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«La miseria religiosa es, al mismo tiempo, la expresión de la miseria real y

la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura


atormentada, el alma de un mundo desalmado, y también es el espíritu de
situaciones carentes de espíritu. La religión es el opio del pueblo.
Renunciar a la religión en tanto dicha ilusoria del pueblo es exigir para
éste una dicha verdadera. Exigir la renuncia a las ilusiones
correspondientes a su estado presente es exigir la renuncia a una
situación que necesita de ilusiones. Por lo tanto, la crítica de la religión
es, en germen, la crítica de este valle de lágrimas, rodeado de
una aureola de religiosidad»

̶ Karl Marx (1844)


Karl Marx (1818 – 1883) fue un filósofo, intelectual y militante
comunista alemán de origen judío cuyo pensamiento se convirtió
en uno de las más influyentes de la historia, llegando a ser
considerado como el padre del materialismo histórico.
En su obra “El Capital”, Marx realiza un análisis y una crítica al
sistema capitalista.

• El valor básico y lo que distingue a una sociedad capitalista es


la mercancía.

¿Qué es una mercancía?

Es cualquier cosa producida para ser vendida: Una naranja es


justamente eso, una naranja. Pero si se les pone un precio ésta se
convierte en mercancía.
Lo curioso de las mercancías es que tienen una especie de vida doble.

Las cosas son lo que son, pero también lo que valen, o en los términos de
Marx, las cosas tienen un valor de uso y un valor de cambio.

Por un lado son simplemente cosas que tienen cierta utilidad, cosas que pueden
usarse, pero también cosas que pueden intercambiarse. Esto es justamente lo
que el sistema capitalista hace con todo: lo convierte en mercancía.
Las cosas naturalmente tienen la finalidad de satisfacer
necesidades humanas mientras que la cosas vistas como mercancía
tienen la finalidad de venderse y sacar ganancia.

El problema es cuando se vuelve más importante el valor de


cambio de las cosas (capacidad para ser vendida) que su valor
de uso (capacidad para satisfacer necesidades).

Así es como las cosas, los recursos naturales, se convierten en


medios para obtener riqueza más que en fines para satisfacer
necesidades humanas.
Otro problema es el siguiente:

“Si en el supermercado ves un pan, ves claramente su


utilidad, su valor de uso: alimentar; pero ese valor está
totalmente latente. Aunque sea comestible, su valor de
cambio tiene que cubrirse antes de que sea comido. Si
nadie lo compra se echará a la basura aunque millones
tengan hambre.”
Ahora, imaginemos un sistema de trueque donde mercancías se
cambian directamente por otras mercancías, el problema es que
la relación de valor entre una gama de diferentes mercancías no
está bien establecida.

Si una persona quiere cambiar manzanas y otra camisas, ¿cómo


podemos determinar cuántas manzanas equivalen al valor de una
camisa?

¿En base a que principio o criterio pueden intercambiarse?

̶ La respuesta de Marx es el TRABAJO.


Tomemos el ejemplo de dos mineros.

Uno tarda una semana en minar un gramo de cobre y el otro un


mes para minar un gramo de oro. Si al fin del mes intercambiaran
su respectivos gramos, diríamos que el trato no es justo porque
uno tuvo que trabajar mucho más.

 Es así como el valor de un producto va en función del tiempo


de trabajo necesario para producirlo.
Sin embargo, parece mucho más fácil usar el valor de
una sola mercancía para expresar el valor de todas las
demás.

Sean monedas de oro, plata o cobre, sean billetes de


papel u otro material, la mercancía particular que se
usa se llama “dinero”.

El DINERO es la mercancía universal, equivalente a


todas las demás.
¿QUÉ ES SER CAPITALISTA?

Lo que convierte a alguien en capitalista es la forma como se relaciona con el


dinero.

Lo ideal sería realizar lo siguiente:

«Recibir dinero para comprar más mercancías: comida, renta, colegiatura para los
hijos, gasolina para el coche, etc. Se trata de la venta y compra de mercancías
mediante el dinero. El dinero aquí tiene la función de satisfacer necesidades.»

El ciclo que se nota aquí es:

mercancía – dinero – mercancía

A este ciclo lo llamaremos M-D-M


Lamentablemente la realidad es que en nuestra sociedad:

«Se compra mercancías para luego venderlas. En otras palabras,


el dinero se usa para ganar más dinero. El dinero aquí tiene la
función de generar riqueza.»

El ciclo que atraviesa el capitalista es:

dinero – mercancía – dinero

A este ciclo lo llamaremos D-M-D


¿CUÁL ES LA MERCANCÍA MÁS VALIOSA DE TODAS?

EL SER HUMANO

• Esto significa que en el sistema de producción capitalista el hombre


se hace cosa, mercancía, usada por el propietario de los medios de
producción como un simple instrumento más en la cadena de
producción de bienes. El hombre es un esclavo de las cosas.
Las relaciones de producción son "relaciones de propiedad", relaciones
de trabajo entre propietarios de las fuerzas productivas y no
propietarios, entre "explotadores y explotados" entre clase dominante
y clase dominada.

En las sociedades clasistas, una de las clases será explotadora y otra,


la compuesta por los trabajadores, la explotada; así en la Antigüedad
había amos y esclavos; en la Edad Media señores y siervos, y en la
Edad Moderna capitalistas (burguesía) y proletarios.
Según Marx es posible y necesaria la transformación de la sociedad y
ello mediante una acción y proceso revolucionario que elimine la
propiedad privada y suprima las clases sociales.

Las etapas de este proceso serían:

1. La "dictadura” del proletariado.

2. El socialismo.

3. El comunismo.
1. La "dictadura del proletariado”: El proletariado toma el poder,
quita a la burguesía sus privilegios económicos y políticos, y se
hace con los grandes medios de producción.

2. El socialismo: Período de gran desarrollo de los medios de


producción y de la riqueza social, que será administrada por el
Estado, en representación de los intereses de toda la sociedad.

3. El comunismo: Culminación del proceso revolucionario. Época de


abundancia, de plenitud y libertad, en la que habrán
desaparecido definitivamente las clases y también el Estado.
Para Marx la ideología tiene como función ocultar, deformar o
justificar la situación de alienación que el hombre vive en un momento
histórico, la crítica marxista de las ideologías es una consecuencia de la
crítica más general a la alienación del hombre.
Un claro ejemplo de la actitud crítica de Marx ante las producciones
ideológicas lo encontramos en sus ideas relativas a la religión: dado
que no existe Dios, afirma Marx, la aparición de la religión es una
consecuencia de la vida humana, y, de acuerdo con sus planteamientos
generales, ligada a la explotación del hombre hecha por el hombre.
Para Marx la crítica a la religión es la premisa o preámbulo de toda
crítica: la religión es alienación al proyectar al hombre fuera del
mundo real finito, único existente, en un mundo ficticio e ideal.
Además, la religión no sólo es alienación de cada hombre individual,
sino instrumento de la clase dominadora para oprimir a los dominados:
primero, al justificar teológicamente la división social que provoca la
alienación, la explotación existente; y, en segundo lugar, al ofrecer
“paraísos” ficticios en los que los hombres pueden realizar su afán de
justicia y felicidad, frenan la posibilidad de rebelión y de su
realización en este mundo, el único real y existente. Por eso para Marx
la religión es el “opio del pueblo".

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