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En cuanto a la Acción y la
En cuanto al Vínculo Jurídico Omisión
En la Responsabilidad. En la Responsabilidad.
Contractual, antes de que ocurran Contractual, generalmente hay
los hechos dañosos omisión (incumplimiento),
primigeniamente ya existía un empero también puede existir
vínculo jurídico (contrato) cumplimiento parcial, tardío o
En cambio en la Responsabilidad. defectuoso.
Extracontractual, ante los hechos En cambio en la Responsabilidad.
dañosos nunca existió algún Extracontractual, generalmente
vínculo jurídico ya que este nace hay acción, excepcionalmente
recién desde la ocurrencia de los puede existir omisión (Ej.
hechos lesivos. omisión en la asistencia a
personas en estado de peligro).
Qué daños patrimoniales deben indemnizarse?
DAÑO PATRIMONIAL:
LUCRO CESANTE; Consiste en
Consiste en la lesión de derechos de
el no incremento del patrimonio
contenido económico.
del dañado, también se dice que
DAÑO EMERGENTE; Es la pérdida
es la ganancia patrimonial neta
que sobreviene en el patrimonio del
dejada de percibir por el dañado,
sujeto afectado por el
en consecuencia será aquello
incumplimiento de un contrato o
que ha sido o será dejado de
por haber sido perjudicado por un
ganar a causa del acto dañino o
acto ilícito, también como la
aquello que hubiera podido ganar
disminución de la esfera patrimonial
y no lo hizo por causa del daño
del dañado. Dicho en otras
ocasionado . Entonces mientras
palabras, la indemnización del daño
en el daño emergente hay
emergente es la que pretende
empobrecimiento, en el lucro
restituir la pérdida sufrida. Tenemos
cesante hay un impedimento a
como ejemplo. En un accidente de
que se enriquezca legítimamente
tránsito
DAÑO EMERGENTE
Por daño emergente se entiende el
empobrecimiento real y efectivo del
patrimonio que ha sufrido el daño
Ejemplo de daño emergente en sede
CONTRACTUAL. Un productor de eventos
celebra un contrato con determinado artista
para que realice un espectáculo en vivo. En
virtud de este contrato, el productor invierte
dinero en promocionar el evento en
televisión, radio y medios escritos, junto al
arrendamiento del recinto en donde se
llevaría a efecto el espectáculo. Sin
embargo, el artista no cumple su parte del
contrato y señala que no se presentará. El
incumplimiento del artista ha implicado
un daño emergente para el productor,
daño que se extiende a todo lo invertido
para promover el espectáculo.
DAÑO EMERGENTE
Ejemplo de daño emergente en
sede EXTRACONTRACTUAL. El
dueño y conductor de su taxi
cruza por una avenida, en
perfecto cumplimiento de la
normativa del tránsito, pero otro
vehículo, con imprudencia de su
conductor, no respeta la
señalización y choca contra el
taxi, destruyendo parte del motor.
El dueño del taxi ha sufrido un daño
emergente que se extiende a la
destrucción que ha sufrido su
vehículo.
¿Cuándo se puede acceder a una indemnización por
daño emergente y/o lucro cesante?
Lo primero de todo, pregunta si existen las condiciones
necesarias para poder reclamar la indemnización.
Los tres requisitos básicos deberían ser:
Que el daño pueda ser probado.
En caso de lucro cesante, que este tenga relación directa
con el daño causado. Y por supuesto deberá estar
suficientemente probada la relación entre ambos.
Que tanto el daño como el lucro cesante puedan ser
cuantificados económicamente.
Un ejemplo práctico de valoración de daños.
Felipe Ochoa, tiene un accidente de tráfico grave en el que
sufro lesiones corporales de importancia que le producen
una incapacidad permanente. En este caso tendremos
cuatro conceptos indemnizatorios probables:
1. Daño emergente actual: Que correspondería a los
daños materiales que se han producido en el coche, así
como sus gastos de hospitalización y medicamentos.
2. Daño emergente futuro: Que corresponderían a los
daños derivados de las secuelas físicas futuras del
accidente de tráfico.
3. Lucro cesante actual: Que correspondería a lo que he
dejado de ganar con su trabajo durante el ingreso
hospitalario y la baja por accidente.
4. Lucro cesante futuro: Que corresponderían a las
ganancias que dejara de percibir por causa del grado
de incapacidad permanente que le haya dejado el
accidente.
Finalmente, no podemos dejar de recomendar que en el
país, todas las personas deberíamos informarnos sobre
esta figura (la reparación por daños y perjuicios sufridos)
para así cada vez que se menoscaben nuestros derechos
poder alcanzar una respuesta positiva de la administración
de justicia que nos permita hacernos sentir seguros y
respetados, conviviendo en un ambiente seguro y proclive
a alcanzar momentos alejados de los padecimientos y
sufrimientos innecesarios que no estamos legalmente
obligados a cargar. Lo cual, también redundaría en el
hecho de que todos actuemos con el cuidado y la
diligencia debida en cada una de nuestras actividades,
cosa que actualmente, en muchos casos, no acontece.
En nuestra legislación a la hora de hablar de la cuantificación de los
daños patrimoniales no tenemos mayor inconveniente, por cuanto el
daño emergerte y el lucro cesante, figuras comunes y
reconocidas también en la legislación comparada, nos
permiten alcanzar, en cada caso, la indemnización que como
víctimas logremos demostrar al juzgador; situación que no
ocurre en cambio con el daño moral, cuya cuantificación
incomprensiblemente ha quedado, según las disposiciones legales
pertinentes, al criterio subjetivo del administrador de justicia, lo
cual lejos de brindarnos seguridad jurídica nos ha terminado
inmiscuyendo en un ambiente de abierta y cada vez creciente
desconfianza.