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En este trabajo utilizamos acero AISI SAE 1045 con la siguiente composición y propiedades

Acero C P S Mn Si
1045 0,45 0,04 0,05 0,8 0,25

El acero fue sometido a un tratamiento de temple realizado en forma deficiente, por lo cual se
intenta recuperar las piezas con los siguientes tratamientos de ablandamiento:

1.- Normalizado.
2.- Recocido de austenitización completa.
3.- Recocido de austenitización incompleta.
4.- Recocido subcrítico, de alivio de tensiones.

Observación:

El tratamiento N°4 se realizó sobre muestras previamente normalizadas según el tratamiento N°1.

Las durezas obtenidas para el acero en la condición templado deficientemente, son las siguientes:

Acero Dureza HRc


Med 1 Med 2 Med 3
1045 53 55 54
Dureza media 54 HRc

Micrografia*****************************************

1.- NORMALIZADO

En este tratamiento, se mantuvo la pieza a la temperatura escogida (en el campo austenitico) por
un tiempo de 1 hora, esta temperatura fue de ¿????? dado que la temperatura crítica superior A3 y Acm
para el acero 1045 es aprox. 780 generalmente se considera que los tratamientos de normalizado se
realizan a temperaturas algo alejadas de la temperatura crítica superior porque el interés principals suele
ser austenizar con celeridad (sin un control riguroso del tamaño de grano); pare enfriar al aire enseguida.

Las durezas obtenidas posterior al normalizado fueron:


Acero Dureza HRb
Med 1 Med 2 Med 3
1045 21 21 21
Dureza media 21 HRc

La normalización produce un acero más duro y más fuerte que el obtenido por recocido
convencional.
La normalización se puede utilizar para mejorar la maquinabilidad (de piezas templadas o
endurecidas previamente), modificar y refinar la estructuras dendríticas de piezas de fundición, y refinar
el grano y homogeneizar la microestructura para mejorar las respuestas en las operaciones de
endurecimiento.

El enfriamiento en aire del normalizado, afecta de varias formas la transformación de la austenita


y la microestructura resultante. Como este enfriamiento no se produce en condiciones de equilibrio, no
puede utilizarse los diagramas de equilibrio para predecir las proporciones de ferrita o cementita
proeutectoide que existirán a temperatura ambiente. Hay menos tiempo para la formación del
constituyente proeutectoide, por lo que se debiera obtener mayor cantidad de perlita respecto a lo
indicado por el diagrama de equilibrio Fe-C y respecto al tratamiento de recocido convencional.

En los aceros hipereutectoides, la normalización reducirá la cantidad y/o continuidad de la red de


cementita proeutectoide, y en algunos casos puede eliminarse por completo. Como la presencia de esta
red de cementita en los aceros hipereutectoides reduce la tenacidad, los aceros normalizados deben
mostrar un aumento en tenacidad al compararlos con aceros recocidos convencionalmente.

Aparte de influir en la cantidad del constituyente proeutectoide que se formará, también afectará
las temperaturas de transformación de la austenita y la fineza de la perlita. Se puede decir que dichas
temperaturas son menores, y que la perlita es más fina al comparar con el recocido convencional.
1045-500x

W10V-500x

Acero 1045

Se observan zonas ferrito-perlíticas, como es de esperar al normalizar la pieza, debido a que el


enfriamiento relativamente lento (al aire) permitió la formación de ferrita proeutectoide (es la que
aparece en tono claro ubicada hacia lo que fue bordes de grano de la austenita) y posteriormente perlita
(es la que aparece en tono más oscuro que la ferrita proeutectoide). Se observa una perlita más bien fina,
es decir, un espaciado interlaminar pequeño.

Por otra parte, la dureza obtenida es algo mayor a la esperada teóricamente:

Según referencia "Trat. Térmicos" de J. Apraiz,

Dureza de ferrita: 48 HRb


Dureza de perlita normalizada: 98 HRb

Para obtener una dureza de 93 HRb (dureza experimental), las cantidades relativas de perlita y ferrita
debieran ser 90% y 10% respectivamente. Sin embargo, en la foto se aprecia menos de 90% de perlita
(más ferrita).
2.-RECOCIDO DE AUSTENITIZACIÓN COMPLETA

En este tratamiento, la pieza se mantuvo durante 1 hora a una temperatura de 860ºC


considerandodado que generalmente los tratamientos de recocido convencional se realizan a
temperaturas arriba y cercanas a las temperaturas crítica superior porque el interés principal suele ser,
además de austenizar completamente, evitar el aumento del tamaño de grano. Los enfriamientos se
realizaron dentro del horno, para obtener efectivas velocidades lentas de enfriamiento.

Las durezas obtenidas posterior al recocido fueron:

Acero Dureza HRb


Med 1 Med 2 Med 3
1045 13 13 14
Dureza media 13 HRc

Como consecuencia de velocidades lentas de enfriamiento, debe esperarse obtener


microestructuras y cantidades relativas de fases y microcostituyentes similares a las que predice el
diagrama Fe-C (el cual está hecho considerando velocidades extremadamente lentas de enfriamiento,
señalando así las estructuras de equilibrio).

Por otra parte, se debiera obtener menor cantidad de perlita y más gruesa ésta comparado con el
tratamiento de normalizado, producto de la menor velocidad de enfriamiento en el caso de recocido
(sucede que menores velocidades de enfriamiento posibilitan mayor difusión del carbono, y así éste tiene
la posibilidad de formar estructuras más gruesas que implican una menor energía libre del sistema).

Además, la menor velocidad de enfriamiento hace que la temperatura de transformación de la


austenita sea mayor comparado con el caso de normalizado.
1045-500x

W10V-500x

Acero 1045

Se observan zonas ferrito-perlíticas, como es de esperar al efectuar un recocido de austenitización


completa; el enfriamiento lento (en el horno) permitió la formación de ferrita proeutectoide (es la que
aparece en tono claro ubicada hacia lo que fue bordes de grano de la austenita previa) y perlita (es la que
aparece en tono más oscuro que la ferrita proeutectoide) en proporciones semejantes a las predichas por
el diagrama Fe-C (45% ferrita y 55% perlita, según regla de la palanca).
Se observa una perlita no tan fina (es posible distinguir las láminas de ferrita y cementita en la
perlita) como en el caso del 1045 normalizado. Asimismo, observando con detenimiento estas dos fotos
se infiere que en la recocida hay menor cantidad de perlita (relativo a la cantidad de ferrita).

Por otra parte, la dureza obtenida no está lejos de lo esperado teóricamente:

Según referencia "Trat. Térmicos" de J. Apraiz,

Dureza de ferrita: 48 HRb


Dureza de perlita recocida: 96 HRb

Ponderando según las cantidades relativas de estos microconstituyentes (45 y 55% respect.), se obtiene
una dureza de 76 HRb (experimentalmente se obtuvo 81 HRb).

3.-RECOCIDO DE AUSTENITIZACIÓN INCOMPLETA

En este tratamiento, se mantuvieron las piezas a la temperatura escogida (en el campo


austenítico) por un tiempo entre 1/2 hora y 1 hora por pulgada de espesor como se acostumbra; para los
dos aceros la temperatura escogida fue de 750ºC, dado que las temperaturas crítica superior A3 y Acm
para los aceros 1045 y W10V (aprox. 780 y 790 ºC respectivamente) son semejantes, y por otra parte
considerando que debe escogerse una Tº entre la crítica inferior A1 (723 ºC aprox.) y las críticas superior
señaladas, tal que se caiga en la región bifásica austenita/fase proeutectoide y se obtenga por
consiguiente austenitización incompleta. Junto a ello, el alejarse casi 40 ºC de la Tº A1 permite tener
suficiente fuerza impulsora para que la austenitización incompleta se logre en los tiempos estipulados.
Los enfriamientos se realizaron dentro del horno, para obtener efectivas velocidades lentas de
enfriamiento.

Las durezas obtenidas posterior al recocido fueron:

Acero Dureza HRb


1045 83
W10V 86

Como observación, las durezas anteriores son el promedio de 5 mediciones realizadas a cada
muestra.
Como consecuencia de velocidades lentas de enfriamiento, debe esperarse obtener
microestructuras y cantidades relativas de fases similares a las que predice el diagrama Fe-C (el cual está
hecho considerando velocidades extremadamente lentas de enfriamiento, señalando así las estructuras de
equilibrio).

El objetivo principal que se desea alcanzar a través de este tipo de tratamientos es el de obtener la
menor dureza posible, y una estructura microscópica favorable para el mecanizado de las piezas en los
aceros hipereutectoides. En éstos se logra con bastante facilidad que la cementita y los carburos de
aleación adopten una forma relativamente globular que da para cada composición una dureza muy
inferior a cualquier otra microestructura, incluso la perlita laminar.
Así, por ejemplo, un acero hipereutectoide que es sometido a un recocido con austenización
completa queda con estructura laminar y con una mayor dureza que si se hubiese sometido a un recocido
de austenización incompleta donde quedará con una estructura globular.

Es común que para los aceros hipereutectoides se realicen recocidos de austenización incompleta,
pues con ésta se evita la formación de película de cementita sobre bordes de grano austeníticos previos,
dando así mayor tenacidad, además de evitar el crecimiento de grano que se produce a mayores Tº.

Asimismo, los aceros hipereutectoides (ejemplo, aceros para herramientas) se someten a este tipo
de recocidos con el fin de lograr una mayor maquinabilidad de ellos. Una estructura perlítica afecta la
maquinabilidad ya que la cementita, dura y frágil, se encuentra en forma de láminas las cuales, junto con
la película sobre bordes de grano mencionada, obstaculizan el paso de la herramienta. Sin embargo,
cuando la cementita se presenta en forma nodular se minimiza su efecto sobre el paso de una
herramienta.

A continuación se presentan las fotomicrografías:


(Obs.: el ataque se realizó con NITAL 5)

1045-500x
W10V-500x

Comentarios sobre las fotomicrografías:

Acero 1045

Se observan zonas ferrito-perlíticas, como era de esperar, donde el enfriamiento lento llevó a la
formación de fases y microconstituyentes de equilibrio (metaestable) señalados en el diagrama Fe-C.
Este enfriamiento lento (en el horno) permitió la formación de ferrita proeutectoide (es la que aparece en
tono claro) y perlita (es la que aparece en tono más oscuro que la ferrita proeutectoide) en proporciones
semejantes a las predichas por el diagrama Fe-C (45% ferrita y 55% perlita, según regla de la palanca).
Se observa una perlita más bien gruesa (es posible distinguir las láminas de ferrita y cementita en
la perlita), como en el caso del 1045 con recocido de austenitización completa.

Por otra parte, la dureza obtenida no está lejos de lo esperado teóricamente:

Según referencia "Trat. Térmicos" de J. Apraiz,

Dureza de ferrita: 48 HRb


Dureza de perlita recocida: 96 HRb

Ponderando según las cantidades relativas de estos microconstituyentes (45 y 55% respect.), se obtiene
una dureza de 76 HRb (experimentalmente se obtuvo 83 HRb).

Acero W10V
Se observa una microestructura con los mismos microconstituyentes que en el caso del W10V
con austenitización completa. Se aprecia matriz ferrítica (la que aparece en tono claro), a juzgar por la
baja dureza obtenida; se observa la presencia de gran cantidad de cementita globulizada (en tono más
claro); y la presencia de pequeñas colonias supuestamente perlíticas (las que se ven en tono oscuro)
diseminadas en gran cantidad a través de toda la estructura. A diferencia del W10V con recocido de
austenitiz. completa, la cantidad de perlita que se aprecia es mayor y consiguientemente la dureza es
también mayor.

En teoría se esperaba una microestructura perlítica (producto de la reacción eutectoide), con


nódulos de cementita (producto del mantenimiento a la Tº escogida) tal como se explicó al comienzo.

Respecto a lo que sucedió, hay dos alternativas: la primera, es que no se superó la Tº crítica
inferior A1 (723 ºC aprox.), con lo cual la gran mayoría de la microestructura se transformó a ferrita y
cementita globulizada (“esferoidización” por debajo de la Tº A1), quedando perlita remanente; y la
segunda, es que se alcanzó efectivamente la Tº deseada.

En este último caso, el mantener la pieza a 750 ºC dio origen a austenita y glóbulos de cementita
(es decir, una “esferoidización” por sobre la Tº A1) ya que, tal cual lo indica el diagrama Fe-C de la
empresa Struers, estuvo en la zona de tratamiento de esferoidización (680-760 ºC aprox.) en la región
bifásica austenita/cementita.
Y luego, en el enfriamiento lento dentro del horno la muestra permaneció un largo tiempo a las
temperaturas de esferoidización bajo la Tº A1 (que genera glóbulos de cementita en matriz ferrítica),
dando origen a la estructura globulizada observada. Lo anterior es factible gracias a la ya presencia de
glóbulos de cementita que permiten que la transformación sea más bien en base a engrosar estos nódulos
y no crearlos (no es imprescindible la nucleción de cementita (glóbulos) para conformar la estructura, y
por lo tanto la energía y tiempo a dichas Tº requeridos son menores).
Por último, conforme siguió el enfriamiento se formaron las colonias perlíticas (en tono oscuro),
que era el microconstituyente base esperado en la microestructura.

Para haber obtenido la microestructura esperada teóricamente, la pieza debió permanecer menor
tiempo a las temperaturas de esferoidización bajo la Tº A1. (Para el primer supuesto, hay que
preocuparse del lugar dentro del horno donde se pone la pieza y/o de la calibración de termocupla del
horno).
4.-RECOCIDO SUB-CRÍTICO, DE ALIVIO DE TENSIONES

En este nuevo tratamiento las piezas, previamente normalizadas en forma idéntica a las del
apartado Nº1 (de hecho fueron cortadas de éstas), se mantuvieron a la temperatura escogida (en el campo
bifásico ferrita/cementita) por debajo de la Tº A1, por un tiempo entre 1/2 hora y 1 hora por pulgada de
espesor como se acostumbra; para los dos aceros la temperatura escogida fue de 600ºC, tomando como
referencia el diagrama Fe-C de la empresa Struers que señala el rango 550-650 ºC para recocidos sub-
críticos de alivio de tensiones (para cualquier %C del acero). Los enfriamientos se realizaron dentro del
horno, para obtener efectivas velocidades lentas de enfriamiento.

Las durezas obtenidas posterior al recocido fueron:

Acero Dureza HRb


1045 92
W10V 87

Como observación, las durezas anteriores son el promedio de 5 mediciones realizadas a cada
muestra.

Este proceso de recocido se realiza industrialmente como una manera de eliminar las tensiones
residuales de los materiales posterior a un trabajo en frío. La principal característica de este proceso es
que el acero es calentado a una temperatura bajo la crítica inferior A1.
En nuestro caso se espera que la estructura obtenida en el normalizado se relaje, es decir, que
presente procesos de recuperación que den paso a una configuración de menor energía, eliminando así
tensiones o esfuerzos residuales producidos durante el enfriamiento y transformaciones en el tratamiento
de normalizado. Las mayores deformaciones o distorsiones elásticas internas de la estructura deben
relajarse por deformación plástica (al aumentar la Tº disminuye el límite de fluencia y permite que
ocurra deformación plástica de elementos que quedaron sometidos a gran deformación elástica). Con
ello debe esperarse un aumento en ductilidad.
En la microestructura, deberían mantenerse las mismas fases y no detectarse cambios apreciables
en ella.

Este proceso es útil para eliminar esfuerzos residuales o tensiones del material debido a un fuerte
maquinado u otros procesos de trabajo en frío, y aumentar así su ductilidad. El calentamiento se hace por
debajo de la temperatura crítica inferior como se dijo; no teniendo tanta importancia la velocidad de
enfriamiento, pudiendo incluso enfriarse al aire sin que se endurezca.
En este tratamiento, las propiedades físicas y mecánicas que sufren cambios como resultado del
trabajo en frío, tienden a recuperar sus valores originales. Éstas no recobran sus valores a la misma
velocidad, lo cual indica la naturaleza complicada del proceso de recuperación.

En aceros de poco contenido de carbono (menos de 0,40%) estirados en frío, se le conoce como
“recocido contra acritud” y tiene por objeto, principalmente, aumentar la ductilidad de estos aceros. Con
el calentamiento a temperaturas en el rango mencionado (550-650 ºC), se destruye la cristalización
alargada de la ferrita, apareciendo nuevos cristales poliédricos más dúctiles que los primitivos que
permiten estirar o laminar nuevamente el material sin dificultad. El enfriamiento se suele hacer al aire.
Este tratamiento está dentro de lo que se conoce como “recocido de recristalización” el cual,
según lo indica la empresa Struers en el diagrama Fe-C, comprende el mantenimiento a temperatura
entre 500-680 ºC.

A continuación se presentan las fotomicrografías:


(Obs.: el ataque se realizó con NITAL 5)

1045-500x
W10V-500x

Comentarios sobre las fotomicrografías:

Acero 1045

Se observan zonas ferrito-perlíticas (ferrita proeutectoide en tono claro y perlita en tono oscuro)
en forma semejante a la pieza normalizada.
Es efectivamente lo que se esperaba, donde a escala microscópica (fotomicrografías)
prácticamente no hay cambios aparentes. A escala atómica debieron producirse procesos de recuperación
y deformación plástica que aliviaron las tensiones o esfuerzos residuales producto del enfriamiento y
transformaciones al normalizar la pieza.

Por otra parte, la dureza obtenida es similar a la de la muestra normalizada. Esto debe ser así, pues las
propiedades mecánicas tienen una relación directa con la microestructura, y en ésta no hubo cambios
aparentes.

Acero W10V

En primer lugar, no se esperaba una fotomicrografía con microestructura tan diferente a la


mostrada por el mismo acero normalizado.
De todos modos, lo que se observa se puede interpretar como sigue:

Dado que la dureza disminuyó de 102 a 87 HRb al efectuar este tratamiento a la pieza
normalizada, lo que se aprecia en tono claro debe ser matriz ferrítica. Se observa también la presencia,
presumiblemente, de perlita (en tono más oscuro) y de cementita hacia los bordes de grano ferríticos.
Junto a lo anterior, se aprecian algunos carburos (presumiblemente de vanadio) hacia el centro de los
granos de ferrita.
Tal como se espera por la baja T° de este tratamiento (600 °C), no hubo crecimiento de grano
debido a que los carburos se encuentran hacia el centro de los granos ferríticos (y no en bordes de
grano).

Respecto a lo sucedido y observado, hay dos alternativas: la primera, es que la fotomicrografía no


corresponda al acero y/o tratamiento considerados; y la segunda, es que hubo un notorio
reacomodamiento de las fases (cambiando las cantidades relativas de los microconstituyentes).

Finalmente podemos señalar que, en teoría, el tratamiento de ablandamiento más indicado para
recuperar el acero 1045 debiera ser el recocido de austenitización completa, debido a que en general los
tratamientos de normalizado producen, en aceros al C y de baja aleación, estructuras con mayor cantidad
de perlita (relativo al microconstituyente proeutectoide) y más fina ésta, produciendo mayor dureza. Lo
anterior es producto de que en el normalizado la velocidad de enfriamiento es mayor.
Por otra parte, como en general los normalizados se realizan a temperaturas mayores que los
recocidos (de austenitización completa), existe la posibilidad de un mayor crecimiento de grano, lo que
es perjudicial en la mayoría de los casos.

Por lo anterior, el menos indicado sería el normalizado sin alivio de tensiones (este último juega a
favor, porque le otorga más relajación y disminuye su dureza la mayoría de las veces).

En teoría, el tratamiento más indicado para el acero W10V sería el recocido de austenitización
incompleta, debido a que con éste se obtienen en general estructuras con la cementita proeutectoide
globulizada y no formando películas o envolturas sobre los bordes de grano austeníticos previos. Con
ello se obtienen menores durezas y aceros mucho más maquinables.

Asimismo el menos indicado podría ser el normalizado, por las razones referidas anteriormente
(al analizar el 1045) cuando se le compara con el recocido (de austenitización completa). Sin embargo,
en cuanto a la película o envoltura de cementita proeutectoide producida, el normalizado es más
conveniente porque produce menor cantidad de ella.

A continuación se presenta un cuadro resumen de las durezas obtenidas experimentalmente para cada
acero y tratamiento:

Dureza
Tratamiento N° 1045 W10V
1 93 102
2 81 80
3 83 86
4 92 87
Juzgando según las durezas obtenidas experimentalmente, para ambos aceros el tratamiento más
adecuado sería el recocido de austenitización completa (por obtenerse menor dureza en cada caso); y el
menos indicado, el tratamiento de normalizado sin alivio de tensiones (por obtenerse mayor dureza en
cada caso).

Esto concuerda con lo indicado teóricamente.

BIBLIOGRAFIA.

- “ Tratamientos Térmicos ”. J. Apraiz.


- “ Fundamentos de Tratamientos Térmicos ”. Manuel Cabrera.

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