Este documento presenta los conceptos clave de la autoría y participación criminal. Explica que la autoría se refiere a la persona que ejecuta la conducta descrita en el tipo penal, mientras que la participación se refiere a personas que colaboran en el delito sin ejecutarlo directamente. También describe los principios de la participación criminal como la exterioridad, convergencia y accesoriedad, y explica conceptos como participación necesaria, eventual, complicidad y encubrimiento.
Este documento presenta los conceptos clave de la autoría y participación criminal. Explica que la autoría se refiere a la persona que ejecuta la conducta descrita en el tipo penal, mientras que la participación se refiere a personas que colaboran en el delito sin ejecutarlo directamente. También describe los principios de la participación criminal como la exterioridad, convergencia y accesoriedad, y explica conceptos como participación necesaria, eventual, complicidad y encubrimiento.
Este documento presenta los conceptos clave de la autoría y participación criminal. Explica que la autoría se refiere a la persona que ejecuta la conducta descrita en el tipo penal, mientras que la participación se refiere a personas que colaboran en el delito sin ejecutarlo directamente. También describe los principios de la participación criminal como la exterioridad, convergencia y accesoriedad, y explica conceptos como participación necesaria, eventual, complicidad y encubrimiento.
P R O F. G A B R I E L A L E J A N D R O C A R R I L L O R O Z A S U S T, S E D E T E M U C O . PLANTEAMIENTO GENERAL:
Siempre que la ley señala la pena de un delito, se
entiende que la está imponiendo al autor de un delito consumado. Este principio se encuentra consagrado en el artículo 50 de nuestro Código Penal. Conforme lo expuesto, la ley supone que cada hecho punible tiene por lo menos un sujeto activo, que es la persona que realiza o da principio a la ejecución de la conducta típica. Sin perjuicio de lo cual, en ocasiones la ley supone que determinadas conductas no pueden ser ejecutadas sino con la intervención de más de una persona, como por ejemplo el delito de bigamia, asociación ilícita, duelo o el delito de incesto (casos de participación necesaria). Estos delitos, independientemente de la culpabilidad de cada uno de los intervinientes, no pueden ser llevados a cabo sin la intervención necesaria de más de una persona. Pero la regla general indica que la conducta típica debe ser realizada al menos por un sujeto activo. Ello no quita, sin embargo, que puedan intervenir más personas en la ejecución del hecho. Si varias personas realizan una misma conducta punible entonces hablaremos de COAUTORÍA; si otras personas intervienen en el acto típico, pero sin ejecutar la conducta, sino colaborando o participando de otro modo en su ejecución, hablaremos de COMPLICIDAD O ENCUBRIMIENTO. La complicidad y el encubrimiento constituyen formas de intervención en el delito menos graves que la autoría; además, estas categorías son conceptualmente distintas. Dogmáticamente se distingue entre autoría y participación: - La autoría es principal y la participación es accesoria. Los partícipes son aquellos que colaboran en el hecho del autor, sin que se les pueda atribuir la comisión del hecho. Autores, por su parte, son aquellos que llevan a cabo la acción u omisión típica señalada en la ley penal. Cuanto estudiamos el tipo penal dijimos que una de sus modalidades era la relativa al sujeto activo. ¿Qué es el sujeto activo de un delito? El que ejecuta la conducta que describe el tipo penal. Esa acción descrita por el legislador a veces es realizada por una sola persona, caso en el cual ningún problema se plantea; este sujeto es el autor directo, ejecutor o material del delito y a él se le aplicará la pena pertinente. Sin embargo es muy frecuente que en la comisión de un delito intervengan o concurran varias personas, caso en el cual hablamos de participación criminal o concurso de personas en un hecho punible. Sobre el particular dice la doctrina es necesario hacer una distinción entre lo que se denomina participación o concurso necesario y concurso o participación eventual: A) LA PARTICIPACIÓN ES NECESARIA: Tiene lugar cuando el tipo penal exige que concurran como sujetos activos 2 o más personas, sea que una de ellas o ambas merezca sanción. En este caso estamos en presencia de delitos colectivos, que pueden ser bilaterales o multilaterales. - Delitos colectivos bilaterales: El tipo penal exige que concurran como sujetos activos dos personas, sea que uno de ellas o ambas merezca sanción. Ejemplos: delito de sodomía o de duelo. - Delitos colectivos multilaterales o plurilaterales: Son aquellos en que el tipo penal exige que concurran como sujetos activos más de 2 personas para que la conducta sea punible. Ejemplos: Motines, rebelión, sedición (Ley de seguridad del Estado). Lo característico de estos tipos penales es que se refieren al sujeto activo como “los que”. El ejemplo que más se aplica hoy en día es el relativo al delito de asociación ilícita (Art. 292 y siguientes del CP). En estos casos de participación necesaria no existen mayores dificultades a resolver, por cuanto el castigo penal de los diversos sujetos debe resolverse de acuerdo a las exigencias del respectivo tipo penal. Todos los sujetos que intervienen en el hecho punible serán castigados penalmente en la forma que en la parte especial establezca el legislador. B) LA PARTICIPACIÓN EVENTUAL: Aquí se centra el problema. El hecho punible es perpetrado por 2 o más sujetos, sin que ello sea exigencia del tipo penal. Es decir, el tipo penal puede ser ejecutado por un solo individuo, pero en los hechos intervienen varios sujetos en el comportamiento punible. En esta situación estamos en presencia de delitos individuales o tipos penales de autoría unipersonal. Ejemplo: Robo perpetrado por varios sujetos, asalto al furgón de Brinks; una estafa, etc. PRINCIPIOS DE PARTICIPACION CRIMINAL:
1.- PRINCIPIO DE LA EXTERIORIDAD:
Este principio postula que para el castigo de las conductas que no consisten directamente en la realización del hecho típico, es necesario que este hecho haya llegado a ejecutarse por otra persona, es decir, debe existir una exteriorización mínima, esto es, debe haber a lo menos tentativa. Este principio trata de resolverá que parte de la iter criminis debe cumplirse por el autor principal para que sean punibles los demás intervinientes del delito. El castigo penal en este caso comienza con la tentativa. De manera que, la conducta de los demás sujetos solo es punible si el autor, a lo menos, ha dado principio de ejecución al crimen o simple delito. 2.- PRINCIPIO DE LA CONVERGENCIA: Este principio trata de resolver que grado de acuerdo debe existir en los sujetos para que estemos en presencia de la participación criminal. Hay consenso en la doctrina que se exige en virtud de este principio, que el hecho sea común para los distintos sujetos, y debe ser común, tanto subjetiva como objetivamente. En otras palabras, solo habrá participación criminal si la voluntad de los diversos intervinientes se encamina a un objetivo común. OBJETIVAMENTE Debe existir un vínculo entre cada participe y un solo hecho, que es el mismo en el cual los demás participes toman parte. SUBJETIVAMENTE El hecho es común cuando todos los sujetos tienen conciencia de estar participando en él. Debe mediar una suerte de “dolo común” Voluntad encaminada a un mismo hecho delictivo. CONSECUENCIAS DE ESTE PRINCIPIO: A.- No puede haber participación criminal en los delitos culposos. B.- No existe participación culposa en el hecho doloso de un tercero. C.- El exceso de dolo de alguno de los concurrentes no afecta a los demás participes. D.- Lo mismo se aplica a la desviación de dolo Si el acuerdo es lesionar y uno de los partícipes mata, sólo éste responde de homicidio. 3.- PRINCIPIO DE ACCESORIEDAD: Este principio trata de resolver que elementos del delito debe reunir la conducta del autor principal para que sean punibles o castigados los demás intervinientes del delito. Se trata de determinar si la acción del ejecutor necesita ser un delito perfecto o si es suficiente que se satisfaga solo alguno de los elementos del delito. Existen distintos tipos de accesoriedad: a) Accesoriedad mínima: La conducta del autor ejecutor material del hecho debe ser típica. b) Accesoriedad media: La conducta del autor ejecutor material del hecho debe ser típica y antijurídica. c) Accesoriedad máxima: La conducta del autor ejecutor material debe ser típica, antijurídica y culpable. d) Hiperaccesoriedad: Se presenta cuando, además de lo anterior, concurren las condiciones objetivas de punibilidad y que no concurra una excusa legal absolutoria. Criterio a seguir ACCESORIEDAD MEDIA. ARGUMENTOS: 1.- La culpabilidad es el elemento personal e individualizador del delito, de modo que es posible que uno o unos sean culpables y otros no. 2.- Los artículos 15 y 16 del CP hablan de hecho y no de delito, para argumentar la autoría y la complicidad. 3.- El artículo 72 del CP es claro al decir que si participan menores y mayores de edad, estos últimos no se liberan del castigo, e incluso más, si se prevalen del menor de edad, ello constituye una agravante. Lo mismo señala el artículo 456 bis Nº 5 del CP. Etcheberry está de acuerdo con lo anterior, pero para los efectos del encubrimiento señala que debe aplicarse la accesoriedad máxima. Señala como argumento que el artículo 17 habla de “crimen o simple delito culpable” y no de hecho. 4.- PRINCIPIO DE COMUNICABILIDAD: Se trata de resolver si se comunican a los demás participes los elementos o calidades personales o subjetivas que integran el tipo penal a quienes no tienen dichas calidades. No existe solución legal al problema. Lo único que es claro es que las circunstancias modificatorias de responsabilidad penal de carácter personal, esto es, que consistan en la disposición moral del delincuente, en sus relaciones particulares con el ofendido o en otra causa personal, NO SE COMUNICAN, según el artículo 64 inciso 1º del CP. En cambio, las circunstancias materiales, por ser objetivas y referirse a la ejecución del hecho, afectan a todos aquellos que participaron y tenían conocimiento de las mismas, es decir, SON COMUNICABLES. ¿Qué ha dicho la doctrina? A.- EDUARDO NOVOA Las calidades personales del tipo siempre se comunican, sin distinción, por cuanto el mismo hecho NO puede ser calificado jurídicamente de distinta manera para todos los partícipes. B.- ALFREDO ETCHEBERRY Señala que hay que distinguir: 1.- Si las calidades personales están en el núcleo del delito. 2.- Si las calidades personales están en la periferia. Lo anterior, se resuelve mediante un proceso de SUPRESION MENTAL HIPOTETICA: a.- Si suprimimos mental e hipotéticamente la circunstancia o calidad personal integrante del tipo y la conducta deja de ser delictiva, ello quiere decir, que ella pertenece al núcleo del delito. Ejemplo: El parentesco en el delito de incesto si se elimina hipotéticamente, desaparece el delito a cualquier título, entonces forma parte de la esencia del tipo y se comunica a los demás. b.- Por el contrario, si aún suprimida mental e hipotéticamente tal calidad, la conducta continua siendo delito, aunque sea a otro título, quiere decir que solo integra la periferia del delito. Ejemplo: Así el parentesco será circunstancia en el parricidio, donde si lo eliminamos mentalmente, nos quedará un homicidio simple o calificado y entonces no se comunica a los extraños. En conclusión Cuando la calidad personal integra el núcleo del delito, tal calidad se comunica a los partícipes. En cambio, si forma parte de la periferia, no se comunica. C.- ENRIQUE CURY Este autor sostuvo durante muchos años que no se comunicaban en ningún caso las calidades personales. Sin embargo, a partir del año 2005 modificó su postura. En efecto, sostiene una opinión muy similar a la de Etcheberry, con algunas variantes. DELIMITACIÓN ENTRE AUTORIA Y PARTICIPACIÓN:
La categoría imprescindible de la participación criminal es la
AUTORIA. En tanto que los partícipes, strictu sensu, se clasifican en INDUCTORES o INSTIGADORES, COMPLICES y ENCUBRIDORES. La autoría es la base sobre la que se erige todo concurso de personas en la comisión de un delito. Luego, es perfectamente concebible autoría sin participación, pero resulta inconcebible participación sin autoría. En cuanto a la AUTORIA, surge la siguiente interrogante ¿Qué se entiende por autor de un delito? El derecho positivo no resuelve esta interrogante. Un concepto genérico de autor, en principio, sería el siguiente: “AUTOR ES EL QUE REALIZA LA CONDUCTA TIPICA”. El autor “ES EL QUE VERIFICA EL VERBO RECTOR DE LA FIGURA LEGAL”. Sin embargo, este concepto dado a su vez puede dar origen a una nueva interrogante ¿Quién realiza la acción o conducta típica? Esta segunda interrogante es respondida por diversas teorías doctrinarias que se han gestado al respecto: A.- TEORIAS SUBJETIVAS Muy amplias. B.- TEORIAS OBJETIVAS Muy restrictivas. C.- TEORIA DEL DOMINIO DEL HECHO Mayormente aceptada. 1.- Teoría subjetiva causal: Es autor todo aquel que ha puesto una condición para causar el resultado típico. De esta forma son autores todos los intervinientes en la producción del resultado típico, y comprendería en el concepto de autor a muchas conductas, que tradicionalmente se han considerado como simple complicidad o inducción. Se rechaza esta teoría porque establece un concepto de autor extensivo o desmesurado. 2.- Teoría objetivo – formal de Beling: Esta teoría formula un concepto restringido de autor, y también corresponde a concepciones causalistas. Para esta teoría es autor quien ha realizado todo o una parte cualquiera del tipo. Por supuesto, que entendido aquí el tipo en el sentido objetivo propuesto por Beling. Los partícipes, sólo despliegan conductas preparatorias que en sí son atípicas, pero la ley las somete a una pena mediante la creación de los tipos subordinados de instigación y complicidad. 3.- Teoría del dominio del hecho: Fue desarrollada por Claus Roxin, según la cual, es autor aquel que tiene el control del hecho típico, esto es, aquel que tiene las riendas del comportamiento. Será autor entonces quien posee el dominio final de la acción, tanto objetiva como subjetivamente, en términos tales que está en sus manos la ejecución en definitiva del hecho. Si existe una decisión común y una división del trabajo delictivo, de modo tal, que se depende del trabajo de cada uno de los sujetos, todos son autores. Ejemplo para graficar estas teorías: CASO HIPOTETICO “Pedro, Juan y Diego quieren robar un banco. Diego es el chofer, Pedro entra armado al Banco y Juan es el vigila”. A.- Según la teoría subjetiva causal Todos son autores. B.- Según la teoría objetiva – formal Pedro es autor. C.- Según la teoría del dominio del hecho Los tres son autores. AUTORIA Y PARTICIPACIÓN EN DOCTRINA:
Es posible que en la ejecución de un hecho punible entre
varios sujetos existan distintas calidades de autores: A.- AUTOR EJECUTOR, INMEDIATO, DIRECTO O MATERIAL. B.- AUTOR MEDIATO. C.- COAUTOR. D.- AUTOR INTELECTUAL, según algunos. El autor ejecutor es aquel que materialmente realiza en todo o parte la conducta descrita por el tipo penal. En este caso, el sujeto activo tiene el dominio del hecho. La persona realiza por sí misma la conducta delictiva. B.- AUTOR MEDIATO:
Es aquel que para ejecutar la conducta típica se sirve como instrumento de
un tercero, al cual utiliza o del cual abusa, a fin de obtener que dicho tercero ejecute materialmente la conducta punible. Se habla de “autor detrás del autor”. Corresponde al dominio indirecto del hecho que se da a través de la influencia que alguien ejerce sobre la voluntad de un tercero, quien es utilizado como instrumento. El tercero instrumentalizado no responde penalmente, sea porque está en una situación de error de tipo, error de prohibición o en una situación de inimputabilidad o bien de inexigibilidad de otra conducta. ¿Qué casos constituyen autoría mediata? 1.- Utilizar a un sujeto respecto del cual se usa bis absoluta. 2.- Valerse de un sujeto a quien se hace incurrir en error o aprovechándose del error del error en que se encuentra, sea error de tipo o error de prohibición. 3.- Caso de autor mediato que utiliza a un inimputable para que éste ejecute la conducta típica, por ejemplo, un menor de edad o un demente. 4.- Valerse de un tercereo respecto de quien se ejerce vis compulsiva. En este caso el sujeto activo tiene el dominio de la voluntad por coacción. El autor mediato domina la voluntad del tercero. 5.- También postula Roxin, que pertenecerían a esta clase de autor aquellas situaciones en que se domina la voluntad a través de “aparatos organizados de poder” o “criminalidad organizada”. Esta elaboración doctrinaria la efectuó a propósito de las dudas planteadas al juzgar a un sujeto perteneciente al nazismo, que mató, pero atendiendo a una ideología, entonces se presenta la duda de cómo lo juzgamos. Aquí no hay una orden sino que actúa por voluntad propia, o incluso a veces se actúa por convicción. Roxin plantea que el que tiene el poder es el culpable, porque tiene en sus manos la voluntad de todos los demás sujetos que están en un plano de inferioridad. La objeción a esta tesis es que en estos casos sí existe un sujeto ejecutor. Roxin responde que ese sujeto es completamente fungible, es irrelevante. En todos estos casos, aun cuando el 3º ejecuta materialmente el delito, carece de un autentico dominio de la conducta, respondiendo solo penalmente el “autor detrás del autor”. Son aquellos que se dividen la ejecución del hecho en términos tales que cada uno dispone del condominio del mismo, y pueden decidir en conjunto sobre la consumación. Ejemplo Tres amigos que asaltan un banco y dividen el trabajo entre sí o bien, todos pueden participar en todas las acciones. Implica un dominio compartido por varios sujetos, que se dividen la realización del delito. Se trata de un dominio funcional del hecho. D.- AUTOR INTELECTUAL:
Es aquel que, sin ejecutar directamente la conducta típica,
posee en sus manos las riendas de ella porque lo ha planificado, la ha organizado, de manera que también puede decidir sobre su consumación, modificación o interrupción. Es quien, sin ejecutar directamente la conducta típica, posee, no obstante, el señorío de ella, porque ha planificado y organizado su realización, pudiendo de tal manera, decidir sobre su interrupción, modificación o consumación. FORMAS DE PARTICIPACION CRIMINAL:
Podemos señalar que la participación dice relación con
aquellas personas que sin ser autores, intervienen con acciones que al complementar la del autor o de los autores, sea por actos anteriores, coetáneos o posteriores, permiten que el delito se agote. Aquí tenemos: A.- LA COMPLICIDAD. B.- LA INSTIGACIÓN. C.- EL ENCUBRIMIENTO. A.- COMPLICIDAD: Consiste en colaborar en la realización del delito en forma material o intelectual. En la complicidad el partícipe coopera al autor y le ayuda para la comisión del delito, facilitándole los medios .Su conducta es secundaria a la del autor. Colabora con él de un modo idóneo y le hace más expedito el camino al autor. Las conductas del autor y cómplice son anteriores o coetáneas a la comisión del delito, que se presenta sin concierto previo. El cómplice participa en el hecho punible que otro comete, apoyándolo o auxiliándolo, pero sin haber determinado su resolución a delinquir. Lo que caracteriza a un cómplice es la cooperación, la colaboración. A la complicidad también se la ha denominado auxilio. El cómplice realiza un acto de mera ayuda a la acción de otro, sabiendo que su intervención significa un apoyo y queriendo esta contribución. El cómplice no quiere el delito como propio, ni tiene el dominio de su realización. B.- LA INSTIGACIÓN: Consiste en crear en otro sujeto la voluntad de cometer un delito. Al igual que la autoría mediata, supone dos sujetos, pero en este caso, el instigado responde como autor. De acuerdo a Novoa, instigador es el que participa en un hecho punible, obteniendo que otro se decida a realizarlo. El que instiga no está dispuesto a intervenir como ejecutor material del delito y, por esa razón, convence a otro para que obre como autor. El instigador crea en otro sujeto la voluntad de cometer el delito. Para Mezger el instigador obra solamente a través del alma del instigado. C.- ENCUBRIMIENTO: En este caso el partícipe actúa una vez que el delito ya se cometió, ya sea, con el propósito de entrabar la acción de la justicia o, ya sea, procurando obtener él un beneficio económico del delito. En algunas legislaciones el encubrimiento no constituye una forma de participación criminal, sino que es un delito en sí, por estimarse que todos los actos del encubrimiento lesionan a bienes jurídicos protegidos, esto es, traban la acción de la justicia y a veces llevan o motivan al lucro. El encubridor colabora a los autores o cómplices con posterioridad a la ejecución del delito, sin que haya habido concierto previo a su ejecución. AUTORIA Y PARTICIPACIÓN EN EL CÓDIGO PENAL:
Nuestro Cogido Penal en primer lugar no define quienes son
autores, sino que en el artículo 15 se refiere a quienes se consideran autores. En este artículo se da una descripción amplia de autores, castigando como tales a quienes en realidad o técnicamente son cómplices, según la doctrina. En cuanto a participación, el concepto de cómplice queda reducido al mínimo y el Código Penal castiga además como participe al encubridor. Art. 15. Se consideran autores: 1° Los que toman parte en la ejecución del hecho, sea de una manera inmediata y directa, sea impidiendo o procurando impedir que se evite. 2° Los que fuerzan o inducen directamente a otro a ejecutarlo. 3° Los que, concertados para su ejecución, facilitan los medios con que se lleva a efecto el hecho o lo presencian sin tomar parte inmediata en él. ANALISIS EN PARTICULAR DEL ARTICULO 15 DEL CÓDIGO PENAL:
Se consideran autores: 1° Los que toman parte en la ejecución
del hecho: - sea de una manera inmediata y directa. - sea impidiendo o procurando impedir que se evite. El articulo 15 N° 1, primera parte, constituye una hipótesis de autoría que no genera inconveniente en cuanto a su sentido y alcance. Estamos en presencia de una situación de autor directo, ejecutor o material. Esta hipótesis, dice Alfredo Etcheberry, implica que el sujeto realice por sí mismo, total o parcialmente la conducta típica, por actos propios, sin valerse de intermediarios. En la segunda parte del articulo 15 N° 1, se debe considerar la discusión doctrinaria en cuanto al sentido y alcance de esta expresión, y en cuanto a si ella constituye un caso de complicidad elevada a la categoría de autoría o constituye realmente autoría. Para la doctrina tradicional ésta es una hipótesis de complicidad que el legislador considera como autoría para efectos del castigo penal. Según ellos, en esta hipótesis se incluye a aquellos, que al momento de ejecutar la conducta, se limitan a excluir o apartar a los actores ajenos a la voluntad de los delincuentes que podrían haber frustrado el hecho. Según Novoa, el tomar parte en la ejecución del hecho, en esta hipótesis implica que el sujeto sepa que el hecho está siendo ejecutado por otro u otros, y que sepa también que con su actuación ayuda, pues impide o pretende impedir que terceros eviten la ejecución del hecho delictivo. La doctrina tradicional señala situaciones que a su parecer están incluidas en este artículo, como por ejemplo, aquel que aleja o detiene al que acude en auxilio de la víctima. En este caso sería un cómplice elevado a la categoría de autor. También estaría incluido aquí el “sapo” o el “loro” (aquel sujeto que se queda apostado en un lugar para avisarles a los delincuentes si llega la fuerza pública o terceros). En este caso también estaría tomando parte en la ejecución del hecho, quien sabe que el delito está siendo ejecutado por otro y que con su actuar procura impedir que se evite. Por último, la doctrina tradicional dice que está incluido aquí aquellos que se limitan a distraer a la policía con riñas o peleas simuladas, para permitir la actuación tranquila de los delincuentes. Se consideran autores: 2° Los que fuerzan o inducen directamente a otro a ejecutarlo: En la primera parte en la expresión “forzar” se incluyen todas aquellas situaciones constitutivas de autoría mediata. Por una parte está la acción de “forzar a otro a ejecutar el hecho”, en el sentido de ejercer sobre alguien fuerza material o física, esto es, utilizar a otro como instrumento material para la comisión del delito. Entonces aquí el forzado es quien realiza la acción típica, pero, a consecuencia de la fuerza que se ejerció sobre su persona. La fuerza material puede constituir una vis absoluta o vis compulsiva. Como aquí el legislador no distingue, se comprenden ambos tipos de fuerzas. En ambos casos va a responder el forzador. El forzado en tanto, va a carecer de responsabilidad penal, pero la irresponsabilidad del forzado obedece a causas diferentes, según la naturaleza de la fuerza (vis absoluta ausencia de acto, vis compulsiva causal de exculpación). En la segunda parte la expresión: “inducen directamente a otro a ejecutar el hecho” ha planteado diversos criterios doctrinarios: -Según Eduardo Novoa y la mayoría de la doctrina, dicen que inducir significa instigar, persuadir a otro para crear la voluntad de delinquir a través de cualquier medio de convencimiento. Inducir significa hacer nacer en otro la resolución de hacer algo. Esta inducción debe ser directa, relacionada con un hecho concreto. -Alfredo Etcheberry, postula que significa hacer nacer en el otro la ejecución del hecho típico. El inductor se limita a crear en el otro la voluntad de delinquir. Por ejemplo, el amigo que convence a otro todos los días que plante marihuana para solucionar un problema económico. Estamos aquí entonces, según la doctrina, frente a un partícipe que se considera autor. Debe tenerse presente en esta hipótesis que es exigencia común en ambos casos que la conducta se ejerza directamente a la persona a quien se fuerza o induce, y no por interpósita persona. Debe estar dirigida a una persona concreta y determinada, y además, debe estar referida a un hecho concreto. Se consideran autores: 3° Los que, concertados para su ejecución: - facilitan los medios con que se lleva a efecto el hecho. - o lo presencian sin tomar parte inmediata en él. La doctrina tradicional los denomina “cómplices o cooperadores”, ello por cuanto se señala que en este caso estamos en presencia nuevamente de cómplices considerados autores para efectos del castigo penal. Aplicar el artículo 16 es muy difícil. Según Sergio Yánez, en el artículo 15 N° 3 también estamos en presencia de situaciones que genuinamente constituyen autoría, y ello es así porque LO ESENCIAL EN ESTE ARTÍCULO ES LA EXISTENCIA DE CONCIERTO PREVIO ENTRE LOS SUJETOS, lo que les otorga a las personas de esta hipótesis el carácter de coautores. Esto porque los sujetos han resuelto, en virtud de este concierto, ejecutar distintas funciones cada uno, de manera que, cada aporte completa el de los demás, dando lugar a un hecho unitario. Según Yánez, hay una verdadera división de actos, todos son coautores del hecho. Aquí podemos distinguir dos situaciones: 1.- Los que concertados para su ejecución facilitan los medios con que se lleva a efecto el hecho. 2.- Los que concertados para su ejecución lo presencian sin tomar parte inmediata en él. 1.- Los que concertados para su ejecución facilitan los medios con que se lleva a efecto el hecho:
En este caso debe haber concierto previo y esta facilitación
de medios debe ser eficaz, esto es, contribuir efectivamente en la realización del hecho (Ejemplo: No sería eficaz si un sujeto presta un arma de fuego a otro y el autor ejecuta la conducta homicida con un arma blanca). Concierto previo: “Es el acuerdo de voluntades adoptadas previamente para la ejecución común del hecho”. Este acuerdo es verbal y expreso, pero también puede surgir de manera espontánea a través del gesto. La doctrina está de acuerdo en señalar que los medios que se facilitan pueden ser de cualquier naturaleza: materiales o intelectuales. Si el sujeto facilita los medios sin concierto previo, no se considera autor y estaría en el artículo16. 2.- Los que concertados para su ejecución lo presencian sin tomar parte inmediata en él:
Según Eduardo Novoa, la mera presencia, mediando
concierto, ha de servir para apoyar al autor directo o inmediato y contribuye a que cese la resistencia de la víctima. La Comisión Redactora señaló que el que con su mera presencia ampara o autoriza la perpetración del delito, aumenta la fuerza y el poder del delincuente, con su sola concurrencia, aún sin tomar parte en la ejecución. Debe tenerse presente que la presencia a que se refiere el precepto es una presencia física en el lugar del hecho. Sin embargo, también se considera que está presenciando al sujeto que vigila con una cámara, aún sin estar en el lugar de los hechos. Cabe destacar que en esta hipótesis también debe haber un concierto previo. Esta incriminación se funda en una virtud puramente potencial de la presencia del participe, ya que ésta aumenta el poder de los ejecutores y disminuye la posibilidad de defensa de la víctima, sin que tome parte directa en la acción. LOS PARTICIPES:
Concepto: Son aquellos que intervienen dolosamente en un
hecho ajeno, sin concurrir a la ejecución de la conducta típica, ni contar con el dominio de ella, realizando actos expresamente descritos en la ley, y que de ordinario, revisten un carácter únicamente preparatorio de colaboración (Cury). AUTORIA CATEGORIA PRINCIPAL. PARTICIPES CATEGORIA ACCESORIA O SECUNDARIA *Es posible que intervengan autores sin que existan participes, pero no al revés. 1.- Como toda exigencia de la participación criminal, se requiere que el participe obre dolosamente. Está en concordancia con el principio de la convergencia que regula la participación criminal. 2.- El sujeto es participe cuando interviene en un hecho ajeno, la conducta está bajo el control de otro u otros, tanto objetiva como subjetivamente. El participe solo colabora, sin tener las riendas de la conducta. 3.- Para ser castigado a este título se precisa que el sujeto realice actos expresamente descritos en la ley, que son los aludidos en el artículo 15 n° 2 (inductor), articulo 16 (cómplices), articulo 17 (encubridores). Esta última situación en nuestra legislación es una forma de participación, no obstante que intervienen con posterioridad a la ejecución del delito. En otras legislaciones es un delito autónomo. A.- Art. 15 N° 2 del C.P inducción o instigación:
“Es inductor el que de modo directo forma en otro la
resolución de cometer un delito”. Toda la doctrina está conteste en señalar que el inductor o instigador no es autor del delito, sino que es un partícipe, por cuanto en esta forma de participación, el sujeto forma en el otro la voluntad delictiva, siendo el inducido quien controla la conducta delictiva, tanto objetiva como subjetivamente, razón por la cual el sujeto no es autor del delito. El código señala o exige que el inductor obre directamente sobre el inducido, no a través de terceros, además exige (Art. 15 n° 2 segunda parte) que el inductor instigue al inducido a ejecutar el hecho delictivo debiendo tratarse además de un determinado delito. CONSECUENCIAS: 1.- Para que el inductor sea castigado es necesario que el ejecutor, a lo menos, de principio a la ejecución del hecho (manifestación del principio de la exterioridad). 2.- Como la instigación se refiere a la ejecución de un hecho típico y antijurídico, la inducción solo puede estar referida a la autoría. 3.- El inductor debe actuar con dolo de consumar, es decir, debe formar en el otro la resolución delictiva destinada precisamente a cumplir todos los elementos del tipo penal. Es importante porque, precisamente en algunas legislaciones (ley de drogas), existe ciertas instituciones en que la exclusión del tipo penal se basa en esto, específicamente en la inducción del agente provocador o encubridor. Para efectos del castigo penal el inductor es considerado autor. B.- Art. 16 complicidad:
“Son cómplices los que, no hallándose comprendidos en
el artículo anterior, cooperan a la ejecución del hecho por actos anteriores o simultáneos”. Este es un concepto residual. En nuestro ordenamiento jurídico positivo la característica fundamental de los cómplices es que cooperan en el hecho ajeno sin que exista concierto previo y por actos anteriores o simultáneos. En caso que exista concierto previo habría coautoría. Dado el amplio concepto de autor que nuestro Código establece, la extensión de la complicidad resulta bastante reducida. La calidad de cómplice es subsidiaria a la de autor, como ya se dijo. Por ello, es que, para serlo, resulta indispensable no ser autor. La diferencia fundamental con la concepción de autor se encuentra en la no existencia de un acuerdo o concierto previo. Solo si no existe concierto previo, es que podemos examinar si se trata de complicidad. Son hechos anteriores o simultáneos, porque tal situación marca la diferencia con el encubrimiento en que el sujeto precisamente actúa con posterioridad a la ejecución del hecho. Como el cómplice es un partícipe se exige que actúe dolosamente, que sólo coopere en la ejecución del hecho pero que no tenga el dominio final de la ejecución. Los actos de complicidad importan un conocimiento de la tarea delictiva, esto es, dolo del cómplice y se requiere también que el autor se haya servido efectivamente de la colaboración prestada, en caso contrario solo habría tentativa de complicidad, la que no es punible (Ejemplo: Gary sabe que su amigo va a robar un banco y sin que se lo pidan, lo espera afuera en el automóvil, pero su amigo no se vale de su ayuda). No es necesaria una ayuda material, dispuesta para la ejecución del delito, ya que puede tratarse de un auxilio moral o intelectual. Ejemplo: Entregar los planos o incluso puede tratarse de una omisión (Ejemplo: dejar abierta una puerta). OPORTUNIDAD EN LA COOPERACIÓN: La cooperación del cómplice debe realizarse por actos anteriores o simultáneos. Si son actos posteriores habrá encubrimiento. ¿Qué pasa con el sujeto que interviene con posterioridad, cumpliendo promesas anteriores a la ejecución del hecho? Aquí la doctrina se encuentra dividida: Para Echeverry no es cómplice, a lo más seria encubridor. Para Enrique Curry la promesa es una forma de auxilio moral que basta para configurar la complicidad, pudiendo incluso haber sido determinante para la perpetración del hecho. Nosotros le encontramos la razón a este último autor. C.- Art. 16 encubrimiento:
El encubrimiento esta regulado en el artículo 17 del Código Penal,
como una forma de participación en el delito, pero en estricto rigor, es una figura autónoma. REQUISITOS PARA SER ENCUBRIDOR: 1.- El hecho encubierto debe ser un crimen o simple delito (No hay encubrimiento de faltas). 2.- El encubridor debe tener conocimiento de la perpetración del crimen o simple delito, o de los actos ejecutados para llevarlo a cabo. 3.- Debe tratarse de una participación subsidiaria, esto es, no debe haber sido ni autor, ni cómplice, por lo tanto, su participación es posterior, nunca anterior o simultánea. Debe intervenir con posterioridad al crimen o simple delito. ¿De qué maneras puede intervenir el encubridor? R: Puede intervenir a través de algunas de las formas que describe el propio artículo 17 del CP: Estas formas son: 1. Aprovechamiento (Art. 17 n° 1) 2. Favorecimiento: • Real (17 n° 2) • Personal Ocasional y habitual. 1.- APROVECHAMIENTO: Aprovechándose por sí mismos o facilitando a los delincuentes medios para que se aprovechen de los efectos del crimen o simple delito. 2.- FAVORECIMIENTO: 2. A.- REAL: Ocultando o inutilizando el cuerpo, los efectos o instrumentos del crimen o simple delito para impedir su descubrimiento. 2. B.- FAVORECIMIENTO PERSONAL: Este además de subdivide en: 1.- OCASIONAL: Albergando, ocultando o proporcionando la fuga del culpable. 2.- HABITUAL: Acogiendo, receptando o protegiendo habitualmente a los malhechores, sabiendo que lo son, aun sin conocimiento de los crímenes o simples delitos determinados que hayan cometido, o facilitándoles los medios de reunirse u ocultar sus armas o efectos, o suministrándoles auxilio o noticias para que se guarden, precavan o salven. Por último, nuestro Código Penal establece una exención de responsabilidad penal para encubridores de ciertos parientes (Art 17 inciso final).