FORMACION CONTINUA PARA MEJORAR LA PRACTICA DEL ASESOR TECNICO PEDAGÓGICO Historia del surgimiento de la función de Asesoría Técnico Pedagógica. Históricamente el acompañamiento y asesoría a los docentes ha sufrido muchos cambios. En un inicio surgieron los inspectores, su función era esencialmente político administrativa y fiscalizaban que los padres enviaran a sus hijos a la escuela.
Posteriormente la supervisión se dividió en dos: supervisores
administrativos y los supervisores técnicos; estos últimos tenían como función llevar la pedagogía moderna a los maestros carentes de una formación en las escuelas normales.
Para 1940 surge el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio
que tenia como tarea principal la capacitación y el mejoramiento profesional de los maestros rurales y urbanos. Para finales de la década de 1970 se dio un resurgimiento de la función apoyo técnico- pedagógica, desarrollándose las llamadas mesas técnicas de cada nivel o modalidad educativa.
Una segunda emergencia de la función
técnico-pedagógica la encontramos a principios de la década de 1990, ocupándose de la conducción y operación en el ámbito central de la Secretaria de Educación y en la conducción, operación y concreción de todos los programas educativos que se pusieron en marcha a partir de 1992 . El asesor técnico pedagógico tiene un papel muy especial en la búsqueda de la calidad educativa Para coadyuvar a formar a otros debe formarse continuamente a sí mismo, analizando y reformando sus prácticas educativas. ¿Qué es la Formación permanente? El profesorado descubre la teoría implícita en su practica para ordenarla justificarla, fundamentarla revisarla y si fuera preciso destruirla. El aprender a aprender no es solo para los alumnos sino también para los docentes, y con mayor responsabilidad para el ATP quien funge como apoyo, asesor, capacitador, facilitador, acompañante y mediador. ¿Quién forma a los maestros?
Debemos formarnos desde la practica
y para la práctica. Reflexionado sobre la práctica. Para favorecer la formación continua… Mejorar las condiciones laborales.
Para que el docente tenga más oportunidades de
formarse continuamente es necesario darle condiciones de vida dignas, con lo cual pueda dedicar tiempo a ello y no a conseguir otros medios económicos de sobrevivir. Reconocer el valor de la profesión docente El acceso a la profesión docente debe ser meritoria, es decir demostrar que se cuenta con la vocación y las competencias para desarrollar el trabajo docente. Contextualizar la formación docente La formación debe acercarse al contexto del docente y no enviar al docente a capacitaciones que no se ajusta a sus necesidades reales de formación. Es importante en los CTEs se de espacio a la formación como colectivo de acuerdo a las necesidades de su centro y no solo el seguimiento de una guía establecida. Cambiar el paradigma de experto por el de asesor práctico reflexivo
Dejar de lado la enseñanza unidireccional experta
(transmisión de conocimientos) y buscar la reflexión entre los docentes sobre practicas, experiencias y necesidades que los lleven a construir nuevos conocimientos. La formación debe crear espacios de aprendizaje colaborativo.
Intercambio Diálogos Debates Trabajar en grupo