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Por lo general, los desordenes nutricionales que inhiben solo ligeramente el crecimiento
y desarrollo no son caracterizados por síntomas visibles específicos. Los síntomas se
hacen claramente visibles cuando una deficiencia es aguda y se deprimen notablemente
la tasa de crecimiento y el desarrollo. Sin embargo, hay excepciones. Por ejemplo, los
transitorios síntomas visibles de deficiencia de magnesio en cereales que pueden
algunas veces observarse bajo condiciones de campo durante la extensión caulinar no
tienen efecto perjudicial en el final desarrollo del grano. Además, muchas especies de
plantas anuales y perennes de la vegetación natural, particularmente aquellas adaptadas
a sitios pobres en nutrientes, ajustan su tasa de crecimiento al nutriente más limitante y,
de este modo, no se desarrollan síntomas visibles de deficiencia.
El diagnóstico en base a los síntomas visuales requiere de una aproximación
sistemática que se resume en la Tabla 12.1. Los síntomas aparecen preferentemente en
cualquiera hojas viejas ó jóvenes, dependiendo de si el nutriente mineral en cuestión sea
retranslocado rápidamente (Sección 3.5). El patrón de distribución de los síntomas
puede también modificarse según el método empleado para inducir la deficiencia, i.e.,
permanente suministro insuficiente ó súbita interrupción de un alto suministro (Sección
3.5).
12.3.1 General ←
El uso del análisis químico del material vegetal para propósitos de diagnóstico está
basado en la suposición de que existen relaciones causales entre la tasa de crecimiento
de las plantas y el contenido de nutrientes en la materia seca ó fresca caulinar, ó con la
concentración de nutrientes en la savia tisular exprimida. La composición de elementos
minerales en los tejidos vegetal es usualmente expresada como contenido por unidad de
peso seco ó fresco (e.g., mg g-1 peso seco). Aunque el término concentración que es
usado frecuentemente de manera sinónima, se refiere en sentido estricto a un volumen
(e.g., mg l-1). Dependiendo del nutriente mineral, especie y edad de la planta, difiere la
parte ú órgano de la planta más conveniente para este propósito, así como si sí ó no
debe determinarse el contenido total ó solo una cierta fracción del nutriente mineral
(e.g., extractable con agua). En general el estado nutricional de una planta se refleja
mejor en el contenido de elementos minerales de las hojas que en otros órganos de la
planta. De este modo las hojas son usualmente usadas para el análisis vegetal. Para
algunas especies y para ciertos nutrientes minerales, los contenidos de nutrientes en la
materia seca pueden diferir considerablemente entre las laminas foliares y los pecíolos,
y algunas veces los pecíolos son un indicador más adecuado del estado nutricional. En
árboles frutales el análisis de las mismas frutas es el mejor indicador, especialmente
para calcio y boro en relación a la calidad del fruto y propiedades de almacenamiento.
Bajo ciertas condiciones climáticas, en particular estrés por sequía durante el llenado de
la semilla, el contenido de zinc en las semillas de leguminosas parece ser un parámetro
más sensible al suministro de fertilizante de zinc que, por ejemplo, el análisis foliar.
Las muestras a partir de plantas cultivadas en campo se contaminan
frecuentemente por el polvo ó aspersiones y requieren procedimientos de lavado. Los
problemas más severos en el uso del análisis de la planta para propósitos de diagnóstico
son las frecuentes fluctuaciones a corto plazo en los contenidos de nutrientes (e.g.,
“efecto dilución” por el rápido crecimiento). Es particularmente difícil establecer
contenidos de nutrientes minerales que se consideren que reflejen un rango de
deficiencia, suficiencia, ó toxicidad en relación a los efectos de factores ambientales así
como al genotipo de la planta y a la etapa de desarrollo de las plantas y hojas. Por
ejemplo, el porcentaje de materia seca usualmente se incrementa con la edad de las
plantas ú órganos, ó a elevadas concentraciones de CO2 debido a la acumulación de
almidón con una correspondiente declinación en las concentraciones críticas de
deficiencia de los nutrientes minerales. A elevadas concentraciones de CO2 los menores
contenidos foliares críticos de nitrógeno en las hojas de especies C3 están también
relacionados con menor Rubisco, mientras que los contenidos foliares críticos de
fósforo tienden a ser mayores por razones que no son claras. Son de crucial importancia
por lo tanto la estricta estandarización del procedimiento de muestreo y la
disponibilidad de datos referencia adecuados para el análisis foliar. El uso de relaciones
de nutrientes en vez de contenidos es otra aproximación para tratar esta dificultad
(Sección 12.3.4). Para revisiones más recientes sobre el análisis vegetal para propósitos
de diagnóstico el lector es referido a Reuter & Robinson (1986); Martin-Prével et al.
(1987); Bergmann (1988, 1992); Walworth & Summer (1988); Jones (1991) y Heinze &
Fiedler (1992).
Fig. 12.2 Relación entre el contenido de manganeso en laminas foliares emergidas más jóvenes y peso
seco caulinar en cebada cultivada en una cámara de crecimiento (A) y bajo condiciones de campo (B). (A
partir de Hanaam et al., 1987)
Usualmente, se toma como un punto de referencia una cifra del 90% del máximo
desarrollo materia seca a fin de definir el CDC de un nutriente mineral. En un sistema
de baja entrada el punto de referencia es solo el 80% del máximo desarrollo materia
seca, los CDCs son correspondientemente inferiores en la materia seca caulinar, por
ejemplo para fósforo en maíz y caupí. En las comparaciones de datos en literatura sobre
el CDC, son frecuentemente pasadas por alto las diferencias en el punto de referencia
El método empleado para determinar el CDC es también importante y
contribuye en diferentes valores, como se ha demostrado para magnesio en trébol
subterráneo, donde los valores del CDC para las plantas proporcionadas
permanentemente con un bajo suministro han sido comparados con los de plantas donde
se interrumpió súbitamente un alto suministro. Es improbable que el último
procedimiento refleje la situación bajo condiciones de campo. La interrupción súbita del
suministro de nutrientes conduce a CDCs inusualmente altos para varios nutrientes, ya
que las plantas en rápido crecimiento se hacen de repente totalmente dependientes de la
removilización y retranslocación de los nutrientes minerales.
En vista de los varios factores discutidos arriba, y también en las siguientes
secciones, puede parecer más apropiado y realista el uso de un “rango” de valores (e.g.,
rango crítico de deficiencia) que el de un solo valor (e.g., 12 µg g-1). Por lo menos debe
tenerse en mente que el uso de un solo valor abarca un rango de contenidos y que la
probabilidad de deficiencia ó suficiencia se incrementa, con el grado de desviación de
este único valor. Se muestra en la Fig. 12.3 en una presentación esquemática el patrón
general de relaciones entre el crecimiento de la planta y los contenidos de nutrientes
minerales en el tejido vegetal. Hay un porción ascendente de la curva donde el
crecimiento cualquiera se incrementa abruptamente sin un marcado incremento en el
contenido de nutrientes (I y II) ó donde el incremento en crecimiento y contenido de
nutrientes minerales están estrechamente relacionados (III). Esto es seguido por una
porción más ó menos plana donde el crecimiento no está limitado por los nutrientes y se
incrementa marcadamente el contenido de nutrientes (IV y V) y, finalmente, una
porción donde el contenido excesivo de nutrientes causa toxicidad y una
correspondiente declinación en el crecimiento (VI).
Fig. 12.3 Relación entre el contenido de nutrientes (e.g., mg g-1 materia seca) y el crecimiento ó
desarrollo (arriba) y ejemplos del contenido de nutrientes en la materia seca de hojas de soya en varios
rangos de suministro de nutrientes (abajo).
Después del suministro del nutriente mineral, la edad fisiológica de la planta ó de sus
partes es el factor más importante que afecta el contenido de nutrientes minerales en la
materia seca de la planta. Con excepción del calcio y algunas veces del hierro y del boro
(Sección 9.7) hay usualmente una declinación bastante clara en el contenido de
nutrientes minerales en la materia seca como envejezca la planta y el órgano. Esta
declinación es causada principalmente por un incremento relativo en la proporción del
material estructural (paredes celulares y lignina) y de compuestos de almacenamiento
(e.g., almidón) en la materia seca. Los contenidos de nutrientes minerales que
corresponden al rango adecuado ó critico de deficiencia son por lo tanto menores en
plantas viejas que en jóvenes. Por ejemplo, en grano de sorgo el CDC del fósforo en la
materia seca foliar ha mostrado disminuirse desde cerca de 0.4% a 0.2% a lo largo de la
temporada de crecimiento. En cebada cultivada en campo el contenido de potasio en la
materia seca caulinar disminuyó desde 5-6% en plantas jóvenes a cerca del 1% llegando
a la maduración, aunque las plantas estuvieron bien suplidas con potasio. En este caso
la declinación en el contenido fue exclusivamente un “efecto dilución” ya que la
concentración de potasio en el agua tisular (representativa principalmente de la savia
vacuolar) permaneció bastante constante a ~100 mм a lo largo de la temporada.
Las complicaciones que surgen a partir de los cambios en el contenido crítico de
deficiencia con la edad pueden ser reducidas al muestrear tejidos a edades fisiológicas
específicas. Por ejemplo, como se muestra en la Tabla 12.2, en trébol el nivel crítico de
deficiencia de cobre en toda la parte aérea de la planta disminuyó drásticamente con la
edad pero permaneció bastante constante a ~3 μg en las laminas foliares más jóvenes a
lo largo de la temporada.
Tabla 12.2 Contenido crítico de deficiencia (CDC) del cobre (a máximo desarrollo) en trébol subterráneo
y órganos de la planta y edad de la planta a
Edad de la planta (días después de la siembra)
Parte de la planta 26 40 55 98 Fb
Toda la parte aérea 3.9 3.0 2.5 1.6 1.0
Lamina foliar abierta más joven 3.2 ~3 ~3 ~3 ~3
a
CDC expresado como mg g-1 peso seco. En base a Reuter et al. (1981).
b
Floración temprana
El uso de las hojas más jóvenes, sin embargo, solo es adecuado para aquellos
nutrientes minerales que cualquiera no son retranslocados ó son retranslocados solo a un
muy limitado grado desde las hojas maduras a las nuevas áreas de crecimiento, esto es,
cuando se presenta primero la deficiencia en las hojas jóvenes y en el ápice caulinar
(Tabla 12.1). La situación es diferente para potasio, nitrógeno, y magnesio; ya que los
contenidos de estos nutrientes minerales se mantienen bastante constantes en las hojas
expandidas más jóvenes, las hojas maduras son mucho mejores indicadores del estado
nutricional de la planta, como se muestra para potasio en la Fig. 12.4. Aquí, la hoja más
joven no es un indicador adecuado debido a que los niveles de potasio que indican
deficiencia y toxicidad varían solo entre 3.0 y 3.5%, respectivamente, comparando con
1.5 y 5.5% en hojas maduras. Esto ilustra la necesidad de usar hojas maduras para
evaluar el estado nutricional de los nutrientes minerales que son rápidamente
retranslocados en las plantas.
Fig. 12.4 Relación entre el peso seco caulinar y el contenido de potasio en hojas maduras y más jóvenes
de plantas de tomate cultivadas en soluciones nutritivas con varias concentraciones de potasio. Texto:
contenidos críticos calculados.
Tabla 12.4 Contenido de nutrientes minerales en acículas de diferentes edades del abeto de Noruega
(Picea abies Karst) a
Edad de las acículas (años)
Nutriente mineral 1 2 3 4
Nitrógeno 1.79 1.76 1.46 1.22
Fósforo 0.20 0.17 0.14 0.13
Potasio 0.63 0.56 0.47 0.44
Magnesio 0.04 0.04 0.03 0.03
Calcio 0.28 0.40 0.50 0.59
a
Contenidos de nutrientes minerales expresados como un porcentaje del peso seco. En base a Bosch
(1983).
Los contenidos críticos de deficiencia difieren entre la especie vegetal aún cuando se
hacen comparaciones para los mismos órganos en la misma edad fisiológica. También
es cierto para el rango adecuado. Estas variaciones están principalmente basadas en las
diferencias en el metabolismo de la planta y en la constitución de la planta, como por
ejemplo, las diferencias en la demanda genotípica de calcio y boro en las paredes
celulares. Cuando se cultivan bajo las mismas condiciones el CDC del boro en la
materia seca de la hoja más joven completamente expendida es de 3 µg g-1 en trigo, 5 µg
g-1 en arroz, pero tan alto como 35 µg g-1 en soya y 34 µg g-1 en girasol. Las especies
vegetales nativas de hábitats ricos en nutrientes parecen tener superiores
concentraciones críticas de deficiencia del potasio en los vástagos (~100 mм) que las
especies de hábitats pobres en nutrientes (~50 mм). Son dados en la Tabla 12.5 datos
representativos de los rangos adecuados de nutrientes en especies seleccionadas. Puede
encontrarse datos más extensivos y detallados, incluyendo contenidos de deficiencia y
toxicidad en Chapman (1966); Jones (1967; 1991), Bergmann & Neubert (1976) y
Drechsel & Zech (1991).
Como se muestra en la Tabla 12.5 los contenidos de macronutrientes en el rango
adecuado son de ordenes similares de magnitud para las varias especies vegetales; una
excepción es el calcio, el contenido del cual es sustancialmente inferior en
monocotiledóneas. En todas las especies el rango adecuado es relativamente estrecho
para el nitrógeno, debido a que los contenidos de lujo del nitrógeno tienen efectos
desfavorables sobre el crecimiento y composición de la planta (Sección 8.2.5). En hojas
de manzano, por ejemplo, un contenido de nitrógeno de más del 2.4% frecuentemente
afecta desfavorablemente al color y almacenamiento del fruto. Por otro lado, el rango
adecuado para el magnesio es usualmente más amplio, pero principalmente por los
efectos de competencia con el potasio; con altos contenidos de potasio, también se
requieren altos contenidos de magnesio para asegurar un adecuado estado nutricional
del magnesio.
Tabla 12.5 Contenidos de nutrientes minerales en el rango adecuado de algunas especies representativas
anuales y perennes a
Contenidos (% peso seco) Contenidos (mg kg-1 peso seco)
Especie (órgano) N P K Ca Mg B Mo Mn Zn Cu
Trigo de invierno 3.0-4.5 0.3-0.5 2.9-3.8 0.4-1.0 0.15-0.3 5-10 0.1-0.3 30-100 20-70 5-10
(vástago entero, etapa de embuchamiento)
Ryegrass 3.0-4.2 0.35-0.5 2.5-3.5 0.6-1.2 0.2-0.5 6-12 0.15-0..5 40-100 20-50 6-12
(vástago entero)
Remolacha azucarera 4.0-6.0 0.35-0.6 3.5-6.0
b 0.7-2.0 0.3-0.7 40-100 0.25-1.0 35-100 20-80 7-15
(hoja madura)
Algodón 3.6-4.7 0.3-0.5 1.7-3.5 0.6-1.5 0.35-0.8 20-80 0.6-2.0 35-100 25-80 8-20
(hoja madura)
Tomate 4.0-5.5 0.4-0.65 3.0-6.0 3.0-4.0 0.35-0.8 40-80 0.3-1.0 40-100 30-80 6-12
(hoja madura)
Alfalfa 3.5-5.0 0.3-0.6 2.5-3.8 1.0-2.5 0.3-0.8 35-80 0.5-2.0 30-100 25-70 6-15
(brotes superiores)
Manzano 2.2-2.8 0.18-0.30 1.1-1.5 1.3-2.2 0.20-0.35 30-50 0.1-0.3 35-100 20-50 5-12
(hoja madura)
Naranjo (Citrus ssp.) 2.4-3.5 0.15-0.3 1.2-2.0 3.0-7.0 0.25-0.7 30-70 0.2-0.5 25-125 25-60 6-15
(hoja madura)
Abeto de Noruega 1.35-1.7 0.13-0.25 0.5-1.2 0.35-0.8 0.1-0.25 15-50 0.04-0.2 50-500 15-60 4-10
(acículas de 1-2 años de edad)
Roble, haya 1.9-3.0 0.15-0.30 1.0-1.5 0.3-0.5 0.15-0.30 15-40 0.05-0.2 35-100 15-50 6-12
(hojas maduras)
a
En base a Bergmann (1988, 1992).
b
Contenido de sodio debajo de 1.5%.
Hay todo un rango de interacciones no específicas así como específicas entre los
nutrientes minerales en las plantas lo cual afecta los contenidos críticos. Un ejemplo
típico de una interacción no específica es mostrado en la Tabla 12.6 para nitrógeno y
fósforo. El CDC del nitrógeno se incrementa como el contenido de fósforo se
incremente y viceversa. Similarmente en maíz, a bajo contenido de fósforo un
incremento en el contenido de nitrógeno de la hoja de la mazorca desde 2.1 a 2.9% tiene
poco efecto en el desarrollo, pero a alto contenido de fósforo el desarrollo continuara
incrementándose como el contenido de nitrógeno en la hoja de la mazorca se elevara del
3%.
Tabla 12.6 Efecto del contenido del fósforo en el follaje en el contenido crítico de deficiencia (CDC) del
nitrógeno y viceversa en Araucaria cunninghamii a
Contenido de fósforo en el follaje CDC del nitrógeno Contenido de nitrógeno en el follaje CDC del fósforo
(% peso seco) (% peso seco) (% peso seco) (% peso seco)
0.06 1.07 0.60 0.07
0.09 1.18 1.05 0.08
0.12 1.24 1.35 0.10
0.16 1.31 1.65 0.11
0.21 1.35 1.80 0.12
a
En base a Richards & Bevege (1969).
Las diferencias genotípicas en el CDC de un nutriente pueden también ser causadas por
las diferencias en la utilización de un nutriente. En un sentido fisiológico, esto puede ser
expresado en términos de unidad de materia seca producida por unidad nutriente en la
materia seca (e.g., mg P g-1 materia seca). Como ejemplo, se muestra en la Tabla 12.7 la
diferencia en la eficiencia de nitrógeno entre pastos C3 y C4. Se produjo mucha más
materia seca en los pastos C4 que en los pastos C3 por unidad de nitrógeno foliar. Este es
un fenómeno general que se observa en las comparaciones de otras especies C3 y C4. La
mayor eficiencia en nitrógeno de la especie C4 está presumiblemente relacionada a su
menor inversión del nitrógeno en las proteínas enzimáticas usadas en los cloroplastos
para la fijación del CO2. En especies C4 solo 5-10% de las proteínas solubles de la hoja
se encuentra en RuBP carboxilasa, comparando con el 30-60% en especies C3 (Sección
5.2.4). Los menores CDC en plantas C4 son ventajosos para la producción de biomasa
en sitios pobres en nitrógeno, pero no necesariamente ventajosos en vista de la calidad
nutricional del forraje.
Tabla 12.7 Relación entre la producción de materia seca y el contenido de nitrógeno de pastos C3 y C4 a,b
Suministro de nitrógeno Materia seca Contenido de nitrógeno
(equivalente a kg ha-1) (g. por maceta) (% peso seco)
C3 C4 C3 C4
0 11 22 1.82 0.91
67 20 35 2.63 1.18
134 27 35 2.77 1.61
269 35 48 2.78 2.00
a
En base a Colman & Lazemby (1970).
b
Pastos C3: Lolium perenne y Phalaris tuberosa; pastos C4: Digitaria macroglossa y Paspalum dilatatum.
Tabla 12.8 Contenido de calcio y ácido oxálico en dos cultivares de tabaco fino que difieren en la
susceptibilidad a la deficiencia de calcio a
Cultivar Plantas con síntomas Contenido de las yemas Contenido de las hojas superiores
de deficiencia de Ca (meq g-1 materia seca) (meq g-1 materia seca)
(% del total) Ca Ácido Ca menos ácido Ca Ácido Ca menos ácido
oxálico oxálico (Ca soluble) oxálico oxálico (Ca soluble)
Ky 10 0 0.25 0.08 0.17 0.28 0.11 0.17
B 21 50 0.23 0.16 0.07 0.30 0.15 0.15
a
En base a Brumagen & Hiatt (1966).
http://geocities.com/minnanonokogaku/
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