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Responsabilidad por Accidentes del Trabajo

1. Marco legal básico:

a) Artículos 184 a 193 del C.T; b) Artículos 209 a 211 del C.T; c) Art. 183-A al
183-AE; d) Ley 16.744 de 1968.

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2. Funcionamiento sistemas:

a)Sistema de responsabilidad por accidentes o enfermedades producidas con


ocasión de la relación laboral, descansa primeramente en un modelo de seguridad
social, gestionado por entidades privadas. Se establece la obligatoriedad del
seguro social contra riesgos de AT y EP.

b) La indemnización se devenga independientemente de si hubo culpa o no en el


empleador. Se excluye solo accidentes debidos a fuerza mayor extraña que no
tenga relación con el trabajo y los producidos intencionalmente por la víctima.

c) La forma de reparación y su monto es por medio de prestación médica,


subsidios por incapacidad temporal, pensiones de invalidez, pensiones de
supervivencia. Se afirma que aquí estamos frente a un esquema de
responsabilidad objetiva con indemnización tasada legalmente. El Prof. Corral en
cambio sostiene que más que responsabilidad objetiva lo anterior cae dentro del
derecho público y seguridad social.
d) Cuando el organismo asegurador paga la indemnización, tiene acción de
reembolso en contra del responsable del accidente, debiendo probar la culpa o
dolo del causante del AT.

e) Sin perjuicio de la indemnización tasada, la víctima y las demás personas a


quienes AT cause daño, podrá reclamar al empleador o terceros responsables
las otras indemnizaciones a que tenga derecho conforme prescripciones del
derecho común, incluyendo daño moral. Hay que tener presente sí que estas
pretensiones sólo están encaminadas a obtener lo no cubierto por las
indemnizaciones legales, pues de lo contrario, estaríamos frente a un cúmulo
de indemnizaciones, que no tendrían justificación. De esta forma, los
accidentes laborales son cubiertos, en primera instancia, por un seguro
obligatorio, que es un mecanismo de seguridad social, aunque con fines
indemnizatorios, pero es complementado por la responsabilidad civil por culpa
como régimen supletorio.
f) ¿Que se entiende por derecho común? Se sostiene que si la acción la deduce
el mismo trabajador, el estatuto es el contractual y el tribunal competente es el
Juzgado del Trabajo. En cambio si accionan los herederos de la víctima, tendría
naturaleza extracontractual y el tribunal competente sería el Juzgado Civil.

g) Problema sobre prescripción. Al remitirse la ley al derecho común, cuando se


invoca estatuto contractual el plazo de prescripción será el del art. 2515 y si se
invoca el estatuto extracontractual el plazo se cuenta en los términos del art.
2332. Con todos hay quienes plantean que la norma sobre prescripción debería
ser el art. 510 del C.T. Por último la jurisprudencia es del parecer que para los
casos de AT debe aplicarse la norma de prescripción del art. 79 16.744. (Corte
Suprema 12 de marzo de 2013, Rol 7113-2010). Se trataba de un caso de
silicosis donde se señaló que el plazo de prescripción de la acción era de 15
años, sin embargo en otro fallo de la Corte Suprema de 10 de julio den 2013,
Rol 1222-2013, determinó que la norma aplicable es la del Código Civil de los 5
años del art. 2515, también en un casos de silicosis.
h) Responsabilidad dueño obra, empresa o faena: La responsabilidad de la
empresa principal se contempla con carácter solidario o subsidiario, respecto a las
obligaciones labores y previsionales de dar que afecten a los contratistas a favor
de los trabajadores de estos. Con ello quedaría claro que no se refiere a la
obligación de seguridad en el trabajo, que es la que ocasiona la responsabilidad
civil por accidentes, ya que ella es una obligación de hacer.

Sin embargo, el art. 183-E del C.T. nos obliga a reformular la obligación anterior,
pues impone al empleador adoptar las medidas necesarias para proteger
eficazmente la vida y salud de todos los trabajadores que laboran en su obra,
cualquiera sea su dependencia.

No es un tema de responsabilidad solidario o subsidiara, sino de responsabilidad


directa, por culpa propia y de carácter extracontractual. Así lo estableció la Corte
Suprema en recurso de unificación de 27 de maro de 2013, Rol 5620-2012. En
este caso, el afectado debe demandar en sede civil.
i) Exposición al riesgo del trabajador: Cuando el AT se debe a negligencia
inexcusable de un trabajador, se le debe imponer multa. En cambio, cuando con
su culpa concurre a la producción del daño, se permite la reducción aun
cuando, hay sentencias que rechazan rebajar la indemnización cuando es el
trabajador quien demanda al amparo de las normas contractuales, pues se
sostiene que el art. 2330, sólo es aplicable al estatuto extracontractual, lo cual
como sabemos es altamente discutible.

j) Lucro cesante: No cabe duda que la indemnización por lucro cesante es


procedente en materia de AT, en virtud del principio de reparación integral del
daño. El problema que se presenta es su cuantificación. Se acepta el pago que
cubra el valor de la remuneración entre el accidente y la sentencia. En cambio
respecto de las remuneraciones con posterioridad, se discute el punto en
referencia. No basta con la estimación de la probable vida laboral del
accidentado. Un fallo resolvió lo siguiente:
Que no ocurre lo mismo con el daño patrimonial reclamado bajo la base de un lucro
cesante, puesto que para hacerlo, la demandante proyecta la remuneración de la
víctima directa al momento de su fallecimiento durante lo que entiende ser vida
laboral útil normal de una persona, y ya es jurisprudencia constante que esa
argumentación se basa en supuestos por lo demás aleatorios, lejanos al carácter de
certeza que exige el daño (Corte de Apelaciones de Chillán, 12 enero 2004, Semana
Jurídica nº208, sentencia 2, página 9; Corte de Apelaciones de Santiago, 6 de
septiembre 2002, Fallos del Mes nº509, sentencia 2, página 560; 9 julio 2002, Fallos
del Mes nº510, sentencia 6, página 959), aunque nada impide que el tribunal, ante
la evidencia que existe pérdida, fije prudencialmente su evaluación monetaria (Corte
de Apelaciones de Concepción, 12 enero 2000, rol laboral 167-99; Corte de
Apelaciones de Santiago, 01 de agosto 2000, rol laboral 583-2000; Corte de
Apelaciones de San Miguel, 23 de marzo 2000, rol laboral 2907-2000). Pero en autos
no existe prueba alguna que acredite que la víctima directa don Raúl Díaz
proporcionaba la mantención de la demandante ni cuánto era su ingreso al tiempo
de su muerte, pues ésta sólo acompañó a su demanda una copia de un contrato de
trabajo de 1994 y además, sin indicación alguna de su objeto probatorio, de forma
que no dejó al sentenciador en condiciones de determinar la existencia del lucro
cesante, ni proporcionó elemento alguno para apreciar su monto.
En definitiva, en este punto, es necesario indicar criterios para efectos de que
tribunal se pronuncie e incluso solicitar subsidiariamente un monto bajo la idea de la
pérdida de una chance u oportunidad de obtener ganancia futura.
Transmisibilidad daño moral:

Cuando trabajador afectado deduce la demanda y posteriormente fallece o


bien sufre el accidente y su muerte sobreviene pasado algunos días, no
cabe dudas que sus herederos podrán reclamar el daño moral de su
causante.

En cambio, cuando el trabajador fallece en forma instantánea recobra en


plenitud la discusión sobre la transmisibilidad del daño moral, teniendo en
especial consideración el artículo 88 de la Ley 16.744, que estatuye lo
siguiente: “Los derechos concedidos por la presente ley son personalísimos
e irrenunciables”. Lo cual abonaría la tesis de la intransmisibilidad.

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