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EL CONFLICTO ARMADO: El Conflicto Armado Interno, también conocido como la Guerra Civil de

Guatemala, fue un largo enfrentamiento bélico en el país. Se llevó a cabo desde el 13 de noviembre
de 1960 hasta el 29 de diciembre de 1996.

Todo comenzó cuando el gobierno


democrático de Jacobo Árbenz Guzmán fue
derrocado en 1954 por un golpe de Estado. El
suceso estancó el progreso que se había
estado llevando con la Reforma Agraria y otros
cambios importantes. Después de este hecho,
la trayectoria de la política del país se
caracterizó por una excesiva violencia y abuso
de los derechos humanos.

El Coronel Carlos Castillo Armas asumió la presidencia una vez concluyó el golpe. Pero fue asesinado
en enero de 1958 y Miguel Ydígoras Fuentes tomó el poder del gobierno, quien poco a poco
desarrolló una política cada vez más anticomunista. El apoyo que Ydígoras cedió a las fuerzas
cubanas contra el gobierno de Fidel Castro dio lugar a protestas populares y descontento del
ejército.

Conflicto Armado Interno

El 13 de noviembre de 1960 se inició la lucha armada tras un fallido levantamiento de militares


nacionalistas en contra del poder instaurado por la contrarrevolución de 1954. Este fue batallado
principalmente entre el gobierno de Guatemala y grupos rebeldes izquierdistas.

Al principio, se integró un grupo de jóvenes rebeldes en 1962, creando el Movimiento


Revolucionario 13 de Noviembre —MR-13—. Este tenía el fin de derrocar al gobierno por medio de
combates.

LOS CAÍDOS DEL CONFLICTO ARMADO EN GUATEMALA: Los excombatientes en acción, juntamente
con miles de ciudadanos y ciudadanas especialmente del Pueblo Maya, deben ser recordados y
resarcidos integralmente sin ningún tipo de discriminación por su ideología y opción política. No es
posible que después de 18 años de la Firma de la Paz, el 65% de los expedientes para el
resarcimiento estén sellados, empolvados y sin
respuesta.

Un registro inicial de más de 2000


excombatientes en acción, generosos
guatemaltecos y guatemaltecas de todos los
Pueblos, estratos sociales y convicciones, en su
gran mayoría detenidos, desaparecidos, o
caídos por la acció n del Estado guatemalteco
esperen en el olvido ser localizados, exhumados,
enterrados y recordados dignamente tal y como
lo establecen las conclusiones y recomendaciones de la Comisión de Esclarecimiento Histórico y en
el Acuerdo de Incorporación.

Recuperar el derecho a su memoria, que implica conocer sus nombres, su identidad, las causas por
las que lucharon, es recuperar los derechos y la dignidad de los Pueblos por los que lucharon.

CUANTAS PERSONAS MURIERON EN EL CONFLICTO ARMADO: Con el estallido del enfrentamiento


armado interno en 1962, Guatemala entró en una etapa sumamente trágica y devastadora de su
historia, de enormes costos en términos humanos, materiales, institucionales y morales. En su labor
de documentación de las violaciones de los derechos humanos y hechos de violencia vinculados al
enfrentamiento armado, la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) registró un total de
42.275 víctimas. Combinando estos datos con otros estudios realizados sobre la violencia política
en Guatemala, la CEH estima que el saldo de muertos y desaparecidos del enfrentamiento fratricida
llegó a más de doscientas mil personas.

Las masacres
Con gran consternación, la CEH concluye que,
en el marco de las operaciones
contrainsurgentes realizadas entre 1981 y
1983, en ciertas regiones del país, agentes del
Estado de Guatemala cometieron actos de
genocidio en contra de grupos del pueblo
maya. La estrategia contrainsurgente no sólo
dio lugar a la violación de los derechos
humanos esenciales, sino a que la ejecución
de dichos crímenes se realizara mediante
actos crueles cuyo arquetipo son las
masacres. En la mayoría de las masacres se
han evidenciado múltiples actos de ferocidad que antecedieron, acompañaron o siguieron a la
muerte de las víctimas.

HISTORIAS DESGARRADORAS QUE DEJO EL CONFLICTO ARMADO:

“La última vez que salimos para la montaña, recuerdo a los aviones que pasaban diciendo ‘gente
entréguese! Ya va a venir la paz! Tenemos comida!’ Ya no aguantábamos el hambre, no teníamos
casa, no teníamos cosecha ni animalitos porque todo lo habían destruido, estábamos desesperados
y entonces mi mamá decidió entregarse al destacamento porque se cansó. […] En vez de recibirnos
de buena manera, fue allí donde nos hicieron el daño” relata Elena de Paz, sobreviviente del
conflicto armado interno y de violación sexual. En 1982, Elena, de 12 años de edad, y su madre
fueron violadas por soldados del Destacamento Militar de Tzalbal, del municipio de Nebaj, en el
departamento de Quiché. Su madre murió como consecuencia de las agresiones.

Elena es una de las 97 testigos que presentaron su declaración ante el Tribunal Primero de Sentencia
Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente ”A” en el juicio por genocidio y delitos contra los
deberes de humanidad llevado a cabo entre marzo y mayo de 2013. El Programa de
Acompañamiento a la Justicia de Transición (PAJUST) del PNUD, acompañó el primer caso de
genocidio juzgado por tribunales nacionales, incluyendo el acompañamiento a 10 mujeres Ixiles,
víctimas de violencia sexual durante el conflicto armado interno, entre ellas Elena, quienes fueron
escuchadas por primera vez en la historia del país en un juicio oral.

“Al testificar, me sentí contenta y, a la vez, triste, pues recordé lo que le pasó a mi mamá”, relata
Elena describiendo su recorrido para acceder a la justicia. “Hace nueve años conté mi historia por
primera vez” explica, recordando el estigma, pero también el apoyo recibido de una red social,
incluyendo a otras mujeres víctimas de violación sexual. “Conocer a otras mujeres que atravesaron
por lo mismo me dio más fuerza, más valentía pues no viví eso sola,” agrega.

Elena cuenta con el apoyo de la Asociación para la Justicia y Reconciliación (AJR), una asociación de
sobrevivientes del Conflicto Armado Interno de cinco regiones del país, y querellante del
caso. Desde hace 13 años la AJR ha sido asesorada por el Centro de Acción Legal para los Derechos
Humanos (CALDH) en su búsqueda de justicia por lo sufrido por el pueblo Maya durante el conflicto
armado interno. Elena fue parte de un proceso de fortalecimiento y empoderamiento de sus
derechos, con su testimonio fue reconocida por su valentía, al romper el silencio basado en el miedo,
llevo la voz de muchas mujeres que vivieron la violencia sexual, abriendo el camino para el acceso a
la justicia para otras mujeres.

Aspectos destacados

El conflicto armado interno dejó un saldo de más de 200,000 víctimas y más de 45,000
"desaparecidos". Entre ellos, alrededor de 5,000 niños.

Según el Informe de Esclarecimiento Histórico, 93% de las atrocidades fueron perpetradas por el
ejército.

Con el apoyo de PNUD: a) más de 16,000,000 documentos de los archivos de la ex Policía Nacional
son accesibles al público y a las instituciones de la justicia por parte del Archivo Histórico de la Policía
Nacional;

b) existe un Banco Genético que cumple con estándares internacionales, permitiendo la


identificación de casi 2,000 víctimas para que sus restos sean devueltos a sus familiares para su
dignificación;

c) un promedio de 20,000 familiares de víctimas han recibido anualmente apoyo legal y psicosocial
en el proceso de búsqueda de los restos de sus seres queridos;

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