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PRIMERA CATEDRA DE TOXICOLOGIA – FACULTAD DE MEDICINA - UBA

Elena Valletta - Carlos Damin

PLAGUICIDAS 2
PLAGUICIDAS ORGANOCLORADOS

Los insecticidas organoclorados han sido el grupo de plaguicidas más importante y de uso
cuantitativamente mayor en todo el mundo, en zonas rurales, agrarias e inclusive en productos de uso domiciliario.
Han sido utilizados en los últimos 2 siglos, fundamentalmente el DDT (diclorodifeniltricloroetano), con gran éxito
para el tratamiento de enfermedades endémicas cuyos vectores son insectos y ácaros, como la malaria, la fiebre
amarilla y el tifus.
Son potentes insecticidas de amplio espectro, moderadamente tóxicos para el hombre y otras especies, con bajo
costo de producción, gran persistencia en su acción y de muy fácil manejo, cuya principal limitación en el uso
proviene de su perdurabilidad en la biosfera.
Actualmente la mayoría de ellos está prohibido o su uso está muy restringido en todo el mundo.
Desde el punto de vista químico son hidrocarburos aromáticos clorados.

Clasificación química

1- DDT y derivados: DDT, DDD, metoxicloro.


2- Hexaclorociclohexano y análogos: HCH y lindano.
3- Dienos: aldrín, dieldrín y endrín.
4- Indenos clorados: clordano, heptacloro.
5- Terpenos clorados: toxafeno.
6- Otros: clorbencide, paradiclorobenceno.

Entre ellos, el hexaclorociclohexano merece una mención especial, ya que es un importante insecticida
que, al contrario de otros organoclorados, sigue teniendo vigencia, pues su uso en terapéutica, en forma del
isómero lindano, como escabicida y pediculicida, produce frecuentes fenómenos tóxicos.

Propiedades
a) Amplio espectro: son venenos para todas las especies de animales, incluyendo el hombre.

b) Estabilidad: no sufren procesos de transformación ni en organismos vivos ni en el medio ambiente.

c) Movilidad: capacidad por la cual el plaguicida se adhiere a partículas de polvo o al agua de


evaporación y se transporta alrededor del mundo.

d) Se concentra en organismos vivos; son altamente liposolubles, por lo tanto, un alto porcentaje de
estos compuestos disueltos en el agua, pasa a los seres vivos y a la cadena alimentaria.

Por estas propiedades expuestas puede afirmarse que no existe ser vivo sobre la tierra que no esté contaminado
con plaguicidas clorados.

Mecanismo de acción
No está totalmente comprobado. Se ha sugerido que produce en el SNC un proceso de deshidrohalogenación.
Esto alteraría la conducción electroquímica neuronal con trastornos en la conducción nerviosa.

Toxicocinética
Son absorbidos por vía oral o respiratoria. Se absorben poco por piel, a no ser que exista exposición prolongada,
se afecte una amplia superficie de piel o esté dañada.
Se metabolizan en el hígado y sufren circulación enterohepática. Se depositan en tejidos ricos en grasas
(celular subcutáneo, SNC).
Se eliminan por vía renal, heces, leche materna. Atraviesan todas las barreras incluso la placenta.

Cuadro clínico
Puede comenzar con cambios en el comportamiento (agresividad) y con respuesta exagerada a estímulos
nerviosos. A esto siguen manifestaciones neuromusculares caracterizados por temblores, fasciculaciones de los
músculos de cara, cuello y extremidades inferiores. Se acompaña de cefalea y midriasis.
Estos síntomas progresan dando lugar a convulsiones y estado de coma.
En algunos casos el comienzo es súbito apareciendo rápidamente convulsiones.
Puede presentarse arritmias cardíacas (sensibilizan el miocardio a las catecolaminas), rabdomiólisis e insuficiencia
renal secundaria y acidosis metabólica.
Dependiendo de la vía de entrada del tóxico se agrega irritación de la vía aérea superior, broncoespasmo y edema
pulmonar o náuseas, vómitos y diarrea.

Diagnóstico
Determinación de organoclorados urinarios. También puede analizarse una muestra de grasa de tejido
subcutáneo.

Tratamiento

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No existe antídoto específico. En casos de intoxicación aguda las primeras medidas están orientadas a la
decontaminación según la vía de ingreso y al sostén clínico del paciente. Las convulsiones se tratarán con
diazepam intravenoso.
Debe indicarse una dieta libre de grasas durante al menos una semana.

Carcinogénesis
Hay evidencias de que estos compuestos aumentan la incidencia de cáncer de colon e hígado.

HERBICIDAS
Son sustancias utilizadas para el control de las malezas.
En función de su mecanismo de actuación los podemos clasificar en dos grupos: selectivos y de contacto.
Los herbicidas selectivos, destruyen la maleza por acción hormonal, actúan sobre el desarrollo de la planta y son
poco tóxicos. En este grupo se encuentra el dalaprón y los derivados diclorofenólicos.
Los herbicidas de contacto son tóxicos para las plantas por su acción local y lo pueden ser para el hombre y
animales. En este grupo encontramos las sales de cloro, derivados del dinitrofenol, derivados de atrazina y urea,
derivados del bipiridilo, paraquat y diquat.

PARAQUAT

El paraquat es el mas potente y también el más tóxico de los herbicidas derivados del bipiridilo. Muy utilizado en
la agricultura, tiene como característica que al contacto con la tierra, se desnaturaliza, preservando de esta forma
la semilla de su acción tóxica.
Por su DL50 es clasificado como moderadamente tóxico. Pero: la intoxicación es irreversible, carece de antídoto, el
tratamiento tampoco es eficaz y tiene una mortalidad mayor al 75-80%.
La presentación comercial común es en forma de líquido concentrado, siendo al 20% el producto más empleado.
Puede encontrarse en forma de gránulos asociado al diquat y también en forma de aerosol.

Mecanismo de acción
El paraquat tiene capacidad para liberar O2 en forma de óxidos y superóxidos. Cuando ingresa al pulmón infiltra a
los profibroblastos que cuando maduran ocluyen el espacio alveolar impidiendo su función normal. Hay
destrucción de neumonocitos I y II con alteración de la tensión superficial. Esto provoca fibrosis intraalveolar
progresiva, irreversible y mortal.
Recientemente se ha comprobado que la peroxidación lipídica es un fenómeno relativamente tardío en el pulmón,
(entre 5 y 7 días), y paralelo al aumento del número de macrófagos del pulmón. También se ha demostrado
aumento de la enzima prolil hidroxilasa pulmonar que favorece la formación de colágeno y la fibrosis. El oxígeno
potencia la fibrosis pulmonar.

Toxicocinética
Su absorción es rápida por vía oral. Por la piel solo produce al contacto lesiones locales por ser un compuesto
fuertemente alcalino, apareciendo las alteraciones sistémicas solo cuando hay lesiones que permiten su absorción.
La inhalación tampoco es peligrosa, debido a que el tamaño de las partículas no permite que alcancen la membrana
alveolar.
Permanece poco tiempo en sangre y se almacena en los tejidos. En 24 horas se ha eliminado por vía renal el 90%
del tóxico ingresado.

Cuadro clínico
La vía de ingreso determina algunos signos y síntomas con relación a su efecto cáustico. Irritación, ulceración de
piel y mucosas, queratitis, conjuntivitis, ulceración corneal, irritación gastrointestinal, hemorragias.

Aunque se elimina el 90% en las primeras 24 horas hay una concentración selectiva en pulmón y riñón. Dentro de
las primeras 36 horas aparece edema agudo de pulmón, perforación esofágica con mediastinitis. Si sobrevive a este
cuadro agudo aparece la fibrosis intraalveolar antes mencionada que puede ocasionar la muerte en 20 a 30 días.

Se acompaña de insuficiencia hepatorrenal con fenómenos hemorrágicos.

Diagnóstico
Se deben tomar muestras de sangre, y remitirlas a un laboratorio que determine niveles de paraquat por
radioinmunoensayo, lo que además puede tener valor pronóstico.

Tratamiento

La conducta a seguir en la intoxicación aguda se basa en:


1. Impedir la absorción: Se realizarán medidas de rescate según la vía de ingreso. Está indicado el uso de
absorbentes como la tierra de Fuller al 30% o de bentonita al 7% con purgante salino, 2 veces al día
durante las primeras 48 horas. En caso de no disponer de tierra de Fuller o de bentonita, se usará
carbón activado.
2. Acelerar la excreción: Se indica diuresis forzada. La hemodiálisis así como la hemoperfusión tienen
máxima eficacia si se inician en las primeras 12 horas.

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3. Medidas de mantenimiento: Debe vigilarse el estado hidroelectrolítico del paciente. La administración
de oxígeno en concentraciones elevadas aumenta la gravedad de las lesiones pulmonares,
por lo que sólo debe administrarse en caso de necesidad. Generalmente, se administra con una
concentración máxima del 21 % si la pO2 es inferior a 40 mmHg, con presión final espiratoria positiva y
presión continua positiva durante la inspiración.

4. Prevención de la fibrosis pulmonar: Inicialmente puede ser útil el empleo de hidrocortisona, 200 mg por
vía intravenosa cada 6 horas, pero los corticosteroides no son de utilidad tardíamente. También pueden
ser usadas tempranamente grandes dosis de vitamina C como antioxidante.
En algunos centros se asocia también ciclofosfamida.

Hasta el momento se han intentado variados tratamientos, pero ninguno ha demostrado efectividad.

DIQUAT
Tiene un comportamiento similar al paraquat, es menos tóxico pero también menos efectivo como herbicida y
menos usado. Sigue los mismos lineamientos en cuanto a la terapéutica.

PIRETRINAS Y PIRETROIDES
Las piretrinas son insecticidas de origen natural obtenidos de las flores secas del Chrysanthemun cineriifolium
muy utilizados por el hombre desde hace muchos años. Son bastante inestables a la exposición a la luz y al calor, lo
cual les resta utilidad para su aplicación en la agricultura. Son poco solubles en agua y se hidrolizan rápidamente
por los álcalis.

Los piretroides son insecticidas sintéticos, con una estructura química similar a la de las piretrinas, modificada
para mejorar su estabilidad en el ambiente. Se disuelven mejor en el agua y, al igual que las piretrinas, son
hidrolizados por los álcalis. Se dividen en los de tipo I que incluyen aletrina, permetrina y cismetrina; y los de tipo
II, que son fenvalerato, deltametrina y cipermetrina.

Muy usados en la actualidad en productos hogareños, se presentan en forma de aerosoles, pulverizadores,


vaporizadores, tabletas para aparatos eléctricos, espirales, lociones y champúes.

Mecanismo de acción
Los piretroides de tipo I producen un retraso en la desactivación del canal de sodio. Los de tipo II prolongan la
entrada de sodio al axón provocando despolarización persistente y bloqueo de la conducción axónica. A esto
se asocia bloqueo del receptor GABA con alteración del canal de cloro.

Toxicocinética
Pueden ingresar por vía oral o respiratoria; la absorción por vía cutánea no es importante.
Ambos grupos de compuestos son biotransformados con gran rapidez por las esterasas y oxidasas microsomales
hepáticas mediante mecanismos de hidroxilación y conjugación. Son eliminados en su mayor parte por orina. Esta
rápida metabolización, junto con la pobre absorción, explican la relativamente baja toxicidad de piretrinas y
piretroides para los humanos. (Dosis letal: 1 a 2 gr/Kg).

Cuadro clínico
Las manifestaciones más comunes en la intoxicación aguda son de hipersensibilidad o reacciones alérgicas y
efectos irritantes directos (dermatitis de contacto, rinitis, hiperreactividad bronquial, estornudos).

En individuos que han estado expuestos a grandes cantidades, la sintomatología inicial puede ser neurológica, con
cefalea, vértigo, parestesias faciales, fasciculaciones musculares, excitación del SNC, convulsiones. Pueden
sumarse síntomas digestivos con diarrea por estímulo vagal.
Algunos autores señalan que, en las intoxicaciones por piretrinas de tipo I aparece temblor e hiperexcitabilidad
(conocido como Síndrome “T”), mientras que en las de tipo II se observa sialorrea, incoordinación motora y
coreoatetosis (Síndrome “C”).

En caso de exposición a productos comerciales debe tenerse presente la frecuente combinación de estos
insecticidas con otros sinergistas o con plaguicidas organofosforados y carbamatos. También debe tenerse en
cuenta la toxicidad de los solventes utilizados (comúnmente derivados del petróleo).

No han sido reportados efectos crónicos de piretrinas y piretroides en humanos.

Diagnóstico
Aún no se ha encontrado ninguna prueba de laboratorio específica para la determinación de piretrinas o
piretroides en muestras biológicas.

La presencia de ácido crisantémico o sus derivados en la orina, puede ser indicativa de absorción de piretrinas,
pero su ausencia no descarta la absorción de estas últimas.

En el caso de absorción de deltametrina pueden encontrarse en la orina productos de degradación, tales como
bromuros, cianuros y 3-fenoxibencilo. Este último también se encuentra cuando hay absorción de permetrina y
cipermetrina.
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Tratamiento
La intoxicación aguda carece de tratamiento específico.
Debe realizarse la decontaminación según la vía de ingreso. Pueden requerirse medidas sintomáticas y de apoyo
para el broncoespasmo o la anafilaxia (antihistamínicos, corticoides).

Bibliografía

- CEPIS – OPS Curso de autoinstrucción en diagnóstico, tratamiento y prevención de intoxicaciones agudas causadas por
plaguicidas. http://www.cepis.ops-oms.org/

- Córdoba, Darío y col. Toxicología. 4a ed. - Bogota: Editorial El manual moderno S. A., 2000.

- Dreisbach, R.; Robertson, W.: Manual de Toxicología Clínica. El Manual Moderno, 1988.

- Ladron De Guevara, J.; Moya Pueyo, V.; Toxicología Medica, Clínica y Laboral, Mc Graw-Hill - Interamericana de España, 1995.

- Ling, L.; Clark, R.; Erickson, T.; Trestrail III, J. Secretos de la Toxicología;
Mc Graw-Hill - Interamericana; 2002.

- Principios de Urgencia, Emergencia y cuidados críticos. http://tratado.uninet.edu/

- Repetto, M. y col. Toxicología avanzada. Madrid, Diaz de Santos, 1995.

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