts. y a final de mes no me que-
nos podamos gastar en cocaína no lo daba nada. También he robado mucho
hacemos. Es como cuando nos compra- dinero a mis padres. Casi cada semana le
mos unos zapatos nuevos por capricho...” robaba a mi padre diez mil pesetas del
(consumidora, 29 años). bolsillo. También vendía el oro por nada,
porque no te daban casi nada” (consumi-
“En un fin de semana me gastaba dora, 24 años).
unas 200.000 Pts. o 300.000 Pts. Cuando
vendía tenia mucho dinero, y en principio “El gramo vale 12.000 o 15.000 Pts.. Al
todo muy bien hasta que se me hizo un principio me lo podía permitir con lo que
agujero de 1.000.000 Pts. Y luego vinieron ganaba en el trabajo. Pero al final ya hacía
problemas e historias. Y cuando ya no “mangarrufas” en el trabajo. Cogía dinero
tenía para vender, como yo tenía ese hábi- a mis padres o a mi hermano. Llegas a
to y ese rito de vida, pues me buscaba las este punto porqué el dinero no te basta
mil y unas, comprar para vender...” (con- nunca” (Consumidor, 29 años).
sumidor, 25 años).
“A mi madre, esta última vez, le quité
algo de dinero. No valgo para robar a los
Delincuencia doméstica.
de fuera pero, lo típico, vas a casa y es
La etiqueta de prestigio que arropa a la más fácil. He intentado no perjudicar a mi
cocaína y a los consumidores de esta sustan- familia pero llega un punto que si tienes
cia se ha ido creando en parte por antagonis- para un par de gramos, ...” (consumidor,
mo ante los grupos de consumidores de 32 años).
heroína o cannabis. Los consumidores de
cocaína se crean una imagen de prestigio y
de éxito, detectan dinero y poder, son diverti-
7. LA CARA OCULTA DEL CONSUMO: DES-
dos, parlanchines, activos, visten a la moda,
CENSO, FRACASO Y SOLEDAD
se rodean de fetiches caros: coches, perfu-
mes, restaurantes e incluso mujeres. La eti-
queta no es únicamente un signo estético, Dime cómo ves el mundo
Exiliado en cada lavabo,
sino que crea un componente simbólico que
Contando cada minuto
es lo que contribuye a definir la sustancia, las Administrándote los gramos.
expectativas que se generan sobre ella y a Estopa, Exiliado en el lavabo
los consumidores. Por todo ello es difícil ver
en algunos consumidores a un delincuente.
La relación con la cocaína se inicia con una
Entre el colectivo de consumidores ‘recrea- ‘luna de miel’ en que la sustancia fascina y
tivos’ que van de ‘cocaína’ el dinero dedicado seduce, algunos aprenden a mantener una
al consumo es considerable y necesitan de- relación intermitente con la sustancia con lo
sarrollar una gestión muy racional de su eco- que consiguen prolongar durante años o toda
nomía. Eso no sucede en muchos casos y el la vida el encantamiento. Otros pasan a un
coste se dispara entre aquellos que tienden a consumo más frecuente e instrumental y de
un consumo más ‘compulsivo’. Como buena ellos una parte quedan completamente atra-
parte de este colectivo son jóvenes integra- pados en su seducción. Cuando eso ocurre el
dos en familias estables, con una cierta capa- encantamiento de los efectos que produce la
cidad económica la tendencia al robo ‘domés-
sustancia desaparecen y solo queda la nece-
tico’ es común. Los ejemplos siguientes
sidad de consumirla, el impulso dominante
ilustran algunas de esas situaciones:
de la adicción.
“Para consumir me gastaba casi todo Cuando Freud probó la cocaína creyó que
el sueldo que ganaba en el bar. Yo ganaba era una sustancia mágica, la solución a los
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 91
algunas personas, niegan las influencias sim- se hacer libremente. Debería estar legali-
bólicas y de los medios de comunicación que zado, es un problema político, geográfico,
asimilan buena parte de los adolescentes. estratégico, es un problema de racismo
Una de las consecuencias que se está produ- mundial asqueroso” (Consumidora, 29
ciendo con el aumento de consumidores con años).
problemas de adicción es que crece la intole-
rancia por parte de aquellos que defienden el “Por la falta de control de la calidad
consumo. De alguna forma tratan de diferen- están pasando unas cosas horribles y hay
ciarse de una manera que linda la xenofobia una falta de información por parte de la
marcando una distancia que les impida verse gente que no sabe donde acudir en miles
a sí mismos tras el espejo de quienes sí tie- de situaciones. No se conocen centros
nen problemas. donde se puede analizar la sustancia,
libros que informan... todo eso ayudaría a
“La gente que conozco que ha tenido un consumo más responsable y más con-
enganches fuertes con la cocaína ya los trolado” (consumidor, 29 años).
veía venir, los reconozco. Son gente con
Esas opiniones tienen su efecto porque la
la que no me relaciono mucho porque no
tendencia actual es que la percepción del
son tipos de caracteres con los que yo
riesgo ante el consumo de cocaína tiende a
suela coincidir, no me hago amiga de un
bajar. Existe cierta conciencia de que la coca-
cocainómano porque tengo la teoría que
ína hace daño pero también de que puede
es una gente que tiene una forma de
controlarse, al consumirla no se ven síntomas
actuar que difiere mucho de como soy yo.
de deterioro y no existe un síndrome de abs-
Los que conozco son gente que me dan
tinencia similar al de las drogas más conoci-
mucha pena, son gente muy sola. Son
das. De alguna manera hay una cierta resis-
gente que aparentemente no se parecen
tencia a asumir los efectos negativos y
pero que repiten un patrón de conducta”
predomina la imagen que elabora de la cocaí-
(consumidora, 29 años).
na el grupo elitista: La cocaína se define
“Yo soy bastante clasista, para mí no es como ‘droga limpia’ e integradora, droga que
lo mismo que se meta una raya de coca favorece las relaciones y la desinhibición.
un tío sin cultura que solo sabe hacerse el En general, el riesgo percibido por los jóve-
chulo delante de cuatro capullos, o un nes en relación al consumo de drogas parece
buen amigo mío que se sabe comportar” estar más asociado a la frecuencia de dicho
(consumidor, 21 años). consumo que al tipo de droga (Encuesta
Escolar 1998). A pesar de todo ello la percep-
Una parte de estos consumidores ‘aristo- ción de peligrosidad de la cocaína en la pobla-
cráticos’ actúan como defensores del consu- ción en general es alta, el 94,6% la conside-
mo y lo legitiman basándose en la posibilidad ran una sustancia peligrosa (Megías et al,
de control que ellos tienen la oportunidad de 2000). En el debate acerca de la prohibición
ejercer, confundiendo la calidad de la sustan- ha aumentado en esta última década la opi-
cia con el control y situando la causa y pro- nión de que la cocaína debe ser una sustan-
blemas del consumo en la prohibición: cia prohibida. Quienes más defienden que
sea una droga legal son los consumidores de
“Creo que es posible, y que lo tengo, cannabis (44,1%) y de otras drogas ilegales
un consumo responsable de cocaína. La (60,3%) (Megías et al 2000). La percepción
guardo para las fiestas de guardar, no del riesgo es un aspecto que merece un aná-
tomo más de la debida ni me gasto el lisis complejo porque son también complejas
sueldo en ella. Consumo responsable- las estrategias en las que los consumidores
mente y con mucha mesura, no creo que se amparan para gestionar los riesgos ante el
esté mal lo que yo haga y debería poder- consumo (Calafat et al., 2001). La mayoría de
8
Observatorio Español sobre Drogas (2000, 2001) Informes 3 y 4.
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 93
comporta. Los drogadictos son vistos como El cambio más significativo que se está
un grupo marginal, deteriorado, enfermo, produciendo y se va a producir a nivel del tra-
demacrado, delincuente, que vagabundea por tamiento es que se pasa de una situación uni-
las calles pidiendo limosna y todo su interés forme respecto al tratamiento de los toxi-
consiste en lograr una dosis más. La imagen cómanos a una más plural, dinámica y de
del heroinómano se ha convertido en la ima- mayor complejidad. El impacto de las nuevas
gen del drogadicto y ello crea un disfraz que drogas recreativas, y en concreto el creci-
oculta a los nuevos consumidores de otras miento del consumo de cocaína, crea la evi-
drogas, como es el caso de la cocaína. dencia de que cada sustancia se integra con
una dinámica propia de consumo y subcultu-
“Los jóvenes que llegan al centro sue- ra. El espacio del tratamiento se está diversi-
len decir que ellos no están como los ficando, se crean programas donde se tiene
otros jóvenes que ven (los que consumen en cuenta la dimensión del género, la dimen-
heroína). La tendencia es a decir: -Yo no sión de la edad, las familias, colectivos de
estoy tan mal como ese. Existe el efecto distintas posiciones sociales y una represen-
de la comparación, incluso a nivel de la tación social y simbólica distinta según cada
administración de la sustancia. El que la sustancia.
cocaína se aspire y no haya que pincharse En algunos centros donde se acogen a los
es una diferencia simbólica enorme” consumidores de cocaína los profesionales se
(Terapeuta). plantean el adaptar sus protocolos a esos
nuevos consumidores. En algunos centros ya
Un consumidor de cocaína está muy lejos existen programas específicos donde se inte-
de identificarse con un drogadicto por ser gran los consumidores de cocaína, mientras
una persona que persigue el triunfo, el ascen- que otros centros consideran que sus progra-
so social y es participativa. Se trata de perso- mas tradicionales son también válidos para
nas que desean tener éxito, que gustan de los consumidores de cocaína quienes son
ser líderes, destacar en sus grupos sociales, considerados toxicómanos igual que los otros.
son buscadores de imagen y candidatos a
La llegada a un centro de tratamiento entre
héroes. Quienes consumen cocaína también los consumidores de cocaína viene básica-
valoran en positivo otros ideales sociales vin- mente determinada por desencadenantes
culados al éxito: la estética, la indumentaria, sociales y personales y menos por problemas
los automóviles, el sexo. La imagen de los físicos o judiciales, aunque también los hay. El
consumidores de cocaína es muy distinta a la aspecto económico es uno de los más impor-
que se tiene de los toxicómanos, es una ima- tantes, pero también la alteración de la vida
gen socialmente prestigiosa y positiva y por familiar, los conflictos laborales o el tomar
ello más difícil de detectar. conciencia que entran en una espiral de con-
sumo compulsivo. Aquellos que se plantean
“Se tiene la idea de que el toxicómano
el tratamiento por problemas físicos es por-
es aquel que esta en el banco en la esqui- que han tenido trastornos psicopatológicos,
na allí tirado. Cuando la familia entra en el algunos han tenido que tratarse en urgencias
centro es un paso muy importante para psiquiátricas, suelen tener paranoias u obse-
ellos y lo pasan mal. Se da un proceso siones y en algunas ocasiones taquicardias.
íntimo de reconocimiento. A nosotros nos
dicen: -¿tú crees que mi hijo es un toxicó- “Me dije que tenía un problema cuando
mano? Y yo les digo que la cocaína es un ya pasaba el fin de semana fuera, estaba
tóxico y, por tanto, su hijo es un toxicó- dos días sin aparecer por casa o aparecía
mano. La respuesta suele ser: -‘pero si yo para ducharme o cambiarme de ropa. No
soy una persona normal, trabajadora...” sé cuanto consumía pero debía ser bas-
(Terapeuta). tante porque aguantaba dos días estando
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 95
padres, mis hermanos, mi jefe... pero con peutas actúan como agentes redentores,
los amigos, no lo sé, porque no he habla- ayudando a comprender y superar el proble-
do con ninguno. Sé que me dirían: -me ma de la adicción. Nuestra sociedad tiene un
alegro de que estés en el programa. Pero espacio reconocido para los adictos que equi-
yo creo que es falso. Si yo les hubiese parados a los pecadores deben seguir un
comentado de ir a un tratamiento la res- camino (laico) de reconocimiento de la falta,
puesta habrían sido: ve tu que estás arrepentimiento, aceptación de la sanción y
enganchado, a mí déjame en paz que yo redención (Jamoulle 2000).
lo controlo...’ Es la típica frase. (consumi- Para ellos el mundo social del ex-consumi-
dor, 36 años). dor queda dividido en dos bandos, los que
consumen y los que no consumen. Uno de
En el proceso de reconstrucción global de
los objetivos en su proceso de separación de
sus vidas, amistades, vida familiar y pasado el
la droga es elaborar nuevas metas, nuevas
significado de la cocaína también es reelabo-
intuiciones y posibilidades vitales. Los años
rado. Para los consumidores que han asumido
de consumo los consideran perdidos, mal-
que el consumo es un problema y que quie-
gastados y el señuelo de una trampa; para
ren alejarse de su estilo de vida anterior la
ellos el consumo es una especie de estafa
cocaína es una especie de enemigo externo,
que les ha deparado el destino; han experi-
casi omnipotente, con capacidad de atrapar a
mentado lo que es la necesidad de satisfacer
alguien en cuerpo y alma. La cocaína se con-
un deseo tirano e intransigente que se con-
vierte en un ente terrorífico que atrae porque
vierte en insaciable, en un deseo negativo
da un placer con consecuencias perversas. La que les ha llevado a un consumo adictivo del
vida del ex-consumidor queda restringida a cual les va a resultar muy difícil librarse, o por
espacios donde el consumo no sea evidente. lo menos controlar.
Los consumidores relacionan la cocaína con el
alcohol, los amigos y ciertos locales. Es ahí Desde el punto de vista de la prevención
donde aparece de nuevo el deseo irresistible es un límite el hecho de que la experiencia de
y son los vínculos a romper para mantenerse los consumidores con problemas no traspase
fuera de la tentación. Todos ellos mantienen la ni influya (o muy poco) en el colectivo de con-
incertidumbre de sucumbir a la tentación si en sumidores en activo. El nuevo significado que
algún momento se les presenta la oportuni- se otorga a la cocaína desde los que están en
dad y ese es el handicap que deben asumir tratamiento, la mirada crítica a los valores que
como una condición de su futuro. han motivado el consumo, es una informa-
ción que queda limitada al grupo de consumi-
“A mí me entran ganas de consumir dores en tratamiento y a los no consumido-
cuando bebo alcohol, pero previo a esto, res que se convierten en sus nuevos colegas.
cuando veo a personas que han consumi- Esa barrera entre los distintos tipos de con-
do conmigo. Cuando estamos en comi- sumidores reafirma los elementos básicos de
das, con gente... sé que voy allí para con- la cultura que gira alrededor del consumo de
sumir” (consumidor, 29 años). esa sustancia, vinculada al éxito y a superar
limitaciones físicas en la experiencia del pla-
La cocaína pasa a significar para los consu- cer y la diversión, todo ello en un plano muy
midores que han entrado en tratamiento una individual y en relación de competencia con
trampa con consecuencias a muy largo plazo. los otros. La cocaína contribuye a una discri-
La abstinencia absoluta parece que está minación entre los considerados ‘fuertes’ e
resultando ser el mejor aliado para superar la ‘inteligentes’ y los ‘fracasados’ que no mere-
dependencia (Galindo 2000). En muchos cen- cen estar en el colectivo de los que sí consu-
tros esa premisa es básica. Los consumido- men ya que no saben controlar. Por ello,
res deben realizar un giro radical en sus cuando algún consumidor pasa a tener pro-
vidas. En ese sentido los centros y los tera- blemas y busca ayuda simplemente queda
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 97
de tratamiento se ha entrevistado tanto a las relaciones y en la fiesta. Algunos de este
profesionales como a consumidores. Se trata colectivo tiende a un consumo más compul-
de una análisis que surge de una información sivo y queda atrapado en la adicción, son
cualitativa y subjetiva con la que se ha pre- quienes experimentan con más crudeza las
tendido describir una cultura, definir significa- consecuencias económicas, familiares y
dos y dar luz a vínculos simbólicos que empa- patológicas del consumo. La cocaína les inva-
rientan el consumo con ideales sociales. de la vida y se convierte en el centro de sus
Aunque es cierto que el consumo de cocaí- actividades.
na puede delimitarse en términos sociales, La imagen positiva del consumidor de
también lo es la diversidad de colectivos que cocaína se crea por oposición a la del consu-
participan de su consumo. Hay jóvenes de midor de heroína. Quienes consumen cocaí-
todas las edades, aunque predominan los na son personas integradas, que buscan el
jóvenes más adultos, mayores de 20 años, éxito social, obtener mayor prestigio y son
pero con tendencia a bajar la edad de inicio en consumidores de los elementos dominantes
el consumo. Consumen hombres y mujeres, de nuestra sociedad. La imagen que desarro-
aunque ellos (un poco) más. Hay consumido- llan del heroinómano es lo opuesto, son los
res con estilos muy distintos en relación al perdedores y fracasados. Ello les lleva a una
estilo de vida y de ocio de cada uno. Participar actitud casi xenófoba con respecto a los gru-
de la vida nocturna es sinónimo de estar pos marginales, lo que trasciende a su propio
cerca o dentro del consumo. El consumo de colectivo en aquellos que necesitan entrar en
cocaína en España tiene mucha presencia en tratamiento.
el ámbito recreativo, pero ese ámbito es muy El consumo de cocaína es muy instrumental
diverso y puede decirse que la cocaína está y se relaciona con el logro de objetivos indivi-
en muchos de sus espacios, en las macrodi- duales: divertirse, obtener placer, mayor
cotecas de bakalao, en los pubs, conciertos, aguante físico, mejorar la posición de prestigio
festivales, en fiestas privadas o en cenas ínti- en el grupo, etc., sin embargo, el ritual del
mas entre amigos. La delimitación viene dada consumo es más colectivo, se establecen
por ser el espacio recreativo el privilegiado y relaciones de solidaridad entre los consumido-
entre aquellos grupo implicados con el ascen- res para disfrazar el consumo ante los no con-
so social, con necesidad de éxito y prestigio. sumidores, para comprar la sustancia, para
Se han descrito tres arquetipos de consu- esconderse en un lavabo y esnifar. La cultura
midores que conforman la población mayori- del grupo es importante en la gestión del con-
taria consumidora de cocaína y son parte de sumo. La solidaridad entre los miembros del
la población socialmente ‘integrada’ e incluso grupo está muy en relación al consumo y se
bien posicionada a nivel económico, laboral y rompe con aquellos que entran en una fase
relacional. Las etiquetas son un tanto meta- problemática; estos pasan a ser vistos como
fóricas pero indicativas del significado que fracasados que no han logrado ganar el pulso
adquiere la cocaína en cada colectivo. Están a la sustancia, mantenerla controlada y no
los consumidores ‘aristocráticos’, los ‘recrea- saben mantenerse en las relaciones de poder.
tivos’ y los ‘atrapados’. Se diferencian entre El éxito está en consumir sin traspasar la línea
ellos por el estilo de consumo y por el lugar del abuso, o por lo menos que la adicción no
que ocupa la cocaína en sus vidas. Los ‘aris- adopte signos visibles.
tocráticos’ consumen de forma más sibarita, La gestión de la economía personal es
en ciertas ocasiones especiales y la cocaína clave en la cultura de la cocaína, Los consu-
es una fuente de placer más entre otros que midores ejercen una gestión racional que les
forman parte de sus vidas. Los ‘recreativos’ permita incorporar el consumo a sus gastos,
hacen un uso de la cocaína en el espacio de eligen proveedor y eligen los mecanismos
la diversión y junto con otras drogas recreati- para abastecerse. La racionalidad es distinta
vas. La cocaína ocupa un lugar importante en en cada uno de los colectivos, según sea la
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 99
necesidades de la salud pública las diferen- AGRADECIMIENTOS
cias entre colectivos sociales y las relaciones
de poder se deben seguir de cerca. En espe-
1. Esta investigación ha sido subvencionada
cial porque hay grupos con mayor capacidad
por la Delegación del Gobierno para el
que otros en definir necesidades, estrategias
Plan Nacional sobre Drogas.
sociales, valores, mercado, etc. esos colecti-
vos actúan en función de sus propias necesi- 2. En esta investigación han colaborado co-
dades y menos desde una mirada social, sen- mo profesionales: Patricia Llambies,
sible a las diferencias y con un proyecto de Jordi Bernabeu, Sergio Castelló, Udiárra-
sociedad. ga García, Ana López, Rubén Montesi-
nos, Ángel Pérez y Ana Sainz.
La importancia que está adquiriendo el con-
sumo de drogas en el espacio de la diversión,
y muy en especial la cocaína, abre la necesi-
dad muy urgente de nuevos discursos y BIBLIOGRAFIA
espacios en que la diversión no esté subordi-
nada al consumo. La orientación del deseo es
lo que Sissa propone como la clave para Ajuntament de Barcelona (2000) La cocaína. Barce-
lona. Ajuntament de Barcelona. Pla Municipal
repensar las drogas. “desear es interesarse
d’Acció sobre Drogodependències.
por alguna cosa. Pero la elección del tipo de
Alcazar del Castillo, F. (1998) “Problemática de la
deseo orienta una vida ...” (2000: 179). Según
coca y la cocaína”. Adicciones 10, 3-5.
la autora la filosofía ofrece un remedio contra
ese deseo insaciable: el pensamiento, la con- Alternan, A., Droba, M., McLellan. A.T. (1996) “Res-
puesta al tratamiento de día de los pacientes
veniencia de adquirir un compromiso con un
con dependencia a la cocaína y al alcohol”, RET,
régimen diferente de preocupación. Desde el
Revista de Toxicomanías 8, 5-8.
psicoanálisis se propone otro camino para
Barrio Anta,G., Rodríguez Arenas MªA., De la Fuen-
alcanzar el placer: el esfuerzo. Todo aquello
te de Hoz,L., Royuela Morales, L., y Grupo de
que se desea lograr debe hacerse por el Trabajo para el estudio de Urgencias por Psico-
camino del esfuerzo (Sissa 2000: 181). Las estimulantes (1997) Urgencias en consumido-
dos propuestas, la filosófica y la psicoanalíti- res de cocaína en varios hospitales españoles:
ca, junto con otras sociológicas que se están primeras evidencias de complicaciones agudas
elaborando en la dimensión de la ‘fiesta salu- por consumo de crack, Madrid: Delegación del
dable’ o club health deberían contribuir a una Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
reordenación de la vida recreativa. Barrio, G., De la Fuente, L., Royuela, L., Díaz, A.,
Finalmente subrayar que las drogas pue- Rodríguez-Artalejo, F. y Spanish Group for the
den llegar a convertirse en una plaga en Study on the Route of Administration of Drugs
(1998) “Cocaine use among heroin users in
nuestra sociedad, y no por las sustancias en
Spain: the diffusion of crack and cocaine
sí, sino por el uso adictivo que se hace de smoking”. Epidemiol Community Health 172-180.
ellas (favorecido por los componentes quími-
Barrio, G., Rodríguez, M.A., De la Fuente, L. and
cos de las sustancias). La promoción social
Royuela, L. (1998b) “Urgencias en consumido-
de las drogas es la clave, puede ser una pro- res de cocaína en varios hospitales españoles:
moción directa o indirecta, como ocurre con primeras evidencias de complicaciones agudas
la cocaína, de cualquier forma se crea un dis- por consumo de crack.” Medicina Clínica 111,
curso legitimador que explica la aceptación 15-21.
social de la sustancia y el incremento de su Becoña, E, (2000) “Los adolescentes y el consumo
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Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 103
Uso recreativo de cocaína por los jóvenes de
la Comunidad Valenciana*
TORRES HERNÁNDEZ, M.A.
RESUMEN ABSTRACT
Hemos estudiado a 169 consumidores frecuentes We studied 169 frequent cocaine users, in a sample
de cocaína, hallados en una muestra de 736 jóvenes of 736 young people, interviewed at the door to
entrevistados en las puertas de los lugares de diver- recreational venues in Communidad Valenciana during
sión de la Comunidad Valenciana durante los fines de the weekends in 1999. In comparison with non-users of
semana de 1999. En comparación con los no consu- cocaine in the same sample, we found that they are
midores de cocaína de la misma muestra nos encon- normally multiusers of drugs with earlier ages of
tramos que se trata normalmente de policonsumido- initiation into such drugs as tobacco, alcohol and
res de drogas, con edades de inicio más tempranas en cannabis, that they go out more weekends per month
drogas como tabaco, alcohol y cannabis, que salen and more nights each weekend. They also go out more
con mucha más fines de semana al mes y más midweek, and when they do go they stay out for longer.
noches cada fin de semana, también salen más entre In addition, in comparison with the other young
semana y cuando sales lo hacen durante más horas. people who go out at weekends, they consider
También en comparación con los otros jóvenes que themselves to be poor students, there are fewer at
salen los fines de semana se consideran peores estu- university and more who are working with less
diantes, hay menos universitarios y los hay más que dependence on their family. Cocaine users spend 33 €
trabajan, con menor dependencia familiar. Los consu- per weekend on illegal drugs (non-cocaine users 7.8 €)
midores de cocaína gastan por fin de semana en drogas and 24 € on alcohol (non-users 12 €).
ilegales 33 € (los no consumidores de cocaína 7,8 €) y They consider that cocaine is a difficult substance to
en alcohol 24 € (los no consumidores 12 €).
give up as is alcohol.
Consideran que la cocaína es una sustancia difícil
They generally get drunk with a higher frequency and
de abandonar así como el alcohol. Suelen embriagarse
have more driving-related problems. They are, therefore,
con más frecuencia y tienen más problemas a la hora
taken as a whole, a high risk population.
de conducir. Son en conjunto por tanto una población
de elevado riesgo.
Key words: cocaine, recreational life, weekend,
Palabras clave: cocaína, vida recreativa, fin de sema- multiuse, drug use, young people.
na, Policonsumo, consumo de drogas, jóvenes.
A medida que avanza la tabla en las fre- menos generalizadas entre la población como
cuencias, las drogas legales mantienen su el éxtasis, los hipnóticos, el LSD etc...
porcentaje de consumo pero aparecen otras
A la hora de valorar (ver tabla 3) donde se len ir con menos frecuencia a bares, púbs,
producen las salidas de estos jóvenes nos clubes, after hours, parties y otros, y un poco
encontramos que tanto a menudo como muy más frecuentemente a cafeterías. Es decir a
a menudo acuden por este orden: discote- lugares de menor riesgo de consumo
cas, bares, cafeterías, after hours, clubes y (p=0,000).
fiestas privadas. Los no consumidores, sue-
En una muestra más amplia de jóvenes señalado el house, pop y el rock, un poco
que salen de marcha reclutados de la misma diferente a los encuestados españoles en los
forma pero correspondientes al territorio trabajos de Calafat (2000) donde cambian el
nacional hay algunas diferencias pues prefie- orden por: rock/heavy metal, pop/melódica y
ren primero los bares, seguidos de los púbs house en tercer lugar. Sin embargo, los euro-
(Calafat et al, 2000). Por tanto cabe pensar peos entrevistados para el primer trabajo
que es en discotecas donde se produce con SONAR (Calafat, 1999) hicieron la misma
mayor frecuencia el consumo de cocaína. selección musical que los jóvenes valencia-
nos.
DESCONECTAR DE
LA RUTINA DIARIA 1,8% 7,7% 34,9% 53,8%
P=0,0004 4,6% 7,2% 38,9% 48,3%
Para los no consumidores, ha sido más len salir con ellos de fiesta, y que un 36,1%
importante el elegir los lugares por el tipo de digan que la mitad de ellos. Como vemos son
gente, los precios, el tipo de música y el la mayoría de los amigos los que salen de
ambiente, mientras que no ha sido nada marcha, muy a menudo formando parte del
importante el consumo de drogas o la posibi- ambiente del consumidor y usuario de vida
lidad de ligar (p=0,000) recreativa nocturna y que consume cocaína.
Como sabemos es importante la influencia Ocurre una situación parecida entre los no
del grupo de amigos sobre los hábitos de consumidores de cocaína, aunque ellos afir-
consumo y estilos de vida. Quizá por eso, se man más bien que son muchos de ellos los
entienda que la tercera parte de los encues- que salen, seguidos de todos ellos y la mitad
tados afirmen que “todos” sus amigos sue- de ellos (p=0,000).
Como era de esperar, la familia es la abas- estos, es más frecuente el trabajo fijo o el
tecedora de fondos para ambos grupos, más trabajo temporal.
en los no consumidores, mientras que en
Delimitado el tiempo y la forma en la que ción seria ya que parte de ese dinero sale de
los jóvenes salen de marcha, habría que aco- las asignaciones familiares o de los trabajos
tar de dónde sacan el dinero para gastárselo que desempeñan estos jóvenes que lo usan
en esas salidas. Así, la mayoría (tabla 7) reci- para divertirse o pasarlo bien. En el caso de
ben sus recursos de su propio trabajo (sea los no consumidores la asignación, como
fijo o temporal), o de la familia. Sólo un decíamos, sale fundamentalmente de las
pequeño porcentaje (el 7%) señalan “otras” familias, por lo que, como hemos dicho ante-
fuentes de financiación entre las que está riormente, el consumo de drogas es favoreci-
incluido el “trapicheo”. do por un mayor poder adquisitivo del joven
La distribución del gasto (tabla 8) es claro. que sale de marcha y dispone de más canti-
La mayor cantidad de dinero es para las dad de fondos.
drogas ilegales, alcohol y tabaco (por ese En los otros resultados de las investigacio-
orden). De lado quedan las necesidades más nes realizadas desde Irefrea con muestras
básicas como el transporte o la comida. Los similares (Calafat, 1999, 2000), nos encontra-
no consumidores, lógicamente gastan mucho mos que las cantidades gastadas en las
menos en drogas, alcohol, tabaco y entradas salidas nocturnas, también eran cuantiosas,
en clubes y otros espectáculos, es decir, no aunque son superiores las obtenidas en
consumir drogas, implica menos gasto de nuestro trabajo, y se aproximan más a las de
dinero. ciudades como Madrid o Palma de Mallorca.
El dinero que suelen gastar en las noches Los consumidores, lógicamente, conside-
de marcha, incluidos sus consumos, procede, ran el alcohol y el cannabis como las sustan-
en primera opción, de su trabajo fijo, su cias que más enganchan y que, por tanto
familia, trabajo temporal, otros recursos. La sería más difícil de dejar. A distancia, como
media de gasto en salir durante la semana se puede observar en la tabla nº 9, queda la
es, en primer lugar, en drogas ilegales 5500 cocaína. Esto indica que después del alcohol
Ptas., alcohol 4000 Ptas., tabaco 2000 Ptas., y el tabaco, es ésta sustancia la más compli-
comidas 1000 Ptas., entradas a lugares 1000 cada de abandonar.
Ptas. Estas cifras se merecen una considera-
Las drogas que ellos consideran más de cocaína y éxtasis. La diferencia fundamental
moda en sus ambientes son: la cocaína, el está en la cocaína, que para los primeros es
alcohol, el cannabis y el éxtasis. Para los no su droga favorita y por la que les hemos con-
consumidores de cocaína, el orden de fre- siderado como grupo de consumidores.
cuencia de las drogas más de moda en su (Tabla 11)
ambiente es el siguiente: alcohol, cannabis,
Creemos que los consumidores frecuen- de sus creencias en cuanto a los riesgos. Los
tes de cocaína no tienen muy claro que es lo encuestados tanto en España como en otros
más arriesgado en sus vidas, por ello son rei- países europeos han presentado frecuencias
terativos en los mismos y hay una distorsión similares en cuanto a la percepción de ries-
Las respuestas dejan bien claro que las En el caso de las conductas peligrosas,
conductas de riesgo y antisociales son comu- con el desafío como chispa que enciende la
nes en este tipo de consumidores. De hecho mecha, vemos que es poco frecuente una
el 23,7% reconocen hacerlo una vez a la respuesta peligrosa aunque con una frecuen-
semana o más. El escaso respeto por nor- cia relativa menor que en el caso de la pre-
mas sociales es diáfano. gunta anterior. Por último, las cosas poco
Irefrea. (Instituto Europeo para el estudio de los Factores de Riesgo en la Infancia y la Adolescencia).
Enviar correspondencia: Amador Calafat (Irefrea) Rambla, 15, 2º, 3ª. 07003 Palma de Mallorca. irefrea@irefrea.org.
RESUMEN SUMMARY
El presente estudio muestra una descripción de los
The present study provides a description of
consumidores de cocaína hallados en cuatro muestras
cocaine users in four Spanish samples in recent
de estudios recientes. Dos de estas muestras fueron
surveys. Two of the samples were interviewed by
entrevistadas por Irefrea en entornos recreativos
IREFREA in recreational environments during 1998
durante los años 1998 y 1999 (N = 1341 y N = 806
and 1999 (N =1341 and N = 806 respectively) and the
respectivamente) y dos forman parte de los estudios
other two form part of a study with representative
con muestras representativas sobre población escolar
samples of the population at school and at home
y domiciliaria realizadas por el PNsD en estos dos
carried out by PNSD in the same two years. The
años. Los resultados muestran una clara asociación
results show a clear positive association between
positiva entre la implicación en la vida recreativa noc-
involvement in recreational night life and cocaine use.
turna y el consumo de cocaína. Los consumidores de
Users of this substance tend to positively evaluate
esta sustancia tienden a valorar positivamente el con-
drug use, to accept drug use by their friends and
sumo de drogas, a aceptar el consumo de drogas en
partner, are multiusers of legal and illegal drugs with a
sus amigos y pareja, son policonsumidores de drogas
higher leaning towards the latter and have a higher
legales e ilegales con mayor inclinación por estas últi-
probability of being involved in the problematic use
mas y tienen mayor probabilidad de implicarse en el
and abuse of illegal drugs than non- cocaine users.
uso problemático y abuso de drogas ilegales que los
Cocaine use also shows a strong positive association
no consumidores de cocaína. El consumo de cocaína
with drug use among family members and friends.
también muestra una fuerte asociación positiva con el
Cocaine users also show a lower risk perception
consumo de drogas entre los familiares y amigos. Los
associated with legal and illegal drugs, a more
consumidores de cocaína muestran también una
favourable attitude to risk behaviours associated with
menor percepción del riesgo asociado al consumo de
driving vehicles and a greater frequency of these
drogas legales e ilegales, una actitud más favorable
behaviours than non-consumers. Determined social
hacia comportamientos de riesgo asociadas a la con-
environments, both recreational and cultural, are
ducción de vehículos y una mayor frecuencia de estas
facilitating and maintaining cocaine use as a
conductas de riesgo que los no consumidores. Deter-
substantial element within a style of life orientated
minados entornos sociales, recreativos y culturales
towards fun, poly druguse and other risk behaviours
pueden estar facilitando y manteniendo el consumo
de cocaína como un elemento sustancial, dentro de
Key words: Cocaine users, description, poly druguse,
un estilo de vida orientado hacia la diversión, el poli-
recreational use, life styles, general population,
consumo de drogas y otras conductas de riesgo.
Spain.
Palabras clave: Cocaína, consumidores, descripción,
policonsumo, consumo recreativo, estilos de
vida., población general, España.
124 Uso recreativo de cocaína y asunción de riesgos: resultados convergentes en cuatro muestras
Otros estudios descriptivos de consumido- mo de cocaína con el objetivo de esclarecer
res de cocaína en muestras comunitarias la función del consumo de cocaína en tales
intentan establecer una tipología de consumi- entornos. Tampoco encontramos estudios en
dores, como un primer paso para elaborar nuestro entorno que exploren si el consumo
posteriores modelos explicativos del consu- recreativo de cocaína va asociado o no a con-
mo de cocaína en estos subgrupos (Green, secuencias indeseables (conductas de ries-
Pickering, Foster et al. 1994; Ditton y Ham- go, consumo de drogas, etc.).
mersley, 1994; Martí, 1996). Salvando algu-
nas diferencias, estos autores podrían coinci-
Objetivos del estudio
dir en señalar la existencia de tres tipos de
consumidor de cocaína: 1) El consumidor eli-
El objetivo general del estudio es compro-
tista, que se desenvuelve en el mundo de los
bar la posible asociación entre consumo de
negocios, arte, diseño, etc. y hace un uso ins-
cocaína y participación en la vida recreativa
trumental de la cocaína; 2) El consumidor
nocturna e identificar las características que
recreativo, para el cual el consumo es relati-
definen a los consumidores de cocaína en
vamente periférico en su vida; 3) El policon-
estos entornos recreativos. Para ello se pre-
sumidor que consume cocaína y cuya vida
tende describir la prevalencia y patrones del
gira en torno a las drogas, incluyendo subgru-
consumo de cocaína en muestras de usua-
pos como los consumidores de opiáceos y rios de la vida recreativa nocturna, analizar su
jóvenes policonsumidores con antecedentes asociación con las características individuales
de problemas legales y baja adaptación y patrones de implicación en el “salir de mar-
social. Los grupos 1 y 3 serían relativamente cha” y comparar estas muestras con otras
minoritarios mientras que el patrón más extraídas de la población general.
generalizado del consumo de cocaína estaría
representado en el segundo grupo. Los objetivos específicos del estudio son:
1. Describir a los consumidores de cocaína
Así pues, diversos autores que han estudia-
que son usuarios de la vida recreativa
do el consumo de cocaína en muestras
nocturna, atendiendo a las siguientes
comunitarias sugieren que el patrón de con-
variables:
sumo más frecuente consiste en consumir
a) Características sociodemográficas.
cocaína con propósitos recreativos. Este con-
b) Consumo de otras drogas.
sumo sería un elemento utilizado instrumen-
c) Consumo de drogas en la Familia y
talmente para la fiesta y entretenimiento,
los Pares.
especialmente durante el ocio y el mundo de
d) Participación en la vida recreativa.
la noche del fin de semana y generalmente
e) Riesgos: percepción de riesgos y con-
en el grupo de amigos. En este patrón mayo-
ductas de riesgo.
ritario de consumo el uso de cocaína no ten-
dría porqué ir asociado comúnmente a “pro- 2. Comparar los consumidores de cocaína
blemas de drogas” y formaría parte de un localizados en los entornos recreativos
estilo de vida en que los “ritmos” determinan con los consumidores de cocaína inclui-
el consumo de cocaína y no viceversa. Este dos en las muestras nacionales entrevis-
estilo de vida se plasmaría particularmente tadas por el PNSD en las variables men-
en unos entornos asociados a la vida recreati- cionadas.
va donde algunos ritmos de la “modernidad”
y la “post – modernidad” se ajustan peculiar- MATERIAL Y MÉTODO
mente bien al consumo de drogas (Calafat,
Juan, Becoña et al, 2000). Diseño
Sin embargo, hasta la fecha no se han des-
arrollado estudios que analicen los entornos El diseño del estudio es de tipo transversal,
recreativos en que se desarrolla este consu- descriptivo, e incluye dos momentos de
126 Uso recreativo de cocaína y asunción de riesgos: resultados convergentes en cuatro muestras
Procedimiento Se observan algunas diferencias entre las
dos muestras, debido a los diversos procedi-
En los estudios de Irefrea, el instrumento mientos aplicados para la captación de los
utilizado para la recogida de datos fue una participantes en ambos estudios sobre la vida
entrevista estructurada aplicada a los jóvenes recreativa. Los entrevistados en el año 1999
en lugares recreativos. En los estudios del son más jóvenes porque la mitad de la mues-
PNSD los datos fueron obtenidos a través de tra eran jóvenes de 18 años o menores. Con-
entrevistas domiciliarias y cuestionarios apli- secuentemente, el nivel de estudios es algo
cados en centros escolares. más bajo que en el año anterior y trabajan
Las variables utilizadas para el presente con menor probabilidad porque en su mayor
estudio fueron: parte están estudiando. También por razones
de muestreo la proporción de géneros está
a. Características sociodemográficas. equilibrada en el año 1999. En ambos casos
b. Consumo de otras drogas. los sujetos son casi siempre solteros que
c. Consumo de drogas en la Familia y los viven con sus familias.
Pares.
Tabla nº 1: Características
d. Participación en la vida recreativa.
sociodemográficas de la muestra.
e. Riesgos: percepción de riesgos y con-
ductas de riesgo. VARIABLE CATEGORÍA %1998 %1999
Todas estas variables no son estudiadas SEXO HOMBRES 61 50,5
del mismo modo en los estudios de Irefrea y MUJERES 39 49,5
en los del PNSD, lo cual limita la posibilidad ESTADO CIVIL SOLTERO / A 92 92,1
de comparar las muestras en algunos casos. CASADO / PAREJA 6 5,8
Los análisis estadísticos fueron realizados OTRO 2 2,1
con el paquete estadístico SPSS, v. 7.5. Se ESTUDIOS PRIMARIOS 13,4 11,3
utilizaron los estadísticos descriptivos, las SECUNDARIOS 43,2 64,5
tablas de frecuencia y porcentajes para la dis- UNIVERSITARIOS 43,4 35,5
tribución de variables. La comparación de las OCUPACIÓN ESTUDIA 41 73
variables individuales entre los diferentes gru- ESTUDIA Y TRABAJA 19
pos definidos según el consumo de cocaína TRABAJA 34,5 36,1
se realizó utilizando los estadísticos de la Chi CONVIVENCIA FAMILIA 76,7 84,7
cuadrado basados en las tablas de contingen- PAREJA 6,5 5,7
cia y la prueba t de Student para la compara- CON AMIGOS,
ción de medias. SOLO, 16,8 7,5
OTRO LUGAR
VARIABLE 1998 1999
EDAD (Media) 22,6 20,2
RESULTADOS
TOTAL (N) 1341 806
60
55
50
40
30
30
20 15
10
0
Nunca Solo antes Consume
Entre los entrevistados en la vida recreativa La tabla siguiente muestra los porcentajes
nocturna en 1998, casi la mitad han llegado a de sujetos que son consumidores de cocaína
probar la cocaína y casi uno de cada tres con- en nuestros estudios, en comparación con
sumía al menos esporádicamente esta sus- muestras equivalentes en edad y género a
tancia. escala nacional. Estas tasas de consumo
El primer resultado relevante de nuestros están presentadas distinguiendo dos grupos
estudios sobre el consumo de cocaína con- de edades (adolescentes de 18 años o meno-
siste en mostrar la asociación entre la partici- res y el grupo total), lo cual nos permite la
pación en la vida recreativa y el consumo de comparación de los resultados hallados en la
cocaína. Esta asociación se valora a través de vida recreativa del año 1998 con las muestras
la comparación entre nuestras muestras extraídas de la población escolar y general
recreativas y las muestras equivalentes en respectivamente.
edad y género extraídas de los estudios del La tabla incluye resultados sobre dos tipos
PNSD sobre la población general y la pobla-
de prevalencia en el consumo de cocaína: la
ción escolar.
prevalencia del consumo en los últimos 12
Los estudios de encuestas del PNSD valo- meses y el consumo de cocaína mensual
ran la frecuencia del consumo de drogas (cada mes).
durante el último mes y los últimos 12
Los resultados observables en la tabla indi-
meses. Los estudios de Irefrea valoran el
consumo de la sustancia sin referirse a un can que:
periodo temporal concreto, y el sujeto espe- 1. La probabilidad de ser consumidor de
cifica si en la actualidad consume ocasional- cocaína entre los adolescentes entre 15
mente, mensualmente, semanal o diariamen- y 18 años entrevistados por Irefrea en el
te cada sustancia. año 1998 es el doble de la probabilidad
128 Uso recreativo de cocaína y asunción de riesgos: resultados convergentes en cuatro muestras
Tabla nº 2: Consumo de cocaína en la muestra recreativa de Irefrea en el año 1998 y en
las muestras del PNSD en los años 1998 (escolar) y 1999 (domiciliaria).
de haber consumido cocaína en los últi- vida nocturna, además de otra variables indi-
mos 12 meses entre los adolescentes viduales y micro-ambientales (familiares y
Españoles escolarizados de la misma sociales).
edad y género. La proporción asciende
hasta una prevalencia seis veces supe-
Edad de inicio en el consumo de cocaína.
rior si nos referimos al consumo men-
sual de cocaína.
La tabla nº 3 indica las edades promedio en
a) Si comparamos el consumo de cocaí- el inicio del consumo de cocaína, tanto en las
na en la muestra más joven de Irefrea muestras de Irefrea como en las del PNSD.
en el 1998 con la observada en el
Los resultados expuestos en la tabla indi-
grupo de jóvenes de hasta 18 años en can que:
la encuesta domiciliaria, la prevalencia
es siete veces superior en cuanto al 1. Los consumidores de cocaína contacta-
consumo “anual” y 12 veces superior dos por las noches en los lugares recre-
en el consumo mensual de cocaína ativos se inician en este consumo a eda-
en el estudio de Irefrea sobre los des más tempranas (18,8 años) que los
entornos recreativos. que han llegado a consumir en la pobla-
ción general equivalente en edad y
2. Las diferencias observadas en el total de género (19,3 años).
la muestra de Irefrea en comparación
2. Los adolescentes contactados en esos
con la muestra Nacional (encuesta
mismos lugares también se inician en
domiciliaria) son aún más llamativas. La
edades más tempranas (15,9 años) que
probabilidad de ser consumidor de coca-
los adolescentes de sus mismas carac-
ína entre los usuarios de la vida recreati-
terísticas en edad y género (16,3 años).
va en 1998 es 7 veces mayor que la pro-
babilidad de haber consumido cocaína
Tabla nº 3: Edades promedio de inicio
en el año anterior en población general
en el consumo de cocaína en diferentes
de la misma edad y género y 11 veces
muestras de Irefrea y PNSD en los años
superior en el consumo mensual de
1998 y 1999.
cocaína.
Estos resultados muestran que el consu- MUESTRA Edad promedio
mo de cocaína está asociado positivamente a de inicio del
la participación en las actividades que se des- consumo
arrollan en los entornos más representativos
de la vida recreativa nocturna en nuestras ciu- Irefrea 1998 18,8 (a)
dades. Los apartados siguientes mostrarán PNSD – Domiciliaria 1999 19,3
cómo este consumo de cocaína también está Irefrea 1998 - Adolescentes 15,9 (b)
asociado a los patrones de participación en la PNSD – Escolar 1998 16,3
130 Uso recreativo de cocaína y asunción de riesgos: resultados convergentes en cuatro muestras
15% de los regulares consumen que proceden de familias de nivel medio
cocaína, por el 27% de los malos – bajo o bajo tienen mayor probabilidad
estudiantes. de consumir cocaína (un 19,7%) que los
ii) Entre los adolescentes de la pobla- de nivel medio (14%) o medio – alto o
ción escolar Española de las misma alto (8,8%) (p = 0,024).
edad y género que las muestras de En resumen, el consumo de cocaína en las
Irefrea, el número de cursos escola- muestras recreativas de Irefrea es relativa-
res repetidos (uno, dos o tres cursos) mente más frecuente entre varones mayores
está asociado lineal y significativa- de 19 años con niveles de estudios más
mente con la probabilidad de haber bajos y peor adaptación escolar, y entre los
consumido cocaína en los últimos 12 adolescentes de 18 años o menores con
meses (Chi cuadrado = 92,8; 2 g.l., p estas mismas características que además tie-
= 0,000). nen actividad laboral. En cambio, entre la
3. La ocupación también está asociada población general no se observa esta asocia-
significativamente al consumo de cocaí- ción entre consumo de cocaína y un nivel de
na, especialmente entre los adolescen- estudios más bajo, aunque si se observa la
tes de 18 años o menores: misma asociación con las variables de edad,
género, adaptación escolar y actividad labo-
a) El consumo de cocaína entre los ado- ral. Finalmente, los estudios de Irefrea indi-
lescentes de 18 años o menores de can que, entre los jóvenes que frecuentan los
ambas muestras de Irefrea es signifi- lugares de “salir de marcha”, el consumo de
cativamente más frecuente entre los cocaína tiende a ser más frecuente entre los
que desarrollan actividad laboral, bien que proceden de sectores sociales de nivel
sea aisladamente o combinada con socioeconómico inferior a la media.
los estudios.
b) También en la muestra equivalente en
edad escolar del PNSD se observa
que la actividad laboral en los adoles- CONSUMO DE COCAÍNA Y CONSUMO DE
centes de 18 años o menores está OTRAS DROGAS
significativa y positivamente asociada
con el consumo de cocaína en los últi- El consumo de cocaína también está aso-
mos 12 meses (Chi cuadrado = 37,6; ciado en todas las muestras descritas en
1 g.l., p = 0,000). este informe al uso abusivo de alcohol y al
4. Edad: Lógicamente, y según sugieren consumo de otras drogas legales e ilegales.
los resultados de la tabla nº 2 y 3, el Esto ocurre tanto en los consumidores de
consumo de cocaína es más frecuente a cocaína más jóvenes como en los adultos.
edades superiores a los 18 años. Las tablas siguientes muestran los porcenta-
5. Estatus socioeconómico familiar: Se jes de sujetos que fuman, consumen alcohol,
encuentra una asociación entre el con- se embriagaron durante el mes anterior y / o
sumo de cocaína y el nivel socioeconó- consumen alguna droga ilegal (cannabis,
mico en el estudio de Irefrea en el 1998, éxtasis, anfetaminas o LSD) entre las dos
con una fuerte tendencia (p = 0,053) muestras de Irefrea y las dos muestras equi-
que indica que los que proceden de valentes en edad y género de ámbito nacio-
familias de nivel medio – bajo o bajo nal. La tabla nº 4 ilustra estos porcentajes
consumen cocaína con mayor probabili- entre los más jóvenes (de 18 años o meno-
dad que los que proceden de familias res), y la tabla nº 4bis muestra los porcenta-
con nivel medio – alto o alto o de fami- jes relativos a las muestras totales.
lias con nivel medio. En el estudio del Como era de esperar, la probabilidad de
año siguiente (1999) se observa que los esos consumos de tabaco, alcohol (incluyen-
SUSTANCIA Irefrea 1998 (< 19 años) Irefrea 1999 (< 19 años) Escolar
do la embriaguez), cannabis, éxtasis, LSD y muestras que entre los que no lo hacen,
anfetaminas es significativamente superior según el estadístico del Chi cuadrado (p =
entre los que consumen cocaína de todas las 0,000 en todos los casos).
132 Uso recreativo de cocaína y asunción de riesgos: resultados convergentes en cuatro muestras
2. Los resultados observados en las mues- 3. Los escolares que consumen cocaína
tras recreativas estudiadas por Irefrea son también policonsumidores de taba-
en los años 1998 y 1999 son muy simila- co, alcohol hasta la embriaguez y canna-
res a lo observado en los consumidores bis. Cerca de la mitad de estos adoles-
de cocaína en la población domiciliaria centes de 18 años o menores que
en lo relativo al consumo de alcohol, consumen cocaína consumen también
tabaco, LSD y cannabis. Las muestras éxtasis y LSD.
de Irefrea consumidoras de cocaína
muestran mayor frecuencia que la
población de referencia del PNSD en Motivos aducidos para el consumo de dro-
otros patrones de consumo asociados a gas y factores que pueden mantener dicho
la vida recreativa como son el abuso de consumo.
alcohol y el consumo de éxtasis. Inver-
samente, las muestras de sujetos que La tabla siguiente resume las razones que
salen de marcha y consumen cocaína estos consumidores de cocaína consideran
parecen consumir anfetaminas con que motivan el consumo de drogas. Esta
menos frecuencia que la población variable solo está disponible en la muestra de
nacional de referencia. Irefrea en el año 1999.
MOTIVOS PORCENTAJE
Las drogas ayudan a divertirse más 93,1%
Ayudan a estar con los amigos 63,4%
Ayudan a evadirse 81,2%
El consumo puede resultar placentero 93,1%
Permiten estar mejor con uno mismo 63%
Se liga más 32%
Se experimenta más intensamente el baile y la música 83%
Ayudan a mejorar las relaciones sexuales 40%
Ayudan a tener una experiencia vital más completa 62,4%
En resumen, casi todos estos consumido- dos en la tabla anterior que los que no consu-
res de cocaína consideran que el consumo men cocaína, (salvo el relativo a que las dro-
de drogas en la vida recreativa tiene una serie gas facilitan las tareas de ligar). Las diferen-
de ventajas para mejorar el disfrute en una cias son significativas en todos ellos al nivel p
serie de actividades recreativas durante los = 0,001 salvo el relativo a la evasión donde
fines de semana y consideran ese consumo son algo más ligeras (p = 0,01).
de drogas como potencialmente placentero
en si mismo. Además, más de la mitad consi- Preferencia por drogas legales e ilegales e
deran que el consumo de drogas es útil para indicadores de uso problemático y abuso
alcanzar necesidades personales más bási- de drogas.
cas, tales como mejorar la experiencia vital y
favorecer la integración personal. En la muestra recreativa del Irefrea en el
Los consumidores de cocaína están mucho año 1998 se exploraban otras características
más de acuerdo con todos los ítems señala- del patrón de consumo de drogas:
134 Uso recreativo de cocaína y asunción de riesgos: resultados convergentes en cuatro muestras
sumidores se inclinan por las drogas CONSUMO DE COCAÍNA Y CONSUMO DE
legales y se desenvuelven en entornos DROGAS EN FAMILIARES Y EN EL GRUPO
recreativos inclinados por el cannabis y DE AMIGOS.
las drogas legales.
2. Casi la mitad de los consumidores de El estudio de Irefrea en 1999 y la encuesta
cocaína mantienen algún consumo pro- Escolar del PNSD recogen información sobre
blemático de sustancias que además el consumo de drogas entre familiares y ami-
suelen ser ilegales. En cambio, ese con- gos, con mayor detalle en el primer estudio.
sumo problemático de sustancias es En ambos estudios se observa una asocia-
mucho menos frecuente entre los no ción positiva y significativa entre el consumo
consumidores de cocaína y casi siempre de cocaína y el consumo de drogas en fami-
está asociado al alcohol. liares y amigos.
3. Más de la mitad de los consumidores de La tabla nº 6 muestra los porcentajes de
cocaína está probablemente abusando familiares y amigos de los consumidores de
de drogas ilegales, mientras que los po- cocaína que consumen tabaco, alcohol (inclu-
cos que abusan entre los que no consu- yendo la embriaguez con frecuencia), canna-
men cocaína lo hacen de drogas legales. bis y otras drogas ilegales.
En el estudio de Irefrea, los porcentajes cada tres indica que la mitad o más de sus
que se indican en la columna relativa a los amigos consumen otras drogas ilegales.
amigos en la tabla nº 6 responden al porcen- En el estudio del PNSD sobre población
taje de consumidores de cocaína que respon- escolar, los porcentajes en la columna de los
den que al menos la mitad de sus amigos amigos (en la última columna) se refieren al
consumen tales sustancias. Así pues, todos porcentaje de consumidores de cocaína que
los consumidores de cocaína del estudio de informan que la mayoría de sus amigos con-
Irefrea en el año 1999 de 18 años o menores sumieron esas sustancias durante el último
indican que al menos la mitad de sus amigos
mes.
consumen alcohol, tabaco, se han emborra-
chado en el último mes y consumen canna- En resumen:
bis. Casi la mitad afirman que al menos la 1. Más de la mitad de los consumidores de
mitad de sus amigos consumen cocaína cocaína menores de 19 años que salen
(42%) y éxtasis (46%), y al menos uno de de marcha en el estudio de Irefrea en
136 Uso recreativo de cocaína y asunción de riesgos: resultados convergentes en cuatro muestras
Tabla nº 7: Porcentaje de sujetos que mantienen actitudes positivas / negativas hacia
el consumo de drogas en amigos íntimos o pareja entre los consumidores de cocaína
(Irefrea 1999).
Tabla nº 8: Estilos de “salir de marcha” entre los consumidores de cocaína hallados en diferen-
tes muestras recreativas de Irefrea y en la encuesta escolar del PNSD-1998.
Todas las diferencias estadísticamente sig- por fin de semana en salir de marcha, lo que
nificativas halladas en ambos estudios indi- hace unas 60 – 70 mil al mes. La variabilidad
can que los consumidores de cocaína se gas- entre sujetos es muy grande. De esa canti-
tan más dinero en salir de marcha durante los dad, más del 65% es para tabaco, alcohol y
fines de semana que los no consumidores de drogas ilegales. Se observan notables dife-
cocaína. rencias en relación con el estudio de 1999,
Cada uno de los consumidores de cocaína probablemente debidas a los consumidores
del 98 se gasta en promedio 18768 pesetas de cocaína que frecuentan “after hours”.
138 Uso recreativo de cocaína y asunción de riesgos: resultados convergentes en cuatro muestras
Cada uno de los consumidores de cocaína Motivación para salir de marcha y consu-
del año 99 se gasta aproximadamente unas mo de cocaína.
doce mil pesetas durante las salidas de mar-
cha de fin de semana, lo que equivale casi a Los datos anteriores muestran que el con-
unas cincuenta mil pesetas al mes (teniendo sumo de cocaína va asociado a una mayor
en cuenta que suelen salir todos los fines de implicación en el “salir de marcha”. Pero no
semana). Sin embargo, como se observa en solamente se observa en ambos estudios de
la desviación típica de esas cantidades mos- Irefrea que los consumidores de cocaína se
trada en la tabla siguiente, existe una gran implican en mayor medida que los no consu-
variabilidad en esa cantidad de dinero dedica- midores en el “salir de marcha”, sino que sus
da a la vida recreativa. De esa cantidad, apro- motivaciones para salir también parecen ser
ximadamente el 70% es dedicado al consu- diferentes a las de los que no consumen
mo de tabaco, alcohol y drogas ilegales. Algo cocaína. La tabla siguiente muestra los por-
menos de la mitad de la muestra del año 99 centajes de consumidores de cocaína en los
(41,2%) se gasta en salir de marcha durante estudios de Irefrea que consideran importan-
los fines de semana más de la mitad del total tes determinadas razones para “salir de mar-
de dinero del que dispone. cha”.
Tabla nº 11: Porcentaje de sujetos que consideran peligroso o muy peligroso el con-
sumo de drogas legales e ilegales entre los consumidores de cocaína, en compara-
ción con los no consumidores (Irefrea y PNSD 1998 – 1999).
140 Uso recreativo de cocaína y asunción de riesgos: resultados convergentes en cuatro muestras
tudes favorables hacia las conductas de riesgo go. Se observa que (salvo en permitir a un
asociadas a la conducción de vehículos y reali- amigo conducir bebido, algo que por otra parte
zan tales conductas de riesgo. La tabla parece ocurrir) la mayoría de los consumidores
siguiente expone estos porcentajes de sujetos de cocaína muestra una actitud favorable al
(entre los consumidores y los que no son con- riesgo asociado a estas conductas. También la
sumidores de cocaína) que muestran esa pre- mayoría de ellos admiten haber realizado cada
disposición al riesgo y esas conductas de ries- una de estas conductas de riesgo.
142 Uso recreativo de cocaína y asunción de riesgos: resultados convergentes en cuatro muestras
mulación sensorial intensa y a la búsqueda de Americanos también se señala que los con-
sensaciones (sexo y música) en mayor medi- sumidores de cocaína, o al menos una buena
da que a los no consumidores y emerge con parte de ellos, también suelen ser consumi-
fuerza el propio consumo de drogas como dores de otras drogas legales e ilegales (Cas-
elemento esencial de la “marcha”. Así pues, tro et al., 1994; Hammersley y Ditton, 1994;
no solamente el entorno recreativo puede Mugford, 1994; Ditton y Hammersley, 1994;
facilitar el consumo de cocaína, sino que el Martí, 1996). Más aún, los resultados mostra-
estilo de vida orientado hacia la vida recreativa dos en la tabla nº 5 indican que estos consu-
nocturna y el modo de codificación de sus sig- midores de cocaína de las muestras recreati-
nificados parecen ser variables individuales vas no solamente destacan aspectos
que facilitan y mantienen ese consumo. favorables en el consumo de drogas relacio-
El segundo grupo de resultados que parece nados con la diversión, la evasión y la expe-
más relevante en nuestro estudio es la sólida riencia sensorial de la música y el baile. Tam-
relación que hallamos entre el consumo de bién valoran positivamente el propio efecto
cocaína y el policonsumo de sustancias lega- de la sustancia y resaltan aspectos positivos
les e ilegales. Los resultados mostrados en la para la socialización y la integración de la
tabla nº 4 nos llevan a confirmar la idea de experiencia personal. Estos resultados sobre
que el consumidor de cocaína no es un con- el consumo de drogas en su conjunto indican
sumidor “puro” de esta sustancia y drogas que los consumidores de cocaína en las
legales, al menos en muestras comunitarias muestras recreativas presentan un estilo de
obtenidas en entornos recreativos. Estos vida donde el policonsumo de drogas legales
sujetos son también consumidores abusivos e ilegales ocupa un lugar muy significativo,
de alcohol, fuman y consumen cannabis, y la junto con la implicación en la vida recreativa
mitad o más de ellos también consumen nocturna. Nuestros resultados sugieren que
otras drogas ilegales. Este policonsumo de el consumo de drogas (y en ocasiones el
drogas legales e ilegales es especialmente abuso y uso problemático de las mismas) no
cierto entre los menores de 19 años que con- es una conducta tan periférica en la vida del
sumen cocaína, resultado que se observa en consumidor de cocaína, a diferencia de lo
todas las muestras (de Irefrea y del PNSD). señalado por otros autores que han descrito
La única diferencia apreciable entre las mues- a los consumidores de cocaína en muestras
tras de Irefrea y las del PNSD parece ser que comunitarias en los primeros años de la
las primeras (especialmente la del 1998) década de los 90.
superan a las últimas en el uso de éxtasis y Este estilo de vida que incluye el consumo
LSD, al contrario de lo que ocurre con el con- de drogas como un componente significativo
sumo de anfetaminas. no se desarrolla aisladamente del entorno del
Un aspecto también destacable de los sujeto, sino que está integrado en el entorno
consumidores de cocaína de las muestras recreativo, social y también, aunque en
recreativas es su inclinación por las drogas menor medida, en el entorno familiar. El uso
ilegales frente a las legales, tanto en ellos de tabaco, alcohol y drogas en los padres y
como en su entorno social y recreativo. Ese hermanos (principalmente cannabis) es uno
consumo de drogas ilegales llega frecuente- de los factores de riesgo para el uso de dro-
mente a niveles de abuso y a un uso proble- gas ilegales más comúnmente señalado en la
mático. Así pues, nuestros consumidores de literatura, sugiriendo que esos factores pue-
cocaína en muestras recreativas y una buena den favorecer la iniciación en el uso de dro-
parte de la población en edad escolar y pobla- gas y la escalada hacia el uso de drogas ilega-
ción general que consumen esta sustancia les (Calafat, Fernández, Juan et al., 2001;
se caracterizan también por el abuso frecuen- Rhodes, Lilly, Fernández et al., en prensa).
te de alcohol y el policonsumo de sustancias. Nuestros resultados muestran una mayor
En otros estudios comunitarios Europeos y prevalencia en el consumo de tabaco entre
144 Uso recreativo de cocaína y asunción de riesgos: resultados convergentes en cuatro muestras
todos los niveles sociales, y tiende a ser más podría ser uno de los elementos que propor-
probable entre los individuos varones halla- cionan un sentido a este estilo de vida.
dos en entornos recreativos y con niveles
educativos y socioeconómicos más bajos.
Con la progresiva generalización del consumo AGRADECIMIENTOS
de cocaína, éste parece generalizarse progre-
sivamente a los sectores sociales que tradi- Este artículo ha sido realizado gracias a una
cionalmente se han visto más afectados por subvención de la Delegación del Gobierno del
el consumo de otras drogas ilegales y que Plan Nacional sobre Drogas
tienden a manifestar con mayor probabilidad
sus consecuencias negativas.
Los resultados de este estudio demuestran BIBLIOGRAFÍA
las asociaciones entre el consumo de cocaína
y una serie de factores intraindividuales y BARRIO, G.; SÁNCHEZ, J.; DE LA FUENTE, L.;
microambientales que pueden sustentar el (1990). Cocaína en España, 1984 – 89. Indica-
consumo de drogas en general y de cocaína dores de Oferta y Consumo. Comunidad y
en particular entre los jóvenes que salen de Drogas, Nº 15, 9-36.
marcha por las noches de nuestras ciudades BARRIO, G.; ORTA, J.V.; BRAVO, M.J.; DE LA
y probablemente de grupos más extensos de FUENTE, L.; (1993). The Epidemiology of
consumidores. En general nuestros resulta- Cocaine Use in Spain. Drug and Alcohol
dos sugieren un prototipo del consumidor de Dependence, Vol. 34, Nº 1, 45 – 57.
cocaína que se encuentra en los entornos BARRIO, G.; DE LA FUENTE, L.; ROYUELA, L.;
recreativos con un estilo de vida orientado a DÍAZ, A.; RODRÍGUEZ-ARTALEJO, F.; (1998).
la diversión, cuya vida integra el consumo de Urgencias en Consumidores de Cocaína en
drogas legales e ilegales, que está integrado Varios Hospitales Españoles: Evidencias de
en grupos sociales donde el consumo de dro- Complicaciones Agudas por Consumo de
Crack. Medicina Clínica, Nº 111, 49-55.
gas legales e ilegales es normativo, que tien-
de a mostrar actitudes favorables conductas BARRIO, G.; DE LA FUENTE, L.; ROYUELA, L.;
DÍAZ, A.; RODRÍGUEZ-ARTALEJO, F.; (1998b).
de riesgo para la salud y que se implica en
Cocaine Use among Heroin Users in Spain: the
conductas de riesgo. Determinados entornos
Diffusion of Crack and Cocaine Smoking.
sociales y culturales asociados a la vida recre- Journal of Epidemiology and Community
ativa nocturna parecen estar proporcionando Health, Vol. 52, 172-180.
un medio donde sujetos con mayor afinidad
BOLINCHES, F.; CERVERA, G.; VALDERRAMA,
por el consumo de cocaína y otras drogas J.C.; MARTÍNEZ, J.; ROJO, L.; DOMÍNGUEZ,
desarrollan, consolidan, refuerzan, mantienen A.; (1994). Características Clínicas de una Sub-
y modelan el consumo de cocaína. población de Adictos a Opiáceos: Los heroinó-
Necesitamos conocer la interacción entre manos Dependientes de Cocaína. Adicciones,
estos factores familiares, sociales, grupales y Vol. 6, Nº 2, 171-178.
cómo se integran en la cultura recreativa para BOYD, C.J.; (1993). The Antecedents of Women’s
diseñar y aplicar estrategias educativas y pre- Crack Cocaine Abuse: Family Substance
Abuse, Sexual Abuse, Depression and Illicit
ventivas orientadas a desarrollar estilos de
Drug Use. Journal of Substance Abuse
gestión de la diversión de un modo saludable.
Treatment, Vol. 10, Nº 5, 433 – 438.
Estas estrategias deberán basarse en un
CALAFAT, A.; JUAN, A.; BECOÑA, E.; FERNÁN-
conocimiento de las dinámicas de socializa-
DEZ. C.; GIL, E.; PALMER, A.; SUREDA, P.;
ción dentro de las familias y en los grupos de
TORRES, M.A.; (2000). Salir de Marcha y Con-
pares que promueven un estilo de vida orien- sumo de Drogas. Ministerio del Interior. Dele-
tado a la diversión y a la minimización y asun- gación del Gobierno para el Plan Nacional
ción de riesgos, donde el policonsumo de sobre Drogas. Publicación disponible en
drogas en general y de cocaína en particular http://irefrea.org.
146 Uso recreativo de cocaína y asunción de riesgos: resultados convergentes en cuatro muestras
Dependencia, intoxicación aguda y síndrome
de abstinencia por cocaína
LLOPIS LLÁCER, J.J.
Doctor en psiquiatría. Médico coordinador UCA Castelló. Profesor asociado Universitat Jaume I.
RESUMEN ABSTRACT
En el presente texto se realiza un análisis de varias In the present text, we make an analysis of several
de las facetas más controvertidas en relación al con- more controverted topics related to the cocaine use.
sumo de Cocaína. La discusión sobre la existencia o The discussion about the evidence or not of
no de dependencia entre los consumidores de Cocaí- dependence among cocaine users, as the appearance
na así como la aparición de un verdadero síndrome de of the withdrawal syndrome due to cocaine, that is
abstinencia por cocaína viene desarrollándose duran- developping during years by the scientific community.
te años entre la comunidad científica. In this chapter we analyze the special characteristics
En este capitulo se analizan las características of the cocaine addiction, ath the same time are
especiales de la adicción cocaínica al mismo tiempo described the peculiarities of the whitdrawl of cocaine.
que se describen las peculiaridades del síndrome de Are analyzed the international diagnostic criteria,
abstinencia. Se analizan los criterios diagnósticos revising the scarce operativity of them, and we
internacionales revisando la escasa operatividad de recomend clinical criteria more practics, and also a
los mismos y se recomiendan criterios clínicos más dynamic diagnostic of the processs that permits to
prácticos, así como un diagnóstico dinámico del pro- understand the addiction and to planning the
ceso que permita entender la adicción y planificar la approaches.
terapéutica. Finalmente se revisa el concepto de into- Finally, we revise the concepts of acute intoxication
xicación aguda por cocaína distinguiendo entre la into- due to cocaine, distinguishing between intoxication
xicación por la propia sustancia y las intoxicaciones by the own substance, and the intoxications due to
que obedecen más a los contaminantes, al ambiente contaminant factors, atmosphere and the way of
y la vía de consumo, añadiendo mayor gravedad a las administration, that add a high severity of the acute
reacciones tóxicas agudas por consumo de cocaína. toxic reactions for cocaine use.
Palabras clave: Cocaína, abuso y dependencia de Key words: Cocaine, abuse and dependence of
cocaína, síndrome de abstinencia por cocaína, cocaine, withdrawl for cocaine, acute intoxication
Intoxicación aguda. for cocaine.
Doctor en Medicina de la Unidad de Alcohología de la Generalitat de Cataluña. Hospital Clínico de Barcelona. España.
Enviar correspondencia: Mercè Balcells Oliveró. Unitat d’Alcohologia esc. 6b soterrani. Hospital Clínic de Barcelona. C/ Villarroel 170.
Barcelona 08036. Tel. 93 227 5548 - Fax 93 227 5454. Email: Olivero@clinic.ub.es
Resumen Summary
Además de poseer una importante capacidad adic- Cocaine abuse has been associated to several
tiva, la cocaína tiene una elevada toxicidad orgánica. medical complications besides its addictive potential.
Se revisa las distintas complicaciones asociadas al We review the distinct medical complications for each
consumo de cocaína en cada órgano o sistema e system and try to explain the current hypothesis
intenta explicar los mecanismos etiopatogénicos about their etiology and recommended treatment.
conocidos así como los posibles tratamientos. Entre Among all possible complications of cocaine, the
todas las posibles complicaciones de la cocaína des- most common are related to the cardiovascular
tacan, por su frecuencia y gravedad, las alteraciones system. The possibility of cocaine effect should be
cardiovasculares que incluyen arritmias, infartos agu- seriously considered in young patients with minimal
dos de miocardio e ictus, poniendo de relieve, la risk factors for cardiac disease presenting with myo-
importancia del consumo de cocaína en la patología cardial infartation, dilated cardiomyopathy, myocarditis
cardiaca de los pacientes jóvenes. Así mismo, resal- or cardiac arrhythmias. They are also of interest, neu-
tar, las alteraciones neurológicas, sobretodo las con- rological and gastrointestinal complications.
vulsiones generalizadas con una elevada mortalidad,
las cefaleas, por su elevada frecuencia y las complica- Key words: cocaine, medical complications, toxicity,
ciones gastrointestinales como las perforaciones yux- review
tapilórica que requerirán tratamiento quirúrgico.
Balcells, M. 169
dores de cocaína inhalada (Adrouny and Mag- accidentes vasculares isquémicos y hemorrá-
nusson; 1985). La manera típica de inhalar la gicos, la mayoría de los cuales aparecen antes
cocaína forzando la inspiración para aumentar de transcurrida una hora del consumo de la
los efectos de la droga, parece ser la respon- droga aunque, también se han observado la
sable de esta complicación. aparición de ictus retardados en el tiempo.
Así mismo también se han descrito algunos Los mecanismos etiopatogenicos propuestos
casos de roturas aórticas tras el consumo. son entre otros, la elevación aguda e intensa
de la presión arterial, las arritmias cardiacas,
los vasoespasmos a nivel cerebral, la vasculi-
tis, la embolización secundaria a endocarditis
COMPLICACIONES NEUROLÓGICAS infecciosa o cardiomiopatia dilatada, la embo-
lización de material utilizado para la disolución
de la droga en condiciones no estériles y con-
• Cefalea
taminantes con toxicidad cardiovascular. La
cocaína se ha reconocido como una causa fre-
La cefalea es un síntoma frecuente en los cuente de accidentes cerebrovasculares
consumidores de cocaína. Ante la aparición especialmente en personas jóvenes. La rotura
de cefalea en un paciente que ha consumido de un aneurisma o malformación arterioveno-
cocaína debemos descartar siempre patolo- sa se ha detectado hasta en el 50% de los
gía cerebro vascular incluyendo malformacio- pacientes con ictus hemorrágicos secundarios
nes arteriovenosas o aneurismas. al abuso de cocaína siendo hallazgos menos
También se ha descrito la aparición de cefa- frecuentes pero también descritos, el aneuris-
leas migrañosas en abusadores crónicos que ma cerebrovascular de origen micóticos en
describen esta cefalea como sintomatología pacientes con endocarditis infecciosa (Nei-
de abstinencia a cocaína con una desapari- man et al.; 2000). El pronóstico de los acci-
ción de la migraña al reiniciar el consumo de dentes vasculares cerebrales hemorrágicos
la sustancia. Estos y otros hallazgos apuntan asociados al abuso de cocaína es incierto. Un
a la deplección serotoninérgica como meca- estudio reciente realizado por Nanda y colabo-
nismo desencadenante de la cefalea. La radores, investigó durante un periodo de 6
acción farmacológica de la cocaína es en este años, los factores pronósticos y diferenciales
caso la liberación de serotonina al espacio de los aneurismas cerebrales en pacientes
extracelular pero con el uso repetido o a cocainómanos. Se detectaron 14 casos que
dosis altas de cocaína, en última instancia, al fueron comparados con los 135 pacientes con
bloquearse el transportador se desarrolla una rotura de aneurisma sin historia de consumo
deplección serotoninergica (Neiman et al.; de cocaína registrados en el mismo periodo.
2000). En nuestro medio, Penarrocha y cola- El estudio concluye que el uso de cocaína pre-
boradores reportan tres pacientes con “clus- dispone a la rotura de aneurismas cerebrales
ter headache”, que cursa con dolor intenso, a edades significativamente mas tempranas y
de 30 a 120 minutos de duración que se ins- de aneurismas de tamaño mucho más reduci-
taura entre 1 y 2 horas después del consumo do siendo el pronóstico en cuanto a morbili-
de cocaína pero que desaparece a los 5 a 10 dad y mortalidad comparable al de los aneu-
minutos de inhalar de nuevo la droga. Ningu- rismas cerebrales no asociados a cocaína.
no de los pacientes admitió consumo de (Nanda A et al.; 2000).
droga en la primera visita a pesar de interro- Las estructuras implicadas en los acciden-
garse sobre consumo de tóxicos directamen- tes vasculares cerebrales relacionados con el
te (Penarrocha et al.; 2000). consumo de cocaína suelen ser de localiza-
ción poco habitual e incluyen infartos talámi-
• Ictus cos y oclusiones de la arteria espinal. Tam-
El uso de drogas ilegales se ha relacionado bién se han documentado ictus neonatales,
en secuencia temporal con la aparición de en recién nacidos de en mujeres que consu-
Balcells, M. 171
de la cocaína (Kramer et al., 1990; Dhuna et por el ácido gamma-aminobutyrico de distinta
al., 1991; Gasior et al;1999). manera que los barbitúricos y las benzodiace-
La mayoría de las convulsiones descritas pinas ofrecen la mejor protección para las cri-
son generalizadas pero también pueden apa- sis convulsivas producidas por cocaína y que
recer crisis parciales complejas. Las convul- los antagonistas funcionales de los canales
siones se han visto después de la utilización de Na(+) y Ca(2+) carecen en general de
de cocaína por todas las vías y en algunos efectividad.( Gasior et al.; 1999)
casos pueden ser de difícil control y provocar
la muerte. Es interesante remarcar que la • Alteraciones motoras
mayoría de las convulsiones producidas por
cocaína son causadas por intoxicación o Debido a su acción dopaminérgica las disci-
sobredosificación en contraste con las con- nesis, los tics motores y la ataxia pueden
vulsiones provocadas por alcohol o benzodia- aparecer con el consumo agudo y crónico de
cepinas que son secundarias a la abstinen- cocaína. Estas alteraciones suelen desapare-
cia.( Neiman et al.;2000). Así mismo, las cer con la abstinencia pero hay un reciente
convulsiones secundarias a cocaína son dis- caso publicado de discinesias graves que per-
tintas a las causadas por psicoestimulantes sistió mas de 6 meses tras la interrupción del
como los análogos de la anfetamina como la consumo de cocaína (Neiman et al.; 2000).
metamfetamina y la metylenedioxymetamfe-
tamina (MDMA) o éxtasis. Las principales
diferencias son: (1) una menor duración de la
actividad convulsionante de la cocaína y una COMPLICACIONES RESPIRATORIAS
mayor duración de la metamfetamina y (2) un
distinto perfil de respuesta de los distintos Las complicaciones respiratorias produci-
fármacos anticonvulsionantes (Hanson GR et das por la cocaína dependerán del patron de
al.; 1999). El tratamiento sistemático y a largo consumo y específicamente de la vía de
plazo de las convulsiones producidas por administración. Las complicaciones de las
cocaína está discutido y los antiepilépticos vías respiratorias altas son secundarias al uso
clásicos parecen tener tan solo una eficacia de cocaína intranasal y las complicaciones de
moderada. Gasior y colaboradores han estu- las vías respiratorias bajas aparecerán con el
diado la respuesta de los nuevos fármacos consumo inhalado de cocaína base o crack.
antiepilépticos en un modelo animal de con-
vulsiones producidas por cocaína. El estudio
mostró que el clobazam, la flunarizina, la • Complicaciones de las vías aéreas
superiores
lamotrigina, el topiramato, y la zonisamida
eran poco o nada efectivos como anticonvul-
sionantes en este modelo de convulsiones Las complicaciones de las vías aéreas
producidas por cocaína. En contraste, el fel- superiores son las mas frecuentes en nues-
tro medio en el que el consumo mas habitual
bamato, la gabapentina, el loreclezol, la losi-
es en forma de cristales de cocaína esnifada
gamona, la progabida, la remacemida, el stiri-
por vía intranasal. Las complicaciones se pre-
pentol, la tiagabina, y el vigabatrin producían
sentan en forma de sinusitis, osteítis y perfo-
protección dosis dependiente contra las con-
ración del tabique nasal
vulsiones asociadas a la cocaína en distinto
grado y con distintos perfiles de efectos
secundarios siendo la Gabapentina el fárma- • Perforación del tabique nasal
co con un mejor perfil efectos tóxicos / efica-
cia (toxic TD(50)/anticonvulsive ED(50)). En La perforación del tabique nasal es fre-
conclusión parece que los fármacos que cuente y se produce por una combinación del
incrementan la inhibición neuronal mediada efecto traumático de la inhalación de cristales
Balcells, M. 173
control de la monitorización cardiaca, control puede también encontrarse asociada a cual-
neurológico y de las funciones renales. (Nze- quier otra alteración orgánica producida por
rue et al.; 2000; Van der Woude , 2000). cocaína.
Actuando a nivel central, probablemente en
RABDOMIOLISIS INDUCIDA POR COCAÍNA el hipotálamo lateral, la cocaína puede supri-
mir el apetito y producir importante perdida
La heroína, la fenciclidina, las anfetaminas de peso. (Mello and Mendelson; 1997)
y el tolueno se han asociado clásicamente
con rabdomiolisis. Últimamente también la
cocaína ha sido asociada a la aparición de rab- COMPLICACIONES OBSTÉTRICAS
domiolisis. El mecanismo de la rabdomiolisis
inducida por cocaína puede ser por vasocons- Otro capitulo importante es el abuso de
tricción arterial que produciría isquemia tisu- cocaína en mujeres embarazadas. La cocaína
lar, o por acción tóxica directa de la cocaína aumenta la probabilidad de aborto espontáneo
en el metabolismo muscular además de incluso en tasas mayores que en mujeres
incluir trauma grave, compresión de extremi- heroinómanas. La cocaína produce desprendi-
dades y convulsiones repetidas. Así mismo, miento de placenta o mala implantación pla-
las concentraciones elevadas de catecolami- centaria en un 1% de las mujeres embaraza-
nas pueden producir aumento de las concen- das que usan cocaína (103). Además el
traciones de calcio intracelular lo que iniciará embarazo incrementa la toxicidad cardiovascu-
un proceso de muerte y destrucción celular. lar de la droga y produce efectos tóxicos en el
(Van der Woude , 2000) feto a dosis aparentemente no tóxicas en la
madre. La droga disminuye el flujo sanguíneo
que llega al útero incrementando la resistencia
ALTERACIONES ENDOCRINAS vascular uterina y disminuyendo la oxigenación
del feto. Además la taquicardia, vasoconstric-
En los consumidores varones se ha de ha ción y incremento de la presión arterial asocia-
descrito ginecomástia, impotencia con dificul- da a la cocaína aumentan el riesgo de hipóxia
tades tanto para la erección como para la eya- intrauterina lo que se asocias a múltiples ano-
culación y en consumidores crónicos tam- malías congénitas. (Esmer et al; 2000).
bién perdida de la libido.
En las mujeres consumidoras puede apare-
cer amenorrea, infertilidad y galactorrea. La COMPLICACIONES GASTROINTESTINALES
dopamina a través de la vía tubero infundibular
inhibe la secreción de prolactina. La cocaína al El consumo de cocaína se asocia a diver-
producir depleción dopaminérgica impediría el sas alteraciones gastrointestinales y dolor
control inhibitorio resultando en un a elevación abdominal agudo.
del la secreción de prolactina que produciría Se han descrito casos de perforación intes-
galactorrea en varones y en mujeres no ges- tinal por isquemia posterior al consumo esni-
tantes . Estas complicaciones suelen persistir fado o inhalado de cocaína. El mecanismo
durante un largo periodo de tiempo posterior a exacto de la isquemia intestinal se descono-
la interrupción del consumo. (Mello and Men- ce pero se sabe que la cocaína bloquea la
delson; 1997; Farre et al.; 1997). recaptación de norepinefrina lo que provoca
vasoconstricción mesentérica y posterior
ANOREXIA isquemia tisular localizada que puede causar
la perforación intestinal. (Muniz et al.; 2001)
La anorexia típicamente asociada a la coca- Feliciano y colaboradores en un reciente
ína se produce principalmente por un efecto estudio describe 50 casos de perforación
a nivel del sistema nervioso central, aunque yuxtapilórica en pacientes fumadores de
Balcells, M. 175
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Herrero, S. 177
Complicaciones psicóticas del consumo de
cocaína
RONCERO, J.; RAMOS, J.A.; COLLAZOS, F.; CASAS, M.
Enviar correspondencia: Carlos Roncero Alonso. Servicio de Psiquiatría. Hospital Vall D’Hebron. Paseo del Vall D’Hebron 119-129.
08025-BARCELONA. Tel. 93 48942-94 · croncero@hg.vhebron.es
Resumen Summary
Dentro de las complicaciones psicopatológicas del Psychotic symptoms are very usual among the
consumo de cocaína los síntomas psicóticos son muy psychopathological complications of cocaine use,
habituales, siendo la paranoia transitoria el más being transient paranoia the most common of these
común. También pueden producirse las clásicas aluci- symptoms. The typical tactile hallucinations of
naciones de formicación, aunque son poco frecuen- formication, although rather infrequent, can also
tes. La cocaína puede precipitar la aparición de psico- occur. Cocaine can trigger the appearance of
sis en pacientes vulnerables. En este sentido se ha psychosis in vulnerable patients. In this respect,
relacionado el consumo de cocaína con peor evolu- cocaine use has been linked to impaired evolution,
ción, mayor número de recaídas, peor respuesta a los increased number of relapses, poor responsiveness
tratamientos convencionales y mayor posibilidad de to conventional treatments and increased chances of
aparición de efectos adversos e indeseados en los appearance of side and unwanted effects in patients
pacientes con trastornos mentales como psicosis with mental disorders like schizophrenic psychosis or
esquizofrénica o trastorno bipolar. El tratamiento de bipolar disorder. The treatment of patients who show
los pacientes que presentan este tipo de patología this kind of dual pathology, psychotic and cocaine
dual, psicosis y consumo de cocaína debe enfocarse use, needs to be approached from a global
desde una perspectiva global con tratamiento psico- perspective including psychopharmacological and
farmacológico y psicoterapéutico. psychotherapeutical treatments.
Palabras clave: cocaína, psicosis, patología dual, Key words: cocaine, psychosis, dual pathology,
dependencia, esquizofrenia, abuso. dependence, schizophrenia, abuse.
Rosse RB, Collins JP, Fay-McCarthy M, Alim TN, Sterk-Elifson C. (1996) Just for fun? Cocaine use
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disorders. Schizophrenia Bulletin23 (2): 187-193 Psychiatry Mart; 59 (3): 128-30.
Enviar correspondencia: Benito Menni. Complejo Asistencial en Salud Mental. C/ Dr. Antoni Pujades,38
08830 SANT BOI DE LLOBREGAT. (Barcelona). Tel. 93 652 99 69
RESUMEN ABSTRACT
Objetivo: en los últimos años se han ensayado un Objective: during recent years, several pharmacolo-
gran número de fármacos para el tratamiento de la gical and psychological approaches for the treatment
dependencia de cocaína conjuntamente con diversos of cocaine dependence have been developed. Overall,
abordajes psicológicos. En líneas generales, las estra- the strategies are similar to those applied in the drug
tegias utilizadas son adaptaciones de las utilizadas dependence field. Material and methods: to assess
para el tratamiento de otras dependencias. Material y the clinical response to pharmacotherapy in cocaine
método: analizar la eficacia clínica del tratamiento psi- dependent patients. Results: although open clinical
cofarmacológico en pacientes con dependencia de trials are the first step in the evaluation of new
cocaína. Resultados: los ensayos clínicos abiertos han pharmacological treatments, randomized, double-
sido el primer paso para la evaluación de nuevos fár- blind, controlled trial are the best instrument to
macos, sin embargo los estudios controlados, doble confirm the efficacy in the treatment programs.
ciego y aleatorizados son los que permiten confirmar o Accordingly, different pharmacological agents as
desmentir la eficacia de los tratamientos. Los grupos antidepressants, mood stabilizers, dopaminergic,
farmacológicos utilizados han sido antidepresivos, serotonergic, CNS stimulants, precursors, opioid, and
eutimizantes, agonistas dopaminérgicos, estimulantes other experimental drugs, are some examples of the
del SNC, precursores de los neurotransmisores, ago- variety of therapeutic tools now available for the
nistas y antagonistas opioides, y una larga lista de fár- treatment of cocaine dependence. Conclusions: the
macos que se encuentran en fase experimental y pue- joining of pharmacotherapy and psychotherapy has
den constituir una alternativa terapéutica para el shows the best results for cocaine dependent
tratamiento de la dependencia de cocaína. Conclusio- patients.
nes: la combinación de terapias farmacológicas y con-
ductuales o cognitivas son las que ofrecen mejores Key Words: Treatment. Cocaine dependence.
resultados en el tratamiento de los pacientes con Relapse prevention. Drugs.
dependencia de cocaína.
tificar los medicamentos que actúan como SNC que desencadena “craving” y la necesi-
antagonistas de la cocaína y por otro se han dad de consumir nuevamente cocaína, en un
desarrollado fármacos análogos de la cocaína intento por aumentar de forma pasajera la
con una acción más prolongada. Entre los concentración de dopamina sináptica. Este
antagonistas de la cocaína se incluirían aque- déficit postsináptico de dopamina se corrige
llos fármacos que atenúan los efectos refor- temporalmente con una nueva administra-
zadores agudos de la cocaína, así como otros ción de cocaína que se acompaña de una
efectos subjetivos. Los antagonistas de la hipersensibilidad de los receptores dopami-
cocaína deben disminuir los efectos eufori- nérgicos. Partiendo de la hipótesis de la
zantes de la cocaína y presentar una correcta deplección dopaminérgica como mecanismo
tolerabilidad y un bajo potencial de abuso de acción de la cocaína, se ha planteado la
para garantizar un correcto cumplimiento del utilización de agonistas dopaminérgicos para
tratamiento farmacológico. El problema que revertir las manifestaciones de abstinencia de
plantean estos fármacos es que inducen dis- cocaína, puesto que consigue corregir la
foria en la medida que los efectos reforzado- hiperprolactinemia y el aumento en la densi-
res de la cocaína están mediados por el siste- dad de los receptores dopaminérgicos postsi-
ma dopaminérgico. nápticos. Los agonistas dopaminérgicos que
ya han sido utilizados en investigación son la
Los fármacos análogos de la cocaína con
bromocriptina, la amantadina, la pergolida y la
una acción más prolongada, serían fármacos
lisurida. A continuación se describen una
que indirectamente bloquearían los efectos
serie de estudios abiertos, controlados y en
agudos de la cocaína al inducir tolerancia cru-
pacientes en mantenimiento con metadona
zada. En general estos fármacos disminuyen
realizados con estos fármacos (7,8).
la sintomatología de la abstinencia de cocaína
y mejoran el estado de ánimo. Los problemas La bromocriptina. Es un agonista dopami-
que plantean son el potencial de abuso y que nérgico D2 postsináptico y débil antagonista
en algunos casos pueden aumentar el “cra- D1, que no comparte los efectos agonistas
ving” para la cocaína. noradrenérgicos o serotoninérgicos de la
cocaína. Se ha ensayado con éxito en experi-
mentación animal demostrándose que duran-
AGONISTAS DOPAMINÉRGICOS te la abstinencia cocaínica se produce una
disminución del metabolismo cerebral que
Tras el consumo prolongado de cocaína se puede evitarse mediante la administración de
produce una deplección de dopamina en el bromocriptina.
Psiquiatra
Enviar correspondencia: Complejo Asistencial en Salud Mental Benito Menni, C/ Dr. A. Pujadas 38,
08830 Sant Boi de Llobregat, Barcelona. E-mail: 8956jsp@comb.es
RESUMEN SUMMARY
Puesto que el consumo de cocaína está aumentan- Since cocaine use is increasing among Spanish
do en España entre adultos jóvenes y adolescentes y young adults and teenagers and causes potentially
tiene consecuencias médicas y legales potencialmen- severe medical and legal consequences, efforts must
te graves, hay que redoblar esfuerzos para mejorar be made to increase treatment outcomes. Different
los resultados terapéuticos. Hay disponibles diferen- pharmacological and psychotherapeutic approaches
tes enfoques farmacológicos y psicoterapéuticos, por are available, so that promising developments can be
lo que hay que prever desarrollos prometedores en foreseen in both treatment modalities. Still, both are
ambas modalidades de tratamiento. Pero suelen abor- carried out in a not integrated basis. In doing so, bet-
darse de forma no integrada, por lo que se desapro- ter outcome opportunities are wasted. Double treat-
vechan oportunidades de mejora de resultados. ment integration should be aimed: the integration
Debería aspirarse a una doble integración terapéutica: between pharmacology and psychotherapy, and the
la integración entre farmacología y psicoterapia, y la integration among different psychotherapeutic appro-
integración entre enfoques psicoterapéuticos diferen- aches. Still, disorder-specific pharmacological and
tes. Todavía se carece de indicaciones específicas psychotherapeutic indications are lacking. Pharmaco-
según trastorno tanto farmacológicas como psicote- therapy of cocaine and other drugs is still relying on
rapéuticas. La farmacoterapia para la cocaína y otras antidepressants and the usual psychiatric medication,
drogas aún se basa en los antidepresivos y la medica- and psychotherapy on the individual, group and family
ción psiquiátrica disponible, y la psicoterapia en los psychotherapeutic approaches available in mental
enfoques individuales, grupales y familiares disponi- health settings. An integrated view of cocaine abuse
bles en los entornos asistenciales de salud mental. treatment is necessary to be successful.
Se propone una visión integrada del tratamiento del
Key words: cocaine, dependency, treatment, phar-
consumo problemático de cocaína como sistema más
macology, psychotherapy
eficaz de abordaje.
Palabras clave: cocaína, dependencia, tratamiento,
farmacología, psicoterapia.
Sherlock Holmes cogió su frasco ... y su aguja hipodérmica... “¿Cuál toca hoy?”, pregunté.
“¿Morfina o cocaína?.” Levantó los ojos lánguidamente... “Cocaína”, dijo; “una solución al
siete por ciento. ¿Quiere probarlo?” “No, por supuesto”, respondí bruscamente... Sonrió ante
mi vehemencia. “Quizá tenga usted razón, Watson”, dijo. “Supongo que es una mala influen-
cia física. Pero lo encuentro tan trascendentalmente estimulante y clarificador para la mente
que su acción secundaria es cosa de un momento.”
Solé, J. 211
intenso y prolongado de cocaína (Washton, ambiente desaferentizado, es decir muy tran-
1989). quilo, efectuando sujeción mecánica en caso
Las características clínicas y la duración del de agitación o inquietud psicomotriz. Inicial-
síndrome de abstinencia de cocaína son mente es mejor indicar benzodiacepinas que
cuestiones todavía discutidas y mal definidas. neurolépticos, pues con éstos cabe el riesgo
Se suele hablar de una fase aguda de sensa- de empeorar la hipertermia y aumentar el
ción de gran “bajón” (crash), un periodo de riesgo de crisis convulsivas. De todos modos,
deprivación menos pronunciado, y una fase es usual indicar haloperidol por vía intramus-
de extinción que dura de 1 a 10 semanas cular.
(American Psychiatric Association, 1995). En caso de que persista el cuadro psicóti-
El síndrome de abstinencia agudo se co, el psiquiatra deberá prescribir neurolépti-
observa después de periodos de consumo cos. De primera intención quizá optemos por
frecuente a dosis altas. Puede haber sensa- los de última generación como la risperidona,
ciones intensas y desagradables de depre- la olanzapina o la quetiapina, por el plus de
sión y fatiga, acompañadas a veces de ideas tolerabilidad que se acepta tienen los atípi-
de suicidio, pero lo usual son síntomas relati- cos. Sin embargo, también puede recomen-
vamente leves de depresión, ansiedad, apa- darse la clorpormacina en dosis alrededor de
tía, insomnio o hipersomnia, enlentecimiento 75 mg/día, pues presenta una semivida de
psicomotor, y aumento de apetito, todo lo eliminación (t1/2) lenta, unas 30 horas, sien-
cual va desapareciendo a lo largo de días o do todavía el patrón de referencia de los
semanas. Hay que señalar aquí que consumir antipsicóticos. Se obtienen también excelen-
cocaína puede estar parcialmente motivado tes resultados con tioridazina (t1/2 también
para control del propio peso (Cochrane et al, de unas 30 horas) y levomepromazina (t1/2
1998), tal como sucede con el consumo de entre 16 y 77 horas). Ello es extensible tam-
nicotina. bién al haloperidol, con una t1/2 algo menor,
Hace algún tiempo se pensó que agonistas de unas 18 horas. La t1/2 de la 9-hidroxi-ris-
de la dopamina como la amantadina serían peridona, el metabolito activo de la risperido-
eficaces para reducir los síntomas de absti- na, es de unas 24 horas, suficiente también
nencia de cocaína, el deseo de la droga y el para neutralizar el efecto psicotomimético de
consumo posterior de la misma, pero no se la cocaína. La semivida de la cocaína es de 7
ha logrado confirmar. De igual modo, los a 13 horas. La semivida de eliminación de la
estudios con bromocriptina no han prospera- cocaína, al contrario que en el caso de los
do. Es posible que exista un subgrupo de cannabinoides (en que su vida media prolon-
pacientes que respondan a alguna forma de gada favorecería la indicación de antipsicóti-
farmacoterapia con reducción del deseo de la cos de parecida cinética lenta), no hace que
droga y, posteriormente, con disminución del tengamos que decantarnos por neurolépticos
consumo. Sin embargo, hasta la fecha los de farmacocinética disímil a la media, por lo
datos de investigación son poco convincen- que en la práctica utilizaremos los usuales. La
tes (Compendium 2000). psicotomímesis por cocaína se manifiesta
durante las primeras horas siguientes a la
inhalación o ingesta. De ahí que también neu-
2.3. Tratamiento sintomático antipsicótico rolépticos de vida media más breve que los
enumerados más arriba, como la perfenacina,
Debe conocerse el tratamiento de los cua- loxapina, y clozapina, con t1/2 que no rebasan
dros psicopatológicos por consumo de cocaí- las 12 horas, se adapten bien al periodo a
na, para cuya evaluación nos valdremos de cubrir y den una buena respuesta antipsicóti-
los libros de referencia diagnósticos DSM-IV ca. En la práctica todos los neurolépticos pue-
o CIE-10 . El tratamiento de las psicosis por den ser indicados. Lo importante es que el
sustancias incluye situar al paciente en médico prescriba el neuroléptico con el que
Solé, J. 213
y opiáceos, pero recientemente no han podi- sea el abordaje psicosocial elegido, se tiende,
do ser replicados. Al respecto, colegas esta- por tanto, a intensificar el tratamiento. El pro-
dounidenses (American Psychiatric Associa- blema de este tratamiento sobreintensivo, a
tion, 1995) han sugerido que dosis altas de aplicar dos veces por semana o más, es que
buprenorfina (12-16 mg/día) pueden resultar quizá sea eficaz, pero parece ser menos efec-
eficaces, pero esta hipótesis ni siquiera tiene tivo (práctico) y sobre todo menos eficiente
validez de fachada (face validity): en Francia, (relación coste/beneficio). El ejemplo históri-
donde se prescribe buprenorfina (Subutex) a co de tratamiento psicológico sobreintensivo
dosis 10 veces mayores de promedio que en es el psicoanálisis, que sólo una minoría de
el resto de Europa, hay un doble consumo de beneficiarios se ha podido permitir.
cocaína-heroína que es similar al de España y
demás países europeos (Solé Puig, 1999).
2.5.1. Terapia cognitivo-conductual
Los intentos de encontrar un fármaco que
bloquee o atenúe los efectos subjetivos (por
ejemplo, euforizantes) de la cocaína han Los estudios fiables que demuestran la efi-
incluido ensayos de imipramina, desipramina cacia de las estrategias cognitivoconductua-
en EE.UU., bromocriptina, trazodona, neuro- les en los pacientes con dependencia de la
lépticos y otros. No hay pruebas convincen- cocaína son escasos. Los estudios con con-
tes de que ninguna de estas medicaciones tratos de contingencia, es decir, con compro-
resulte eficaz en esta indicación (San et al, misos de cumplimiento, han puesto de mani-
1996). fiesto la obtención de resultados positivos
durante el período en el que el contrato o
compromiso está en vigor, mejorando el
2.5. Psicoterapia en trastornos por cocaína cumplimiento terapéutico y la abstinencia. El
refuerzo social combinado con incentivos y la
Aunque hay abordajes psicoterapéuticos terapia de exposición a estímulos también
prometedores en estudios preliminares, no han merecido estudios. Las mejorías obteni-
hay ninguna modalidad de tratamiento para la das no suelen estar a la altura de los esfuer-
que se haya demostrado de manera uniforme zos terapéuticos empleados, por lo que hay
superioridad respecto a las demás en los claramente falta de eficiencia. Habría, por
pacientes con dependencia de la cocaína. tanto, cierta eficacia, pero escasa efectividad.
El conocido estudio de Carroll, Rounsaville La opinión que se está abriendo camino en
y colaboradores (1994) por el que se compa- medios científicos es que si el abordaje cog-
raba farmacoterapia y psicoterapia ya infería nitivoconductual en general y la prevención
la necesidad de desarrollar tratamientos de recaídas en particular han dado resultado
específicos para distintos subtipos de consu- en adicción a la nicotina, el psicoestimulante
midores de cocaína. De momento y sin del tabaco, entonces también debería ser útil
entrar en el tipo concreto de tratamiento psi- para abandonar el consumo problemático del
cosocial a indicar, lo que se acepta es que la estimulante cocaína (NIDA, 1998).
psicoterapia ambulatoria intensiva, a ser posi-
ble más de una vez por semana, centrada en
la estabilización de la abstinencia, sería el 2.5.2. Terapia psicodinámica
abordaje de elección (Karabanda et al, 1999). Todavía más escasos son los ensayos con-
La terapia familiar, la psicoterapia individual o trolados de tratamientos de orientación psi-
la terapia de grupo una vez por semana ten- codinámica del abuso o la dependencia de la
dería a ser insuficiente, y en cambio una fre- cocaína. Tanto en formato individual como de
cuencia a partir de dos veces por semana, grupo parece aumentar la tasa de retención,
con o sin medicación, mejoraría el resultado pero esto debe confirmarse con más datos
(Crits-Christoph et al, 1997). Cualquiera que de eficacia (NIDA, 1998).
Solé, J. 215
2.5.5. Grupos de autoayuda muy difícil la extrapolación de los resultados
En Estados Unidos de América suele utili- obtenidos.
zarse el abordaje del tipo “12 pasos” de Alco- Cuando se han creado las condiciones ade-
hólicos Anónimos, en el tratamiento de la cuadas controlándose las distintas variables
dependencia de la cocaína, que ha resultado que intervienen, se ha observado que los
útil para reducir la tendencia a las recaídas efectos farmacológicos del consumo de
(Wells et al, 1994). La participación en progra- cocaína dependen en gran medida de varia-
mas de autoayuda mejoraría los resultados, ciones situacionales, que los efectos de dosis
con independencia de otros factores relacio- relevantes de la droga no siguen un patrón
nados con el tratamiento (Weiss et al, 1996). lineal, y que una misma cantidad de la sus-
tancia puede presentar efectos muy diferen-
3. TRATAMIENTO INTEGRADO COMO tes, en función de si se toma en un lugar
TERAPIA DE CESACIÓN DEL CONSUMO familiar o extraño, en compañía de amigos o
DE COCAÍNA desconocidos, y si se asocia o no a consu-
mos de alcohol y demás psicotropos (Was-
hton, 1990a).
El consumo de cocaína conlleva alteracio-
Al margen de estas consideraciones, que
nes en las esferas cognitiva, emocional (esta-
nos ayudan a situar el tema desde una pers-
do de ánimo) y psicosocial beneficiarias de
pectiva más amplia, aquí nos centraremos en
diagnóstico y tratamiento y con una evolución
los aspectos terapéuticos de este tipo de
clínica aproximadamente predecible. También
consumo. En primer lugar, cabe decir que
con el consumo de cocaína, tal como siem-
una cosa es tratar las secuelas próximas o
pre ocurre en caso de problemas por consu-
remotas del consumo de cocaína, y otra es
mo de sustancias, la conceptualización de
enfermedad puede conducir a malpraxis si no tratar el hábito de “esnifar” rayas de cocaína
se abordan las condiciones psicosociales, o tomarse pastillas anfetaminoides siguiendo
interpersonales y de rol, que contextualizan el la ruta del “bakalao”. Esto último es precisa-
consumo, abuso, o dependencia de dichas mente lo que corresponde al concepto de
sustancias (Budney et al, 1991). terapia de cesación, que presenta una nota-
ble dificultad psicológica. En este sentido,
La cocaína se sabe que se asocia al uso
son de sobras conocidos los obstáculos moti-
recreativo. Se ha demostrado que el ambien-
vacionales que un dependiente de nicotina
te o setting en que el consumo tiene lugar va
debe salvar, tanto si decide cesar de fumar
a determinar en gran manera los efectos
con asistencia técnica o por si solo (Daley et
(Nowinski et al, 1994). Existe escasa literatu-
al, 1998).
ra acerca de los efectos de la cocaína en la
conducta social, lo que se explicaría por las Las estadísticas acerca de los hábitos de
dificultades metodológicas que comporta consumo de la población general nos mues-
dicho análisis (Shaner et al, 1997). Para ello tran que, en su historia natural, el consumo
sería necesario recrear in vitro el entorno en de cocaína decrece con la edad (Silverman et
que se desarrolla el uso, con sujetos volunta- al, 1996). Esto parece cumplirse menos en
rios que consumieran cocaína y en dosis los casos en que el consumo haya supuesto
estrictamente controladas. En la práctica, el primer peldaño en la toma de contacto con
dichos estudios se han basado en cuestiona- otras sustancias ilegales. En efecto, nos esta-
rios o entrevistas semiestructuradas, con mos refiriendo al clásico, aunque siempre
sujetos que en el momento de la evaluación polémico, concepto de escalada en el consu-
estaban, o parecían estar, abstinentes. No mo de drogas, en la que de forma clara inter-
había, por tanto, un entorno similar al del con- viene una presión grupal tendente a menos-
sumo y tampoco había un grupo control. preciar el riesgo de posibles dependencias
Dichas deficiencias técnicas hacen que sea posteriores.
Solé, J. 217
La terapia de cesación del consumo de tancia. En la práctica, una vez más, rigen los
cocaína requiere un estilo terapéutico semidi- mismos principios que en toda la psiquiatría
rectivo/directivo. Al principio, el terapeuta de la adicción, por lo que las técnicas aversi-
opta por una pasividad aparente, omitiendo vas serán una indicación secundaria o incluso
hacer muchas preguntas y planes. Puede que desechable.
quien consume cocaína no exprese quejas al Durante las dos o tres primeras semanas
respecto o no sea muy consciente de ellas. de desintoxicación, el cliente deberá acudir al
De ahí que no suela haber demanda de ayuda ambulatorio a diario, y si no es posible, cuan-
inmediata y explícita para dejar de consumir to más frecuentemente mejor. Es obvio que
cocaína; lo habitual es que se consulte por la ansiolisis farmacológica sólo tiene sentido
depresión (Ochoa, 2000). Esta realidad, tan mientras haya ansiedad. El médico no debe
distinta de la del heroinómano que urge dilatar el periodo de prescripción de benzo-
vehementemente la asistencia, le impone al diacepinas por el conocido problema de la
terapeuta una actitud inicialmente de acepta- dependencia, potencialmente grave. Sin
ción, para ulteriormente entrar en las posi- embargo, tampoco deberá acortarlo por exce-
bles clarificaciones y soluciones. La terapia so de alarma ante dicha yatrogenia, pues
de cesación que juzgamos posible, en la entonces podría quedar comprometido ya de
práctica únicamente indicada si hay fuerte entrada el éxito del tratamiento.
consumo continuado durante tiempo, puede
En cada sesión, si ello es factible, se toma-
esquematizarse como sigue.
rá muestra de orina para detección de cocaí-
El programa comienza con la desintoxica- na y otras sustancias consumidas en el entor-
ción ambulatoria del paciente, cosa que signi- no, con el doble propósito de comprobar si
fica abstinencia de cocaína y eventual admi- efectivamente hay abstinencia y, más que
nistración de ansiolíticos y/o antidepresivos. nada, alentar (refuerzo social) al paciente. El
Sucede como en cesación antitabáquica, en terapeuta, además, puede anticipar aconteci-
que también puede prescribirse benzodiace- mientos al paciente (que puede sobrevenir
pinas para neutralizar en sistema nervioso insomnio por nerviosismo, etc.), con lo que el
central el efecto psicoestimulante, pero siem- paciente recibe un mensaje de dominio técni-
pre con la cautela inherente al peligro de co que le tranquiliza, y le afianza así su senti-
dependencia de hipnótico-sedantes. do de seguridad en una abstinencia sólo muy
En terapia de cesación de consumo de recientemente adquirida. Más tarde, llegado
cocaína no disponemos de técnicas aversivas el momento en que se comprueba que la
como por ejemplo la técnica de fumar de orina está establemente limpia (drug free),
forma rápida en tabaquismo. Esto no nos incluso podrá haber muestras visibles de
debería preocupar, porque entre los inconve- satisfacción (alborozo) en el grupo terapéuti-
nientes de las técnicas aversivas se señalan co, con el consiguiente efecto reforzador.
las dificultades de mantenimiento de sus Superada esta primera etapa de la desinto-
resultados, debidas a que entonces el objeti- xicación, la monitorización terapéutica o des-
vo es meramente el de la interrupción o dis- habituación debe prolongarse todo el tiempo
minución de la conducta problema y no la ins- necesario. Como referencia sugerimos un
tauración de nuevas formas alternativas de año, tiempo durante el cual se seguirá apli-
conducta. Por eso, con el fin de lograr bue- cando técnicas de carácter psicológico, con
nos resultados, tales técnicas aversivas siem- el fin de poder favorecer dicho proceso.
pre deberían asociarse a otro tipo de inter-
venciones, de tipo individual o grupal, que
desde una vertiente positiva de activación de 3.1. Abordaje individual
los propios recursos personales de cada
paciente, modificara las atribuciones cogniti- Es probablemente la parte más importante
vas que da el sujeto a los efectos de la sus- dentro del abordaje destinado a la deshabi-
Solé, J. 219
Las sesiones terapéuticas grupales ofre- dure en el tiempo, formalmente estructurado,
cen un marco muy adecuado para el entrena- en nuestro medio. Los grupos de autoayuda
miento en técnicas de relajación así como se han desarrollado a partir de las experien-
para la prevención de otras posibles drogode- cias de los ya clásicos grupos de Alcohólicos
pendencias y la prevención de recaídas Anónimos. Se basan en el principio del apoyo
(Daley, 1993), puesto que rentabilizan las mutuo entre personas con un mismo proble-
intervenciones y favorecen la adquisición de ma, e inciden mucho en los aspectos emo-
habilidades sociales que después se extrapo- cionales de la relación persona-sustancia
larán a otro tipo de situaciones. (Nowinski et al, 1994).
Las intervenciones grupales deberían par-
tir, en teoría, de una adecuada selección de 3.3. Abordaje familiar
sus participantes, adoptando los criterios
más adecuados en función de los objetivos Cuando un profesional de la salud sospe-
perseguidos. Es evidente que hay que huir de cha que un menor de edad está utilizando
una aplicación de los mismos demasiado rígi- cocaína como cocaína y otras sustancias de
da e incluso defensiva por parte del terapeu- riesgo, debería confirmar el diagnóstico y
ta. Damos aquí, como ejemplo, tres criterios valorar los resultados tanto con el posible
de selección que creemos exigentes: no consumidor como con sus padres. Debería
deberían impedir la celebración de sesiones utilizar un discurso firme, de apoyo, y por
grupales tentativas, más flexibles: supuesto de índole no acusatorio. La inter-
1) Exclusión de psicopatologías incapacitan- vención debería aportar referentes apropia-
tes. En caso de diagnósticos duales dos para la rehabilitación, así como propiciar
(abuso de sustancias junto con trastornos un seguimiento posterior del caso.
psíquicos) se prioriza el seguimiento indivi- La educación global a la familia acerca de
dualizado. El equipo terapéutico siempre lo que representa el consumo de tóxicos y
hará una valoración personal de cada caso. sus riesgos, y la monitorización clínica del
2) Edades homogéneas: sujetos con un alto paciente en aras de la consecución de la abs-
historial de consumo no deberían coincidir tinencia son los primeros pasos para poder
con adolescentes recién iniciados, puesto concluir con éxito el proceso de rehabilita-
que las problemáticas asociadas tienen ción. Gran parte de las reglas del sistema
pocos puntos en común y por posible ries- familiar especifican la manera en que el joven
go de resultados contraterapéuticos. y allegados deben actuar, puesto que la fami-
3) Ausencia de consumos asociados de otras lia modela, canaliza y delimita la conducta del
drogas ilegales, pero no de tabaco y alco- joven.
hol (Brady et al, 1995). Dentro del amplio espectro de intervencio-
En la práctica, como sucede en los grupos nes con o para la familia que se desarrollan
terapéuticos con pacientes alcohólicos, hay en un servicio para drogodependientes, en
autoselección, tanto espontánea del mismo los casos de fuerte consumo de cocaína hay,
como mínimo, dos niveles diferentes de
paciente como orientada más o menos implí-
actuación: por un lado, el asesoramiento a la
citamente por el terapeuta que lleva el grupo.
familia, y por otro, mucho más complejo, la
Al margen de los grupos terapéuticos de integración de la familia dentro del tratamien-
carácter estructurado y que suelen estar diri- to del consumidor. Veamos cada uno de ellos:
gidos por un profesional, también existen
grupos de autoayuda para consumidores
de cocaína en los países anglosajones 3.3.1. Intervención informativa:
(Janowsky et al, 1999). En nuestro entorno No son pocas las demandas generadas por
es más difícil encontrarlos, hasta el punto de padres u otros familiares en relación a la posi-
que no tenemos noticia de ninguno que per- ble sospecha o falta de información sobre un
Solé, J. 221
ríamos asumir perfectamente (Braithwaite et que en los centros de nuestro país especiali-
al, 1995). Monitorizar metabolitos diana con zados en drogodependencias, tanto ambula-
repetidos e irregulares, no predecibles, con- torios como hospitalarios, la detección siste-
troles de orina constituye una indicación mática de cocaína y demás drogas de abuso
racional atendiendo a todas las premisas debería ser rutinaria. En un marco clínico
científicas y psicosociales contempladas en general, en cambio, este screening o cribado
este contexto. Los controles de orina funcio- sólo tiene sentido en las subpoblaciones de
nan, se muestran útiles y son, según la expe- drogodependientes, de enfermos psiquiátri-
riencia de la mayoría de profesionales, indis- cos y de pacientes de difícil diagnóstico, en
pensables. Esto no debería sorprendernos, especial entre adolescentes y adultos jóve-
pues se ha demostrado hasta la saciedad que nes (Washton, 1990c).
el tratamiento forzado, por orden judicial, de Para concluir señalar que cuando el Obser-
la heroinodependencia no es menos benefi- vatorio Europeo sobre las Drogas (Plan Nacio-
cioso que el tratamiento estrictamente volun- nal sobre Drogas, 2000) define operativamen-
tario (Crits-Christoph et al, 1997). Por tanto, te el consumo problemático de sustancias
hay que decir que es altamente terapéutico ilícitas, habla sobre todo de tres tipos de
el componente disuasivo –psicológicamente droga problemáticas que son la heroína, por
punitivo, en el sentido del efecto de reproche supuesto, pero también la cocaína y los anfe-
social que tiene sobre el interesado- del con- taminoides. Vemos, pues, que los trastornos
trol de orina para detección de sustancias por consumo de cocaína y sustancias de uso
como alcohol, benzodiacepinas, heroína, asociado constituyen un tema sin duda grave
cocaína, anfetaminas, y, en general, aquellas y preocupante, siendo a todas luces necesa-
sustancias en que hay mayor adecuación far- rio que sepamos ofrecer el mejor tratamiento
macocinética entre estos controles y los psi- posible a los numerosos pacientes que lo
cotropos a detectar (Galanter & Kleber, 1999). sufren y que no es otro que los tratamientos
Como es bien sabido, la motivación por farmacológico y psicosocial integrados en la
sanar se nutre fundamentalmente de dos práctica.
tipos de fuentes actitudinales. El primero es
el conjunto de atractores normativos que gra-
vitan sobre el paciente, como las ganas de BIBLIOGRAFÍA
curarse, de disfrutar de más bienestar, de
salir de la exclusión social, etc. El segundo
tipo de motivación es de índole evitativo y en American Psychiatric Association, Work Group on
términos de cesación del hábito no es menos Substance Use Disorders. Practice guidelines
for the treatment of patients with substance
importante que el anterior. Es el miedo del
use disorders: Alcohol, cocaine, opioids. Am J
fumador ante pronósticos oncológicos o car- Psychiatry 152(supl):2-59, 1995.
diológicos sombríos a corto plazo y que por
Beck AT, Wright FD, Newman CF, Liese BS: Cogniti-
fin le fuerzan a abandonar el tabaco. Es el ve Therapy of Cocaine Abuse: A Treatment
miedo de acabar en la cárcel, en caso de mal Manual, manuscrito no publicado, 1991.
cumplimiento, que siente el heroinómano
Barber JP, Mercer D, Krakauer I, Calvo N: Develop-
beneficiándose del principio judicial moderno ment of an adherence/competence rating scale
terapia-en-vez-de-castigo. Y es también el for individual drug counseling. Drug Alcohol
temor al reproche social y al fracaso que sien- Depend 43:125-132, 1996.
te el paciente sometido a controles de orina Bolla KI, Rothman R, Cadet JL: Dose-related neuro-
en caso de dar positivo. Vale la pena disponer behavioral effects of chronic cocaine use. Jour-
de este factor motivante e integrarlo con nal of Neuropsychiatry & Clinical Neuroscien-
habilidad y sentido de la proporción en el con- ces 11, 3:361-369, 1999.
junto del proceso terapéutico (Miller y Roll- Brady KT, Sonne E, Randall CL, Adinoff B, Malcolm
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Solé, J. 225
Cocaína en el derecho penal español
HERRERO ÁLVAREZ, S.
Abogado
Enviar correspondencia: Sergio Herrero Álvarez. Pintor Mariano Moré, 22, 3º A. 33206 Gijón (Asturias).
RESUMEN SUMMARY
Se examina la regulación de las drogas en el dere- A review of Spanish regulations of drug use and
cho español, contenida fundamentalmente en el Códi- trafficking, mainly in current Penal Code of 1995, is
go Penal de 1995, actualmente en vigor. También se made. Sentences given by the Supreme Court are
analizan las sentencias sobre esta materia del Tribunal also reviewed. The Spanish laws have not an specific
Supremo. La legislación penal española no contiene regulation on some questions related with drugs. Due
una regulación precisa de algunas cuestiones relativas to this, jurisprudence is extraordinarily useful to
a las drogas. Por ello, la jurisprudencia reviste gran resolve open legal questions in this field. In Spain,
importancia, al haberse encargado de rellenar esos illicit drugs are considered those which are so
vacios legales. España considera como drogas ilícitas catalogued in international treaties, as cocaine in any
las sustancias catalogadas en los tratados internacio- presentation. Drug consumption is not considered as
nales existentes, entre las que se incluye la cocaína en an offence, but it is punished with a fine. In the same
todas sus formas de preparación. El consumo de dro- way, it is permitted drug possession for self-use. Drug
gas ilegales es sancionable administrativamente con trafficking is punished with imprisonment, which
multas, pero no constituye delito. Tampoco es delito la duration depends on the risk for the health of the
tenencia de drogas para el consumo propio. El tráfico substance and on the severity of criminal behaviour.
de drogas es delito penado con prisión, cuya duración The Spanish Penal Code distinguishes between ‘soft’
depende, en parte, de la nocividad de la sustancia y, and ‘hard’ drugs, based on the risk for health. Cocaine
en parte, de la gravedad de la conducta delictiva. El is considered as a ‘hard’ drug, and its trafficking is
Código Penal distingue entre drogas “duras” y “blan- punished with imprisonment with a minimum of
das”, en función del peligro de la sustancia para la three years and a maximum of twenty years and
salud de sus consumidores. La cocaína se considera three months.
droga “dura”, y su tráfico se sanciona con pena mínima
de tres años de prisión y pena máxima que puede Key Words: Spanish Penal Code, jurisprudence,
alcanzar veinte años y tres meses de prisión. punishment, drug trafficking, self-consumption,
notorious drug quantity.
Palabras clave: Código Penal español, jurisprudencia,
penas, trafico de drogas, autoconsumo, cantidad
de notoria importancia, España.
ñol, fundamentalmente en sus sentencias misma persona o Entidad que haya obtenido
(en adelante STC) 62/1982, 122/1987 y legalmente los estupefacientes, a no ser que
127/1990. obtenga, también reglamentariamente, la
El Tribunal Supremo ha mantenido reitera- autorización o prescripción para el nuevo uso
damente la consideración como norma penal o consumo”.
en blanco del anterior artículo 344 del Código En cuanto al concepto en sí de sustancia
Penal de 1973. Ese precepto está derogado estupefaciente, la Ley 17/67 se remite a la
por el Código Penal de 1995, pero su texto relación de productos que considera y define
coincide en este aspecto con el nuevo artícu- como tales el llamado Convenio Único sobre
lo 368 CP, que lo sustituye. Como norma en estupefacientes, de 30 de setiembre de
blanco se le conceptúa, entre muchas otras, 1961, ratificado por España el 3 de setiembre
en sentencias de 11 de octubre de 1974, 22 de 1966, que es, por tanto, el primero de los
de junio de 1981, 25 de octubre de 1982, 4 tratados internacionales que complementan
de febrero de 1984, 7 de mayo de 1984, 15 y concretan la ley española. Su texto incorpo-
de noviembre de 1984, 19 de enero de 1985, ra como anexos cuatro listas de sustancias.
15 de julio de 1985, 4 de marzo de 1988, 12 La lista I comprende, entre otros productos,
de julio de 1990, 24 de diciembre de 1992, 28 el opio, la heroína, la morfina, la metadona, la
de abril de 1994, 25 de mayo 1994, 27 de cocaína y el cannabis. La lista II incluye la
setiembre de 1995, 5 de febrero de 1996, 18 codeína y el dextropropoxifeno. La lista III se
de marzo de 1996 y 11 de setiembre de refiere a preparados que no se prestan a uso
1996. En ese mismo sentido se inclina la doc- indebido y, finalmente, la lista IV se dedica a
trina penal mayoritaria. las mezclas o preparados, sólidos o líquidos,
El artículo 368 del Código, como ley penal que contengan las sustancias de las dos pri-
en blanco, deberá ser completado con la meras listas. La citada Ley española de 8 de
legislación administrativa relativa a las drogas abril de 1.967 dispone, en su artículo 2, que
ilegales, constituida esencialmente por la Ley se consideran estupefacientes las sustancias
17/67 de 8 de abril de 1967 sobre estupefa- incluidas en las listas I, II y IV del Convenio
cientes, cuyo su artículo 22 dispone: “No se Único, así como también, en lo sucesivo,
permitirán otros usos de los estupefacientes aquellas otras que se incorporen al Convenio
que los industriales, terapéuticos, científicos en el ámbito internacional, o en el ámbito
y docentes autorizados con arreglo a la pre- nacional por el procedimiento reglamentario
sente Ley. Los estupefacientes deberán ser que se establece, que se ha ido ejecutando
usados o consumidos precisamente para el posteriormente y hasta el momento a través
objeto con que hayan sido suministrados por de diversas órdenes ministeriales.
el Servicio o dispensados por las farmacias, El otro texto internacional trascendente en
considerándose prohibidos cualquier cambio esta materia es el Convenio de Viena sobre
o consumo aunque se lleve a cabo por la sustancias psicotrópicas de 21 de febrero de
Herrero, S. 229
1971, que cuenta con dos anexos, el primero el tráfico se produce con otras drogas “blan-
con cuatro listas de sustancias psicotrópicas, das” no tan nocivas. Sin embargo, el Código
referidas respectivamente a alucinógenos no determina qué sustancias concretas
(LSD, THC, DMT, STP, DOM y otros), anfeta- deban ser consideradas legalmente como
minas, barbitúricos y otras sustancias (tales especialmente dañinas. Ha tenido que ser la
como la anfepramona, el meprobamato y la jurisprudencia la que clasificara en una u otra
metacualona). Por su parte el segundo anexo categoría cada una de las drogas ilegales con-
del Convenio comprende y relaciona sustan- tenidas en los tratados internacionales ya
cias que, no siendo propiamente psicotrópi- mencionados.
cas, se consideran asimilables a ellas: entre La cocaína y todos sus derivados han sido
otras sustancias, las benzodiazepinas, el fen- siempre calificados como droga que causa
proporex y la etilanfetamina. Al igual que ocu- grave daño a la salud (STS de 25 de octubre
rre con el Convenio sobre estupefacientes, de 1983, 8 de febrero de 1984, 29 de abril de
también éste sobre psicotrópicos contiene 1985, 18 de noviembre de 1987 y 12 de julio
un mecanismo de actualización periódica de de 1990, entre muchas otras), y ello con inde-
las sustancias incluidas en sus listas anexas. pendencia de su forma de presentación o
En consecuencia, la ley penal española ha grado de pureza. Así, se ha considerado
de ser completada, en cuanto al objeto mate- droga especialmente dañina tanto el crack
rial de los delitos contra la salud pública, con (STS de 6 de febrero de 1991, 20 de enero de
los listados de drogas contenidos en los Con- 1992, 20 de mayo de 1993, 16 de noviembre
venios internacionales de los que España es de 1994 y 20 de noviembre de 1997), como
parte, de forma que la inclusión o no de una la mezcla de cocaína con heroína o speedball
sustancia determinada en dichas listas, perió- (STS de 21 de mayo de 1993), como, recien-
dicamente actualizadas, lo que determine su temente, una sustancia conteniendo cocaína
consideración legal como droga a efectos cuya pureza solo alcanzaba el 3,7% del pro-
penales en nuestro ordenamiento jurídico, y ducto (STS de 7 de noviembre de 2000).
la consecuente persecución de su tráfico.
Como drogas causantes de grave daño a la
La cocaína se encuentra incluida en el Con- salud se consideran también la heroína (STS
venio internacional de 1961 sobre estupefa- de 17 de febrero de 1984, 23 de febrero de
cientes y se considera, por tanto, como 1984, 12 de diciembre de 1984, 10 de julio de
droga ilícita en el derecho penal español, exi- 1987, 18 de enero de 1991 y 23 de enero de
giendo dicho tratado que la sustancia conten- 1992), el LSD (STS de 5 de octubre de 1983,
ga al menos un 0,2% de principio activo para 8 de febrero de 1984, 11 de mayo de 1984, 1
ser calificada como tal estupefaciente. de junio de 1984, 15 de febrero de 1988, 31
de marzo de 1990 y 28 de setiembre de
1992), la mescalina (STS de 17 de setiembre
de 1999), las anfetaminas (STS de 20 de abril
3. CATEGORÍAS LEGALES EN FUNCIÓN
de 1996, 19 de octubre de 1996, 16 de abril
DE LA NOCIVIDAD DE LA DROGA
de 1997, 1 de julio de 1997 y 3 de febrero de
1998) y las sustancias de diseño: MDMA
La ley penal española divide las drogas ile- (STS de 11 de octubre de 1993, 24 de enero
gales en dos categorías, atendiendo a la de 1994, 31 de enero de 1994, 1 de junio de
mayor o menor nocividad de sus efectos. La 1994, 25 de junio de 1994, 15 de noviembre
distinción fue introducida en la reforma del de 1994, 12 de diciembre de 1994, 10 de
Código Penal del año 1983 y aplaudida por la enero de 1995, 15 de febrero de 1995, 3 de
mayoría de la doctrina penal. Se refiere el marzo de 1995, 6 de marzo de 1995, 17 de
Código a “sustancias que causan grave daño abril de 1995, 18 de mayo de 1995, 27 de
a la salud”, cuyo tráfico se sanciona más seve- setiembre de 1995, 14 de febrero de 1996, 11
ramente, siendo menores las penas cuando de setiembre de 1996 y 10 de julio de 2000),
Herrero, S. 231
utilizados para su consumo”. Esas conductas a) Acreditación o no de la condición de con-
se reputan infracciones graves a la seguridad sumidor del portador de la droga, y de canti-
ciudadana y se sancionan administrativamen- dad habitualmente consumida por el mismo.
te con multa de importe comprendido entre b) Cantidad de droga poseída.
cincuenta mil una pesetas y cinco millones
c) Distribución de la droga en dosis ya pre-
de pesetas, a lo que debe añadirse que sus
paradas para su posible distribución y presen-
autores “podrán ser sancionados, además,
tadas en la forma habitual en el mercado ile-
con la suspensión del permiso de conducir
gal.
vehículos de motor hasta tres meses y con la
retirada del permiso o licencia de armas, pro- d) Tenencia de productos utilizados habi-
cediéndose desde luego a la incautación de tualmente para adulterar la droga.
las drogas tóxicas, estupefacientes o sustan- e) Ocupación de instrumentos utilizados
cias psicotrópicas”, según establece el artícu- habitualmente para dividir la sustancia en
lo 28 de la Ley, cuyo análisis más detallado dosis, tales como dinamómetros, balanzas
excedería del objeto de nuestro estudio. de precisión, cuchillos con señales de haber
sido calentados para cortar mejor hachís, paji-
tas de plástico para contener cocaína, peque-
ños recortes de plástico para confeccionar
5. LA PRUEBA DEL DESTINO AL TRÁFICO bolsitas termoselladas con heroína, speed o
cocaína, etcétera.
Al resultar impune penalmente la tenencia f) Circunstancias del hallazgo policial de la
de droga cuando está destinada únicamente sustancia, lugar de aprehensión y razones
al consumo propio, y delictiva cuando, al con- esgrimidas por el poseedor de la droga para
trario, tiene por finalidad su distribución a encontrarse allí.
otras personas, determinar cual de esas dos g) Incautación de cantidades notables de
intenciones animaba en cada caso al posee- dinero sin procedencia lícita justificable.
dor de la droga va a resultar crucial en múlti-
h) Existencia en poder del poseedor de la
ples procesos penales, en los que se encuen-
droga o en su domicilio de notas o contabili-
tra probada la tenencia de la sustancia pero
dades manuscritas indicativas de ventas de
sin acreditación directa de ningún acto de trá-
drogas.
fico de la misma.
i) Grabaciones, con autorización judicial, de
Cabe evidentemente, la confesión por
conversaciones telefónicas de esa persona
parte del sujeto de su intención de traficar
relativas a operaciones de compraventa de
con lo incautado, así como la posible declara-
drogas.
ción testifical de quienes habían concertado
la compra de la droga a su poseedor (STS 19 j) Trasiego continuo de consumidores de
de febrero de 1990), casos estos en los que drogas en el domicilio de la persona a la que
se contará con prueba directa del ánimo ten- se le ocupa la sustancia, con visitas muy bre-
dencial de traficar con la sustancia. Ahora ves, como indicio de posibles operaciones de
bien, cuando esas pruebas no existen, hay venta al menudeo.
que acudir a la prueba indirecta o indiciaria. k) Actitud adoptada al producirse la ocupa-
Ante el hecho, pues, de la posesión de ción policial de la droga, intentando deshacer-
droga y la alegación de su autor de dedicarla se de ella, ocultarla o darse a la fuga.
a su propio consumo, será preciso valorar Del examen detenido de todo el material
judicialmente el conjunto de indicios disponi- probatorio existente en cada caso ha de sur-
bles para inferir el destino final de la sustan- gir, motivadamente, la convicción y decisión
cia, y para esa apreciación el Tribunal Supre- judicial sobre el destino o no al tráfico ilegal
mo viene señalando como esenciales los de la droga poseída, si bien algunos de los
siguientes hechos: posibles indicios mencionados poseen esca-
Herrero, S. 233
contenido de aquélla era de 0,1 gramo, es Sin embargo, un año y medio más tarde,
claro que tal décima de gramo implicaba la se confirmó la sentencia condenatoria dicta-
existencia de 149,7 dosis de consumo, da contra el poseedor de una cantidad similar.
número que evidentemente es también signi- Afirma la STS de 29 de abril de 1995 que “los
ficativo del propósito de venta; y que el veinte gramos intervenidos con la pureza
hecho de llevar el procesado en el bolso de indicada del 24% representan casi cinco gra-
mano toda la cantidad de cocaína ocupada en mos absolutamente puros de cocaína. En
el momento de su detención, tras un servicio este caso únicamente existe el dato objetivo
de seguimiento por la policía, que sospecha- que refiere tal cantidad, pues no se encontra-
ba sus conexiones y que por ello fue seguido ron objetos complementarios que hubieran
la noche de autos desde N., donde residía, ayudado al juicio de valor. Se ha considerado
hasta C., a cuya circunstancia de llevar enci- como normal el depósito o la tenencia por
ma aquella cantidad de droga, dio la inverosí- parte del drogadicto de cantidades que
mil explicación de que se había olvidado de supongan acopio para el propio consumo
sacarla del bolso”. durante 5 días (sentencia de 28 de enero de
Por su parte, la STS de 9 de octubre de 1993), aunque es muy difícil establecer a
1992 consideró que excedía de la normal pre- priori (sentencia de 6 de marzo de 1992)
visión de acopio de un consumidor medio la reglas fijas sobre la cuantía que el drogode-
cantidad en aquel caso incautada, que ascen- pendiente precise, que dependerá de la cali-
día 13,34 gramos de cocaína. dad del producto y de las necesidades que el
Una cantidad superior a los 20 gramos de hábito le imponga”. Luego, tras diversas con-
cocaína de notable pureza no fue por sí sideraciones complementarias y el repaso de
misma denotativa de su destino al tráfico, en la principal jurisprudencia hasta entonces
la STS de 27 de octubre de 1983, que revocó existente, concluye esta sentencia que “aun-
la condena impuesta inicialmente al poseedor que no se encontraran útiles complementa-
de la droga, afirmando esta resolución que rios para el tráfico, es evidente que los 20 g.
“si al recurrente se le ocuparon 21,8 gramos exceden de los permisibles para el propio
de cocaína de una pureza del 75% y el con- consumo si el cocainómano necesitas no
sumo que hacía de tal sustancia era nada más de dos gramos diarios (sentencia de 28
menos que el de 2 gramos diarios, no es de abril de 1993). La concurrencia de princi-
posible, con tales datos, deducir de ellos que pios activos en la proporción indicada del
el acusado se dedicaba a la venta de tal pro- 24% abunda en la tesis asumida por la ins-
ducto cuando los propios jueces de instancia, tancia, pues tal grado de pureza es incluso
conscientes de no poder describir ningún excesiva para el consumo como no se la
acto concreto que supusiera tráfico de dro- corte con los habituales productos adultera-
gas, principian la narración del suceso que se dores”.
enjuicia con la penalmente inexpresiva frase Resulta pues complicado establecer, a la
de que la Policía Judicial de Zaragoza recibió vista de las resoluciones del Tribunal Supre-
una información confidencial en el sentido de mo, un límite cuantitativo de sustancia en
que Alfonso Z.F. se dedicaba a comerciar con principio destinada al autoconsumo. Un buen
cocaína, y como dicha información no apare- compendio de la doctrina jurisprudencial, con
ce en la sentencia constatada por prueba numerosas citas de resoluciones anteriores,
alguna - por lo que ningún valor en conciencia se contiene en la relevante STS de 26 de
puede dársele - y el volumen de la sustancia marzo de 1999, que confirma la absolución
aprehendida sólo permitía a su tenedor cubrir inicial decretada por la Audiencia Provincial de
sus necesidades durante 10 días, lo que no Guadalajara a favor de dos acusados, ambos
es inusual, es claro que se infringió el citado consumidores habituales de fin de semana,
artículo”, dejando sin efecto, en consecuen- que tenían en su poder conjuntamente 26
cia, la condena dictada. gramos de cocaína de elevada pureza.
Herrero, S. 235
además, circunstancias que no se concilian El texto legal configura con gran amplitud la
con la simple calidad de consumidor la pose- conducta típica delictiva, hasta el punto de
sión de la droga fuera del domicilio y escondi- hacer que se difumine o, al menos, revista
da cuidadosamente en el calzado, y no guar- enorme dificultad, la distinción técnico-jurídi-
da coherencia con el nivel económico del ca entre actos directos de ejecución delictiva
sujeto en situación de paro sin que consten (autoría en sentido propio), actos de colabora-
ingresos distintos en la fecha de autos, el dis- ción imprescindible para el delito (coautoría
poner de un vehículo provisto de teléfono por cooperación necesaria) y actos de ayuda
móvil, de 40.000 pesetas, que era el precio meramente útil, pero no estrictamente nece-
de la droga adquirida y de 36.500 en efectivo. saria, para la comisión del delito (complici-
Finalmente, el alto al automóvil por las fuer- dad). Por ello, la jurisprudencia viene decla-
zas de seguridad no fue un hecho de puro rando que la figura de la complicidad en los
azar, sino por sospechas de transporte que delitos contra la salud pública es de difícil
pasaron como tales al hecho probado. En apreciación, dada la amplia tipicidad estable-
consecuencia, y aun aceptando la cualidad de cida en el artículo 368 del Código (STS de 3
consumidor de cocaína del acusado, los ele- de marzo de 1987, 19 de setiembre de 1987,
mentos que facilita el factum son suficientes 10 de octubre de 1995, 10 de octubre de
para deducir la dedicación al tráfico”. 1997 y 4 de octubre de 2000), siendo tan
sólo posible su aplicación en supuestos de
mínima colaboración mediante conductas
auxiliares en beneficio del verdadero trafican-
7. ACTOS DE TRAFICO Y AUTORÍA te (STS de 15 de enero de 1991).
DELICTIVA En concreto, se han calificado de complici-
dad hechos como el mero acompañamiento a
los compradores para indicarles el domicilio
Sobre el concepto de tráfico afirma la STS
de quien vendía la droga (STS de 9 de julio de
de 16 de junio de 1987 que “tráfico equivale a
1987), la ocultación ocasional y de brevísima
transmisión de una cosa a otra u otras perso-
duración de una pequeña parte de la droga
nas, es decir, a traslación de la propiedad o
poseída por otro (STS de 30 de mayo de
posesión de las mismas, gratuita u onerosa-
1991, 30 de mayo de 1997 y 15 de octubre
mente, total o parcialmente, directa o indirec- de 1998) o la ayuda prestada por quien no era
tamente, siempre y cuando, claro está, la dueño de la droga a otra persona poseedora
transferencia implique promoción o favoreci- de la misma para que intentase hacerla des-
miento del consumo de drogas tóxicas, estu- aparecer ante la intervención policial inmedia-
pefacientes o psicotrópicas”. ta (STS de 16 de junio de 1995). Fuera de
El mero transporte de la droga, incluso sin esos excepcionales casos, cualquier interven-
interés económico por el transportista, cons- ción en el tráfico se considera incluida en el
tituye también acto típico penalmente, dado amplio tipo penal analizado.
que contribuye a propiciar el consumo ilegal Los delitos de tráfico de drogas no requie-
de la droga transportada por sus destinatarios ren, en ningún supuesto, el ánimo de lucro
finales. En tal sentido, afirma la STS de 30 de en su autor. Por ello, la donación de droga ha
setiembre de 1997, que “asumir el encargo sido considerada siempre como delictiva por
de transportar una cantidad de droga hasta la jurisprudencia (STS de 6 de abril de 1989,
una discoteca es poner una condición nece- 19 de mayo de 1989, 22 de octubre de 1990,
saria para cerrar el círculo de distribución de 4 de febrero de 1991, 3 de mayo de 1991, 25
tal mercancía, y en su acto de tráfico del que de enero de 1992, 14 de octubre de 1993, 26
se responde como autor”. En el mismo senti- de noviembre de 1994 y 6 de junio de 1997).
do, STS de 21 de enero de 1998 y 21 de Sin embargo, hay casos especiales de entre-
febrero de 1998. ga de drogas que el Tribunal Supremo ha con-
Herrero, S. 237
da para la infracción más grave, que se impondrá una multa de cuantía comprendida
impondrá en su mitad superior”. entre esa cifra y el triplo de la misma. El artí-
La STS de 20 de febrero de 1993 puso de culo 377 CP establece que a estos efectos
relieve el carácter de delito permanente de ese valor de la droga “será el precio final del
este tipo penal, contraponiéndolo a otros producto o, en su caso, la recompensa o
casos de delito continuado. Por su parte la ganancia obtenida por el reo, o que hubiera
STS de 18 de diciembre de 1993 consideró podido obtener”.
existente un delito único de tráfico de drogas, En la práctica judicial son tenidos en cuen-
rechazando la aplicación de la continuidad ta, como medio probatorio fundamental, los
delictiva, en un supuesto de venta a una plu- informes que elabora periódicamente la Ofici-
ralidad de compradores. También negaron la na Central Nacional de Estupefacientes
posible apreciación del delito continuado las (OCNE), dependiente del Ministerio del Inte-
STS de 18 de marzo de 1999 y 30 de setiem- rior, relativos al precio medio de las drogas en
bre de 1999. el mercado ilícito. Refiriéndose al primer
Recientemente, la STS de 3 de julio de 2000 semestre de 2001, el precio estimado por la
reiteró que “la singular estructura del delito OCNE para la cocaína adquirida por kilogra-
contra la salud pública en la modalidad de tráfi- mos es de 5.678.193 pesetas, con una pure-
co de drogas, permite entender que una plura- za media del 74%. El precio de la misma sus-
lidad de actos realizados por el mismo sujeto tancia comprada por gramos supone 9.779
que favorece el tráfico o el consumo ilegal por pesetas/gramo, con una pureza media, en
otras personas constituye un solo delito aun- esta forma de presentación, del 53%. Por
que esté integrado por varias acciones”. último, el informe cuantifica la dosis de coca-
En la misma línea, la STS de 23 de octubre ína habitual en el mercado en algo menos de
de 2000 destaca que “la naturaleza del delito un quinto de gramo (184 miligramos), con
de tráfico de droga, de mera actividad, per- una pureza del 44% y un precio de 2.190
manente y de peligro abstracto, hace difícil pesetas/dosis, lo cual equivale a un precio de
su consideración como delito continuado. En 11.902 pesetas/gramo.
su amplia expresión tipificadora se integran A las penas de prisión y multa que se impon-
tanto la posesión y tenencia para el tráfico, gan en cada caso, ha de añadirse otra pena
como los actos aislados de este tráfico y la cuando el delito haya sido cometido por empre-
reiteración de esta clase de actos, pues sario, intermediario en el sector financiero,
estos actos de disposición y entrega frag- facultativo, funcionario público, trabajador
mentaria a otras personas de las drogas en social, docente o educador, en el ejercicio de
razonable cercanía temporal se realizan ya sus respectivos cargos o profesiones. En estos
sobre un delito consumado por la mera casos, el artículo 372 CP, ordena imponer, ade-
tenencia y detentación de esas sustancias más de las penas correspondientes ordinaria-
con ánimo de entregarlas a cualquier otra mente al delito, la de “inhabilitación especial
persona con finalidad de ilícito tráfico”. para empleo o cargo público, profesión u oficio,
industria o comercio, de tres a diez años”. A los
efectos de este precepto, se consideran facul-
8. PENAS APLICABLES tativos a los médicos, psicólogos, personas en
posesión de título sanitario, veterinarios, farma-
El delito de tráfico de drogas que causan céuticos y sus dependientes.
grave daño a la salud, entre ellas la cocaína, Como supuesto todavía más grave, se
se castiga en el artículo 368 CP con pena de impondrá, junto con la pena de prisión y la de
prisión de duración comprendida entre tres y multa, la pena de inhabilitación absoluta de
nueve años y, además, con pena de multa, diez a veinte años cuando el delito fuere reali-
cuyo importe dependerá del valor de la droga zado por una autoridad, o un agente de la
objeto del delito: una vez calculado, se autoridad, en el ejercicio de su cargo.
La condena por delito de tráfico de drogas bienes puedan ser utilizados provisionalmente
conllevará, a tenor de lo dispuesto en el artí- por la policía, con las debidas garantías para
culo 374 CP, además de las penas señaladas, su conservación. Una vez sea definitivo el
el comiso de las sustancias ilícitas, que serán comiso, alcanzada la firmeza de la sentencia
posteriormente destruidas con arreglo al pro- condenatoria en que se haya acordado, los
cedimiento reglamentariamente establecido. bienes quedan adjudicados al Estado.
También serán objeto de decomiso los equi-
pos y materiales utilizados para la elaboración
de la droga y, en general, los vehículos,
buques, aeronaves y otros posibles bienes y 9. TIPOS AGRAVADOS DE TRAFICO DE
efectos de cualquier naturaleza que hayan DROGAS
servido de instrumento para la comisión del
delito. Por último, serán igualmente decomi- Además de la distinción que efectúa el artí-
sados todos los bienes provenientes del tráfi- culo 368 CP entre drogas “duras” y “blan-
co y las ganancias obtenidas con ellos, cua- das”, el artículo 369 CP establece otra impor-
lesquiera que sean las transformaciones que tante diferencia entre conductas básicas de
hayan podido experimentar. tráfico de drogas y actuaciones especialmen-
Se exceptúan del comiso los bienes e ins- te graves. Al tipo básico de tráfico de cocaína
trumentos de lícita posesión que pertenezcan le corresponden las penas ya examinadas. En
a un tercero de buena fe no responsable del los supuestos de tráfico especialmente grave
delito, por ejemplo, el titular del vehículo que las penas a imponer serán la de prisión con
lo cede o alquila al autor del tráfico sin cono- duración de nueve años a trece años y seis
cer que va a ser utilizado para la comisión del meses, y además la de multa de cuantía
mismo. entre el valor de la droga y el cuádruplo del
mismo.
Dispone también el Código Penal la posibili-
dad de que los bienes, efectos e instrumen- Existen en el Código Penal nueve supues-
tos objeto del comiso puedan ser aprehendi- tos distintos de tráfico especialmente grave,
dos y puestos en depósito desde el primer recogidos en el citado artículo 369, coinciden-
momento del proceso penal por la autoridad te en su contenido con el anterior artículo
judicial, con el fin de garantizar la efectividad 344 bis a) del Código Penal de 1973.
del comiso. Incluso puede acordar el juez que De esos nueve tipos agravados el que
durante la tramitación del procedimiento esos mayor problema interpretativo suscita es el
Herrero, S. 239
CUADRO 3
de su apartado 3º, relativo a los casos en que conceptos relativos, precisados de concre-
“fuere de notoria importancia la cantidad de ción judicial, ha sido reiteradamente admitida
drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias por el Tribunal Supremo y por el Tribunal
psicotrópicas objeto de las conductas a que Constitucional, encontrándose pues zanjada
se refiere el artículo anterior”. Nos detendre- la cuestión (STS de 16 de diciembre de 1986,
mos en su análisis. 11 de noviembre de 1989, 12 de febrero de
El texto legal no se pronuncia sobre la can- 1993, 17 de junio de 1993 y 25 de noviembre
tidad de droga a partir de la cual se pueda de 1996; STC 62/82 y 133/87).
considerar de notoria importancia, dejando En líneas generales, la jurisprudencia ha
pues su concreción a la labor jurisprudencial, venido estableciendo como razón de la agra-
lo que ha motivado abundantes y duras críti- vación el mayor peligro potencial que supone
cas doctrinales contra la utilización de un con- para la salud pública una cantidad elevada de
cepto jurídico tan sumamente indeterminado. droga, al poder alcanzar su difusión a un
Se aduce que la creación de un tipo penal número considerable de personas (STS de 12
absolutamente abierto supone atribuir al juez de febrero de 1993 y 28 de abril de 1995).
la facultad libérrima de determinar los El límite concreto de la notoria importancia
supuestos de hecho en los que va a imponer- se ha señalado por el Tribunal Supremo calcu-
se una pena superior en grado, lo cual resulta lando la cantidad que supondrían 200 dosis
muy difícilmente compatible con la necesidad medias de cada tipo de droga (STS de 9 de
de taxatividad de los tipos penales y con el octubre de 1987). Con ese criterio, ha afirma-
propio principio de legalidad. No obstante, la do que la cantidad de notoria importancia se
constitucionalidad del uso de este tipo de iniciaría a partir de 120 gramos de cocaína
Herrero, S. 241
vención general, que se vería seriamente Convalida esta resolución el criterio de la
comprometida en el caso de que se modifica- Audiencia Provincial que había inaplicado la
ra al alza el elemento de notoria importancia notoria importancia “porque entendió que el
que examinamos”. acusado, que era consumidor de tal clase de
En cualquier caso, es preciso destacar que droga, tenía destinada para su propio consu-
lo que se tiene en cuenta para comprobar si mo alguna parte de la cantidad de cocaína
se ha superado el tope de la notoria impor- que poseía, cifrando tal parte en treinta gra-
tancia no es el peso total de la sustancia mos, con lo cual, ya se calculara sobre el
incautada, sino la parte de ese peso corres- peso bruto, ya sobre el resultante de droga
pondiente a droga pura, descontando la parte pura, en ningún caso la cantidad destinada a
que corresponda a adulterantes o excipientes terceros sobrepasaría la cifra de 120 gramos
(STS 19 de diciembre de 1988 y 13 de que viene siendo considerada como límite
noviembre de 1989). De esa forma, de un mínimo”.
alijo, por ejemplo, de 200 gramos de cocaína, Se continua añadiendo que “la cifra de 30
con una pureza del 55%, se computarán sólo gramos calculada por la sentencia recurrida
los 110 gramos de sustancia pura, con lo que como la que el acusado tenía para su consu-
no se aplicará el tipo agravado, ya que este mo personal se encuentra dentro de lo razo-
se inicia con los 120 gramos mencionados de nable, conforme a los datos que al efecto se
esa droga. nos ofrecen como probados. Un consumo de
2 a 4 gramos diarios para unos 10 días alcan-
Igualmente hay que advertir que la jurispru-
zan como total los mencionados 30 gramos.
dencia viene descontando también, para com-
Por otro lado, el límite indicado de 120 gra-
probar la superación de la barrera de la notoria
mos para la aplicación de la agravación espe-
importancia, la parte de la droga poseída que
cífica que estamos examinando y la reduc-
se encuentre destinada al autoconsumo. Así
ción de la cantidad que se calcula para el
pues, en los casos en que se considere pro-
autoconsumo cuando el reo al tiempo que
bado, por una parte, la posesión de cierta can-
traficante es adicto al uso de la droga, son
tidad de droga destinada al tráfico y, por otro
doctrina reiterada de esta Sala de lo Penal del
lado, la adicción del sujeto a esa sustancia y el
Tribunal Supremo”.
consiguiente destino de una parte de lo pose-
ído al consumo del mismo, habrá que deducir La STS de 19 de julio de 2000 mantuvo la
esta última parte del total del alijo para deter- inaplicación del tipo agravado por la notoria
minar si el resto, objeto del tráfico ilícito, importancia a una condenada sorprendida en
supera o no el límite de la notoria importancia el Aeropuerto de Madrid-Barajas con 445,3
(STS de 15 de octubre de 1991, 30 de abril de gramos de cocaína en el doble fondo de sus
1993, 9 de diciembre de 1994, 19 de setiem- zapatos. Como la droga tenía una riqueza del
bre de 1995 y 19 de julio de 2000). 46,6%, el alijo contenía 207,5 gramos de
cocaína pura, sobrepasando, pues, el límite
Para hacer la deducción expresada, la sen- jurisprudencial de 120 gramos de sustancia.
tencia deberá determinar la cantidad de Sin embargo, esta sentencia señala que, en
droga que considera probado fuese a dedicar- el caso concreto enjuiciado, había “quedado
se al autoconsumo del acusado, siendo lla- acreditado del análisis del cabello de la proce-
mativo que en algunas resoluciones se seña- sada llevado a cabo por el Instituto Nacional
lan al respecto cantidades ciertamente de Toxicología, que la misma ha venido con-
elevadas. Como muestra servirán dos. sumiendo cocaína de forma habitual y reitera-
La STS de 19 de setiembre de 1995 confir- da desde mayo de 1998 hasta su detención”.
mó la condena, dictada sin aplicar la agrava- Por ello, se continua, “no es descartable que
ción por notoria importancia, contra el posee- parte de la sustancia que transportaba Fran-
dor de 209 gramos de cocaína de una pureza cesca estuviera destinada a su propio consu-
comprendida entre el 63 y el 68%. mo. Dada la relativa proximidad de las cifras
Herrero, S. 243
podría haber establecido otra segunda referi- inciso 1º, pues si así lo hiciéramos dejaríamos
da a los casos extremos al respecto, pero no a este inciso sin contenido (interpretación
lo ha hecho así, pues no habla de extrema abrogatoria prohibida por el art. 117.1 de la
cantidad, sino de extrema gravedad”. Constitución Española). Ahora bien en el lado
¿Cuales son entonces los casos en que opuesto de la organización están los meros
deba aplicarse este tipo hiperagravado?. La peones a quienes se encomiendan funciones
STS que estamos comentando señala que ha subalternas, que carecen de toda capacidad
de atenderse, fundamentalmente, a cinco de decisión. Entendemos que a estos meros
grupos de elementos que sistematiza así: subalternos no cabe aplicar nunca la agrava-
ción específica aquí estudiada. A tales perso-
“1. Aunque no único, como ya hemos nas de último rango la sociedad no les repro-
dicho, el criterio de la cantidad, ha de ser con- cha una “conducta de extrema gravedad” que
siderado imprescindible en estos casos. Si de parece habrá de aplicarse solamente a los
cantidades pequeñas o normales se tratara, jefes, administradores o encargados, por apli-
parece claro que nunca habría de aplicarse la cación del inciso 2º, o a los escalones inter-
agravación de segundo grado a que nos esta- medios por aplicación del 1º.
mos refiriendo.
5. Otro criterio que podría tenerse en cuen-
2. Otro criterio para la valoración de la ta es si se actúa en interés propio o al servi-
extrema gravedad puede ser el de que con- cio de otra persona, para excluir de tal extre-
curran en el supuesto varias de las conductas ma agravación a estos últimos”.
relacionadas en el art. 344 bis a). Sin embar-
La STS de 16 de febrero de 1999 aplicó el
go, la del nº 6 (pertenencia a una organiza-
tipo hiperagravado en un supuesto de trans-
ción, aun transitoria) parece que poco puede
porte de 1.754 kilogramos de cocaína.
añadir a la reprochabilidad del hecho, pues se
pruebe o no su existencia, es lógico pensar Por su parte, la STS de 20 de marzo de
que una organización siempre ha de existir 1999, resumiendo la jurisprudencia anterior
para traficar con droga en las cantidades insiste en que “la propia indeterminación del
concepto extrema gravedad exige una inter-
extremas a que nos estamos refiriendo ...
pretación restrictiva y de minucioso examen
3. Otro elemento que puede determinar un en cada caso concreto”, añadiendo que “en
mayor reproche social contra estas conduc- esa línea restrictiva la jurisprudencia señala
tas, puede ser el uso de elementos especial- como elementos que han de tomarse en con-
mente preparados para este tráfico ilícito, sideración los siguientes: el criterio de la can-
como ocurrió en el caso presente en que se tidad como ineludible aunque no único; la
utilizó un remolque frigorífico preparado para concurrencia simultanea de varias de las
transporte de fruta en el que se había cons- agravaciones que se recogen en el precepto;
truido un departamento aislado donde se y el uso de grandes elementos de transporte
ocultaba la mercancía prohibida. especialmente preparados para el tráfico ilíci-
4. Ha de tenerse en cuenta, además, el to (fletaje de barcos, camiones de un cierto
papel que cada acusado desempeña en el tonelaje, etc)”.
hecho. Los jefes, administradores o encarga- En igual dirección, resalta la STS de 9 de
dos de la organización prevista como agrava- octubre de 1999, que “el legislador, tanto en
ción específica en el nº 6 del art. 344 bis a) en el Código de 1973 como en el vigente de
el mismo precepto que estamos examinando, 1995, ya ha previsto una agravación importan-
pero en un inciso segundo separado por la te de la pena por la llamada agravación de pri-
conjunción disyuntiva “o” tienen asignada la mer grado, es decir, la notoria importancia, y
misma pena con que se sancionan los casos la agravación de segundo grado solo puede
de extrema gravedad. Por ello, no puede exi- referirse a casos extremos en que nos
girse tal condición (de jefes, administradores encontremos ante una cantidad de droga
o encargados) para aplicar la agravación del enormemente elevada, ciertamente extrema
Herrero, S. 245
no cabe duda que debe tenerse en cuenta el Analizada ya la jurisprudencia relativa a este
papel o rol que hayan podido jugar los acusa- concepto jurídico indeterminado, resulta obli-
dos en la operación en cada caso concreto, gado repetir aquí, con más motivo, la crítica
pues, insistimos, la norma nos habla de ya formulada a la desproporción punitiva que
acción peligrosa y ese peligro no puede acha- existe con otros delitos que se encuentran
carse lo mismo a personas que juegan un entre los más graves del Código Penal. Que
papel importante y decisivo en la acción una conducta de tráfico de drogas, por más
delictiva que a aquellos que son simples grave que llegue a ser, pueda ser castigada
mandatarios o asalariados. Así a guisa de con una pena máxima (veinte años y tres
ejemplo, no se puede aplicar el mismo bare- meses de prisión) superior incluso a la pena
mo de peligrosidad o medir por el mismo máxima imponible por un delito de asesinato
(veinte años) nos parece manifiestamente
rasero al capitán del buque que transporta la
injusto.
droga que a un simple marinero aunque sea
también componente de la tripulación”.
En el caso concreto objeto de la sentencia,
se había aprehendido 118 kg de cocaína, de la 11. CONCLUSIONES
que el Tribunal Supremo afirma que “es cierto
que nos encontramos ante una cantidad de El examen efectuado de la regulación en el
droga muy elevada e importante, que podría derecho penal español y de la producción
determinar la aplicación de la agravación en jurisprudencial sobre la cocaína nos conduce
conjunción con otras circunstancias, aun a las siguientes conclusiones:
cuando tampoco puede calificarse de extre-
a) El derecho español considera como dro-
ma o absolutamente excepcional”. Sin embar-
gas ilícitas las sustancias definidas como
go, continua afirmando esta resolución “en el tales en los Convenios internacionales sobre
caso actual al margen de la cantidad de droga la materia, entre las que se incluye la cocaína
ocupada no se aprecia la concurrencia de en todas sus formas de preparación (clorhi-
otras circunstancias de agravación del art. drato de cocaína, crack u otras) y con inde-
369, pues la sala sentenciadora no estima pendencia del grado de pureza con que se
acreditada la pertenencia a una organización, presente el producto final.
ni consta tampoco que el velero de recreo
b) El consumo de las drogas mencionadas
utilizado para el transporte dispusiese de es ilegal en España, por lo que puede ser
compartimentos ocultos o estuviese espe- sancionado administrativamente con multas.
cialmente acondicionado o preparado para Sin embargo, no constituye delito. Tampoco
ese tráfico ilícito. Por otra parte, desde la es delito la tenencia de dichas sustancias
perspectiva subjetiva, no consta que los acu- destinada al autoconsumo de su poseedor y
sados representasen un papel principal en la sin ánimo de transmisión a otras personas,
formación o diseño de la operación sino que pero esa intención de tráfico de la sustancia
más bien se presentan como simples colabo- se presume cuando lo poseído supera clara-
radores últimos o recaderos del tráfico ilícito mente el acopio previsible para un consumo
de que se trata, apareciendo en el primer de pocos días. En muchas ocasiones se plan-
plano y corriendo el máximo riesgo al partici- tean dificultades probatorias a la hora de dilu-
par en las fases más comprometidas de la cidar el destino o no al tráfico ilegal de la
operación, pero sin constancia de que sus droga incautada a su tenedor.
conductas vayan más allá de esta interven- c) Se considera legalmente tráfico de dro-
ción, directa e inmediata pero no necesaria- gas cualquier acción de difusión, distribución
mente principal”. En consecuencia, no se apli- o entrega de la sustancia a otras personas, o
ca el tipo hiperagravado por la extrema de favorecimiento del consumo ilegal por
gravedad. ellas. El tráfico de drogas se califica como
Herrero, S. 247
Indice
Presentación. Gonzalo Robles ..................................................................................................................................................................................................................................................... 5
APROXIMACIÓN HISTÓRICA A LA COCAÍNA. DE LA COCA A LA COCAÍNA.
Historical aproximation to cocaine. From coca to cocaine.
Pascual Pastor, F. ............................................................................................................................................................................................................................................................................................ 7
EPIDEMIOLOGÍA DEL USO/ABUSO DE COCAÍNA.
Epidemiology of use/abuse of cocaine.
Bobes, j.; Sáez, P.A.; González M.P.; Bascarán, M.T. .............................................................................................................................................................................................................. 23
COCAÍNA: ASPECTOS FARMACOLÓGICOS.
Cocaine: pharmacologia aspects.
Lizasoain, I.; Moro, M.A.; Lorenzo, P. ................................................................................................................................................................................................................................................ 37
PERSONALIDAD Y USE-ABUSO DE COCAÍNA.
Personality and use-abuse of cocaine.
Sáiz, P.A.; González, M.P.; Paredes, B.; Martínez, S.; Delgado, J.M. .......................................................................................................................................................................... 47
VIDA SOCIAL DE LA COCAÍNA.
Cocaine social life.
Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernández, C.; Gil, E.; Llopis, J.J........................................................................................................................................................................... 61
USO RECREATIVO DE COCAÍNA POR LOS JÓVENES DE LA COMUNIDAD VALENCIANA.
Cocaine recreational use in Valencia region.
Torres Hernández, M.A. ............................................................................................................................................................................................................................................................................. 105
USO RECREATIVO DE COCAÍNA Y ASUNCIÓN DE RIESGOS: RESULTADOS CONVERGENTES EN CUATRO
MUESTRAS.
Recreational use of drugs and coping with risks: convergent findings across four samples.
Calafat Far, A.; Fernández Gómez, C. Juan Pérez, M. ........................................................................................................................................................................................................... 123
DEPENDENCIA, INTOXICACIÓN AGUDA Y SÍNDROME DE ABSTINENCIA POR COCAÍNA.
Dependence, acute intoxication and withdrawal syndrome in cocaine users.
Llopis Llácer, J.J. ............................................................................................................................................................................................................................................................................................ 147
COMPLICACIONES ORGÁNICAS DE LA COCAÍNA.
Medical complications induced by cocaine.
Balcells Oliveró, M.. ..................................................................................................................................................................................................................................................................................... 167
COMPLICACIONES PSICÓTICAS DEL CONSUMO DE COCAÍNA.
Psycotic complications in cocaine dependence.
Roncero, J.; Ramos, J.A.; Collazos, F.; Casas, M. .................................................................................................................................................................................................................... 179
APROXIMACIÓN TERAPÉUTICA DE LA DEPENDENCIA DE COCAÍNA.
Therapeutic appproach to cocaine dependence.
San Molina, L.; Arranz Martí, B.. ......................................................................................................................................................................................................................................................... 191
TRATAMIENTO DEL CONSUMO DE COCAÍNA. INTEGRANDO PSICOTERAPIA Y FARMACOTERAPIA.
Cocaine abuse treatment. Integrating psychotherapy and pharmacotherapy.
Solé Puig, J........................................................................................................................................................................................................................................................................................................ 209
COCAÍNA EN EL DERECHO PENAL ESPAÑOL.
Cocaine in the spanish penal code.
Herrero Álvarez, S. ........................................................................................................................................................................................................................................................................................ 227