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EL AUTOCUIDADO DE NUESTRA VIDA Y

MINISTERIO SACERDOTAL Y LA
COMUNIÓN FRATERNA PRESBITERAL
AUTOCUIDADO

 No es un acto de egoísmo o narcisismo.

 No es tampoco de vanidad o de lujo.

 No puede tampoco reducirse a una dimensión de la persona, ej.


Cuidado de su cuerpo más que del alma.

 Implica a la persona de manera integra (cuerpo y alma,


inteligencia y voluntad).
“AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO”
 El autocuidado surge del amor de Dios y se recibe como un don:
“Nosotros amamos, porque Él nos amó primero” (1 Jn 4, 19).

 El amor a uno mismo es la medida de igualdad para amar al prójimo.

Por que me sé y me siento amado por Dios, amo al prójimo.


AUTOCUIDADO PERSONAL
DIMENSIÓN HUMANA
DIMENSIÓN HUMANA
◦ Alimentación sana y balanceada
 Tiempos estables para los alimentos.
 Cuidar el balance nutricional.

◦ Deporte
 Realizar ejercicios para activar el organismo y mantener el
cuerpo y la mente sana.

◦ Descanso físico y emocional


 Equilibrio entre el trabajo, el descanso nocturno y el
tiempo de ocio (pasear, encontrarse con familiares y
amigos).
DIMENSIÓN HUMANA
◦ Salud psicológica
 Saber compartir, con otros sacerdotes, los problemas personales y
del ministerio.

 Dejarse acompañar y aconsejar.

 Estar de mal humor o tristes por períodos largos no está bien, ni


hace bien al sacerdote y ni a su comunidad.

◦ Salud afectiva y emocional


 Ser conscientes de que en todo momento somos consagrados y
por lo tanto, nuestra vida es para Dios y su Iglesia.

 No podemos renunciar a nuestros afectos personales, pero no


debemos descuidarlos.
UN SACERDOTE SANO SE DEBE A SÍ
MISMO Y A SU COMUNIDAD
AUTOCUIDADO PERSONAL
DIMENSIÓN INTELECTUAL
DIMENSIÓN INTELECTUAL

 La lectura
 Es necesario leer inteligentemente, no apasionadamente.
La lectura desordenada entorpece y no alimenta el espíritu.

 Hay cuatro tipo de lecturas para nuestro autocuidado:


 De formación científica: revistas teológicas.

 De información: noticias, documentos y comunicados eclesiales.

 De ocasión: alguna lectura que ayude a levantar el animo en los


tiempos de aridez intelectual.

 De descanso: novela, poesía.


DIMENSIÓN INTELECTUAL

 Actividades culturales
 Exposiciones culturales, visitar museos, teatro,
conferencias, cursos, proyecciones cinematográficas, etc.

 Jornadas de estudio y de formación permanente


 Participar activamente de ellos

 Buscar otros espacios extras ofrecidos por otras


instituciones.
AUTOCUIDADO PERSONAL
DIMENSIÓN ESPIRITUAL
DIMENSIÓN ESPIRITUAL
 Silencio (interior y exterior)

 Favorece el diálogo interior y personal con Dios.

 La soledad exterior es necesaria psicológicamente para entrar en la

quietud de la reflexión.

 Examen de conciencia

 “La conciencia es un guía personal y, si hago uso de ella, es porque

soy quien debo de usarla y por que está más próxima a mí que

cualquier otro medio de conocimiento (…) Nadie de la presencia de

nuestro Creador puede entrar en nosotros, pues a nadie más puede

descubrirse y someterse el corazón entero con todos sus

pensamientos y emociones” (Card. Jonh Henry Newman).


DIMENSIÓN ESPIRITUAL
 Oración personal

 Es el termómetro de la relación personal con


el Padre.

 Asemejar nuestra oración a la de Jesús (cfr.


Mc 1, 35; Mt 14, 23; Lc 6, 12).

 La calidad de la oración del sacerdote debe


ser cada vez mas extenso y profundo
conforme avanza su vida sacerdotal, no lo
contrario.

 Revisar lo que sucede al interno al orar,


observar sobre todo los sentimientos que
surgen y hacía donde llevan.
DIMENSIÓN ESPIRITUAL
 La contemplación
 “El contemplativo tiene que poner los ojos en la Palabra, tiene
que sentir la mirada de Dios sobre su vida y dándole la razón,
juzgarse a sí mismo” (Hans Urs von Balthasar).

 Dirección espiritual

 “El alma sola, sin maestro, que tiene virtud es como el carbón
encendido que está solo: antes se irá enfriando que encenderlo.
El que a solas cae, a solas esta caído y tiene en poco su alma,
pues de sí solo se fía (…). El que cae ciego, no se levantará ciego
solo; y, si se levantare, encaminará por donde no conviene” (San
Juan de la Cruz).
Hermanos poned más empeño todavía en
consolidar vuestra vocación y elección. Si hacéis
así, nunca jamás tropezaréis (2 Ped 1, 10).
AUTOCUIDADO PERSONAL
DIMENSIÓN PASTORAL
DIMENSIÓN PASTORAL
 Así cuida el sacerdote de sí mismo: de ser un buen pastor que
conoce a sus ovejas, que camina con ellas y entre ellas: unas
veces atrás, otras en medio y otras a delante (cfr. Papa
Francisco ).
 Cuida de sí mismo para no ser un asalariado, para no caer en
depotismos ni carrerismo, ni clericalismo ni indolencia
pastoral.
 Se sabe pecador y necesitado de constante conversión.
 Busca a los alejados, sin dejar de atender a los que ya forman
parte del redil.
El principal cuidado pastoral de un
sacerdote es su propia conversión.
AUTOCUIDADO COMUNITARIO
COMUNIÓN FRATERNA
 “Cada sacerdote está unido a los demás miembros del
presbiterio por particulares vínculos de caridad apostólica, de
ministerio y de fraternidad” (RFIS, 85).
 “Todos hemos sido introducidos en la vida de Cristo no sólo
para entrar en comunión con Él, sino también para favorecer la
comunión” (cfr. Ap., 154).

El presbiterio junto con todas sus estructuras deben ser


lugares donde se robustecen y se agudizan la comunión
sacerdotal fraterna.
COMUNIÓN FRATERNA

 Encuentro personal con el otro


◦ El auténtico encuentro lleva a crecer en lo humano, a cuidarnos, a
corregirnos fraternalmente, no a deformarnos.
◦ El presbiterio es su familia donde ha de crecer, así como en la
comunidad parroquial en la que es un cristiano entre los cristianos,
y que como pastor la preside en el cuidado pastoral.
COMUNIÓN FRATERNA
 Vigilar, remediar y enmendar

◦ Es necesario permanecer en el Señor y no


abandonar el camino de la formación y
conversión permanente.

◦ Aprender y desarrollar una habilidad “espiritual”


para conocer las estrategias con que el enemigo
opera en nuestra vida.
MODALIDADES DE FRATERNIDAD
 Propuestas que encontramos en la
Ratio Fundamentalis Institutionis
Sacerdotalis (n. 88)
◦ Encuentros fraternos: para orar,
realizar la lectio divina juntos, profundizar
temas teológicos o de pastoral, compartir
deberes del ministerio o simplemente
pasar el tiempo juntos.
◦ Buscar dirección espiritual y
confesión: como espacios de gracia.
MODALIDADES DE FRATERNIDAD
◦ Ejercicios espirituales: tiempos de encuentro con el
Señor y discernimiento personal y apostólico.

◦ Compartir la mesa e intercambio amistoso.

◦ La vida común.

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